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Dejaste ver tu corazon por Aphrodita

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CAPITULO 2: “El dolor y el alivio que causan las palabras sinceras”...

 

 

  Kiki atravesaba el Templo de Libra con una sonrisa radiante en su rostro, Shiryu al verlo pasar sonrió enternecido con aquella imagen... Imponente, Aries portaba su armadura rumbo a su propio Templo, venia de una reunión con el Patriarca... De seguro alguna Misión, aunque Saga no solía darle misiones al lemuriano por considerarlo joven y con poca experiencia, aparentemente había cambiado de parecer.
  Libra se sintió hasta orgulloso y sorprendido, jamás imagino que la armadura de Aries le sentase tan bien al pelirrojo, pero esa vestimenta dorada lo hacia brillar por demás, dándole un aspecto mas adulto y masculino y no tan desgarbado y adolescente.
  Lejos de preocuparse, el pelilargo no vio nada extraño en eso, hasta que... Si hasta que algo o alguien le hizo ver la realidad... Y odió a Hyoga en su momento con toda la expresión de la palabra, lo odio por demostrarle que Saga no dejaba de ser un pervertido y un aprovechado... Alarmado, Acuario fue a confesarle a su amigo y compañero de batallas un comentario hecho por el mismo Géminis, donde alardeaba sobre como “Se movía al pendejo cuando estaba arriba”.
  Cómo cual padre, el ex Dragón puso el grito en el cielo... Y no fue por considerarlo a Kiki demasiado chico para andar haciendo esas cosas, ni por la desfachatez de quien debería dar el ejemplo, el Patriarca... Sino porque conocía lo suficiente a Saga, tanto que sin ir mas lejos, había sido su primer hombre, como a muchos Santos jóvenes le había pasado, y le crispo los nervios imaginar a ese hombre, que le doblaba en edad a Aries... Sometiendo a sus mas bajos instintos a una criatura tan dulce como lo era el lemuriano... Bueno, lo de dulce estaba por verse, el punto era que ¡Por todos los Dioses! ¡El pelirrojo solo tenia 15 años! ¡Y Géminis con sus 35 se lo estaba gozando, siendo el Patriarca, la máxima figura dentro del Santuario!.
  Pero no, esta vez no iría con Saga, otro que era un “Caso perdido”; iría con el mismo jovencito para aclarar los tantos ¡¿Qué es eso de andar acostándose con un hombre mucho mayor?! Ni se imaginaba Kiki el embrollo en el que se estaba metiendo al liarse con un tipo así y para mal en pero ¡Geminiano!.
  Dejando al pobre ruso solo en su Templo, Shiryu vestido mundanamente, bajó hecho un nervio hasta la Primera Casa del Santuario.
  Inevitablemente, como si fuese necesario, al atravesar Virgo, las imágenes de lo sucedido hacia ya dos años, golpearon fuertemente en la cabeza de Libra ¿Justo en ese momento tenia que recordar lo ocurrido entre Seiya y Shun? Pero nada sucede porque si... Todo tiene una razón de ser, y esa verdad, el japonés, lo descubriría mas adelante.

 

 

* Flash Back *

 

 

  Shiryu ingreso al Templo de Virgo con el fin de entablar un dialogo con Shun, necesitó contarle la ultima que le había hecho Hyoga a Ikki para joderle su día... Sin embargo unos gemidos característicos de gozo lo alertaron.
 Cuando Libra decidió que lo mejor era irse para no estorbar al peliverde en plena faena, algo lo hizo desistir... O mejor dicho un gemido le llamó poderosamente la atención... Un gemido demasiado conocido para el pelilargo quien siguió sus pasos, con algo de duda y temor por lo que podría llegar a encontrarse, adentrándose mas en el Sexto Templo del Santuario... Se cuido de no hacer ningún tipo ruido con sus pies y pronto, sus dudas y temores fueron confirmados.
  Sin ningún tipo de reparo, sin siquiera tomar la precaución de cerrar la puerta, ya sea por respeto o para evitarle tal disgusto, esta se encontraba abierta de par en par, permitiéndole al ex Dragón observar con dolor al hombre que amaba abierto de piernas y recibiendo sin tapujos ni restricciones el enhiesto pedazo de su mejor amigo.
  Ni Seiya, ni el ex Andrómeda notaron enseguida la presencia del otro, tan enfrascados que estaban, tan dedicados a lo suyo que ofrecieron, por un buen tiempo, un espectáculo por demás hiriente y ofensivo al pobre de Shiryu... Gimieron y se retorcieron de placer... Libra de pie en el marco de la puerta se limito a grabar a fuego en su mente las funestas escenas, para recordar mas adelante porque odiaba a ese par, aunque bueno, se quedo odiando a Shun únicamente.
  El primero en notar la presencia del pelilargo fue Sagitario, quien sobresaltado solo atino a separarse de Virgo y ponerse de pie rápidamente.

