Muy lejos de la mansión Vongola, en Japón…
-¡Haru! te estuve buscando por todos lados, tu celular está apagado, parece que olvidaste que hoy iríamos con Kyoko y Hana al cine ¿verdad? - dijo con una media sonrisa Chrome, quien llevaba el cabello suelto y estaba vestida totalmente diferente a como lo hacía cuando estaba en Kokuyo, ahora se veía como cualquier chica de 25 años
-Oh...Chrome…lo siento mi celular se quedó sin batería y pues sí, me había olvidado por completo de la salida… perdóname – respondió Haru con deje de culpa
-No hay problema, pero ¿porque estás aquí sola?- Chrome se sentó junto a Miura, quien se encontraba sentada en una banca en medio de un parque
-Solo pensaba- sonrió- desde hace 3 años que no vemos a los chicos por estar ocupadas con el trabajo y ahora que nos han mandado los boletos para dentro de unas semanas ir a Italia a verlos, no sé, me siento nostálgica y ansiosa por ver…-fue interrumpida
-Por ver al Boss ¿verdad?- dijo Chrome con una sonrisa triste
-¡No!... oh bueno sí pero no solo a Tsuna-san, también a Lambo-chan, Gokudera-kun, Yamamoto-kun y los demás
-Dime Haru- habló en tono serio-tú sigues amando a Tsuna-san ¿no es así?- sus ojos se encontraban llorosos mirando fijamente a Haru
-Chrome…- tomó con sus manos el rostro de la pelimorada y le dio un tierno y dulce beso que duró apenas unos cuantos segundos
Al separarse se podía observar el rostro de Chrome sumamente rojo y Haru sonriendo por lo que provocó en ella.
-Yo te amo a ti… ¿que acaso todo el tiempo que llevamos juntas ha sido en vano?- preguntó colocando una de sus manos sobre la de Dokuro
-Yo… también te amo Haru, pero….me siento insegura, nadie sabe mejor que yo el cuanto sufriste cuando el Boss se fue a Italia, o cuando fuimos la primera vez allá y lo viste tan feliz al lado de Hibari-san, ¿recuerdas las noches enteras de llanto en la cual siempre estuve contigo? estabas tan enamorada de él que… no sé si en verdad lo que sientes por mí es amor o no
-Es amor…- la miró decidida- es cierto lo que dices, yo amé mucho a Tsuna-san, lo quise demasiado, lloré por él, sufrí por él, pero todo eso tú lo curaste, tomaste cada pedazo de mi corazón y lo construiste nuevamente, me enamoré de ti por completo ¿entiendes?...- Haru acarició la mejilla de Chrome suavemente – desde hace más de dos años estamos juntas y he sido la mujer más feliz, estar contigo me devolvió la sonrisa Chrome… ¿me crees ahora?
-Yo…- lágrimas cayeron por sus mejillas-¡Sí! te creo Haru ¡también te amo mucho!- se abalanzó hacia la chica y la abrazó fuertemente, estaba muy feliz, ya no se sentiría insegura, su amor era correspondido, Haru la amaba tanto como lo hacia ella
-Yo aún más- le devolvió el abrazo y tras unos cuantos minutos se separaron -mejor vamos rápido donde las chicas, ya sabes el carácter de Hana- sonrió
-Sí, vamos- Chrome le devolvió el gesto y tras levantarse de la banca, se tomaron de las manos y caminaron juntas rumbo al encuentro con sus otras dos amigas
Caminaron por unos minutos y llegaron a la casa de Hana, pero no necesitaron tocar ya que justo cuando se acercaban salieron de esta Kyoko y la dueña de la casa.
-Las estuvimos esperando adentro y como no venían pensamos en irnos ¿no pueden ser puntuales?- habló Hana con el ceño fruncido
-Nee...Hana-chan no te enojes, de seguro tuvieron un contratiempo ¿verdad?- preguntó Kyoko mirando a Kyoko y Haru
-Así es Kyoko, pero ya estamos aquí ¡vamos!- dijo Haru sonriendo
-¡Hai!- Kyoko se colgó del brazo de Hana haciendo que esta se sonrojase y se desvaneciese el ceño fruncido del rostro
-Está bien vamos- se acercó al oído de la castaña y susurró- cuando regresemos haré que te sonrojes como lo haces conmigo
Sasagawa solo se sonrojó y se acurrucó aún más al brazo de la chica pelinegra, murmurando cosas ininteligibles mientras las cuatro caminaban rumbo al cine.
