Zhiend 14
Unos días después del magnánimo evento las cosas se tornaron complicadas con la prensa, ya que una serie de fotos demasiado comprometedoras circulaban de manera viral en todos los medios disponibles.
Se trataba de imágenes donde el afamado joven victoriano, según especulaciones de la prensa había comenzado un romance con la señorita Cassia King, mismo que surgió durante las grabaciones del sondtrack de la película donde ambos trabajaron, la mayoría fueron tomadas en el set mostrando al albino muy cerca de la castaña e incluso existía una donde parecía que ambos se besaban y de este drama yacía una semana.
- Cuando encuentre al responsable - el manager americano mostraba ojos de asesino ante el tremendo escándalo - Lo asesinare.
- Tranquilízate K - pidió o mejor dicho ordeno el victoriano a pesar de su gesto sereno, por dentro estaba más que furioso - Ante esto debemos ser cautos.
- Como demonios sucedió esto? - pregunto el rubio recargando su fiel magnum, sólo para estar preparado - Zhiend! - llamo con enojo paga exigir una explicación clara.
- La mayoría de las fotos fueron tomadas dentro del set - confeso el más joven mirando fijamente todas las imágenes - En casi todas me encontraba trabajando con la señorita King, en cuestiones de su voz y entonación, pero... - señalo la última - Esta fue tomada en aquel restaurante en el que debíamos reunirnos con el director, el día previo de la presentación, a la cual por cierto jamás se presentó.
-Esto me huele a rata - declaro el rubio apuntando y liberando un bala que paso justo al lado de la cabeza del menor quien tuvo que ladearla un poco para evitar ser herido, era extraño ver como el más joven no parecía alterado por esos arranques - Y esa rata tiene nombre... Andrew Jacobi, no me esperes despierto.
De improvisto el americano se levanto con arma en mano, dispuesto a cometer un pequeño crimen en beneficio de su protegido, ese día iba a correr sangre.
- K - llamo con seriedad el menor logrando mitigar a la fiera tras su espalda - Debemos ser prudentes - una sonrisa oscura apareció en aquel joven de cabellera blanca una que pudiese haber hecho temblar al más valiente.
- Por lo visto tienes un plan - río el manager lo que estaba por venir iba a ser interesante, especialmente porque no conocía a nadie, que se hubiese enfrentado al albino y saliese triunfal.
- Hay que manejar las cosas con frivolidad - se levanto para caminar hasta el enorme ventanal de su departamento - Dadas las circunstancias, el nombre común y registros no son útiles - miro al rubio con un gesto de seguridad - Hay que buscar más adentro, profundizar... Si el tipo come quiero saber que, como, cuando y donde; no hay que dejar cabos sueltos.
- Yo me encargo - afirmo el manager tomando su móvil, debía hacer algunas llamadas, el trabajo de espionaje era en verdad divertido.
- Tienes 4 horas - declaro el más joven con sutileza siendo observado con burla por el mayor.
- Lo tendrás en 2 - contesto el rubio con orgullo, o mejor dicho burlándose de la petición de su protegido.
El americano salió del departamento bastante concentrado en la tarea dada, dejando sólo al más joven quien al verse sólo dejo escapar un largo suspiro; velozmente tomó su teléfono para marcar un número pero recibió el mismo resultado que la última vez.
"Te comunicaste con Thouma Seguchi, deja tu mensaje después del tono y te devolveré la llamada"
El menor paso su mano para acariciar un poco su cabellera ante la frustración, desde el incidente esa misma mañana había intentado comunicarse con su jefe un sin fin de veces, pero todo era inútil.
- Sr. Seguchi... Espero que se encuentre bien, no he sabido nada de usted, acaso se oculta? - río ante aquella burlesca pregunta - Le ruego que me llame cuando escuche este mensaje, tengo... - pensó un momento en sus palabras para así continuar - Una situación bastante interesante y también tenemos pendiente una conversación. Espero su llamada.
El extraño comportamiento del tecladista comenzaba a causarle cierta curiosidad, sólo esperaba que las cosas se solucionarán; dejando de lado el tema del tecladista tenía cosas más importantes que hacer con K, cuando el americano tuvo la información la cual por cierto era entre trágica, abrumadora e interesante se pusieron en marcha.