 

--¡Shiryu! ¡Yo te lo puedo explicar!... –Si, esa frase nunca puede faltar.

 

  El peliverde consternado se sentó en su cama observando a uno y luego a otro, lentamente las facciones tranquilas del ex Dragón fueron mutando dándole un aspecto diabólico... Algo iba a decir, abrió su boca:

 

--Son una basura... ¡UNA MIERDA!... –Exploto soltando parte de su ira.
--Shiryu... Tranquilízate... Podemos hablar... –Se animo a decir Shun con voz neutra comprendiendo en parte la situación.
--¡No tengo nada de que hablar con ustedes!... –Espeto Shiryu con desprecio y dirigiéndose al ex Pegasus acoto --¡VISTETE PEDAZO DE PUTO!...
--Shiryu, tampoco es para que le hables así... –Sentencio Shun muy cerca de su amigo, aun desnudo.
--¡Y TU NO ME HABLES! ¡¡NUNCA MAS!! –Dijo Libra señalándolo con un dedo --¡¡¡JAMAS ESPERE ESTO DE TI SHUN!!!...
  Ya vestido a duras penas, Seiya camino hasta su pareja con algo de duda... Con violencia, el pelilargo lo tomo de un brazo y lo jalo fuertemente.
--No Shiryu, tranquilízate primero... –Pidió Virgo nuevamente al verlo a su amigo en ese estado, jamás lo había visto tan sacado y fuera de si... Pero fue un error, cuando se acerco a ellos con el fin de evitar un maltrato hacia Sagitario, el ex Dragón le propino una fuerte trompada dándole de lleno en la boca del estomago.

 

  Mientras Shiryu se llevo a la rastra a un semi vestido Seiya... Desnudo y encorvado en el suelo, Shun comprendió lo delicada de la situación, pero jamás creyó que le costaría tanto recuperar la confianza de Libra. Había caído en el juego de Sagitario, sin saber los verdaderos sentimientos del pelilargo y lo involucrado que este estaba con el morocho.

 

 

 *Fin Flash Back *

 

 

  Aries, esos días de calor los odiaba, pues su muy querido amigo solía andar ligero de ropas, inclusive sin una remera, ignorando por completo lo que causaba en su pequeño compañero... Ese día no fue la excepción, si bien Libra estaba vestido, solo llevaba una remera un tanto ceñida que marcaba cada uno de sus músculos invitando a morderlos y un pantalón holgado deportivo, de tela tan fina que con el mas mínimo contacto uno podía acariciar sin impedimentos su carne.
  Pero lejos de quedarse embobado con esta imagen, el lemuriano se puso a la defensiva al ver el fuego en los ojos del pelilargo... El ex Dragón no le había dado tiempo al otro de sacarse su Armadura.

