-Gokudera- Yamamoto habló seriamente- quiero decirte algo muy importante para mí, ¿me escucharías?- el moreno soltó del agarre al peliplata
Gokudera se tensó, raramente Yamamoto hablaba en ese tono, tan solo lo hacía cuando algo verdaderamente era importante para él
-E-Está bien, no me iré, te escucho
-Ahh- suspiró el moreno- Gokudera, no sé si te habrás dado cuenta ya, pero si no lo has hecho me encargaré de que comprendas todo lo que siento por ti
¿A qué se refiere con eso?... estúpido friki
-Desde la primera vez que te vi llamaste mucho mi atención- continuó el moreno- de inmediato quise ser tu amigo, pero tú no confiabas en nadie que no fuera Tsuna y eso me entristecía mucho. Yo quería llegar a ser alguien importante para ti, alguien en quien te apoyaras cuando estuvieras en problemas, por eso siempre me esforcé por hacerme notar.
No sonrías de esa forma idiota
-Me gustaba cuando "peleábamos" porque en esos pequeños momentos era dueño de toda tu atención y eso me hacía muy feliz. Poco a poco me di cuenta que en la única persona en la que pensaba al levantarme cada día, era en ti; amaba verte sonreír, verte enojado, cada expresión tuya era un regalo para mi.
¿E-Esto esta pasando?
-El día en que me di cuenta que estaba totalmente loco por ti, fue el día en que sentí celos por primera vez, celos del doctor Shamal al ver cómo te abrazaba; puedo decir que me enoje mucho, fue un sentimiento nuevo para mí, nunca había tenido celos de nadie, nunca me había enamorado, como lo estoy de ti.
E-Enamorad....
-Hemos pasado muchas cosas juntos, momentos de alegría, momentos difíciles, te conozco muy bien, sé que cuando tienes problemas quieres guardarlo todo para ti, también sé lo que te hace feliz... recuerdo cuando te regalé una revista de alliens y cosas sobrenaturales, tus ojos brillaron y una sonrisa con un gracias muy sincero salieron de tus labios.
E-Esa ocasión...
-Fue lo más hermoso que jamás haya visto. Te amo, no sé qué más decirte para expresar todo lo que llevo guardado desde hace tanto tiempo, desde que te conocí han pasado 2 años y han sido los mejore de mi vida; el conocer a Tsuna y ser parte de la familia Vongola, tener tantos buenos amigos, el poder luchar para proteger algo importante, todo eso fue muy bueno, pero lo mejor que me pasó fue conocerte, que llegaras a mi vida para hacer waaaa en mi corazón y cambiar mi mundo...
Yamamoto tomo de las manos a Gokudera y las acercó a su boca depositando un beso en ellas, el peliplata aún no asimilaba todo lo que el guardián de la lluvia le dijo ¿se le había confesado?, ¿dijo que lo amaba?...
Al notar como Gokudera no reaccionaba, el moreno optó por darle un beso en la mejilla, el peliplata dio un salto y se sonrojó mucho por la acción del guardián de la lluvia
-Perdón, pero no pude resistirme, tu expresión era adorable
-Y-Yamamoto...
-Piensa en todo lo que te dije, quisiera oír tu respuesta mañana, voy a la habitación primero, no quiero que estés incómodo- el moreno sonrío antes de salir del baño
Gokudera sentía como su corazón se aceleraba al solo recordar las hermosas palabras dichas por Takeshi
Mañana tendré una respuesta para ti, tonto friki
Hayato sonrió, se quedaría un rato más en el agua, quería relajarse y pensar en qué le diría a Yamamoto al día siguiente
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Mientras el moreno se confesaba, el castaño fue a recorrer el lugar. Quería averiguar cuál era la habitación de Hibari; si él había ido con ellos significaba que también se quedaría en la posada, así que por lo menos tenía que averiguar cuál era su habitación para siquiera poder observarlo de lejos cuando entrara en esta, se sentía como un acosador pero si no lo hacía tenía la sospecha que no vería al prefecto y eso era lo que menos quería.
Estuvo recorriendo durante unos minutos el primer piso de la posada sin éxito hasta llegar a la parte trasera de esta. Pudo visualizar que allí se encontraba un hermoso y amplio jardín, los arboles de sakura estaban en flor otorgando una vista digna de alabanza
-Que hermoso lugar- el castaño se adentró y aspiro el aire- huele delicioso, en verdad Reborn acertó al elegir esta posada
El décimo capo se sentó al pie de un gran árbol, el viento comenzaba a correr y golpeaba suavemente su rostro, se sentía tan relajado como cuando se encontraba en las aguas termales
Disfrutó unos minutos del viento hasta que oyó pasos, alguien se acercaba a él. Estaba por voltear pero la voz que escuchól lo paralizó
-Herbívoro- Hibari lo observaba de pies a cabeza, sonrió internamente al notar lo nervioso que se puso al escuchar su voz, parecía un conejito acorralado
Tsuna volteó lentamente y levantó un poco la mirada, pero inmediatamente la desvió al toparse con los ojos del pelinegro, no podía verlo a los ojos, sus nervios no se lo permitían
-Hi-Hibari-san me alegr...a...achu!