Con velocidad llegaron a un complejo de departamentos modesto, ambos con disfraces pues deseaban ser lo más discretos posible, al menos hasta que el plan del cantante se pusiera en marcha; pronto se encontraron frente a su destino, el albino toco la puerta dispuesto a poner en iniciar una partida bastante arriesgada.
- Buenas tardes - saludo el de ojos bicolor con sutileza ante la persona de su interés, misma que se vio sorprendida al verlo - Sería tan amable de concederme un poco de su tiempo, esto es de su total interés.
Muy lejos un hombre de ojos esmeralda se encontraba tumbado en el sofá de 4 piezas de su living, maldiciendo su suerte. En serio que tenía pésimo gusto o mejor dicho una terrible suerte para escoger al objeto de sus afectos.
Rememorando, su primer gran tragedia amorosa se situó unos 12 o tal vez 13 años atrás, cuando se enamoró de quien hoy fuese su ex cuñado, aquel escritor sólo le causó problemas desde el inicio, ya que enviarlo lejos para evitar que sufriera de acoso, costear su educación en los mejores institutos privados, contando su participación en el encubrimiento de la muerte de Kitasawa, los millones que invirtió en su terapia, los regalos nada económicos que le hizo para mejorar su estado de ánimo, todo para ser rechazado a causa de un mocoso de cabellos rosas, posteriormente traicionado.
Pero, nada se comparaba con quedar nuevamente en segundo término, ahora por una chiquilla menor por 15 años aproximadamente, pero que podía hacer, no se atrevió a hablar de sus emociones en su momento. Aunque quisiese cambiar las cosas, no sería capaz de echarle a perder el romance al albino, su propia experiencia de intervenir en una relación para su beneficio amoroso resulto en desastre, drama Eiri-Shuichi.
Tal vez lo mejor era dejar las cosas como estaban, pues no era capaz ahora de expresarle sus sentimientos al cantante, aunque esa hubiese sido su intención días antes, todo era muy doloroso, pero... amaba tanto a Zhiend que estaba dispuesto cederlo a alguien más, siempre y cuando fuera feliz. Esa fue la promesa que se hizo poco después de conocerlo, cuando al fin sus plegarias parecían haber sido escuchadas.
Suspiro con pesadez para así levantarse de su lugar, caminando un poco hasta el piano del cual era dueño, sonrió muy tenuemente, su instrumento aunque muy bueno, no se comparaba con el piano forte del victoriano. Absorto en su mundo, llevo sus manos hasta las teclas para empezar a tocar una pequeña melodía, una que llevaba componiendo desde en instante en que sus sentimiento por Zhiend afloraron, por desgracia sólo ahora que su corazón estaba roto y sus pocas esperanzas de ser correspondido destrozadas, encontraba la inspiración para terminarla.
(Rio Roma - Por eso yo te amo)
El piano unció con una melodía suave, con un poco de trabajo incluso pudiese haber sido una pieza más rítmica, pero ahora sólo era una balada de amor.
Por cómo me miras y me dices tanto cuando dices nada
Por cómo me tocas con esa mirada que acaricia el alma
Y por cómo me abrazas, por eso te amo ...hu hu hu hu!!
El sonido de piano se volvió un poco más agudo, sin embargo nadie podía negar que de trataba de una pieza muy linda, al menos en la parte instrumental.
Porque cuando le pedí al cielo que mandara un ángel
Me llevó hasta ti y antes de pensar en alguien
Pienso en ti primero incluso antes de mí
Porque atrapas mi atención, eres mi aventura,
mi emoción y mi inspiración
En aquella pieza el empresario trataba de expresar todo aquello, que el victoriano le hacía sentir, ya que si de algo estaba seguro era que Zhiend era único en muchos aspectos y al estar a su lado era capaz de sentir cientos de cosas, en esta parte elevaba el tono de su voz como deseando que sus emociones fueses escuchadas.
Por eso yo te amo porque eres más de lo que había soñado
Porque amo tu ternura y me vuelve loco tu pasión
Porque nadie me hace sentir como tú en el amor
Por eso yo te amo
Soy tu dueño pero también soy tu esclavo
Y si acaso alguna vez te has cuestionado la razón
Y por lo que sea nunca me lo has preguntado
Aquí te lo canto amor
Nuevamente el tono de su voz bajo un poco, en verdad que el albino lo había sentir de tantas maneras, el haber compuesto esa canción fue un reto, ya que expresar los sentimientos, especialmente el amor no era fácil.