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Ya era hora de la reunión. Tsuna estaba impaciente ya que la persona de la que más importaba su presencia en la mansión, aún no llegaba.
Maldito Verde, tienes que venir- se decía mientras caminaba de un lado a otro en su oficina
-Tsunayoshi
Dejó de moverse y observó a la persona que había entrado a su lugar de trabajo, esbozó una sonrisa y se acercó a esta.
-Hibari- el pelinegro tomó al castaño de la cintura y le dio un tierno beso, el cual fue correspondido inmediatamente por Tsuna
El beso se fue tornando cada vez más lujurioso, la nube introdujo su lengua en la cavidad del castaño, saboreaba cada rincón de esta haciendo que su amante gimiera entre el beso.
Estaban en lo mejor del contacto, sus lenguas danzaban mientras el pelinegro acariciaba las nalgas de Tsuna y lo apretaba contra su cuerpo, todo iba de lo mejor hasta que una voz muy molesta los interrumpió.
-Ave-kun… no devores a Tsunayoshi-kun antes de la reunión kufufu
Tsuna se separó rápidamente del pelinegro y se cubrió la cara con las manos, estaba muy avergonzado por el hecho de que el ilusionista los hubiese encontrado en tal situación.
-Tsk…prepárate porque te morderé hasta la muerte- Hibari estaba por abalanzarse contra Mukuro pero Tsuna lo detuvo como pudo del brazo
-Hi-Hibari, cálmate por favor- el castaño lo abrazó por la espalda para evitar que pelease, eso siempre funcionaba con el guardián de la nube
-Hazle caso ave-kun, hoy no busco pelea- habló divertido- solo venía a avisarle a Tsunayoshi-kun que ya casi todos los invitados están abajo para la reunión que convocó
-E-Esta bien, gracias por venir a informarme, pero la próxima vez toca por favor, Mukuro
- ¿Ehhh?...pero si yo nunca necesite hacer eso, siempre nos tuvimos confianza ¿recuerdas? Tsunayoshi-kun- esbozó una sonrisa de medio lado mirando a Hibari, el cual solo quería que Tsuna lo soltase para moler a golpes a ese bastardo
-Cálmate Hibari, recuerda que hoy hablaremos de algo muy importante, vamos con los demás ¿sí?- Tsuna soltó del agarre al guardián de la nube y lo miró a los ojos, el pelinegro no pudo contra la mirada de ruego que le otorgó su herbívoro y asintió
-¡Muy bien vamos!- dijo Mukuro con una sonrisa
Hibari fue el primero en salir de la oficina no sin antes decirle en voz baja a Mukuro “Maldita piña esta vez te salvaste, pero la próxima te morderé hasta la muerte”
Mukuro solo rio divertido y con un poco de preocupación; le gustaba molestar a Hibari y a Tsunayoshi, pero si la nube cumplía sus amenazas, estaría en problemas.
-Entonces vamos, Mukuro- habló el jefe Vóngola saliendo detrás del pelinegro
Dicho esto los tres se dirigieron rumbó al primer piso de la mansión, donde se encontraban los invitados.
...
Al llegar a la recepción, Tsuna encontró tanto a los Varia, a los Shimon, a Dino y a sus guardianes.
De los primeros, Xanxus estaba sentado en uno de los sofás individuales con su pose característica de “me vale verga todo” y sobre sus piernas se encontraba el tiburón, Squalo traía un fuerte sonrojó en sus mejillas, no había que ser muy inteligentes para notar que había sido prácticamente obligado por el ojirojo a sentarse sobre él.
Bel y Fran también se encontraban allí, los dos estaban sentados juntos, Bel no dejaba de molestar al chico rana mientras este tan solo le respondía con su característica voz monótona.
Levi y Lussuria estaban al lado de estos solo observando como los menores peleaban, el primero se notaba indiferente, mientras que el segundo reía y hacía movimientos afeminados con sus manos mientras “defendía” a Fran de las pequeñas agresiones por parte del príncipe, Lussuria era la madre de Varia sin duda.
