Capítulo Primero:
Sentimientos Encontrados.
El amanecer comenzaba a florecer, Los pájaros cantando eran audibles mediante la ventana, endulzando aun más su sueño, haciendo que su cuerpo pese más que de costumbre, abriendo lentamente los ojos, observaba el techo de la habitación que estaba iluminado por la cálida luz del sol de la mañana, incorporándose lentamente de la cama hasta quedar sentado, estiró sus brazos y cuerpos, y sonriéndoles a la pequeña abertura de la cortina afirmó.
-Una hermosa mañana nos ha brindado la diosa. –afirmó
Al pronunciar cada una de las silabas de esa oración, sintió sumamente entumecidos sus labios, y al pasar suavemente su lengua sobre ellos, sintió pequeñas marcas de mordidas, lo cual asustó a Génesis, no obstante se tranquilizó al reorganizar una respuesta lógica, tras haber resuelto el extraño caso de sus labios, se levantó finalmente de la cama, miró a su alrededor percibiendo un aroma desconocido, pero extrañamente le gustaba tal aroma, le hacían sentir cómodo; inhalo profundamente, y exhalo con tranquilidad, y se dirigió hacia el cuarto de baño, a comenzar su rutina diaria.
Tras alistarse para hacer su trabajo como SOLDADO de primera clase, bajó a recibir a través de sus fosas nasales, el aroma más delicioso que puedes encontrar una mañana, el aroma a café, y más, si este es el de Angeal, pese a que solo es literalmente aventar todo a la cafetera, Angeal le agregaba algo desconocido para ellos, algo que le daba un toque amargo y dulce a la vez, divagando sobre los misterios del delicioso café de Angeal, se topó con Sephiroth en el salón, quien esperaba pacientemente el desayuno, con un libro en su mano y una taza de café en la otra; de ahí desprendía el olor tan fascinante.
A pesar de la postura normal del general, su rostro reflejaba agotamiento, habían unas pequeñas ojeras bajo sus parpados, y su piel blanca, parecía más pálida de lo usual, lo cual preocupó un poco a Génesis, quien sentándose frente a Sephiroth, cruzó una de sus piernas y se dispuso a hablar.
-Buenos días, Sephiroth –con una sonrisa modesta afirmó.
-…Buenos días. –contesto fríamente.
-Puede que no sea nada de lo que deba preocuparme, aun sabiendo esto, no lo puedo evitar, ¿Has dormido bien? ¿Sucede algo? Puedes platicarme si así lo deseas. –Preguntó sereno, mirando fijamente a Sephiroth.
Mientras que el peli platinado, solo le dedicó una mirada fugaz para después solo encentrarse en el hilo de vapor blanquecino que desprendía del café que sostenía en mano, parecía estar valorando que decirle, pues, no podía decirle nada más que se había desvelado pensando en cómo lo sometería en cuerpo y alma ante él.
-Tal como dices, no te debes preocupar; solo fue una noche común, como cuando no puedes dormir por una razón desconocida. –Contestó indiferente, cerrando lentamente sus ojos, mientras llevaba la taza a sus labios.
-Ya veo… Entonces no me preocupo. –Respondió con incredulidad hacia las palabras del general, pero por más de que lo obligara, conociendo lo reservado que era el hombre que se encontraba frente a él, no respondería nada que no haya dicho.
Sephiroth siempre era así, solo hablaba lo justo y necesario, aunque, cuando se enojaba parecía una persona completamente diferente, disfrutaba de hacer pequeñas burlas insultantes y sarcásticas a sus oponentes, realmente daba miedo verlo enojado, sin mencionar que su estilo de batalla también cambiaba; recordar como hizo que Cloud cuestionara el si quiera volver a hablarle, por solamente una palabra que había dicho, y estaba dispuesto a defenderla, así sea por medio de la fuerza, y así sucedió, retó a Sephiroth a un duelo, sin llegar a pensar el error que había cometido, Sephiroth se alzo con tanta fuerza, que Zack tuvo que intervenir para poder separarlos, y tratar de evitar que el rubio muriera a manos de Sephiroth, porque, todos saben que él es capaz de hacer eso y mucho más, si esta de malas.
Mientras el pelirrojo divagaba mirando fijamente al general, este se perturbó un poco, pensando que tal vez Génesis se había percatado de lo que había ocurrido en su habitación hacía unas horas, así que decidió tomarlo en broma.
-Ahora… ¿Deseas algo? –en tono de broma y con una pequeña sonrisa en los labios.
El pelirrojo volvió a la realidad, sorprendido y con sus ojos abiertos, ¡él… estaba pensando todo eso mientras miraba a Sephiroth fijamente! Se iba sonrojando rápidamente, así que decidió desviar la mirada y disimular su vergüenza con una pequeña tos mientras se rosaba con su puño cerrado sus labios.
-N-no realmente. –contestó con inseguridad, otra vez Sephiroth tenía el control sobre la conversación.
