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SIEMPRE FUISTE TU por Sayuriri

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Notas del capitulo:

Holas como estan? hoy les traigo un nuevo capi como regalo de cumple jeje. Y gracias a todas aquellas personitas que leyeron mi fic y un saludo especial a quienes me dejaron sus hermosos comentarios.  Espero les guste

PD. los pensamientos se encuentran en "cursiva"

-          Hiyo…  -  había sido atrapado.

 

 -          Jooo…   al menos deberías mandar un mensaje. – dijo inflando los cachetes con el ceño fruncido.

 

 -  Lo siento… hija… yo…

 

-  No importa, se que estas ocupado – dijo abrazando al mayor –  Bienvenido a casa.

 

 - Estoy de vuelta – dijo correspondiendo su abrazo –  Y si importa, no debería dejarte sola  ¿me perdonas?

 

- Mnn… ¡te perdono!  - Dijo con una gran sonrisa; solo eso bastaba iluminar su día y dispersar sus preocupaciones ese momento, mas se maldecía a si mismo por haber descuidado a su pequeño tesoro. Sin embargo, esbozo una sonrisa que solo podía dedicarle a ella, no quería que sus preocupaciones la afecten más de lo que ya había hecho.

 

 - Bueno… ve a alistar las cosas que te falta para la escuela, yo hare el desayuno.

 

- ¡Ya las hice! Y déjame hacer el desayuno, descansa al menos un poco.

 

- … E-Esta bien…

 

No podía negarse a su pequeña, además realmente se sentía exhausto en más de un aspecto. Todo lo ocurrido el día anterior y esa mañana era demasiado para él. Entró a su habitación y comenzó a cambiarse, en ese momento un dolor volvió a recorrer su espalda avivando sus recuerdos.

 

Al menos trata de recordar la noche que tuvimos”  esas palabras no dejaban de atormentar al peliazul, no quería admitirlo pero todo apuntaba a que lo habían hecho y si había consecuencias solo las pagaría él. El hecho de no poder recordar nada solo lo dejaba con ira y frustración.

 

- Ese maldito bastardo… - Murmuro para si mismo  -  ¿¡pero que mierdas hice anoche!??   

 

Mientras tanto…

 

-  Ufff maldición, será mejor que aprendas un poco de autocontrol Zen – Se dijo así mismo saliendo del hotel.  – ahora no puedes dar marcha atrás – dijo mostrando una gran sonrisa de la emoción.

 

Luego de haber dejado al peliazul en la habitación se dirigió rápidamente a los baños perdiendo esa pose de total confianza debido a un problema ahí  “abajo” después de todo, tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no atacar al doncel  allí mismo y asustarlo más de la cuenta o todo su plan se vendría abajo.

 

Caminando mas animado de lo usual, se dirigió a su departamento para luego volver al trabajo guardando en el bolsillo el anillo que le había arrebatado al doncel mientras este encontraba dormido.

 

…..  .  …..

El resto del día no fue el mejor para el departamento de ventas, la tensión que se sentía en el ambiente se podía cortar con un cuchillo gracias a que el Oso había descargado sus frustraciones en el trabajo tratando así de evitar encontrarse con “ciertas” personas aunque ya había fallado encontrándose con su rival Onodera.

 

Al menos había conseguido una confesión de Onodera con respecto a Masamune aunque eso solo lo hizo sentir peor. Francamente no sabía que era peor;  ver a su amor no correspondido  feliz con otro o ver como nuevamente se perdía por alguien que solo le daba falsas ilusiones; ciertamente la herida que calaba su corazón no seria menos, pero de algo estaba seguro, él solo quería la felicidad de Masamune, aún si esta fuera a costa de la suya.

 

- Zawa…  Yokozawa…  - una voz lo sacó de su ensimismamiento – Dije que recojas tus cosas y vamos a beber.  – respondió cierto editor parado frente a su escritorio.

 

- ¡¿pero que haces aquí?!

 

- Vine por ti, vaya para ser bastante joven sigues sin poder recordar desde esta m…

 

- ¡Esta bien,  esta bien! – grito levantándose estrepitosamente de su silla, tomo sus cosas cerró su portátil y salió con el castaño dejando atrás un mar de murmullos por parte de sus compañeros. 

 

Ya en los pasillos del edificio aprovecho para empujar al castaño a una de las salas vacías de juntas y poder “hablar” a solas. En un rápido movimiento cogió de la camisa al mayor y lo empujo contra la pared.

 

- ¡¿Se puede saber que maldita cosa quieres?!

 

- Wow no esperaba que ya estuvieras de este “humor” tan pronto, esperaba que fuera al menos después de una cena romántica, pero si quieres lo podemos hacer aquí – dijo con una sonrisa descarada viendo como al menor se le subían los colores al rostro luego de que haber tardado en captar el mensaje.

 

- ¡Tú… maldito… Al menos escucha lo que te digo!!!!!

 

- Si, si claro. Te estoy escuchando – respondió de lo más despreocupado.

 

- Fui claro en que solo te pagaría la deuda ¿de acuerdo?

 

- Entiendo

 

- Ahora muéstrame el recibo. – dicho esto, el castaño saco de su bolsillo un par de recibos que fueron arrebatados al instante por el doncel.