Hibari se acercó a él, se sacó la chaqueta que llevaba y la colocó en los hombros de Tsuna- siendo un herbívoro no deberías salir vestido así con este viento
Tsuna se sonrojó al sentir a Kyoya tan cerca, y se avergonzó porque lo que decía Hibari era verdad, estaba con bata de baño y sandalias, se resfriaría sino se abrigaba
-G-Gracias Hibari-san- el castaño tomó valor para mirar a Hibari y le sonrió solo como él podía de la manera más dulce y angelical posible
El prefecto lo tomó de los hombros y lo levantó rápidamente, Tsuna se sorprendió por la acción, y se puso muy nervioso cuando el prefecto acarició su rostro
-¿Hi-Hibari-san?
Este reaccionó al escuchar al castaño, actuó inconscientemente y ahora sostenía el rostro del décimo Vóngola con sus manos, la piel suave de este se sentía muy bien al tacto
Pero que estoy haciendo
-Lo mejor es que te cambies, creo que pronto será la hora tarde partir hacia la montaña- Hibari se alejó de Tsuna y entró nuevamente a la posada no sin antes decir un "Nos vemos Herbívoro", que hizo que el corazón del menor latiera descontroladamente
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El reloj daba las 6 de la tarde, pronto sería la hora de partir hacia la montaña y se podía observar en la sala de la posada a un Yamamoto conversando animadamente con Ryohei, Lambo e Ipin correteando mientras Reborn tomaba una copa de vino observando a su vaquita
Haru y Kyoko estaban en su respectiva habitación al igual que Tsuna, quien se encontraba alistando lo que llevaría al campamento junto a Gokudera, el cual se ofreció a ayudarle
Pasaron treinta minutos en un abrir y cerrar de ojos, había llegado la hora de partir hacia la montaña
-Muchacho es hora de irnos, ¿están todos listos?- preguntó Reborn
-¡¡¡Hai!!!- dijeron todos al unísono
-Entonces andando
Todos salieron rumbo a las camionetas que habían llegado para llevarlos a la montaña, ya que la limosina no podría soportar el terreno tan accidentado del camino hacia ella
-Ehh... Reborn ¿Hibari-san irá en la misma camioneta que nosotros?- preguntó Tsuna quien se había detenido para preguntarle al hitman acerca de Kyoya antes de subir al vehículo
- Hibari irá en la camioneta en la que vino
- Ah... ya veo, bueno, vamos a la camioneta, que todos nos esperan- Tsuna evitó cualquier respuesta de su tutor, no quería que lo molestase como hace unas horas
Se acomodaron en las 2 camionetas que llegaron para ellos; en una estaban el chofer, Gokudera, Yamamoto, Lambo y Reborn, y en la otra Kyoko, Haru, Ipin, Ryohei y el otro chofer... no había espacio para nadie más
-No queda espacio para mí, ¿ en dónde iré Reborn?
-No seas dame- Reborn sonrió, había espacio para Tsuna ya que Lambo podía ir con él en el asiento de adelante pero se le ocurrió una idea para ayudar a su tonto alumno- aún está la camioneta en donde viaja Hibari, ve con él
-P-pero Reborn, tú mismo me dijiste que...
-Nos vemos allá, andando- se dirigió Reborn al chofer, el cual siguió la orden y arranco la camioneta
-Reborn!!!- Tsuna veía triste como los vehículos se alejaban
"Que haré ahora de seguro a Hibari-san no le agradará mucho la idea de ir conmigo todo el camino"
Tsuna tomó su pequeño bolso y se dirigía hacia su habitación, no tenía el valor para pedirle al prefecto que lo dejase ir con él, le daba mucha vergüenza.
Iba tan ensimismado, que no se percató de que alguien salía justo en ese momento de la posada, era Kyoya, quien lo miró fijamente luego de sostenerlo de los hombros para que no cayese por el choque
-De nuevo tú, herbívoro- el pelinegro lo soltó y siguió observándolo
-Hi-Hibari-san, perdona, yo... no me fijé
-Pensé que todos se habían ido ya, ¿porque aún estas aquí?
-Ahh, etto... sí,ya se fueron, pero no había espacio para mí en las camionetas así que me quedé- dijo Tsuna bajando la mirada
-Uhm, no creo que te hayan dejado ¿acaso no son tus amigos?
-Sí lo son, Reborn me dijo que fuera... contigo... ¡Pero no te preocupes Hibari-san no pensaba pedirte eso!, si no quieres por mí está bien, me quedaré aquí y...
-Es porque no quieres molestarme, o simplemente no te gusta mi compañía- Hibari lo miraba con un poco de enfado, le molestaba creer que a Tsuna le desagradara estar cerca de él
-¡No!- el castaño miró con determinación al pelinegro- a mí me agrada mucho la compañía de Hibari-san, es solo que como a Hibari-san no le gusta estar rodeado de personas creí que le desagradaría que yo estuviese en la camioneta también
-No me desagrada- Hibari sonrió por la sinceridad de Tsuna- vamos de una vez herbívoro, se hará más tarde
-S-Si- respondió el menor un poco aturdido
La sonrisa de Hibari-san es muy hermosa...
Tsuna siguió al pelinegro y ambos subieron a la camioneta.
Esta arrancó rápidamente ya que el chofer le tenía mucho miedo al prefecto... no sabía lo que le pasaría si llegaban muy tarde al lugar de encuentro.
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