Capítulo 7. Frío y amargo. Parte 2.
**Renji**
Me bajo lentamente de la cama para no despertar a Ryuuken que yace dormido a mi lado totalmente desnudo y con sus piernas llenas de semen, me coloco mis pantalones que están tirados en el suelo y salgo de la habitación para ver cómo le va a Byakuya en su primera noche, pero mi sorpresa es encontrarlo dormido con los brazos tapando su cabeza sobre la mesa, seguramente se durmió porque no salí a darle ninguna orden o siquiera para decirle que ya había terminado. Me acerco para moverlo un poco y se despierte y me sorprendo al ver que una venda cubre su cuello y tiene otras en sus brazos, alzo un poco la manga de su brazo y él gime bajo de dolor, alzo un lado de su cabello que tapa su rostro y veo una bandita cubrir su mejilla izquierda, ¿qué le hicieron?, ¿por qué su cuerpo está tan dañado?, me asusto cuando su mano aprieta la mía como si estuviera a la defensiva.
- ¿Ya terminó? - me dice levantando un poco su rostro y fulminándome con sus hermosos ojos grisáceos.
- Sí, lo siento.
- No hace falta, creo que es mi culpa por no preguntarle la hora de salida - se pone de pie y me hace una reverencia-. Entonces si me permite me retiro.
Cojo su brazo deteniéndolo, él me mira con sorpresa y se zafa rápidamente de mi agarre.
- ¿Qué sucede? - le pregunto.
- No vuelva a tocarme... - su mirada se llena de odio y yo intento acercarme.
- Byakuya...
- Yo solo estoy aquí para trabajar.
Lo jalo hacia mí y le susurro en el oído viendo su expresión de terror.
- ¿A qué le temes?
Bajo mi manos hasta su pecho y abro su abrigo, al parecer la pregunta lo ha dejado congelado ya que ni siquiera ha intentado alejarme, lo tumbo en el suelo y puedo apreciar como sus ojos están perdidos, le quito toda la parte superior y me llevo una mano a la boca, todo su cuerpo está lleno de moretones y algunos rasguños, rasgo la venda en su cuello y miro como tiene varios chupones. Saco sus pantalones de un solo tirón junto con su ropa interior, esto lo hace salir de su trance e intenta golpearme al verse desnudo, pero unas manos sujetan las suyas y una lengua lame su cuello.
- Ryuuken...
- ¡¡¡Suélteme... nnngghh...!!! - grita Byakuya, Ryuuken gira su cabeza y le planta un beso, dejándonos a los dos sorprendidos.
Alzo las piernas de Byakuya y las coloco en mis hombros, bajo mi cabeza y empiezo a lamer su blanco pecho, Ryuuken lo deja un momento para buscar una pastilla en la mesa y al encontrarla se la mete a la boca y toma el rostro de Byakuya uniendo sus labios para pasar la pastilla, por la falta de aire Byakuya la traga, bueno... solo faltan unos segundos para que la pastilla empiece a ser efecto. Ryuuken lame su cuello a la vez que con sus dedos acaricia los pezones de Byakuya, con mis manos recorro los muslos de Byakuya y sus piernas se abren involuntariamente ya que la pastilla está haciendo efecto.
- Nnnngghh... n-no - le escuche gemir.
Lamo uno de mis dedos y lo inserto en su entrada ganándome una patada en el rostro que me hace caer. Byakuya se levanta corriendo para irse, pero Ryuuken lo sostiene de los brazos y lo pega a la pared, seco el hilo de sangre que cae de mi labio y aparto a Ryuuken.
- Maldito... - Byakuya escupe esas palabras con furia.
Alzo una de sus piernas y me ubico para penetrarlo de pie, al sentir mi polla en su entrada se alarma, empujo con fuerza introduciéndome en su interior sin importarme el grito que soltó, sus manos se enrollan en mi cuello y su cabeza cae en mi hombro.
- No... lo haga.
Hago caso omiso a lo que me dice, pues ahora por mi cabeza solo pasa la idea de hacerlo mío, porque desde que lo vi me aguanté para no darle un droga, esperando a que viniera a mí. Comienzo con un lento vaivén notando como Byakuya mueve ligeramente sus caderas, subo la intensidad arrimándolo a la pared para que no se caiga por el movimiento.
- Ahhh... Byakuya... tu interior es exquisito...
- R-Renji ahhh...
Beso sus labios y él me corresponde aferrándose más a mi cuerpo, nos detenemos cuando la puerta del local es abierta de una patada y vemos a un hombre que mira molesto en dirección a Ryuuken, cierra la puerta y se acerca tomándolo de un brazo.
- ¡¿Ryuuken, qué has hecho?! - lo zarandea para que vuelva a la normalidad.
- ¿Qué quieres, Isshin? - dice con desprecio.
- ¿Qué quiero? - sonríe-. Te fui a buscar a tu casa y Uryuu me dijo que te habías ido a un bar, llegué ahí y me dijeron que te fuiste con un pelirrojo, y todo el mundo conoce a Renji.
- Te felicito por encontrarme, ahora vete.
- No.
Lo empuja y lo besa a la fuerza a pesar de que Ryuuken se está resistiendo, lo tira al suelo y se baja el pantalón cogiendo su polla para dirigirla a la entrada de Ryuuken que aún bota mi semen. Ryuuken cierra los ojos por el duro ingreso de ese tipo y lo maldice a los cuatro vientos, pero parece que le gusta ya que empieza a gemir y no de dolor necesariamente.
- Isshin... bastardo...
-Pues a mí no me parece, Ryuu-chan.
- Cállate...
Me impacto al sentir la lengua de Byakuya entrar en mi boca con desesperación, no soy idiota, se nota que Byakuya está acostumbrado a esto, y la pastilla no ha hecho efecto en él, lo está haciendo por voluntad propia.
- Me encantas... Byakuya.
- Ahhh... ahh...
Sonrió al recordar que cuando recién lo ví pensé que era un frío y amargado, pero me ha dado una sorpresa con su actitud recta y lujuriosa. Todo lo contrario de lo que pensé, espero que cuando terminemos de hacer esto me siga "queriendo".
Continuará...