 

--¡¿Una nueva, ahora?!... –Increpo el japonés.
--¿Q-que sucede?... –Balbuceo el pelirrojo.
--¿¡Te estas acostando con Saga!?... –Pregunto Shiryu sin tapujos.
  En vez de contestar, Kiki se entretuvo retirando cada parte de su Armadura.
--Y con eso ¿Qué?... –Fue casi un susurro.
--¿¡¡Cómo “Y con eso ¿Qué?”!!?... ¡¡¡Es el Patriarca!!!... –Se indigno Libra observando como el otro se desprendía de su ropaje dorado con un cierto toque de sensualidad, como quien se quita la ropa frente a su amante.
--No tiene nada de malo... Por ser Patriarca no deja de ser hombre y de tener necesidades...
--¡PERO TIENE CASI 40 AÑOS KIKI! ¿¡¡QUE TIENES EN TU CABEZA!!?... –Por fin, el pelilargo dijo lo que quiso decir desde un principio.
--Vuelvo a repetirte Shiryu... No tiene nada de malo... –Dijo Aries sentándose en su sillón de manera desordenada --Y en tal caso es mi problema... Nunca te importo con quien me acostaba o dejaba de hacerlo ¿Ahora te viene a importar?... –Nuevamente le salió con eso a su amigo.
--¡¡ERES UN CRIO!! ¡¡¡UN PENDEJO QUE NO SABE LO QUE HACE!!!... –Exploto el japonés impotente de hacerle entender la gravedad del asunto.
--¡Deja de recordármelo! ¡¡Maldición!!... –Se exaspero el menor poniéndose de pie súbitamente --¡¡¡Ya no lo soporto mas!!!...
--Kiki... –Susurro el pelilargo al ver la reacción de su compañero, frunció su frente confundido e indagándolo con la mirada, mirada que el lemuriano evito, acotó –Me prometiste que serias sincero... –Supo que algo ocultaba el pelirrojo, pero no supo que era.
--¿Quieres sinceridad, carajo?... –Pregunto Kiki conteniendo sus lagrimas y moviéndose nerviosamente en el mismo lugar, como buscando algún escape.
--Ni se te ocurra tele transportarte... Mas lejos que tu propio templo no puedes ir, lo sabes... –Dijo el japonés con tono tranquilo --Así que es en vano... No intentes escapar...
--¡Ya lo se!... No iba a tele transportarme de todos modos... –Reconoció Aries bajando su vista al suelo, su rostro cambio drásticamente cuando comenzó a llorar en silencio.
--Se sincero Kiki... Lo prometiste...
--¡Mierda!... Estoy cansado de que me veas siempre con esos ojos de... De... ¡Hermano mayor!... –Exclamo el lemuriano con desprecio.
--Lo siento... No pensé que eso te molestaría... Perdón si te quiero... –El ex Dragón arqueo una ceja ¿En donde se vio que a alguien le molestase que lo quisieran de esa forma?
--¡Ese es el puto problema!... –El pelirrojo llevo una mano a su frente y la otra a su cintura.
--¿Qué te quiera?... –Ahora si, Shiryu lanzo una risa incrédula ¿Qué estaba pasando allí?.
--¡¡No puedo soportar tu cariño!! ¡¡¡Por que no quiero que solo me estimes!!!.
--Explícate mejor... –Suplico Libra consternado.
--¡Pero claro!... –Exclamo Kiki con sarcasmo --¡¡Tu, siempre el “Señor Correcto”!!...
--Kiki... Te lo imploro... ¿Cuál es tu problema?... –La voz del mayor, esta vez, fue firme y demandante.
--¡Mi problema! ¿¡¡Quieres saber cual es mi condenado problema!!?
--¡¡¡SI!!!...
--¡MI MALDITO PROBLEMA! ¡¡ES QUE TE AMO GRANDÍSIMO IDIOTA!!... –Aries tomo aire y busco serenarse un poco --¡SI! ¡¡¿PORQUE ME MIRAS ASI?!! ¡¡¡TE AMO!!!... –Reafirmo al ver la cara desencajada del otro.
--Kiki yo...
--¡No digas nada! ¡No hace falta!... –El lemuriano, avergonzado y hasta arrepentido de su confesión, se desplomo en su sillón.
--¿Desde cuando?... –Se animo a preguntar el japonés, trago saliva sin saber bien como reaccionar o que decir en semejante momento.
--Desde siempre... –Respondió el pelirrojo aun con enojo –Desde que tengo uso de razón... Desde que te vi... Siempre te admire, pero hoy en día esa admiración cambio a esto... –Dijo con cierto desprecio a “eso” llamado amor.
--Yo... No se que decir... –Se sinceró el pelilargo aun sin poder volver en si.
--No digas nada... –No tenía sentido, pensó Kiki, de seguro saldría con todas esas sartas de estupideces sobre su amistad, la edad, el cariño y “bla bla bla” –Se que para ti solo soy un pendejo... Y aunque me canse de intentar demostrarte lo contrario tu nunca veías eso, solo veías lo malo...
--¿A que te refieres?... –Pero el ex Dragón no necesito escuchar la respuesta del otro –Si te refieres a tus aventuras... Que tengas miles de amantes no cambia tu condición... O sea, no eres ni mas maduro por acostarte con hombre, ni menos hombre por no hacerlo...
--Da igual... –Aries soltó un suspiro y dejo que su espalda cayera pesada hacia atrás. –Encima... Tener que verte con ese idiota... –Continuo entre dientes –¡Lo detesto!...
--Se que Seiya es indefendible, lo reconozco... Pero créeme, es buena persona dentro de todo...
--Lo se... Por algo lo amas... –El lemuriano llevo sus manos a su rostro y oculto sus nuevas lagrimas. --Pero te juro... No soporto ver como dejas humillarte... El nunca te valoro y nunca lo hará...

