Ch 2:
Scorpius Malfoy POV
Cuando me desperté esta mañana no imagine que pasaría algo que cambiaría mi vida dando un giro de 360º.
Cuando salí de la ducha, me encontré con que mi compañero de cuarto/mejor amigo/novio aún se encontraba dormido, envuelto en las sabanas verde bosque características de nuestra casa, Slytherin claro.
Me acerque a su cama y le sacudí el brazo para despertarlo.
- Al – susurre en su oído, mientras movía su brazo – Vamos Al despierta, si no lo haces llegaremos tarde.
Albus se quejó, y volvió a hundirse entre las sabanas, intente sacudirlo más fuerte pero no funciono, pero como los muggles dicen “situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas”, así que recurrí a mi última táctica.
- Albus! Rápido! Lily dice que va a casarse con Nott! – grite fingiendo desesperación
Entonces Albus se despertó de golpe gritando fuertemente “SOBRE MI CADAVER NOTT”, conmigo riendo a carcajadas.
- No tiene gracia Scorp – dijo algo molesto.
- Lo siento pero no tenía opción, no querías despertarte – dije a modo de disculpa.
- Pero no tenías que meter a Nott en esto – dijo Al, todavía molesto.
- Lo siento Al – dije acercándome hasta sentarme a su lado y besar su mejilla - ¿Puedes perdonarme? – pregunte mirándolo directo a los ojos.
Al volteo la vista, esquivando mi mirada, cosa que me dolió un poco, hasta que lo oí decir:
- Como si pudiera mantenerme enojado contigo – a lo que sonreí.
Al ser acerco más a mí, me tomo por la cintura, y me beso en los labios, llevo su mano a mi mejilla acariciándola, mientras su lengua acariciaba mi labio inferior, pidiendo permiso para continuar, a lo que accedí separando mis labios. Albus introdujo su lengua, acariciando la mía, alentándola a luchar por el dominio, pelea que no tarde en perder, pero que no podría importarme menos.
Cuando nos separamos, sentí mi rostro caliente, Albus volvió a acercarse, y me susurro en el oído:
- Scorp, sabes, te ves realmente adorable así de sonrojado – dijo con tono seductor, cosa que solo me hizo enrojecer aún más.
- POTTER! – grite avergonzado, pero fue inútil, Albus ya se había refugiado en el baño.
Escondí mi rostro entre mis manos y apoye la cabeza en mis rodillas, suspirando susurre:
- Como no voy a saberlo si no dejas de repetirlo.
Cuando Al salió de la ducha, solo llevaba sus pantalones negros, y gotas de agua corrían desde su negro cabello, deslizándose por su pecho bronceado y su fuerte espalda (Hécate bendiga al Quidditch!), lamentablemente en ese momento me pillo mirándolo y me sonrió de lado, robándome otro sonrojo, antes de terminar de vestirse.
Al poco tiempo estábamos camino al Gran Comedor, y nos sentamos en nuestro puesto habitual en la mesa Slytherin, en la punta de la misma. Una vez sentados, nos dispusimos a desayunar, yo comí tostadas con huevo y Albus un tazón de cereal con leche. Una vez acabamos, nos levantamos y nos dirigimos a la salida, siendo alcanzados por una chica pelirroja de cabello voluminoso y brillantes ojos azules.
- Al, Scorp, esperen! – grito la chica al darnos alcance.
- Rose – dije a modo de saludo – Buenos días.
- Buenos días Scorpius, buenos días Albus – dijo animada.
- Porque tan animada prima? – pregunto Al
- Porque no abría de estarlo?
- Por nada Rose, ya sabes que tu primo es algo gruñón en las mañanas – dije sacándole un adorable puchero a mi novio.
- Hablando de primos, ya le escribiste a Teddy? – me pregunto Rose.
- Lo hice anoche – respondí – Aun no puedo creer que al fin se haya decidido a declararse a Victoire.
- Lo mismo digo – dijo Al, sumándose a la conversación.
Nuestra charla siguió así hasta que llegamos a nuestro salón. Cuando llegamos ya había unos cuantos Slytherins y Ravenclaws sentados a lo largo del salón. Rose se sentó en la segunda corrida, al lado de la ventada, abrió un libro y comenzó a leer, Albus y yo usamos los asientos atrás de ella. Estaba a punto de hacer un comentario sobre lo come libros que suele ser mi amiga, cuando el profesor Binns apareció atravesando la puerta de entrada, flotando hasta llegar a su escritorio, atravesando a varios estudiantes que se dirigían a sus puestos.
La clase transcurrió con normalidad, mientras el profesor Binns recitaba una y otra vez la lección sobre las guerras de los gigantes con una voz soporífera, que al menos 2 generaciones antes que nosotros habían tenido que aguantar.
Con solo 10 minutos para el final de la clase, muchos de los alumnos de Slytherin habían caído dormidos, mientras que la mayoría de los Ravenclaw cabeceaban, las únicas excepciones éramos Rose y yo, luchando contra el efecto somnífero de la voz del profesor Binns, manteníamos los ojos bien abiertos y no dejábamos de escribir en nuestros pergaminos.
Una vez terminada la clase, Rose se despidió de nosotros, para encaminarse junto a la masa de Ravenclaws de 5º año al salón de transformaciones, mientras de los Slytherins al tener la hora libre tomaron distintos rumbos.
Yo y Albus nos dirigimos al Lago Negro, el plan era descansar bajo el roble que hay a la orilla del lago, pero cuando estábamos por alcanzar nuestro destino un torbellino de arena salido de la nada empezó a balancear el árbol.
Al y yo sacamos nuestras baritas por precaución, apuntándolas ligeramente al torbellino que con cada segundo adquiría más fuerza, una vez se detuvo, revelo 3 figuras. Nos acercamos para verificar que todos estuvieran bien, y lo que vimos nos asombró demasiado. El chico pelinegro frente a mí era muy parecido a Albus, solo que más bajo y con lentes, el chico rubio era igual a mí, pero con las facciones más afiladas, y la chica del grupo era una Rose de cabello y ojos cafés.
Mire a Albus para que comprobara lo que estaba imaginando, y no necesite nada más para saber que estaba en lo correcto. Tome un largo suspiro, y alterado como estaba dije:
- Por Morgana ¿¡Que fue lo que hicieron!?