De los Shimon, se encontraba Adelheid, Kaoru y Emma, los dos primeros estaban sentados juntos a lado de Yamamoto y Gokudera, mientras que Emma estaba al lado de Dino, junto con Reborn y Lambo en otro de los sofás.
-Buenas tardes a todos, me alegra verlos- habló Tsuna con una sonrisa mientras que Hibari solo miró a la multitud y fue a recostarse a una de las paredes del lugar, manteniéndose un poco alejado de los demás.
-Me alegra verte igualmente, Tsuna- habló Emma con una sonrisa- te quería decir que Rauji, P. Shitt, Mizuno y Julie no pudieron venir hoy ya que están en una misión.
-No te preocupes Emma, entiendo- sonrió- aunque eso significa que Koyo si vino- buscó con los ojos al peliverde-pero no lo veo aquí, ni a él ni a….Ryohei- en su mente se daba ya una idea de dónde y con quien estaría el guardián Shimon
-Si me permite iré a buscarlos, décimo- habló el albino levantándose de su asiento
-Gracias, Gokudera-kun
El peliplata se alejó dirigiéndose a buscar al guardián el sol.
- Hola hermanito-saludó Dino
-Estoy feliz de verte, Dino- respondió con alegría, hace tiempo no veía al rubio y lo extrañaba
-Pues yo no estoy nada feliz, basura, así que apresúrate en lo que tengas que decir para largarme de una vez- Xanxus habló con su peculiar tono de voz
-VOII! ¡No tenías que decir eso estúpido Boss!- gritó Squalo
- Me agrada verlos de nuevo- dijo con una gotita saliendo se su cabeza estilo anime, esos dos eran una pareja demasiado peculiar, aún más explosiva que la de su mano derecha y el espadachín
-Ciaossu, dame-tsuna- habló Reborn
-Hola, Reborn-respondió mirándolo
-Tsuna…- Lambo saludó al castaño
-Hola Lambo, me alegra que hayan llegado a tiempo para la reunión
-S-Sí- el bovino le sonrió nervioso al recordar como Reborn tuvo que cargarlo en todo momento hasta llegar a la mansión ya que aún no podía caminar.
…
Mientras tanto con Gokudera...
En donde se pudo haber metido el idiota de Ryohei
El albino ya no podía decirle cabeza de césped al guardián del sol, ya que no tenía el clásico peinado de hace 9 años, así que solo lo llamaba idiota o imbécil, cualquier insulto estaba bien.
Lo buscó en el salón de entrenamiento y no lo encontró, fue al jardín de la parte trasera donde casi siempre estaba y tampoco lo halló.
Seguro está con Koyo ¿pero en dónde?
Decidió ir al 2do piso e ir hasta la habitación del extremo guardián. Luego de revisar todos los lugares que frecuentaba Ryohei y no encontrarlo, su habitación era la última opción, ya que aunque cualquiera pensaría que ese sería el primer lugar donde buscarían a cualquier persona, lo convencional no se aplicaba a Ryohei… él casi nunca se hallaba allí.
….
Fuera de la habitación del peliblanco…
-Ahh! no, puede venir alguien, Koyo, suéltame- habló con el rostro muy sonrojado acorralado entre la puerta de su habitación y el guardián de los Shimon
-Nadie vendrá, todos están esperando aún a tu jefe, así que deja de resistirte, yo sé que te gusta esto- Koyo lamió el cuello del guardián del sol de Vongola mientras que con su mano acariciaba y apretaba su trasero
-nngh…Koyo…- Ryohei sabía que no debían hacer eso allí, pero no podía detener a su novio, simplemente un toque del peli verde bastaba para que lo dominase como a un gatito
-Amo cuando gimes mi nombre dejó el cuello del peli blanco y atrapó sus labios en un demandante beso, introdujo su lengua en la cavidad de Ryohei y este correspondió de inmediato al beso húmedo, sus lenguas danzaban como una mientras sus salivas se mezclaban y sonidos obscenos se dejaban oír por el lugar.
Sin cortar el ósculo, Koyo acarició el pecho del chico por sobre su camisa, fue bajando lentamente hacía la entrepierna de este y la rozó estimulándola.