Por cómo me inspiras y me vuelves loco cuando nos miramos
Porque haces cada día extraordinario
Y cada noche es perfecta en tus labios
Tu piel es mi espacio ...hu hu hu hu!!
Porque cuando le pedí al cielo que mandara un ángel
Me llevó hasta ti y antes de pensar en alguien
Pienso en ti primero incluso antes de mí
Porque atrapas mi atención, eres mi aventura,
mi emoción y mi inspiración
Era extraño que el presidente de NG cantara, normalmente era Ryuichi el encargado de esa parte, no obstante aquello no significaba que no fuese capaz de ello, al contrario pues poseía iba bella voz.
Por eso yo te amo porque eres más de lo que había soñado
Porque amo tu ternura y me vuelve loco tu pasión
Porque nadie me hace sentir como tú en el amor
La letra expresaba de una manera satírica su realidad, la de una persona enamorada desde lo más profundo de su ser.
Por eso yo te amo
Soy tu dueño pero también soy tu esclavo
Y si acaso alguna vez te has cuestionado la razón
Y por lo que sea nunca me lo has preguntado
Aquí te lo canto amor
Con mucha delicadez entonó los últimos versos de aquella letra, misma que escribió con todo su corazón e interpreto con el alma.
Porque son tus brazos al lugar perfecto a donde pertenezco
Porque si te tengo, tengo todo
En ti tengo todo… por eso te amo!!
De un momento a otro la melodía acabo, abriendo paso a que los sentimientos reprimidos del rubio se escaparan.
- Mientras tu seas feliz - sonrió el empresario, sin embargo aquel gesto se desmorono cuando un solitaria lágrima cristalina bajo por sus mejillas - Te juro nuevamente que velare por ti - cerro los ojos con gran dolor y con todo su autocontrol declaro - Ya que verte sonreír siempre deseare.
Mientras en otro lugar un par de hombres discutían acerca de su próximo movimiento, tras comprobar ciertas situaciones estaban dispuestos a llevar a cabo un pequeño plan.
- All this will be very complicate - anunció el manager rubio, mientras cruzaba los brazos.
- No realmente - contesto el menor muy tranquilo como de costumbre.
- Como puedes estar tan tranquilo? - pregunto con asombro el mayor.
- Porque las cosas no son tan complicadas como pensamos - declaro el más joven levantándose de su lugar para caminar hasta el ventanal - De hecho son simples en cuestión.
- Zhiend... - llamo el rubio - Sabes que confió en ti y te apoyo al 110% pero... - cruzo los brazos - Estas seguro que funcionara.
- Por supuesto - afirmo el albino hasta acercarse a una pequeña mesa que contenía un tablero de ajedrez - Y el elemento clave es Cassia King - sujetó una de las piezas para después mostrársela a su manager - Normalmente es la reina, quien protege al rey - una sonrisa burlona apareció en su rostro - Sin embargo mi juego consiste en convertir a una reina para derrocar al falso rey.
- Si me lo preguntas dicho plan es un tango arriesgado - opino el manager que se acercó hasta el tablero - Ambicioso... Pero arriesgado.
- Mi querido K - sonrió el menor con superioridad - El ajedrez y la vida son extremadamente similares - recargó su mentón sobre su mano - Hay que usar o como me gusta pensar "sacrificar" todas las piezas a tu disposición con tal de conseguir tu objetivo.
- Ha... Ha - río estrepitosamente el americano - En serio que eres terrible, no me gustaría tenerte como enemigo - miro al menor con ligereza - Considerando que has formado tras de ti un enorme batallón, listo para actuar a tu primer orden.
- Gajes del oficio - declaro el menor colocando las piezas del tablero una vez más en su lugar, ajeno a todo - Por cierto - se atrevió a hablar considerando una situación pendiente - Has sabido algo del Sr. Seguchi?
- Y a que se debe tanto interés en nuestro jefe? - pregunto el amante de las armas - Considerando que te mantienes ajeno a todo y TODOS - hablo enfatizando esa última palabra.