 

  Se produjo un silencio que inevitablemente dio paso a la reflexión, el pelirrojo se encontraba destrozado, se había tirado de cabeza a un precipicio confesando sus mas ocultos sentimientos, ahora ni siquiera le quedaría una falsa amistad con Shiryu... Aunque pensándolo bien, mejor así ¿De que valía tenerlo cerca y no poder poseerlo?.
  Mientras el lemuriano ideaba algún plan para suicidarse, Libra vio la situación un tanto delicada, los sentimientos comenzaban a arremolinarse en su interior, por un lado: El cariño casi fraterno que siempre le tuvo al pelirrojo, por el otro el inevitable deseo que fue creciendo en su interior a medida que Kiki lo hacia con el correr de los años... Sin contar las profundas ganas de revancha que tenia, el rencor hacia Seiya, y el dolor del engaño... Pero no era justo para Aries. El japonés solo una cosa tuvo en claro, y era hablar francamente sobre la situación, se resignaba a perderlo, cariño fraterno o no, no renunciaría al lemuriano, ya se le había escapado una vez Muu por una situación similar, nada mas que a la inversa.

 

--Kiki... Debemos aclarar las cosas... –Sentencio el mayor sentándose a su lado --Debemos hablar... –Lo tomo de los brazos para separar sus manos de su rostro y así poder verlo.
--Aléjate... –Suplico el pelirrojo –Aléjate de mi... Será lo mejor...
--¿Por qué?... –Aquella petición mas que dolerle, lo enojo.
--Porque se que jamás podremos ser algo mas que esto... Y yo no quiero eso para mi... Estoy cansado de sufrir...
--Pero Kiki... –El ex Dragón busco la manera de persuadir al otro.
--Vete... –Volvió a pedir Kiki con mas firmeza --¿O me dirás que tu puedes ser mi amigo, seguir como si nada hubiese pasado, sabiendo que me muero por ti, que mataría por ti?...
  Si, a Sagitario mataría dentro de poco.
--No... –Se sincero el pelilargo.
--Eso seria ser falso...
--Lo se... –Comprendiendo las palabras de su amigo, sin mas Shiryu se puso de pie y se alejo del Templo con el corazón confundido.

 

