-¿Qué sucede, chicos?- preguntó Éomer llegando junto los gemelos
-al parecer nuestro pequeño Legolas ya tiene parejita
-uy que bien, ¿Quién es la chica?- preguntó el rubio curioso
-no te lo imaginas, pero no es chica- comentó Elladan
-¿Entonces?
-¡Dame acá!- exigió Legolas arrebatándolela carta al gemelo, luego miró detrás suyo dándose cuenta de la llegada del azabache junto con sus primos riendo, Frodo chocó por accidente con el rubio y al voltear a verlo miró una expresión seria, haciendo que su sonrisa se esfumara
-¿Legolas? ¿Te pasa algo?- preguntó preocupado, luego optó por tomar su brazo, El rubio por el contrario apartó el contacto bruscamente
-¿Te parece gracioso?- preguntó molesto
-no sé de qué me hablas- respondió nervioso
-humillándome diciendo tantas estupideces y cursilerías, y más dejándome tonterías como estas- dijo arrugando la carta en sus narices para luego hacerla bolita y estamparla contra el pecho del menor antes de irse, todo quedó en un silencio incómodo, nadie se movía ni decía palabra alguna
-Frodo- dijo Sam al poner una mano sobre el hombro del chico, el cual se dio media vuelta, tomó su mochila y se fue
-Elladan, Elrohir- llamó una chica tras los gemelos- de tantas cosas que han hecho, esto sobrepasa los límites
-Arwen, todo esto era una broma- expicó Elladan
-el que Frodo haya terminado así no es nada divertido...-los gemelos no hablaron para nada- él merece una disculpa, y también Legolas- dejó de mirar a sus hermanos para fijar la vista en los primos de Frodo- díganle a Frodo que le pido disculpas por parte de mis hermanos, por favor
-sí- respondieron a dúo Merry y Pippin
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Frodo llegó corriendo a su hogar, no quería derramar lágrima alguna hasta estar en total soledad. Bilbo al ver entrar a su sobrino a toda velocidad lo dejó sorprendido, teniendo en cuenta que faltaban alrededor de 20 minutos para salir, además de que siempre que llegaba lo saludaba con un tono alegre, hasta cuando tenía días malos siempre procuraba saludarlo; todo eso confundió y preocupó a Bilbo, haciéndolo subir hasta la pieza de Frodo y cuando quiso entrar descubrió la puerta cerrada
-Frodo...- llamó desde afuera- Frodo, ¿Te encuentras bien?
-sí, tío, yo solo... Necesito un momento a solas- contestó con una voz quebrada
-no te escucho para nada bien...-no recibió respuesta alguna del pelinegro- sé que algo te sucede- seguía sin responder- Frodo, abre la puerta- ordenó Bilbo en un tono serio que casi no usaba con su sobrino, pero que logró que el azabache abriera, dejándolo ver cabizbajo- ¿Qué pasa?- preguntó preocupado
-nada, es solo que...- contestó regresando a su cama para sentarse al borde de esta
-¿Qué?- preguntó nuevamente acercándose
-hoy le hice un regalo a Legolas... Pero me despreció frente a todos
-ah, Frodo- dijo abrazando a su pequeño sobrino- no tienes por qué sentirte mal, todos los enamorados pasan por problemas de pareja alguna vez- se sentó al lado del menor
-¿Te pasó algo similar con Thorin, Bilbo?
-él se enojó conmigo porque pensó que le había dado una joya importante al padre de Legolas
-¿Qué pasó?- preguntó curioso
-es una larga historia, que luego te contaré. Por ahora solo quiero decirte que vas a tener muchos problemas en tu relación
-ya no más- dijo levantándose- él... Él ya no quiere estar conmigo
-¿Qué fue lo que pasó exactamente?
-no sé, todo fue tan rápido, en la mañana estábamos bien y en la tarde arrugó una carta que le había escrito agradeciéndole estos meses y después no lo vi más
-tranquilo, Frodo, todo en esta vida tiene solución menos la muerte, sé que todo se solucionará entre ustedes
-¿De verdad lo crees, Bilbo?