-nngh… d-duele
-Shh…- volvió a besarlo- abre tus piernas
-N-No…- el toque de Koyo lo estaba volviendo loco- a-aquí no
-Te haré sentir bien- lamió la mejilla del peliblanco y con su mano apretó su entrepierna
-nngh…- lentamente dejó que el peliverde se posicionara entre sus piernas y se friccionara contra él simulando envestidas
-ahh… q-quiero entrar en ti- los gemidos de Ryohei no ayudaban en nada a su autocontrol
Llevó sus manos a su pantalón y justo cuando estaba por desabrocharlo, lo detuvo una voz alterada y un golpe en la cabeza.
-¡Pero qué demonios están haciendo!- le dio un golpe a Koyo y los miró muy sonrojado, nunca pensó encontrarse tal escena al subir a la habitación del guardián más extremo
-¡G-Gokudera!- Ryohei se acomodó el saco del traje y alejó a Koyo de él, se sentía sumamente avergonzad
Como pude permitir que el cabeza de pulpo nos descubriera en esta situación
-Tsk- Koyo chasqueó la lengua y se paró al lado de Gokudera- espero no digas nada
-Se supone que viniste para la reunión, no a abusar de este idiota- habló mirándolo con el ceño fruncido- y por supuesto que no diré nada
Sería muy vergonzoso para el albino hacerlo, además que nadie sabía que esos dos estaban en una relación, ósea, se intuía, pero no estaba cien por ciento confirmado, hasta ese momento
-¡Juudaime los espera abajo, así que vamos!
-Sí Gokudera- el albino pasó de largo tanto a Hayato como a Koyo y se fue prácticamente corriendo de allí
Maldición… me tendrá en abstinencia mínimo un mes- pensó el peliverde mientras iba al lado de Gokudera rumbo a la sala
…
En la recepción…
-¿Y en donde está Byakuran?- se dijo Tsuna en voz alta
- Aquí estoy, Tsunayoshi-kun- le respondió el peli blanco con su característica voz, abrazando por la espalda al guardián de la niebla- me extrañaste también, Mukuro-chan –añadió para luego darle un beso en la mejilla al ilusionista
-¡Suéltame, idiota!- se zafó del agarre del albino mientras su rostro tomó un color carmín
Tsuna estaba sumamente sorprendido, nunca se imaginó ni en sus más remotas pesadillas que Byakuran y Mukuro…
-Acaso ustedes…- el castaño estaba por preguntarles acerca de su relación, pero el gesto de Byakuran aclaró todas las dudas que pudiese tener
-Ehhh? porque me apartas, Muku-chan- hizo un puchero y abrazó por la cintura al guardián de la niebla, así está mucho mejor, dijo una vez tenía aferrado hacia su cuerpo al ilusionista, que por raro que pareciese, no se apartó de él.
Los demás, excepto los Varia, miraban tan sorprendidos como Tsuna la escena, Byakuran y Mukuro, algo extraño pero divertido; hasta Hibari sonrió de medio lado al ver la escena, ya que en ese momento había conseguido una carta más a su favor para molestar a la piña, sobre todo cuando interrumpía los momentos íntimos con su herbívoro.
Ryohei, Gokudera y Koyo llegaron a la recepción, los dos últimos dijeron como excusa que estaban conversando en la habitación del primero y no se dieron cuenta de la hora, se disculparon con Tsuna, quien por su super intuición notó la mentira.
El rostro de Ryohei está sonrojado, esos dos están como Reborn y Lambo
-Bien ya estamos todos… ¿Qué esperas para hablar, basura?- dijo Xanxus
Tsuna sintió un aura negra acercarse hacia el jefe de los Varia y supo de inmediato que se trataba de Hibari. El pelinegro no permitiría que le hablasen de esa manera a su conejo, mordería hasta la muerte a ese bastardo.
-Hi-Hibari, cálmate –Tsuna fue a detener a su pareja- Y… te equivocas Xanxus aún falta…- el castaño fue interrumpido
-Yo- hizo su aparición en la recepción cierto arcobaleno- faltaba la persona más importante, ahora si podemos comenzar con la reunión, décimo Vongola
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