— ¡Por Dios! ¡Así no podré pagar el alquiler con todos los destrozos de Natsu! — Se quejó una rubia, mientras se sentaba en una silla, al lado de su amigo. Él intentó tranquilizarla con una sonrisa.
— ¿Natsu-kun ha vuelto a excederse en la misión? — Curioseó, aun sonriendo. Lucy resopló antes de asentir. — Bueno, ya sabes cómo es Natsu-kun, siempre da el cien por cien de él... — Intentó excusarle, mientras mirada al mago de pelo rosa, quien se encontraba animadamente peleando contra Gajeel, quien se acababa de unir al gremio después de que se deshiciera su gremio. Lucy hizo una mueca divertida.
— Gray, aunque te guste Natsu no tienes que defenderle siempre. — Susurró, haciendo al otro chico sonrojar de golpe.
— ¿Q-Qué dices? A mí no me gusta Natsu-kun...— Murmuró casi inaudiblemente mientras sus mejillas se ponían más rojas aún. Lucy suspiró. Terco.
Y es que en los tres meses que habían estado juntos, Lucy había podido fijarse bastante en el chico y en su relación con el dragon slayer de fuego.
Primero de todo, Natsu solía pelear lejos de él, afirmando que no quería molestarle... Cuando con los demás le daba igual.
Segundo, Gray era muy educado y con todas las personas mayores él utilizaba un sufijo de respeto -incluso con ella misma, aunque ella le dijo que no lo usara- excepto con Natsu, que utilizaba un sufijo que significaba que era un igual.
Tercero, cuando se encontraban en el gremio porque ellos habían venido de misión o porque Gray había llegado de una, siempre se miraban disimuladamente el uno al otro. Sobre todo Gray. Podía pasarse horas mirando al cerebro de llama.
Y lo más importante era que, cuando había sucedido lo del ataque de Laxus al gremio, Natsu se había vuelto mucho más violento cuando se había enterado que Gray había sido derrotado por Bickslow, diciendo que iba a matarlo.
Aunque luego Lucy se enteró que Gray no había usado su magia contra el mago y eso le extrañó. En el accidente de Phantom sí que había usado magia, aunque sólo la había visto Juvia, y Juvia había quedado maravillada.
Tanto, que había empezado a llamar al mago 'Gray-sama', algo que le molestaba, aunque al ser tan educado no era capaz de decirle nada.
Ella suspiró. Por alguna razón, había algo extraño en Gray... Pero ella no podía dejar de pensar en que fuera lo que fuere, le ayudaría en lo que pudiera.
— ¡Ey, Gray! — Gritó de pronto el dragon slayer, ganando la atención del menor.
— ¿Sí, Natsu-kun? —
— ¿Cómo están tus heridas? — Preguntó con un tono de preocupación. Lucy medio sonrió. Ahí iba otra vez el espíritu defensor de Natsu que sólo mostraba con Gray.
— Están bien, realmente no fueron nada del otro mundo...— Susurró, con una leve sonrisa. — ¿Y tus heridas? —
— ¡Perfectas! ¡Soy realmente fuerte, ya sabes! — Comentó, mientras levantaba sus brazos. — Deberíamos tomar algún trabajo juntos, hace tiempo que no hacemos. —
— Vas a tener que disculparme, Natsu-kun... Pero... El maestro... Me encargó uno... — Susurró, con su mirada algo entristecida.
—...Oh. Qué lástima... Bueno, ya sabes que si alguna vez quieres hacer alguna misión grupal, nuestro equipo siempre está disponible... — Le recordó, con menos vitalidad.
— Lo tendré en cuenta...— Dijo, antes de irse por la puerta del gremio.
Lucy suspiró cuando escuchó esa conversación. ¿Cuántas veces en tres meses Gray se había negado en hacer una misión con su equipo? Ella sabía que ese chico era un mago solitario, pero... La pregunta era... ¿Por qué? ¿Había alguna razón detrás de todo eso?