-Humph… no tienes que ponerte tan nervioso… Gén. –Rió despreocupadamente, estaba jugando con él.
-¿Nervioso? Para nada Seph. –Tranquilizándose y siguiéndole el juego, sonrió.
-El desayuno está servido. –irrumpió Angeal.
Los dos se dirigieron a la mesa a desayunar, mientras estaban allí, el silencio incomodo que suele frecuentar en muchas conversaciones se instaló, haciendo que Angeal sintiera un poco de incomodidad, sabía que había sucedido algo entre los dos, después de todo él ya conocía los sentimientos que poseía Sephiroth hacia Génesis, quien parecía no tener la mas mínima idea de estos; el silencio fue interrumpido por Angeal, en un intento de disminuir la tensión.
-Hace… un tiempo ya, que no nos asignan misiones a los tres juntos, ¿Eh? –Comentó sin quitar la vista de su plato, mientras jugaba suavemente con el tenedor en mano.
-Eran divertidas, siempre sucedía algo inesperado. –Comentó Génesis con una pequeña risa burbujeante en sus labios, lo cual atrajo la atención de Sephiroth, quien solo se limitó a asentir con la cabeza, y regalarles una sonrisa.
-Supongo qué… ya se dieron cuenta de que al menos que el planeta vaya a ser destruido, deben mandar una fuerza tan abrumadora como la nuestra junta a una misión. –Comentó Angeal, mirando a Sephiroth con una sonrisa.
-Probablemente… -Comentó Sephiroth mientras cerraba los ojos.
-Al fin usaron su cabeza ¿No? –Agregó Génesis divertido.
Tras terminar, Angeal subió a su habitación, excusándose que tenía que hacer algo antes de la misión que tenía asignada junto a Sephiroth, y en el comedor quedaron Génesis y Sephiroth, quienes se levantaron a llevar la loza sucia a la cocina, por alguna razón Génesis por primera vez en su vida, se sentía intimidado hacia Sephiroth, quien solo lo miraba por encima del hombro con indiferencia, y, el pelirrojo en su afán de salir rápidamente de la cocina, tropezó con sus mismos pies, y mientras maldecía su torpeza internamente, sintió que algo sostenía su brazo evitando que se cayera, y al mirar hacia atrás, se encontró con Sephiroth sosteniendo con delicadeza su brazo y pecho, un leve rubor empezó a brotar de las mejillas del pelirrojo, Sephiroth lo alzó con cuidado, para así volviera su a su equilibrio.
Estando frente a frente con el pelirrojo, quien estaba sumamente sonrojado, un rubor también le estaba amenazando por salir, y conteniéndolo, se agachó, hasta quedar a la altura de Génesis, y no es que sea bajo, es que el 1.96 de Sephiroth, no es solo por presumir; colocando una de sus manos en la frente del menor, le susurro a la cara, haciendo que Génesis se estremeciera.
-¿Estás bien? –Susurró casi, como si estuviera coqueteando con él.
-P-perfectamente, s-solo me maree al levantarme tan rápido. –Respondió nervioso evitando la mirada penetrante de Sephiroth.
-Pero, estas nervioso… ¿Acaso hice algo malo? –Comentó fingiendo una mueca de preocupación.
-En absoluto… no estoy nervioso. –Susurrando respondió, mirando fijamente el suelo.
-Ya veo. –Se levantó y deslizó su mano de la frente a la mejilla, y la alejo mientras se alejaba de él.
Una vez Sephiroth salió del campo visual de Génesis, éste agarro con fuerza su pecho, su corazón latía fuertemente, y su respiración estaba entrecortada, apoyó su espalda contra la pared, y suspiró audiblemente, sentía que le ardía la cara, pero por alguna razón no era vergüenza lo que sentía, era otro tipo de sentimientos.
Al bajar las escaleras se encontró con Sephiroth quien veía la ventana en tono pensativo y sucumbido en sus propios pensamientos, mientras que Génesis se encontraba sentado en el saló leyendo el libro que siempre leía, Loveless; le pareció que la atmosfera se sentía una tanto extraña, como cuando irrumpes en una situación amorosa; pero, debía interrumpir o llegarían tarde a la misión.
-Lamento interrumpir tus solemnes pensamientos Sephiroth, pero nos debemos ir.
-Te estaba esperando. –Contestó sin apartar su vista de la ventana.
-Bueno, en marcha, Adiós Génesis. –Le dijo mientras le sonreía cálidamente, el pelirrojo solo le sonrió devuelta, y los miró partir.
Tras no poder ver las siluetas de los dos hombre, el también se dispuso al marchar, dejando su libro en el sillón, cerró lentamente la puerta, que en un estruendo, dejo toda la casa en silencio absoluto; al llegar a cuartel general de Shin-ra, se abrió paso de entre los cadetes que le saludaban firmemente, y se dirigió hacía la sala del presidente Rufus, para que le asignaran su misión. Caminando hacia su objetivo se encontró, con dos SOLDADOS muy peculiares, la linda pareja parecía estar jugando en medio del pasillo, Zack Sostenía a Cloud por las caderas a su espalda, mientras que este posaba una de sus manos en su rostro, intentando ocultar el leve sonrojo que tenia; Génesis inevitablemente sonrió a la escena.