  Libra dejo atrás a quien siempre quiso como a un hermano, tuvo que reconocer que a medida que Aries creció, se fue convirtiendo en un elemento importante en su vida y en sus días... Y ahora, sin nada que hacer, lo dejaba atrás... Primero Shun y ahora el lemuriano, sin darse cuenta sus decisiones terminaban por separarlo de quienes mas amaba, todo por permanecer al lado del morocho, de una persona que no lo valoraba... Como le había dicho el pelirrojo.
  Cuando el pelilargo atravesó el Templo de Nachi, y sus pies lo llevaron a Leo, freno sus pasos. Lentamente comenzó a subir las escalinatas que conducían al Quinto Templo... Cuando llego a su puerta comprendió la situación, como si de repente algo o alguien le hiciese ver las cosas claramente: Comprendió que el comportamiento descuidado y despreocupado de Kiki fue solo para llamar su atención, y en parte para causarle celos. Comprendió que el ex Pegasus jamás seria suyo de la manera en que el necesitaba que lo fuera... Y por ultimo comprendió a quien le pertenecía por entero Seiya y donde estaba en ese momento... De pie en el Templo de Ikki, Shiryu negó con su cabeza y dio la media vuelta.
  Ahora sus pasos eran rápidos, lo único que tenia en mente era llegar al Templo de Aries cuanto antes para demostrarle a su dueño que él no era ningún “Señor Correcto”.

 

 

||||||

 

 

  Shiryu ni siquiera atino a hacerse notar, tampoco hizo falta, ya que caminaba con paso tan firme que resonaba en el Templo como una estampida de elefantes. Kiki volteo confundido, vestido mundanamente a lo griego, intento increparle al otro, semejante osadía ya que le había dejado bien en claro que no volviese, pero cuando Aries atino a abrir su boca para reprochar, esta se vio invadida por una lengua húmeda y juguetona, cálida y de un sabor un tanto ácido pero sin duda exquisito.
  Cuando Libra tomo a su niño entre sus brazos estrechándolo al punto del dolor, recién ahí, el lemuriano cayo en la cuenta de lo que estaba pasando... ¿Era un sueño, o la realidad? O quizás solo era una mala jugada de su adolescente mente.

 

--Shiryu yo... –Con sus ojos bien abiertos el pelirrojo intento explicarle al otro que no entendía absolutamente nada, sus pupilas bailaron nerviosas mirando fijamente a su hombre ¿Lo seria? ¿Seria por fin su hombre?.
--No digas nada... Temo arrepentirme y sinceramente quiero hacer esto... –Volvió a besar los labios de su niño, mordiendo sutilmente sus labios y aprisionándolos.

 

  Reaccionando y notando que ese era el momento tan anhelado y jamás imaginado, Kiki sonrió complacido y emocionado, llevo su mano a la entrepierna de Shiryu apretando su miembro por encima de la fina tela del pantalón, sorprendiéndolo gratamente, este lanzo un gemido seco al mismo tiempo que acaricio el trasero redondeado y firme de su amante, o mejor dicho, futuro amante.
  A medida que Libra arrastro al menor hasta su cuarto se fueron despojando de sus ropas violentamente, dejando las prendas esparcidas sobre el suelo. Cuando la cama se hizo presente, el pelilargo empujo a Kiki quien cayo sentado, aun vestido solo con su pantalón, al notar que el otro estaba en las mismas condiciones, bajo dicho pantalón dejando al descubierto un suculento y tentador pedazo, ya erguido y anhelante de caricias... Con una sonrisa picara, Aries paso la lengua a través del tronco saboreando con extremo placer su sabor salado, su contextura suave y casi lisa se vio enseguida lubricada por su saliva... Shiryu no reprimió sus gemidos, echando la cabeza hacia atrás y cerrando sus ojos se dedico a disfrutar.
  Sin perder mas el tiempo, el lemuriano engullo aquel miembro hasta donde le fue posible, si bien no era demasiado grueso lo equilibraba en el largo... Libra tuvo que poner una rodilla sobre la cama para no caer, sus piernas flaquearon un instante, jamás imagino que su joven amigo pudiese hacer esas maravillas con su boca, se sorprendió al ver lo suelto y despreocupado que se encontraba el adolescente.
  El pelirrojo impaciente, se hecho hacia atrás abriendo sus piernas, comprendiendo la situación, el pelilargo termino por desprenderse de ese pantalón y luego hizo lo mismo con Kiki, acostando todo su cuerpo sobre el otro, sintiendo así el calor que sus pieles desprendían.
  La piel de Aries era sumamente exquisita, el ex Dragón se contento un buen rato con saborear cada rincón de su amante, arrancándole los primeros gemidos que fueron como música para sus oídos.
  Descendiendo sensualmente por su cuello, Shiryu siguió camino hasta su pecho y allí se detuvo para apretar con un poco de brusquedad las tetillas del otro, mordiéndolo sutilmente y dando lengüetazos cargados de deseo y lujuria. El lemuriano se arqueo experimentando sensaciones jamás imaginadas, ningún amante lo había hecho vibrar de aquella forma.
  Continuando con su tortura, Libra bajó con su lengua, recorriendo su vientre y deteniéndose en su ombligo para entretenerse un rato mas, cuando llego a su pubis, el pelirrojo lanzo un gemido estrepitoso que reboto en su cuarto causando eco. El pelilargo sonrió, aquella imagen era bellísima, Kiki, con sus mejillas en tono carmesí, la boca entre abierta y los ojos fuertemente cerrados, se encontraba expectante, esperando el próximo paso de su amante que no tardo en llegar.
  Besando la extensión de aquel pedazo, los sentidos del ex Dragón se nublaron por completo, sin buscar apresurar las cosas, volvió a besar el colorado pubis de su niño, para luego hacer lo mismo con sus testículos, los cuales aprisiono, lamió, succiono y hasta mordió con cuidado y delicadeza.

