Al día siguiente, los chicos hicieron las mismas tareas del día anterior por la mañana para que así Kyoko y Haru pudiesen preparar el desayuno.
Ahora se encontraban todos disfrutando de la deliciosa comida con un semblante muy alegre, sobre todo un niño de rizadas patillas que miraba con diversión las acciones de su dame-alumno y del carnívoro de Hibari desde que despertaron.
Tsuna no estaba como el día anterior al despertar, triste he ido de la realidad, ahora era todo lo contrario, no se le quitaba la tonta sonrisa del rostro y el hitman sabía que la única persona que podía ocasionar algo así era el prefecto, además de que se había dado cuenta de las miradas y sonrisas fugaces que se mandaban los dos durante la comida, sin duda algo habían estado a punto de hacer la noche anterior y dijo “estuvo a punto de pasar” porque si lo hubiesen hecho Tsuna no podría caminar siquiera.
"Crecen tan rápido"
Luego de unos veinte minutos, tras terminar el desayuno, Reborn les indicó que guardaran las tiendas de dormir y se alistaran para regresar a la posada. Todos se dirigieron hacia sus tiendas para obedecer la orden. El pelinegro, por su parte, convirtió a leon en teléfono y llamó a la posada para cancelar la habitación que había reservado para Tsuna, así Hibari tendría la oportunidad de invitarlo a su propia habitación.
"Quiero un nieto..."
Después 45 minutos, teniendo todo listo, el de fedorra les informó que regresarían al igual que como cuando llegaron, y esto hizo que una sonrisa surcara el rostro de Hibari... estaría solo con su conejito todo el camino de regreso.
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Luego de una hora y media llegaron a la posada, se podía observar al bajar de la camioneta a un pelinegro sonriendo de lado y a un Tsuna muy sonrojado, no había que ser muy inteligentes para saber que el pelinegro devoró a besos y quien sabe que más durante el camino... ¿¡ Qué nadie pensaba en el chofer?! vale que no los podía ver por la placa negra entre él y los asientos traseros pero y ¿los sonidos?, sin duda nunca más volvería a acceder trabajar para Vongola.
Las otras dos camionetas llegaron al mismo tiempo que la del prefecto, todos los demás chicos bajaron y se dirigieron al interior de la posada.
Reborn se acercó a Tsuna y le dijo que su habitación había sido tomada y que cómo él no quería compartir la suya, tendría que arreglárselas para conseguir en donde dormir.
El castaño no podía creer lo que el hitman le estaba diciendo, iba a reclamar pero una voz lo acalló, era la voz del prefecto quien le ofreció la suya así como él lo hizo en el campamento.
El menor al oírlo asintió de inmediato con un fuerte sonrojo, lo que hizo Hibari esbozara una sonrisa de medio lado.
“Todo está listo ahora” pensó Reborn, para luego dirigirse a todos los presentes
-Son la una de la tarde , iré a las aguas termales a relajarme, la vaca estúpida irá conmigo- sin más tomó a un Lambo todo confundido de la mano y desapareció con este.
- Onii-chan, ¿por qué no vemos una película junto con Haru-chan e Ipin-chan?
-¡Es buena idea Kyoko!-respondió Ryohei- ¡que sea una película extrema!
-Traje algunas, elijamos- dijo Haru para luego irse con Ipin, Kyoko y Ryohei hacia la habitación que compartía con la castaña
-Herbívoro nosotros también nos vamos- añadió Hibari
-¿A donde iremos Hibari-san?
-A nuestra habitación - el pelinegro le sonrió mientras lo tomaba de la mano para llevárselo
Habiéndose quedado solos, se formó un silencio ensordecedor entre ellos, Yamamoto quería al igual que los demás hacer algo divertido pero no se atrevía a proponerle nada al peliplata, el caul solo pensaba en la respuesta que tenía que dar; a pesar de que Yamamoto le había dicho que esperaría todo el tiempo necesario, él le prometió que le respondería ese día y un hombre siempre mantiene su palabra.
-G-Gokudera, yo…- habló Yamamoto tratando de romper el silencio
-Tengo tu respuesta, friki del béisbol- interrumpió el peliplata mirándolo fijamente
-Ehh?, no…no es necesario que…
-Te dije que ya tenía tu respuesta, ven vamos a…nuestra habitación, allí hablaremos- Gokudera se volteó rápidamente y se fue antes que Yamamoto, no quería que el guardián de la lluvia notase su sonrojo.
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En los baños termales…
-Re-Reborn ¿porque me trajiste contigo?- preguntó Lambo
-Solo quería estar a tu lado a solas un rato, pero si no quieres te puedes ir
- ¡No!, no me disgusta estar contigo, s-solo...- Lambo estaba nervioso, siempre se ponía así cuando estaba cerca del hitman
Reborn sonrió, podía ver un ligero sonrojo en el rostro del pequeño bovino -entonces… ¿nos metemos?- preguntó señalando el agua
-Ehh sí, claro- contestó el bovino
Lambo caminó hacia el agua pero el piso estaba mojado y no pudo evitar resbalarse, Reborn trató de agarrarlo para que no cayera, ya que aún no se había desvestido, pero no pudo y cayó junto con él. Con todo el forcejeo, ni el bovino ni el hitman se percataron que la bazuca de los 10 años estaba en el aire y cayó exactamente sobre ellos.