 

-  ¡...!  –  Yokozawa no tenia palabras para decirlas ese momento, había sido arrogante al decir que saldaría la deuda de una vez, y luego se fijo en el otro recibo - ¿Qué significa esto? – a parte del costo de la habitación habían otros gastos acumulados en ella – Mas bebidas… y ¿una silla?

 

- De esa parte me encargo yo – dijo el castaño y quito de las manos del doncel una de las facturas – Ya que la habitación también la use yo, mira seré bueno contigo, solo págame la mitad del recibo que te corresponde.

 

- No es necesario… te lo pagare todo – insistió, aunque no sabia como, la suma era bastante fuerte, no había manera de que pudiera pagarla hasta al menos recibir su sueldo y además tenia una niña que mantener, sin duda le tocaba apretarse el cinturón para que ella no se viera afectada en ningún momento.  

…..  .  …..

“Como diablos terminé aquí” había sido arrastrado hasta un bar con un vaso de sake en frente con unos aperitivos y Kirishima a su lado.

 

- Vamos, al menos prueba un poco el sake

 

- ….  –  solo lo miró con desconfianza.

 

- Mira… - tomo un sorbo del vaso del peliazul – ves, no tiene nada raro.

 

- … De acuerdo... – tomo un sorbo; estaba delicioso, a pesar de no haberse recuperado de la resaca de esa mañana  se resigno a  volver a beber, sin embargo tenia que admitir que ese sabor  dulce era algo especial.

 

- ¿Qué? – dijo al darse cuenta de que en todo ese tiempo era observado por el mayor.

 

-  Te das cuenta de que haciendo eso ¿seria un beso indirecto?

 

- C-callate… que no te va esa mierda de shojo barato. 

 

-  Pero… si te estas sonrojando.

 

-  ¡Qué nó, maldición!

 

- Oi, ¿a donde vas? Yokozawa

 

-  Al baño.

 

Mientras  el  peliazul se dirigía a los sanitarios el editor no dejaba de contemplar su figura hasta que esta se había perdido de su vista, se moría de la emoción de al fin tenerlo a su lado, ciertamente había sido una coincidencia haberlo encontrado en aquel bar la otra noche, bueno, no del todo; pero si fue la oportunidad que había estado buscando desde hace tiempo. Debido a sus horarios de trabajo no lograban coincidir mas que en alguna junta de trabajo y si trataba de acercarse este lo trataba de manera fría limitándose solo a hablar de trabajo, si debía mirarlo solo lo hacia con una mirada carente de sentimiento alguno por parte de esos ojos grises con un aura intimidante a la vista de cualquiera, aunque para él era mas un aura de “aléjate”  ahora que lo pensaba detenidamente, nunca había estado a solas con él.

 

Quería gravar en su memoria cada momento, cada gesto, cada faceta que descubría de aquel doncel.  El nerviosismo que le causaba, ese tierno sonrojo que florecía mientras desviaba la mirada y esa piel blanca que lo invitaba al pecado algo le decía que no podía estar más  tiempo tranquilo, pero sobre todo esos labios que no solo quería compartirlos a través de un trago.

 

En el baño.

 

Sus mejillas no dejaban de arder, debía calmarse y rápido de lo contrario no sabría como salir de la situación, se había endeudado más por cierto “incidente” en la sala de juntas. Sin embargo debía aprovechar esta oportunidad para aclarar lo que mas lo atormentaba ¿habían dormido juntos? realmente ¿habían llegado hasta el final anoche? Y de ser así ¿al menos habían usado protección? Como si no fuera suficiente con las dichosas fotos con las que había sido amenazado.

 

-  ¿Qué estas haciendo?

 

-  ¡ahhh!

 

-  Hey … tranquilo

 

-  ¿Qué haces aquí?

 

-  Te estabas tardando

 

-  Ya terminé… me voy.

 

Saliendo del bar el menor se puso algo nervioso, la oportunidad se le estaba yendo de las manos, era ahora o nunca.

 

-  Kirishima-san…

 

- ¿Si?

 

- … Esto… sobre lo de anoche… yo…

 

-  Ah… eso, no dijiste su nombre si es lo que te preocupa

 

- ¿ah si?  - se había olvidado por completo de Takano aunque esto también le servía de consuelo -  No… yo me refería a que si usted… y… yo… - “demonios, por qué esto es tan difícil

 

-  Ya no puedo mas… - Sin más le robó el aliento al menor en un beso apasionado como si no hubiera una mañana.

 

Mientras tanto…

 

- No sabia que Yokozawa–san  y Kirishima-san  fueran tan cercanos – dijo el ojiesmeralda observando aquella escena tan particular. – Pensé que Yokozawa-san solo era cercano a ti.

 

-  Yo también… - respondió el azabache con una fría  seriedad.

Notas finales:

Bueno espero no haberlos cansado o aburrido o si deberia acortarlo solo diganme.

este es un pequeño adelanto.

Capitulo 3.

Sentía el calor de su cuerpo hasta más no poder…  

Con cada movimiento sentía que se perdía de la realidad… 

Aquel beso había sido el principio y el fin de todo… 

Besos


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