 

--Ya... Shiryu... –Pidió Aries con la voz ronca.
--Tranquilo... –Dijo el mayor divertido.
--Quiero saborearte... Quiero probarte... –Sus palabras apenas fueron entendibles.

 

  Entendiendo a la perfección el pedido, Shiryu se acomodo en la cama de dos plazas, de manera que su pedazo quedase al alcance del lemuriano, sin dejar de saborear el miembro del mismo.
  Como un bebé hambriento, el pelirrojo mamó con ansias el pedazo de Libra mientras este hacia lo suyo allí abajo... Sin restricciones y dejando de lado la tortura, el pelilargo aferró los glúteos de Kiki al mismo tiempo hundió su cabeza para tragar el considerable miembro del menor.
  Fueron minutos de intensos gemidos apagados por la invasión de un pedazo en la boca... Aries lamió y succiono cuanto pudo de su amigo... El japonés atravesó su lengua húmeda y caliente desde el pedazo del lemuriano, hasta sus testículos, abriéndose paso hasta su acostumbrado orificio que se encargo de dilatar y abrir aun mas con sus dedos.
  El ex Dragón no tardo mucho en correrse, una descarga eléctrica que nació en lo mas profundo de su ser, recorrió sus testículos y el tronco de su pene, desembocando por la punta. Kiki trago todo lo que pudo de ese salado y espeso liquido al mismo tiempo que no pudo, ni quiso evitar que su miembro largara el semen, abundante y cálido, dando a parar a la garganta de Shiryu.
  Un momento de relax en donde Aries no dejo de succionar ese pedazo, como a la espera de mas semen... Mientras Libra besaba cálidamente todo lo que pudo del lemuriano, este mamaba lentamente consiguiendo una nueva erección.
  El pelilargo se incorporo, el pelirrojo lo imito... De rodillas en la cama comenzaron una nueva lucha de besos apasionados, mezclándose los sabores de ambos, aferrando con hambre los redondeados glúteos del otro.

 

--Te deseo... Te deseo Shiryu... –Confeso Kiki sin temor, era real, lo que estaba pasando era real.
--Yo también... Como nunca jamás lo imagine... –Se sincero el japonés mordiendo el lóbulo de su oreja, besando sus mejillas y buscando el aire que escaseaba.

 

