• Elegancia combinada con un frio intenso, eso era Londres...
Una bella ciudad que parecia una pintura viviente de los dias de la reina Victoria.
De todos los lugares en el mundo aquel parecia ser el predilecto del cantante albino, quien sentado con usual elegancia miraba con una tenue y casi imperceptible sonrisa.
- Londres... es un lugar muy bello - admitio el rubio sentado a un lado del las joven de aquel pintoresco grupo.
- Es una ciudad con encanto propio - admitio el albino dirigiendo su mirada a su jefe.
- Es linda... pero no para causarme admiracion - admitio el amante de las armas que venia ocupando toda la parte frontal de aquel clásico taxi londinense.
Tras su llegada al viejo continente, la gira europea inicio y ahora despues de 6 meses de una desenfrenada agenda de trabajo, el final se veia cerca, pues el ultimo concierto seria en la tierra del Big Ben.
Aquel grupo de tres hombres se encontraba abordo el tipico taxi, el cual en su area de pasajeros los asientos se encontraban frente a frente, permitiendo a sus ocupantes mirarse directamente mientras conversaban.
- Por cierto Seguchi - continuo el rubio de larga cabellera - Fuiste muy amable al dejarme para mi solo este asiento - declaro estirandose aun mas para quedar casi recostado en su lugar, al mismo que le guiñaba un ojo.
- K - regaño el empresario a forma de susurro - Es imposible que estuvieses comodo si te sentabas a mi lado o con Zhiend eres mucho mas alto que cualquiera que nosotros.
- Claaarooo... - contesto dejando ver nuevamente un poco de burla en su voz.
El empresario solo pudo hacer una pequeña seña para pedirle que se controlara, desde que el americano descubrió sus intenciones para con el albino, este se habia puesto de lo mas pesado pues hacia comentarios con doble sentido a cada momento.
- ¿Que sucede con ustedes? - pregunto el menor mirándolos alternadamente sin comprender como de costumbre lo que sucedia a su alrededor.
- Nada - declaro el empresario sonriendo - Por cierto - se apresuro a cambiar el tema antes de que al americano se le ocurriera una nueva forma de molestarlo - ¿Donde se supone que vamos a hospedarnos?
- The Lanesborough - confeso el cantante con delicadeza sin quitar la mirada del frente pues tras su respuesta se irguio para recuperar su postura.
- ¿Queeeeee? - grito el tecladista con los ojos en blanco - ¿Estas bromeando? ¿Verdad? - pregunto recobrando un poco su semblante.
- No se trata de ninguna broma - contesto el cantante para despues cerrar los ojos.
- Pero... The Lanesborough es un de los mejores hoteles de Londres por no decir que es el mas lujoso de Europa - explico el tecladista sin poder creer que se hospedarian en aquel maravilloso lugar.
Ninguno realizo un comentario mas sobre aquello y prosiguieron su camino.
- No puedo creerlo - menciono el ex tecladista de NG, el cual se encontraba frente a aquella hermosa joya londinense.
El Lanesborough es un hotel de 5 estrellas en Hyde Park Corner en Knightsbridge, en el centro de Londres, Inglaterra. El hotel es operado por la Colección Oetker. Es de estilo neoclásico y figura en el Grado II. Enfrente están Hyde Park y Apsley House, la casa de los Duques de Wellington en Londres. El hotel está al lado de la estación de metro Hyde Park Corner.
Inmediatamente al llegar el personal del hotel llego para hacerse cargo del equipaje de aquel trio, que sin más avanzó para ingresar, de inmediato fueron abordados por quien parecía ser el gerente del hotel, este saludo con gran alegría al albino.
- Me. Zhiend it's amanzing see you again (Sr. Zhiend es asombroso verlo de nuevo) - mencionó el hombre realizando una reverencia para después estrechar la mano del menor.
- Mr. Phillips a long time not see us ( Sr. Phillips ha pasado tiempo sin vernos) - contestó el cantante correspondiendo el saludo.
