- Eso es impensable, tu eres demasiado delicado para pelear- dice sumamente asustado y se ve en su cara que eso no entra bajo sus posibilidades (oye amigo, tu hermano es el mejor, yo creo que del país, pensé) – además de que no pondría a una víctima a luchar contra su agresor- ¿o sea, que? ¿Eh escuchado bien?
- ¿Victima? Más bien el termino por ser la víctima en aquella situación-
Dicen y discuten entre sí, cosas que están lejos de mi comprendimiento, cosas que me harán darme cuenta cuan irreal es la realidad de Monky D Luffy y que apenas ni comienzo a saber.
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Y después de un rato de estarse peleando (hasta el extremo de morderse entre los dos) el mayor sale por la puerta. (Me ha sorprendido, ya que no pensé que fuera de este tipo de persona, que puede llegar a tener complejo de hermano, y ser tan infantil).
Y sin pensarlo realmente, después de eso, nosotros seguimos platicando y pasando el tiempo, el cual voló, ya que sentí que se hizo de noche enseguida, y me dispuse a regresar a mi apartamento.
- Mugiwara-ya, creo que es hora de que me vaya- dije eso, y el pequeño monito se entristeció, pero no dijo nada con respecto a que me quedara (y creo que por una parte, quise aquel comentario)
- Ok, entonces Torao, te acompaño a la parada – dijo en un tono resignado, siento que mi corazón se estrujo.
- Vamos-
Y al estar yéndonos, no sé por qué, sentí, un ligero frio recorrer mi cuello, voltee para ver si alguien estaba atrás de nosotros. No, no había nadie ahí. Tras no ver nada, la puerta se cerró
- Sucede algo Torao- me dice preocupado
- No, Muguiwara-ya- le digo y toco su mejilla y acerco su frente con la mía, para terminar con una sonrisa (no sé por qué hice eso). Él se sonroja
De camino a la parada de autobús, no pronunciamos palabra alguna
Y al llegar tampoco
Cuando mi autobús estaba ya enfrente de nosotros, me subí a él.
- ya me voy Mugiwara-ya- dije y sonrío, y sacudo mi mano en son de despedida
No escucho respuesta, y me dispuse a subir plenamente al autobús, ya que el operador (camionero) me estaba esperando para recibir la cuota… pero.
Siento como una mano me jala bruscamente, mi cara se detiene hasta estar enfrente de la suya, nos miramos por unos cuantos segundos, y siento de repente como sus labios se acercan a mí, y por inercia cerré fuertemente mis ojos, sintiéndose en un momento más sus labios sobre mi mejilla, esos labios que se sintieron agradablemente fríos, fríos por la brisa de la noche.
Ese pequeño rose, y casi una insignificancia de tiempo, me robaron las palabras, abrí estrepitosamente mis ojos, y solo pude ver como él me sonreía y se despedía con la mano
- nos vemos mañana, Torao- dijo, y no sé por qué esa voz se escuchó demasiado sensual, para mi
Él se dio la vuelta y yo me subí plenamente al autobús, y le di el dinero al camionero, al darme mi cambio me miro pícaramente.
- A ese niño, yo también le daba- me dijo, y yo tome enojado mi cambio, no sin antes avergonzarme por aquello
Aunque me indigne por su comentario no pude decirle nada.
Llegue a mi apartamento (a las 11) y como no tenía tareas para mañana me dispuse a dormir, no sin antes decirme a mí mismo:
- Solo iría a su casa un momento, para cumplir mi palabra, no pensé que me quedaría tanto tiempo ahí-
Después de eso, me quede completamente dormido.
Al día siguiente…
Al día siguiente lo único que tuve de normal fue la condenada mañana (claro por qué la paso solo) ya que desde el momento que llegue a la facultad, para empezar, el pequeño monito ya se encontraba ahí (ok, hasta ahí, lo habitual) pero en el momento en el que este me iba a hablar, fue abordado repentinamente por dos entes, de las cuales sabia de su presencia, pero que extrañamente no se habían presentado en el tiempo que me había encontrado con Mugiwara-ya
Y bueno, al estar ahí, creo que me entere de la razón. Al parecer, el peli verde, llamado Bartolomeo-ya se había enfermado de una fuerte diarrea, y bueno la chica jodidamente alta: Hancock-ya. Por no tener a su inseparable “amigo” que le ahuyentaba a todos sus fans, todas estas semanas se la había pasado huyendo de sus fans, ya que la tipa, es considerada la más bella de toda la universidad. (Al verla de frente me doy cuenta que es una larguirucha, ya que aun siendo mujer, mide exactamente lo mismo que yo)
¿Qué les puedo decir de este par?
Bueno, es bien conocido que Bartolomeo-ya se autoproclamo su fan desde la ceremonia de apertura de este niño, ya que aunque sea extraño de mencionar, él fue el que dio el discurso de bienvenida para los de su año, siendo el mejor (sigo diciendo: extrañamente) en el examen de admisión. El caso fue, que en este mismo discurso él dijo que era el hombre más fuerte y que se lo demostraría a cualquiera que quisiera, en ese momento se cayó una lámpara antiquísima de vidrio, encima de Mugiwara-ya, el cual quedo exactamente en la abertura que se hace de en-medio y sin ninguna herida. Desde ese día, ese muchacho dijo que era enviado divino y que lo seguiría hasta el fin del mundo.
Y Hancock-ya es la autoproclamada “esposa, prometida” (no me pregunten cuál de las dos, ya que su frase difiere en las ocasiones en las que lo dice) y bueno, es desconocida la razón del por qué, ya que hasta que llego este niño se tenía bien sabido que Hebihime (princesa serpiente, como es conocida) siempre había demostrado y expresado un absoluto odio hacia todos los hombres, el cual se abrió a la excepción con la llegada de Mugiwara-ya. Además, de esta mujer ya debería de estar graduada, mas sin en cambio, se rumora que ha aplazado sus últimas materias, para poder permanecer en la facultad. (Ella estudia, escultura moderna, parece ser que le gusta trabajar con piedra y mármol, creo que de ahí también surgió su nombre de “Hebihime” ya que da relación a medusa que transformaba a las personas en piedra, pero para hacerlo más elegante le llamaron: princesa serpiente.
Los veo a los dos revolotear alrededor de Muguiwara-ya y también pelear, por querer la prioridad de conversar con él, la cual, creo que gano Hancock, ya que empezó a hablar:
- Luffy, ¿te puedo hacer una pregunta?-
- claro, aunque sabes que no me voy a casar contigo- dijo neutral
- oh, también me encanta este lado malvado - dice y se lleva ambas manos a las mejillas, y sonrojándose - pero no, no era eso- tarda un momento para volver a hablar- te quería preguntar: ¿Cómo te encuentras?- dice y se ve preocupada
- Hancock, ¿cuantas veces te tengo que decir que dejes de preocuparte sobre eso? ¡estoy bien!- y le regala una sonrisa muy sincera, y ella y el peliverde parece que se desmallan (yo diría que se mueren)
Aunque no sé por qué, me molesto un tanto, que este se refiriera hacia ella por su nombre, ya que al conocerlo, me he dado cuenta cómo cataloga los nombres, y bajo esta descripción, me doy cuenta que el suyo (Hancock) sería demasiado difícil de pronunciar para ese monito, ya que ni siquiera a mí me ha llamado por mi nombre , y ya eh tenido algo de tiempo tratándolo… con ese solo hecho, me doy cuenta de que ella, es alguien muy preciada para Mugiwara-ya.
Pensé eso, y chasque mis dientes.