*De verdad que me gustaría estar así con…*
Se detuvo de golpe, llevando una de sus manos a su boca, mirando sorprendido al suelo mientras el rubor se instalaba en sus mejillas, él nuevamente estaba pensando en ese hombre, no obstante esta vez, comparó una escena amorosa con él, normalmente él lo vería como un compañero de batalla, lo había ayudado hace unas misiones atrás, no podía estar ocurriendo que Génesis se estuviera “Enamorando” de él…
Al llamara tanto la atención, la pareja que estaba jugando libremente frente a él, se habían separado, parándose firmemente frente a él, luciendo preocupados, nuevamente había llamado la atención de quien no quería.
-¿Se encuentra bien comandante? –Afirmó Cloud.
-Pareces un poco extraño Génesis. –Agregó Zack.
Los miró inmediatamente, y su rubor se borro, en cambio se instalo algo más, una sonrisa, un tanto burlona.
-No, estoy bien, solo estaba pensando en algo, nada que deba hacerles preocupar… Siento haber interrumpido su seria conversación. –contesto divertido.
-No te preocupes por eso, ya retomaremos nuestra pequeña conversación ¿No, Cloud? –Miro divertido al más bajo, quien lo miraba completamente sonrojado, como hace unos minutos, quien instintivamente miro hacia abajo.
-No les quito más tiempo, aunque no deberían “jugar” en medio del pasillo. –dijo mientras sonreía y le acariciaba el cabello al pequeño y sonrojado Cloud.
Mientras que iba caminando nuevamente a su destino, escucho como el quejido de Cloud y la risa de Zack hacían eco al final del pasillo, tal acción lo hizo sonreír nuevamente; al llegar a la habitación y tras recibir la información deseada, se dirigió al helicóptero asignado mientras revisaba nuevamente el papel.
“Exterminar las criaturas que están destruyendo una gran parte del sector 5, en lo posible traer al monstro mas fuerte o al líder para obtener información de este, y usarlo como ejemplar de investigación.”
-Algo sencillo, Este Hojo y sus investigaciones… -replicó.
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La misión estuvo fácil, como de costumbre, no hacer nada más que blandir su espada sobre las criaturas que amenazaban dañarle, y con tan solo un pequeño rose de esta, estos se pulverizaban al momento, al tomar las cosas con tantas seriedad se llevo una que otra bromita de el único que se atrevía a hacer este tipo de cosas con el general, Angeal, quien parecía divertirle la actitud del peli-plata, la misión no había estado tan mal como esperaba, pues tras tragarse las bromas de su compañero y amigo, se divertía, internamente, pero se divertía.
Al subir al helicóptero, se encontró a si mismo emocionado con llegar a casa, pues con lo que había sucedido en la cocina antes de partir, le erizaba la piel de una manera placentera, pensar que estaba a un paso más cerca de conseguir el amor del pelirrojo le emocionaba bastante. Angeal pareció percatarse de lo que el peli platinado estaba pensando y decidió hacerle una pequeña bromita.
-Hade ser divertido estar perdidamente enamorado… ¿No… Seph? –Miro con una sonrisa al general, mientras que la mirada curiosa de Reno se cruzó con la de Sephiroth.
-Haa… ¿Y, que tiene de bueno, sabio? –Sonrió Sephiroth mientras cerraba sus ojos.
-Bueno, que todo lo ves con más, ¿Brillos? –Rió a carcajadas Angeal, mientras que la sonrisa de Sephiroth solo se pronunció más.
-¿Hah? ¿Qué carajo fue eso? –Agregó Reno mientras miraba confundido a Angeal, quien solo acarició suavemente el cabello de Reno, como si de un niño se tratara.
Al llegar a la casa compartida de los tres, se percató de que Génesis no estaba, y una pequeña mirada de decepción se reflejó en su rostro; ver esto divirtió un poco más al moreno, quien desde atrás sonreía a su compañero.
-¿Sabes? Él está bien, Génesis no es tan débil ¿no? –Angeal era el único que sabía lo que el general sentía por Génesis, es decir, ¿Cómo el pelirrojo no se daba cuenta de algo tan obvio? Ni idea.
-Lo sé, solo quería verlo. –contesto indiferente a la burla de su amigo.
-Por una noche que no lo veas no te vas a morir. –Divirtiéndose aun más de la situación.
Sin decir una sola palabra más se retiro a su habitación, y al recostarse en su cama con la luz apagada, un leve suspiro salió de sus labios, quería más que nunca hablar con su pelirrojo, aunque las veces que hablaban no eran más que simples saludos o conversaciones sin relevancia alguna, pero aun así él las disfrutaba.