Luego de que el humo se disipase, se pudo observar a un Lambo de 17 años con su clásica vestimenta y a un Reborn de la misma edad con su usual traje solo que sin su fedorra abrazándolo
-R-Reborn- Lambo estaba sumamente sonrojado
-Parece que la bazuca actuó de nuevo- dijo el hitman mirando el lugar donde se encontraban
-D-Déjame, tenemos que salir- la cercanía del pelinegro lo ponía muy nervioso
-Escúchame bien vaca estúpida- Reborn tomó el mentón del bovino obligando a este a que lo viera a los ojos- ni siquiera viajar al pasado evitará que te tome, cinco minutos son suficientes
-Que dices, estamos en…-pero las palabras del bovino murieron allí. El hitman se apoderó de sus labios de una forma muy demandante y lujuriosa mientras le quitaba la camisa y acariciaba sus pezones con sus dedos
-Ahh…detente R-Reborn, por favor- Lambo gemía del placer que le provocaba el pelinegro, cada vez que hacían el amor aunque su boca dijera lo contrario le encantaba que su amante fuera rudo con él... ¿masoquista? pues claro, había que serlo para tener de pareja a alguien como el ex-arcobaleno
-Lambo- Reborn lamía el cuello y los pezones de un semidesnudo bovino- grita más fuerte
-Ahh! nngh...R-Reborn
-Así me gusta- volvió a devorar los labios de su amante mientras que desabrochaba y bajaba el pantalón de Lambo junto con su ropa interior
-¿Piensas…hacerlo?-preguntó apenas audiblemente la vaquita al separase por falta de oxígeno de la boca del hitman
-Te dije que te tomaría, además no desaprovecharé que gracias al agua entraré más rápido en tu lindo agujero
-Pero…
-Tú solo concéntrate en gritar mi nombre- Reborn besó nuevamente al ojiverde para luego bajar su propio pantalón, sacar su enorme miembro y dirigirlo a la entrada de su amante
-Ahh! Reborn!- gritó el guardián del rayo al sentir como el pelinegro entraba en él y comenzaba a moverse
-Mmm… tan apretado
-Reborn!...más más profundo- Lambo perdía la cordura, solo Reborn podía hacer eso cada que hacían el amor
-Ah...me gusta que seas honesto- respondió mientras arremetía con más fuerza contra Lambo
-Ahh!… ahí...Reborn, me gusta ahí…
-Ah… eres insaciable…por eso me encantas- arremetía aún más rápido y profundo contra su pareja
-Ahhh! Ya….ya casi…
-Yo igual…
-R-Reborn Ahhh!-Lambo se vino manchando el abdomen del hitman mientras que el peliengro eyaculó dentro de él
-Estuviste estupendo, quiero hacerlo de nuevo- dijo el pelinegro
-Ahh… ¿d-de nuevo?- Lambo respiraba agitadamente
-Ya escuchaste- lo besó nuevamente… para que luego desaparecieran y en su lugar volvieran un Reborn y un Lambo de 7 años
-R-Reborn por fin regresamos
-Sí, la bazuca de nuevo nos transportó al futuro
-El departamento al que fuimos me pareció muy bonito, quisiera saber si ahí será donde viviré dentro de 10 años
-Probablemente-respondió Reborn -"Espero vivir allí también"-Ahora vaca tonta, mejor vamos a los vestidores para quitarnos esta ropa mojada y ponernos las toallas
-Sí, vamos Reborn- el bovino le sonrió
-Lambo- el infierno debía estar congelado ya que en el rostro del de patillas se mostró un ligero sonrojo, sin duda la sonrisa del bovino era tan encantadora que era capaz de semejante hazaña
-D-Dime Reborn- a Lambo le gustaba cuando escuchaba su nombre salir de los labios del pelinegro
El hitman se acercó al rostro del ojiverde y acarició suavemente sus mejillas- eres una vaca estúpida, odiosa y llorona, pero aún así, demasiado adorable- acercó sus labios y le dio un tierno beso
Tan solo fue un toque, una caricia, ya que aunque su mente fuera la de un adulto, sabía que tanto su cuerpo, como el de Lambo, eran los de unos niños de 7 años, debía esperar a que ambos maduraran para hacer todo lo que tenía en mente con la vaquita.
Se separaron luego de unos segundos, Lambo estaba muy rojo y se tapó el rostro con ambas manos por la vergüenza que sentía
-Vamos a los vestidores- Reborn se adelantó, no quería que el bovino notara el ligero tono rojo que adornaban sus mejillas
-S-Sí- dijo la vaquita para luego seguir a Reborn lentamente
"se ve muy lindo así"
Aunque fue demasiado tarde, Lambo ya lo había notado y le pareció lo más hermoso que había visto en su corta vida.
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