  Con un hábil movimiento, el ex Dragón tomó por la cintura a Aries y jalándolo consiguió sentarlo sobre su falda. Shiryu acomodo mejor sus piernas, mientras que el lemuriano ocupaba su lugar sentándose sobre el erguido pedazo de su amante. El suave tacto del pelirrojo, la delicada mano sobre su miembro, guiándolo con maestría, le arranco un nuevo gemido estrepitoso a Libra.
  Por fin, Kiki podría demostrarle que no era un niño... Acomodo con su mano el pedazo del pelilargo en su entrada y lentamente, sin necesitar lubricación, se dejo deslizar, cayendo sobre el ex Dragón, aferrándose a sus hombros como naufrago al bote.
  Shiryu llevó sus manos a la espalda de su niño para contenerlo de algún modo, le encanto ver aquella imagen, entre tierna y morbosa... Aries con su frente arrugada, concentrado en su labor buscaba la manera de que ese miembro llegase a destino, Libra cooperó con tan difícil labor dando una estocada firme y segura. El lemuriano lanzo un grito mientras su cabeza cayo hacia atrás, sus músculos se tensaron pero enseguida se relajaron cuando los complacientes besos de su hombre recorrieron su pecho.
  Comenzando con un lento y pronunciado vaivén, el pelirrojo movió sus caderas con una mirada lujuriosa y divertida, el japonés se limito a dejarse hacer, se limito a disfrutar. Lo que Kiki había empezado lento y suave se fue tornando rápido y furioso... Los gemidos acompañaron sus caderas, el ir y venir constante de Aries llevaron al pelilargo al borde de la locura. El pedazo del lemuriano, atrapado entre el abdomen del otro, se friccionaba con cada movimiento, volviéndose cada vez mas duro y palpitante.
  Cuando el pelirrojo sintió la dureza en su intimidad, cuando sintió el miembro del ex Dragón palpitar con violencia avisando que pronto se vendría, apretó sus glúteos para volver la penetración mas difícil y mas sabrosa... Todos sus músculos se tensaron, y sin mas el néctar salió de su pedazo embadurnando el vientre de Shiryu... Un aroma inundo sus sentidos, la calidez de ese liquido sumado al potente aroma, fue un infalible afrodisíaco para Libra, con su miembro atrapado por aquella caliente intimidad no lo pudo retrasar mas, sin dejar de observar el rostro curvado de placer y lujuria que portaba Kiki, dejo que su semen se desparramara en su interior deleitándolos a ambos.
  Explotaron casi al mismo tiempo, entre gemidos masculinos y miradas de profundo deseo, se desplomaron de costado en la cama, un poco mas tranquilos.
  Sin dejar aquel glorioso lugar, el pelilargo se dedico a acariciar la roja cabellera de su joven amante, mientras este lo miraba incrédulo de lo que había pasado entre ellos. Sin emitir palabra, el japonés retiro su pedazo semi erguido para poder acomodarse mejor y quedar sobre Aries, para así poder besarlo y observar sus infantiles facciones un poco mejor.
  No paso mucho, entre besos y caricias, para volver a estar a tono... Si bien el lemuriano ya no podía conseguir otra erección, se contento con sentirse penetrado una vez mas por su hombre. El ex Dragón acomodando su miembro completamente erguido en la entrada del otro, comenzó a introducirlo suavemente.
  Shiryu dejo las piernas del pelirrojo sobre el colchón, para poder aferrar su estrecha cintura y así jalar su cuerpo hacia abajo para hacer mas intensa la penetración. Libra hundió su cabeza en el cuello del menor, escuchando los sutiles gemidos de este y sus palabras entre mezcladas.

 

--Te amo... Te amo Shiryu... –Unas imperceptibles lagrimas de confusión surcaron el rostro de Kiki, que pasaron desapercibidas para el mayor.

 

  Al escuchar eso, como si se tratase de una respuesta, el pelilargo irrumpió en su intimidad con mas violencia, dando fuertes y seguras estocadas que tocaron fondo, en pocos minutos su semen volvió a salir, dando fin a una sesión intensa de sexo.
  Cuando el ex Dragón salió de su intimidad, Aries se quedo boca arriba en la misma posición, mientras que Shiryu se acomodo de costado, sosteniendo su cabeza con una mano para mirarlo mejor.

 

--¿Por qué lloras?... –Pregunto Libra, aunque interpreto bien los temores del otro.
--¿Qué pasara con Seiya?... –Susurro el lemuriano ladeando su cabeza para ocultar sus lagrimas que comenzaban a ser mas nítidas.
--No se... –Sentencio el pelilargo para luego continuar con sinceridad –Y no me interesa... De hecho no creo que le importe... En este momento debe estar gimiendo debajo de Ikki, pidiéndole mas...