- What a pleasant visit, since I knew I would give a concert in London, I dared to prepare your room (Que agradable visita, desde que supe que daría un concierto en Londres, me tome el atrevimiento de preparar su habitacion) - el hombre llamó a un valet para que se llevara el equipaje - It allows me to personally guide you to your room (Me permite guiarlo personalmente a su habitacion) - tras eso el menor solo asintió para comenzar a andar, no sin antes indicar a sus dos acompañantes que avanzaran.
De inmediato subieron al elevador el cual los llevó hasta el último piso, avanzaron unos cuantos pasos hasta su destino, el gerente pasó introdujo una tarjeta la cual servía como llave y así la puerta de abrió.
El recibidor era amplio como un pasillo, predominaba un tono entre arena y ocre desde el piso hasta el cielo, en donde cuatro lámparas redondas estilo candelabro iluminaban la estancia, a la izquierda dos espejo de gran tamaño y borde redondo en lo alto, al frente de cada mismo una pequeña mesa redonda cristal y tres pies, decorada con un jarrón oscuro y haciendo juego dos sillones clasicos con tapicería. En lo que podía percibirse como una división a otro cuarto dos mesas largas con jarrones decorados adornaban el lugar.
- Es en verdad lujoso - afirmó el empresario mirando con atención cada mínimo detalle.
- If you need anything else to make your stay pleasant, do not hesitate to ask me (Si necesita de algo más para que su estancia sea agradable, no dude en pedirmelo) - declaro el hombre para después salir de la habitación.
El grupo de hombres avanzó para ir recorriendo aquel hermoso lugar digno de un rey,
- Vaya esta habitación debe costar una fortuna la noche - admitio el empresario, si bien el dinero no era un problema, si bien no era del tipo de personas que despilfarraba en cosas tan costosas como esa habitación.
- Nuestra estancia no generará ningún costo Sr. Seguchi - declaró el albino que regresaba de pasear por el balcón de la habitación.
- ¿Cómo que nuestra estancia no generará ningún costo? - pregunto el ex tecladista.
- Zhiend, es accionista del hotel - ahora fue el turno del manager en unirse a la plática, logrando con su respuesta que su jefe levantara las manos y hiciera un grito silencioso por lo que acaba de descubrir - Hablando en acciones eres 20% dueño ¿No es asi?
- Inicialmente - contesto el mas joven del grupo - Al final de este año mis acciones subiran a un 35% por lo que sere el accionista mayoritario, en conjunto con la familia de Duque de Wellingtong.
El empresario solo pudo abrir la boca en señal de asombro, al mismo que temblaba un poco. Eso era nuevo, jamás se hubiese imaginado que el albino al igual que el tuviese otros negocios diferentes a la musica, pero no es como si supiera mucho del cantante realmente, pues lo poco que sabía era mucho más que el público en general y eso debido a que tenía cierta relación de amistad o compañerismo con el menor.
- Vaya... - el empresario comenzó a reír y después continuó - Yo también soy dueño de un hotel en el sur de Japón, es muy lindo pero nada comparado con este lugar - admitio - Tal vez... cuando la gira termine podamos visitarlo.
El más joven observó con atención a su jefe, sonriendo un poco ya había perdido la cuenta de las veces en más que el mayor extendia diversas invitaciones hacia su persona, la mayoría de las veces se negaba ya que eran a lugares demasiado exclusivos, elegantes y caros. Al mantener aquel gesto el empresario entendió de inmediato que la respuesta era no.
- Entiendo - río desilusionado no era la primera vez que su adoración rechazaba alguna invitación.
El ex tecladista olvido su desilusión de inmediato, ya sabía la respuesta y no se sentía mal, cualquiera hubiese pensado que al poder hospedarse en aquel palacio londinense, un pequeño hotel en la costa no era nada. Sin embargo el rubio era consciente que el dinero no era algo que moviera al menor como a la mayoría de las personas, a pesar de ser un hombre con una inmensa fortuna, en si era alguien sencillo.