-estoy seguro- formó una sonrisa contagiando a su sobrino- ¿Tienes hambre?- Frodo negó con la cabeza- entonces descansa un rato, luego bajas y te sirvo- Bilbo salió del cuarto dejando dormir a su sobrino
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-oye, papá- llamó un rubio sentado frente su padre
-dime- contestó bebiendo de su copa
-¿Alguna vez te interesaste en algo pero tuviste que dejarlo todo porque a tus amigos les desagradaba?
-no, nunca ¿Y sabes por qué?
-¿Por qué?
-porque...-en eso un joven se acercó interrumpiendo la plática
-señor- habló- el Señor Oropher vino a verle
-gracias Feren- el joven inclinó la cabeza y después se retiró- continuaremos con esta plática más tarde, tenemos que ir a ver a tu abuelo- Legolas solo asintió y caminó con su padre para recibir a su abuelo que se encontraba en la sala- padre
-Thranduil- dijo levantándose para caminar hasta su hijo y su nieto- que gusto me da volver a verlos
-solo han sido 2 meses- contestó con simpleza Thranduil
- hola, abuelo- habló finalmente Legolas al abrazar al rubio, luego Oropher lo alejó para apreciarlo
-quien lo diría, en tan solo 2 meses te has vuelto más hermoso, eres idéntico a tu madre
-amm, señor- interrumpió el mismo chico que había avisado de la llegada de Oropher en la mesa momentos antes- vino de imprevisto el Señor Elrond
-voy en seguida- contestó Thranduil- me retiro unos segundos
-sí claro, hijo, ve y yo me quedaré aquí un rato con Legolas- dijo pellizcando la mejilla del menor provocando que hiciera una mueca entre divertida y dolorosa. Thranduil se retiró- bien, dime cómo te ha ido todo este tiempo- preguntó sirviéndose vino y sentándose en el sillón con la copa en mano
-bien- dijo algo serio
-¿Y qué tal tu primer día de clases?
-fue bueno, supongo- contestó desganado sentándose al lado de su abuelo
-eso no me suena del todo "bien”
-es que...estaba en una relación con alguien, pero tuve que terminar por pensar que, bueno... era malo
-Legolas...- inició Oropher acariciando el cabello del menor- cuando algo te gusta debes pensar "si a mí me gusta, no tiene que importarle a los demás" además, si tú y ella se aman, no tienen que preocuparse por las personas. Por ejemplo tu padre, se enamoró de una chica que era parte de la mafia rusa, aunque yo le decía que era peligroso y mala idea, a él no le importó, y de esa relación que tenía feliz a tu padre naciste tú
-entiendo...
-es la primera vez que me sentí feliz de la desobediencia de tu padre…- Legolas solo bajó su mirada, Oropher lo miró en silencio unos segundos- ah… te he traído un obsequio
-¿En serio?- preguntó viéndolo de nuevo
-¿Qué clase de abuelo sería si no lleno a mi querido nieto de regalos cada que lo visito?- Legolas sonrió ocultando su tristeza mientras veía como Oropher le extendía una cajita negra y al abrirla descubrió un reloj carísimo y con un ciervo plateado en medio
-abue, no tenías qué
-sí tenía
-gracias…- dijo contento dándole un abrazo a su Oropher
-no es nada, solo ya no te deprimas por cosas como esas. Eres un muchacho fuerte que sabrá manejar difíciles situaciones- dijo sonriendo
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-Frodo- llamó Bilbo agitando al menor que seguía dormido- Frodo, despierta- el azabache comenzó a moverse
-mmgh...dime, Bilbo- contestó algo somnoliento
-ya es hora de cenar- Frodo se levantó de golpe y miró por su ventana descubriendo que ya estaba oscuro
-¿Cuánto... tiempo dormí?- preguntó sin dejar de ver por la ventana
-desde que llegaste, como a las 12:20, y ya son las 8:6
-perdón, Bilbo, es que estaba muy cansado- dijo pasando su mano por su frente
-me lo imagino... ¿Estuviste llorando?- interrogó al ver los ojos de Frodo -e-eh... ¿Por qué la pregunta?- soltó desviando la vista
-tienes los ojos hinchados y rojos
-b-bueno, sí… pero solo un poco
-no mientas...- el chico solo se quedó en silencio- de acuerdo, lávate las manos para que cenemos
-sí, Bilbo- se colocó su pijama y lavó sus manos antes de bajar al comedor y encontrarse a Fíli y Kíli sentados en la mesa, sonrió ampliamente y bajó corriendo las escaleras- ¡Fili, Kili!- gritó contento