Natsu se sentó con un suspiro de disgusto. Si antes Gray ya era terco para hacer alguna misión en compañía, ahora se había multiplicado, y no entendía el por qué. Y eso le fastidiaba demasiado.
— ¿...Natsu? ¿Vamos a hacer alguna misión? — Preguntó la chica rubia con curiosidad, mientras le miraba. Natsu suspiró y se levantó, para luego estirarse.
— Creo que me voy a ir a dormir. — Comentó, antes de salir del gremio e ir a casa de su amiga. La suya estaba demasiado lejos y sólo quería dormir una siesta. Cuando llegó no tardó en colocarse bajo las sabanas y antes de darse cuenta dormirse.
—...Y este es el baño. ¿Te gusta? — Preguntó curioso, sonriendo. El otro chico asintió débilmente, pero lo hizo. — Así que, ¿Vas a unirte al gremio? —
— Yo... No sé si es buena idea...— Susurró, mientras desviaba su mirada. Natsu le miró extrañado, ¿Por qué no sería una buena idea?
— Dijiste que no tenías sitio donde ir o regresar... ¡Entonces Fairy Tail puede ser ese sitio! — Gritó, intentando convencer al otro chico con una sonrisa. — ¡Somos todos una gran familia! —
— Familia...— Murmuró para sus adentros. Entonces se sorprendió un poco cuando sintió una mano en su cabeza revolver su cabello negro, era el maestro del gremio.
— No te preocupes por tu pasado, Gray. Lo único que importa es el presente. ¿Por qué no pruebas a estar aquí un par de días y si te gusta unirte? Así podrás conocer a la gente. — Gray asintió con una sonrisa animada.
Así que durante un par de días, estuvo en el gremio, conociendo a la gente y la verdad es que eran muy simpáticos, aunque algo raros. Además, Natsu siempre iba detrás de él con una sonrisa, haciéndole sentir seguro de sí mismo.
— ¿Así que te llamas Gray? Yo soy Erza, encantada. —
— ¡Tú, pelirroja estúpida, zanjemos lo de la última vez! —
— ¿¡Ah!? ¡Muy bien, Mira! ¡Que ya te estás quedando canosa! —
Y luego, una discusión empezó mientras se ponían a pelear. Estaban realmente mal de la cabeza.
— Esa es mi hermana Mira, ese de ahí que está con el pajarito es Elfman y yo soy Lissana. ¡Es un placer, Gray! —
— El placer es mío. —
— Jum, ¿otro criajo más para el gremio? — Preguntó de golpe un tipo rubio y el chico de pelo negro no pudo evitar sentirse nervioso ante su presencia. Pero de pronto Natsu - de quien casi se había olvidado que le estaba persiguiendo - saltó a defenderle.
— ¡Piérdete, Laxus! — Gritó, antes de lanzarse a atacarle. Por supuesto, no duró ni dos minutos antes de perder contra el mago eléctrico y salir volando hasta la otra punta del gremio.
— ¡Na-Natsu-kun! — Chilló el niño preocupado, mientras iba a por él, dándole la mano para levantarse. — ¿Estás bien? —
— Mmm... Claro que estoy bien... Oye, ¿Desde cuando tienes un hermano gemelo? — Preguntó de golpe, mientras se ponía a saludar a la izquierda de Gray, donde por supuesto no había nadie. Luego, se dio cuenta que era sólo por el mareo que llevaba encima. —...Oh. Tu hermano gemelo ha desaparecido de pronto. —
Y por alguna razón, eso le produjo una suave risa al niño de pelo negro, lo que hizo a Natsu sonreír como un tonto. Y luego, lo siguiente que dijo Gray le puso una sonrisa aún más grande.
— Voy a unirme al gremio. — Dijo aun sonriendo y de pronto, todos empezaron a chillar y a organizar una gran fiesta.
¡Tiempo de celebrar que hay un nuevo miembro en el gremio!