- El Sr. Seguchi es al igual que todos un peón más en mi juego - contesto con simpleza el albino, intentando restarle importancia - Creo haberlo mencionado, la última vez que estuvimos en tierras americanas.
- Como gustes - el americano se levanto de su lugar para dirigirse a la salida, abrió la puerta pero antes de salir - Zhiend... Podrás engañar a todo el mundo, si es que así lo deseas - lo miro con ternura - Conmigo no lo harás y te conozco lo suficiente y debes saber que tampoco lograrás engañarte, Thouma Seguchi es algo más que tu jefe o una peón de ajedrez como afirmas, - avanzo a la salida no sin antes - Las cosas cambiaron
La puerta del departamento se cerró, dejando a un joven de cabellera blanca sólo, permitiéndole suspirar con pesadez, K era demasiado listo como para ocultarle las cosas, además lo conocía a la perfección; pero lo más crítico era que tenía razón y a diferencia de muchas personas era demasiado maduro como para aceptar las cosas tal cual eran, es decir, por que negar lo que era verdadero, especialmente cuando juraba no mentir como el resto.
- Thouma es un buen amigo - confeso para así dirigirse a la pequeña biblioteca del lugar del lugar, tenía deseos de leer algo.
Los días siguientes la prensa acoso al albino con tal de conseguir algún tipo de declaración, sobre su reciente relación con su co-estrella Cassia King; recibiendo nada, pues el manager rubio o mejor dicho su basto arsenal de armas, era suficiente para mantenerlos alejados, especialmente si apreciaban su vida.
Por otro lado cada día que pasaba se convertía en una tortura mental para el empresario, quien tenía encender el televisor sólo para escuchar a los medios hablar de la gran felicidad de la pareja más querida del momento Cashiend, que por lo visto se la pasaban de maravilla; incluso se esperaba que diesen su primera declaración a los medios en una semana. Tanto era su dolor que decidió desconectarse del mundo real, tanto así que no tenía ni la menor idea de donde estaba su móvil.
Al día siguiente muy a su pesar decidió que no podía seguir torturándose mas, así que regresaba a Japón a sumergirse en el trabajo para poder olvidar aunque sea un poco su dolor. Ya se encontraba en la sala de espera VIP, para el llamado del jet privado de su compañía y como por arte de magia la vio.
Ahí estaba esa mocosa de cabellos castaños, que le había quitado lo que más amaba en este mundo, su cara de muñeca le revolvía el estómago, con toda la determinación posible se acercó hasta ella, para dejar algunas cosas claras aprovechando la ausencia de su manager, el cual parecía no estar presente.
- King - llamo a la chica por su apellido, su tono era muy serio más de lo normal, incluso su eterna sonrisa había desaparecido.
- Si - la castaña reconoció al rubio casi de inmediato, pues se trataba del jefe del albino, mismo que lo acompaño en la premier semanas atrás - Sr. Seguchi, como se encuentra? - saludo con educación hasta que...
- Escucha niña - expreso con un tono serio - Nada de formalismos quieres... Necesito hablar contigo y prefiero ir directo al grano... Comprendes - cada palabra parecía ser escupida con desdén cosa que aturdió a la joven.
- Cla... Claro - fue todo lo que la pobre cantante pudo contestar a causa del miedo.
- Escucha, quiero pedirte... No... Quiero exigirte que hagas feliz a Zhiend - soltó sin más logrando que la chica se sobresaltara e intentara hablar cosa que no le fue permitida - Ahórratelo - declaro para así comenzar a alejarse ya que su vuelo acababa de ser anunciado - Pero te advierto... Si le haces daño, créeme que usare todo el poder que poseo para destruirte... Es una promesa.
- Por que me dice eso? - pregunto la castaña casi al borde de un colapso.
- Simple - el rubio se detuvo y por primera vez la joven vio algo diferente en aquel hombre, - Zhiend es lo más importante para mi, aunque yo no lo sea para el - continuo su caminata - Con tal de verlo feliz soy capaz de todo, incluso cederlo a alguien más.
- Estas enamorado de el - aquello fue más una afirmación que una pregunta de parte de la más joven.
- Si valoras tu integridad - contesto el rubio sin detener el paso - Más te vale no hablar de esto con nadie - la amenaza era fuerte - Sólo hazlo feliz.