 

  El pelirrojo volvió su cabeza para mirar el rostro tranquilo y pacifico del japonés, su pelo largo y lacio caía armoniosamente adornando la cama. Entonces, con esas palabras ¿Qué quiso decir el ex Dragón?... Con dolor al ver la realidad, Kiki sentencio:

 

--Entonces... Solo fue sexo... Solo fue una venganza... Una revancha... Lo hiciste conmigo por despecho... –A medida que pronunciaba cada frase el enojo cobraba forma en su ser.
--No Kiki... Me malinterpretaste... –Shiryu lo tomo de un brazo para evitar su huida –Prefiero que las cosas queden así...
 
  Comprendiendo las palabras de Libra, Aries se quedo quieto analizando la situación... ¿Qué quiso decirle el pelilargo? Sencillamente que prefería que Seiya se quedase en Leo toda la vida si era posible... Que Ikki soportase, de ahora en mas, sus incontrolables e irrefrenables deseos de sexo. El ya había encontrado a alguien que lo valoraba, sea un crío o no, Aries lo valoraba como nadie lo había hecho antes.

 

--Te amo... –Susurro el lemuriano soltando lagrimas, pero esta vez de felicidad.

 

  El japonés lo jaló suavemente de un brazo para abrazarlo y besarlo, supo que su niño esperaba esas mismas palabras, pero lejos de querer lastimarlo, intento ser lo mas sincero posible:

 

--Yo... Con el tiempo... Estoy seguro de que lo haré, si es que no te estoy amando en este mismo momento... Si no es que todo este tiempo confundí un cariño fraterno con un sincero y puro amor... –Una sonrisa repleta de amor surco el labio del ex Dragón, sin saberlo ya era amor.

 

  El pelirrojo sonrió, por fin esa sensación de vacío y soledad, ese dolor punzante abandonaba su atormentado corazón, dando lugar a un amor aun mas grande e inconmensurable, un amor mas maduro que maduraría aun mas con el correr del tiempo a medida que la relación creciese.
  Kiki se sintió inmensamente feliz pues, aunque Shiryu no le dijo “Te amo”, esa famosa frase tan esperada que engloba un gran significado, pudo ver ese sentimiento en sus ojos, en la mirada que le dedicó y le dedicaba cada día.
  No paso mucho tiempo, hasta que esa frase por fin tomó forma; y cuando fue dicha con sinceridad, reconociéndola por primera vez, Aries y Libra se dieron cuenta de que nunca fue necesario decirlo ya que ese sentimiento, justamente... Se siente... Profundo en el alma.

 

 

@@@ FIN @@@

 

 

  Me salió cursi ¡Carajo!. Perdón Gadya por este Lemon paupérrimo, pero me fue técnicamente imposible concentrarme con mi sobrina llorando, mi hermano comentándome cada propaganda de la televisión referida al mundial y mi hermana exigiéndome mate... ¡Uno así, no puede crear un buen Lemon! ¿Cuándo entenderán? Lo peor es que intento explicarles que necesito concentración y me salen preguntando ¿Qué estas escribiendo? ¡UNA ORGIA ENTRE HOMBRES! Uno de estos días les voy a contestar eso, ya van a ver.

 

 

  Bueno, muchas gracias por leer, como ya saben: Comentarios, porque sino la maldición de Dionisio caerá sobre ustedes, ya hable con él y por 5000 por cabeza lo hace o_O (Es que hace unas horas vi por enésima vez El asesino perfecto... ¡La mejor película de acción!) En fin, me dejo de delirar, nos vemos si Zeus quiere, con un Shiryu x Shun para Oliver (Mejor dicho su foro), o la continuación de ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, O un fic vampírico dedicado a la gente de Amor Yaoi *_* con la pareja Dragón Negro x Shiryu, esta historia casi la tengo, así que lo más probable es que nos veamos con esta ultima.

 

 

  ¡Rosas!

 

 

  Sábado, 10 de junio de 2006, 7:27 a.m. - Argentina -

 

 

exclamaciondeathena@hotmail.com
kurumadasama@gmail.com

 


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