-¡No corras en las escaleras, Frodo, te vas a lastimar!- acabó de descender y se lanzó a abrazar a la pareja de hermanos que igualmente felices correspondieron el abrazo
-me alegra que estén aquí, ¿Cuándo llegaron?- preguntó separándose
-en la tarde, Bilbo nos invitó a cenar, pero no queríamos despertarte, te veías muy tranquilo- contestó Fili
-Bilbo- habló el azabache
-bueno, como te veías muy triste, pensé que una visita de tus primos te haría sonreír
-y vaya que lo lograron- afirmó Frodo sonriéndole a su tío
-bien, niños ya siéntense- mandó Thorin saliendo de la cocina
-sí, tío- contestaron los 3 al mismo tiempo. Bilbo y Thorin se sentaron juntos y frente ellos estaban sus sobrinos, Frodo en medio de Kili y Fili
-¿Cómo te fue en tu primer día de escuela, Frodo?- preguntó Thorin una vez que iniciaron a cenar
-bien...
-¿Solo eso?- el ojiazul solo atinó a asentir, y al notar tristeza en la voz de su sobrino decidió no seguir hablando
La cena transcurrió con tranquilidad, demasiado para el gusto de los hermanos, que de vez en cuando le dedicaban miradas cariñosas al menor, quien por el contrario solo sonreía y volvía la vista a su plato. Por fin terminaron de cenar y fueron a la sala mientras que Bilbo y Thorin lavaban la vajilla (no es porque Fili, Kili o Frodo fueran flojos, no, es porque los hermanos eran invitados y Frodo necesitaba tener una plática que levantara su ánimo, además de que a Thorin le gustaba ver el cuerpo "accidentalmente" mojado de Bilbo)
-Frodo- inició Fili- cuando ocultas tus males solo te haces más daño a ti mismo, las penas se vuelven menores cuando las compartes con alguien- su primo solo lo miraba en absoluto silencio- sabes que no te juzgaremos por nada, anda, cuéntale a tus primitos queridos- cuando Frodo pensó para hablar, una voz sonó desde la cocina
-Fili, no molestes a tu primo
-no Thorin- contestó para luego volver su mirada al azabache
-si hay algo que te molesta, por más mínimo que sea el problema, no dudes en hablarnos, sabes que siempre te ayudaremos- susurró Kili
-gracias, chicos- contestó antes de abrazarlos nuevamente
-ya es muy tarde- habló Bilbo llegando a la sala- ¿Se quedarán a dormir?
-quisiéramos, pero tenemos que volver, nos han dejado mucha tarea de la universidad- explicó Kili
-la que por cierto Kili no ha iniciado- admitió Fili
-no tenías qué decirlo
-vayan con cuidado- les dijo Thorin llegando al lado de Bilbo
-sí, Thorin
-me saludan a Dis- dijo Bilbo haciendo un ademán con la mano de despedida
-sí- contestaron yendo hacia la puerta
-y Frodo…- llamó Kili- nunca dejes de sonreír- el chico asintió antes de ver a sus primos marchar
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-tiene 17, más sin embargo sigue pareciendo de 12- se dijo a sí mismo Thranduil al ver a su hijo dormido en el sillón abrazando un cojín
-si conoces bien a tu hijo, deberías saber cuándo ha tenido un mal día- intervino su padre viendo a Legolas
-sé que mi hojita está mal, pero no tengo derecho a presionarlo si no quiere contarme algo que no quiere- indicó acercándose al menor
-según me dijo Legolas, estuviste a punto de contarle algo cuando los interrumpí
-sí- asintió acariciando el cabello largo de Legolas
-Thranduil, si yo casi nunca pasaba tiempo contigo por cuestiones de trabajo, no tienes por qué ser igual con él. Tu hijo te necesita, no cometas mis mismos errores, o si es por lo de su madre…
-no es eso, padre- dijo sentándose a un lado de Legolas, sustituyendo el cojín con sus piernas para recargar la cabeza de su hijo en estas- aunque no quisiera, el trabajo me obliga a estar alejado de él
-sustituye tu trabajo de vez en cuando, Legolas necesita a su padre
-tú no hiciste es conmigo
-¡¿Seguirás recriminándome?!- gritó sacado de quicio
-¡No es esa mi intención! Pero no es tan fácil olvidar aquellas épocas en las que no tuve padre- Oropher frunció el ceño, entonces se dio cuenta de que Legolas se removía un poco hasta abrir los ojos
-¿Papá?...- habló al encontrarse con los zafiros de Thranduil
-hijo, ve a dormir a tu habitación, sino amanecerás con dolor en los brazos o el cuello
-sí… ¿Mi abuelo?
