Cuando Albus conto lo que le había dicho Lily, Scorpius se empezó a plantear seriamente el intentar participar en el torneo de los tres magos y después de pensarlo mucho y de hablarlo con Myrtle la cual no apoyaba mucho su decisión Scorpius decidió que intentaría participar en el torneo de los tres magos.
Aunque estaba seguro de que tanto su familia como sus amigos al igual que Myrtle no estarían de acuerdo con su resolución.
Cuando la fecha límite que les había dicho la directora McGonagall se acercaba Scorpius hablo con su jefe de casa para que lo considerara como candidato para el torneo, y antes de lo que él se había imaginado que tardarían sus amigos en enterarse, estos ya lo tenían acorralado en un pasillo pidiendo explicaciones.
— ¡Scorpius Hyperion Malfoy! Explícame que es eso de que quieres participar en el torneo— le había dicho Rose un poco alterada.
—Tranquila Rosy, no es para tanto— le había dicho Scorpius a su pelirroja amiga intentando calmarla, pero su intento no había surtido mucho efecto ya que a Scorpius le parecía que Rose tenia el cabello de un tono más rojo de lo usual.
—Cómo quieres que se calme Scorpius, si lo que estás haciendo es prácticamente suicidio— le había dicho Albus con preocupación y enojo.
—Albus tiene razón— había dicho Lysander también preocupado por el rubio.
—vamos chicos no me asusten— les había dicho Scorpius.
—No te asustamos Scorpius, pero no entendemos por qué quieres participar en ese torneo tan peligroso— le había dicho Ellen.
—Yo sé que suena loco que quiera participar en el torneo, pero para mí significaría mucho que apoyen mi decisión, además las posibilidades de que sea elegido no son muchas— les dijo Scorpius.
Todos guardaron silencio por un minuto hasta que Lorcan quien se había mantenido callado dijo con cara soñadora— bueno si quieres intentar participar, yo te apoyo, pero yo también lo intentare—
— ¿Qué? — había dicho Lysander ahora viendo sorprendido a su gemelo.
—sí, Scor quiere participar yo quiero estar presente si es que resulta campeón, y la única manera de que me dejen ir es si yo también le dijo al jefe de casa que quiero participar en el torneo— les dijo Lorcan con cara soñadora.
Ha Albus, Rose, Ellen Y Lysander les había costado trabajo entender la decisión de su rubio amigo pero aceptaron apoyarlo aunque eso significara que ellos también tendrían que intentar participar en el torneo de los tres magos.
Cuando el 30 octubre llego todos los alumnos de Beauxbatons habían sido reunidos en los esplendorosos jardines mágicos del palacio, para darle la bienvenida a los alumnos de Hogwarts y Durmstrang.
Los mellizos Alistair y Dior Lévesque miraban atentos las montañas de los alrededores intentando vislumbrar señales de los colegios invitados, cuando estaban a punto de enojarse por la impuntualidad de Hogwarts y Durmstrang, entre las montañas se empezó a distinguir una gran estructura que se aproximaba surcando el cielo.
Ha ambos hermanos no les tomo mucho identificar aquella estructura como un barco muy probablemente perteneciente al colegio de Durmstrang.
Cuando el barco de Durmstrang aterrizo unas ninfas empezaron a cantar y bailar para recibir al director y los alumnos mientras la directora Olympe Maxime iba a darles la bienvenida.
Scorpius había estado muchas veces antes en Francia, podía decir que Francia era uno de sus lugares favoritos pero a pesar de conocer los mejores lugares de Francia no podía dejar de ver admirado todo el paisaje, que desde las alturas se veía aún más hermoso.
James había disfrutado del recibimiento que les había dado Beauxbatons y esperaba ansioso la llegada de Hogwarts ya quería ver a su primo y talvez a uno que otro amigo. Desde que había decidido que intentaría participar en el torneo había pensado en sus posibles contrincantes de Hogwarts y estaba seguro de saber a quienes les interesaría el torneo a parte de su primo Fred y Alan.
Pero nunca había esperado lo que vio cuando el colegio Hogwarts de magia y hechicería hizo acto de presencia, no había esperado que la directora McGonagall hubiera elegido como medio de transporte una copia idéntica por afuera del expreso a Hogwarts, pero voladora, James estaba seguro que la entrada que había hecho Durmstrang en el barco volador seria insuperable.
Pero se había equivocado el expreso de Hogwarts surcando los cielos se veía aún más impresionante que el barco de Durmstrang, pero lo que lo había dejado sin palabras había sido sin dudas cuando los alumnos de Hogwarts salieron del tren y vio cómo su primo Fred bajaba con una sonrisa, una sonrisa que él conocía muy bien ya que era la sonrisa que Fred ponía cuando hacia una travesura. Eso sin dudas había llamado su atención pero no entendió a que se bebía la sonrisa de su primo hasta que vio salir del tren a su prima Rose seguida de su amiga Ellen, los gemelos Scamander y a Albus junto con Scorpius.
La navidad pasada Alistair había perdido un poco sus esperanzas de conquistar a Scorpius Malfoy debido a que este nunca le envió contestación de ninguna de las cartas que le había enviado, pero cuando lo vio salir del tren junto con los demás alumnos de Hogwarts, más apuesto y alto de lo que lo recordaba, Alistair renovó sus esperanzas.
James por su parte no podía alejar su mirada de la figura de Scorpius, sus ojos seguían cada movimiento que hacia el heredero de los Malfoy, haciendo que notara cada detalle del cambio físico que había tenido Scorpius, que ahora era más alto que Albus. James no entendía cómo era posible que estuviera más apuesto de lo que ya era.
Cuando la bienvenida que las ninfas les habían dado a los alumnos de Hogwarts termino, la directora Olympe Maxime dio una bienvenida general para los dos colegios invitados y pidió que la siguieran al palacio para dar inicio con el banquete de bienvenida.
Scorpius había estado muy ocupado contemplando el deslumbrante palacio de Beauxbatons y atento al baile y canción de las ninfas que no noto que entre los alumnos de Durmstrang y Beauxbatons se encontraban James y Alistair mirándolo.
Llego a un gran salón decorado espléndidamente acompañado de las melodiosas voces de las ninfas, y Rose lo guio a una mesa para iniciar con el banquete, cuando estaba por probar la comida, Scorpius sintió la inexplicable sensación de tocar el collar que le había regalado James, que solo seguía usando porque para él ese collar le recordaba a su querido primo Teddy y no a James. Pero se arrepintió de haberlo hecho cuando vio no muy lejos de donde estaba sentado unos ojos color almendra que él conocía muy bien.