Eso lo comprobó un día cuando por capricho del más joven, caminaron un poco por los alrededores de NG Récords y pos casualidad llegaron a un pequeño puesto de comida callejera. Cuando el aroma de los fideos fritos llegó hasta la nariz del albino, se sentaron y pidieron algo para cenar, a pesar de haberle sugerido ir a un restaurante 5 estrellas en lugar de ese puesto callejero. Aún recordaba como la cara de su adoración se iluminó al probar aquello, eso sin olvidar sus palabras.
"Esta delicioso"
Aquello fue adorable a pesar de que fueron interrumpidos por el americano, quien pensó que el cantante se había perdido "otra vez", después de que los tres terminaran su cena y comenzarán su regreso a la disquera el americano dijo algo, nada importante pero aún así no se lo hubiera esperado.
"Este es el puesto que Shuichi y Hiroshi frecuentaban, era su favorito"
Tras esas palabras siguieron caminando
- Sr. Seguchi - llamó el albino al notar que su jefe parecía perdido en sus pensamientos - ¿Se encuentra bien?
- Claro - respondió al instante mostrando una gran sonrisa - Es que me quedé pensando, el último concierto es hasta dentro de una semana, ¿Que hacemos en Londres?
- Lo mismo quisiera saber Zhiend - el americano se unió a la platica - No es usual de ti el llegar con demasiada anticipación.
- Nada realmente - contesto el menor retomando su usual tranquilidad, para así sentarse en uno de los sillones individuales - Como mencione anteriormente al finalizar este año mis acciones en este hotel subirán, tengo que ver algunas cosas con el consejo de accionistas.
Aquellas palabras dejaron tranquilo solo a uno de los rubios, mientras que el otro desconfiaba ya que al ser el mánager del cantante llevaba al día todos sus negocios y si mal no recordaba no tenían ninguna cita para dicha situación.
Después de un tiempo los tres se fueron a sus habitaciones, justo cuando el más joven ingresaba a la suya fue detenido por sus mánager el cual no parecía muy contento.
- A mí no me engañas - el americano cruzó los brazos - Te conozco lo suficiente vamos... ¿Que tramas? - el más joven estaba por responder pero fue interrumpido - Y no me digas esa mentira sobre una reunión con el consejo del hotel.
- Creo K... que estas un poco paranoico - contestó el albino con mucha tranquilidad - Solo son detalles que deseo conocer, no hay que mover ninguna pieza del tablero sin antes estar seguro de ¿cuál será tu siguiente movimiento?
- Te voy vigilar - fue lo último que el amante de las armas antes de retirarse a su habitación.
Al momento el albino ingresó a la propia se acercó hasta su cama, se recostó, cubrió su rostro con uno de sus brazos y suspiro con pesadez.
- Esto se va a complicar - declaró para así incorporarse de su lecho y acercarse hasta su equipaje del cual extrajo una pequeña caja.
La abrió como muchas otras noches lo hacía dentro de la misma se hallaba el hermoso dije con aquel símbolo extraño que recibió, con delicadeza pasó sus dedos por el contorno del mismo, cerró los ojos y ahí estaba.
Un flash inmediato invadió su mente se trataba del mismo símbolo pero en un anillo, por lo visto era el quien lo sujetaba y lo extendía a una figura ante el, la cual se encontraba borrosa por más que intentaba descubrir la identidad del sujeto ante el, esta se mantenía en el anonimato; tan rápido como vino ese recuerdo se fue.
- ¿Por qué? - se preguntó el cantante - ¿Por qué siento que esto fue importante para mí?
Tras lanzar un enorme suspiro continuo contemplando aquel colgante, pero en especial el fondo de la misma donde venía un logotipo, mismo que ya había investigado, se trataba de una pequeña joyería que realizaba trabajos especiales y los enviaba a todas partes del mundo.