-él ya se iba, ¿Verdad?- contestó mirando a Oropher sin emoción alguna en su mirada
-sí, buenas noches, Legolas
-buenas noches…-contestó el menor caminando a su pieza mientras que Thranduil encaminaba a su padre a la puerta de salida
-padre- habló antes de que este se retirara- escucha… lamento haber dicho eso…
-entiendo, sientes que trato de decirte como criar a tu hijo
-debo aceptar tus consejos de vez en cuando, no quiero tener una relación distanciada con Legolas
-siempre te ha querido, desde que era pequeño nunca te demostró molestia o distancia, incluso si tenías trabajo
-tienes razón, mañana saldré temprano para poder comer con Legolas
-trata de saber que lo molesta, de verdad lo vi mal hoy
-sí, gracias -hasta luego
-adiós- Oropher dio media vuelta y caminó a su auto y se retiró
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-me preocupa Frodo, en verdad- comentó Bilbo acostándose al lado de su esposo
-igual a mí, pero en este tipo de cosas ¿Cómo podríamos ayudarlo?- contestó el azabache pasando el brazo por los hombros de Bilbo y acercarlo más a él
-no sé… tal vez podríamos hablar con él
-¿No hablaste con él cuando llegó de la escuela?
-no mucho
-Thorin- se oyó una voz en el umbral de la puerta, ambos consortes miraron al azabache que estaba ahí parado
-¿Pasa algo, Frodo?
-debí… hacerte caso cuando me dijiste que tuviera cuidado con él- admitió cabizbajo, el mayor se levantó y caminó hacia Frodo, luego posó una mano sobre su hombro
-tranquilo, no es tu culpa- alentó con una sonrisa para animar a su sobrino, Frodo aun cabizbajo recargó su frente en el pecho de Thorin, dejando salir unas lágrimas- Frodo, ¿Por qué lloras?
-da tristeza… Fili y Kili quisieron que les contara, pero estoy seguro que hubiera llorado más… sentí un nudo en la garganta y las palabras no me salieron, pero de verdad les quería decir
-no te sientas mal. Un Durin jamás se ha encogido ante nada ni nadie. Tú vales demasiado, sin importar lo que digan los demás digan, tú siempre ten tu frente en alto
-gracias, Thorin
-no llores, él no lo vale. Mejor ve a dormir y siempre recuerda que nadie ni nada que no sea tu familia es merecedor de tus lágrimas- Frodo se separó un poco más animado, miró a Thorin, le sonrió
-ahora veo porque Bilbo se casó contigo- ese comentario provocó en el castaño un sonrojo y al azabache una sonrisa
-buenas noches, sobrino querido
-buenas noches, Thorin- dio media vuelta y regresó a su alcoba y Thorin a la cama con su consorte
-no pensé que llegaras a dar tan buenos consejos- admitió el menor acariciando el pecho del ojiazul
-no es un consejo, es algo que debe saber
-¿No es lo mismo?- preguntó arqueando una ceja
-tú solo bésame- Bilbo soltó una risa y luego besó con cariño a Thorin- no te niego... que quiero estrangular el cuello de ese junior
-no, no Thorin, en eso si no te metas. Ya tuviste muchos problemas
-tsk... pero lo haría por Frodo
-¿Y si mejor te beso, te callas y nos dormimos?- Thorin no pudo evitar reír y nuevamente degustó la suave boquita de Bilbo