- Hatton Garden - repitió el nombre con suavidad- Ya veré como manejo la situación, esos dos no representan un obstáculo - río un poco para después - De todas formas no es casualidad que la joyeria Hatton Garden este en Londres.
Con tranquilidad se deshizo de su ropa victoriana y se colocó la pijama, aunque aún no dormiría tenía que planear con mucho cuidado como iba que mover las piezas de su tablero.
A la mañana siguiente los tres hombres desayunaron en el pequeño saloncito de su habitación, todo parecía muy tranquilo hasta que alguien llamó a la puerta.
- Adelante - contesto el más joven de inmediato el gerente ingreso a la sala - Sr. Phillips ¿A qué debemos el gusto?
- I have come to inform you that I already have the balance sheets, at the same time that your representative will be informed about the numbers of this year, all as requested (He venido a informarle que ya tengo los balances, al mismo que se le informara a su representante sobre los numeros de este año, todo tal cual me lo solicito)
- Thank you for your attention, my representative will meet with you shortly (Le agradezco su atención, mi representante se reunirá con usted en breve) - el gerente realizó una reverencia y se retiró - Y tu que dudaba de mis palabras - el menor se dirigió a su mánager.
- Ya decía yo que algo tramabas - contestó el mánager mirando con burla a su protegido - Ahora suelta la sopa.
- Recuerdas que mencioné que muy posiblemente podría ser dueño del 35% de las acciones de este hotel - el amante de las armas asintió - Hablemos en privado.
Tras aquellas palabras ambos se retiraron a otra ala de la estancia dejando al empresario solo, sintiéndose un poco fuera de lugar.
Desde que admitió sus sentimientos hacia el cantante uso todo tipo de artimañas para estar a su lado, cosa que jamás hizo por otras estrellas que pasaron por NG y eran estos momentos en los que se daba cuenta de era el quien sobrará en la dinámica. El americano no solo era representante de Zhiend, también era su abogado, confidentes, mano derecha y amigo, el nivel de confianza entre ambos era increíble nada comparado con su relación con el albino. Unos minutos después ambos hombres regresaron para continuar su desayuno.
- Cuento contigo K - remarcó el vocalista para después seguir bebiendo su te.
- Dalo por hecho niño - fue la única respuesta del rubio - Por cierto que haras toda la tarde mientras este ocupado.
- Aún no estoy seguro - confeso el menor - Tal vez si el clima lo permite, disfrute de una pequeña caminata a Hyde Park en compañia claro de un buen libro, no he tenido mucha oportunidad de ello desde que la gira inició.
- No creo que debas salir del hotel Zhiend - se unió el empresario sonriendo- Podrías perderte.
- Tiene razón Sr. Seguchi - contestó de inmediato el albino - Hay forma de que abuse de su tiempo y me acompañe - pidió mostrando aquella sonrisa tan suave misma que el rubio no podía resistir.
- Será un placer - contesto de inmediato el empresario, pensando que tendría a su adoración todo la tarde.
- Entonces está decidido - afirmó el menor mientras un sonrisa de satisfacción se formaba en su mente.
Cada hombre se fue a su habitacion a preparase para su salida, el cantante estaba consciente de que muy posiblemente estuviese manipulando a su jefe para llevar a cabo sus planes, pero dadas las circunstancias era lo mejor.
- Situaciones desesperadas, medidas desesperadas - aclaro el vocalista finalizando de arreglar su corbata y guardando entre sus ropas la caja con el colgante.
Thouma Seguchi era un hombre muy inteligente, precavido y con una buena educación, al menos a su parecer. No entendía porque muchos lo consideraban como alguien despiadado y peligroso, para su idea era alguien muy común y por común se refería a que era muy sencillo de manipular, a diferencia de su mánager que era capaz de darse cuenta de cualquier cosa inusual que se diera a su alrededor, cualidad que compartían.
El americano era sumamente protector con el, a pesar de que muchas veces le había demostrado que era capaz de cuidarse solo, le dolió tener que recurrir a ese instancia pero si se lo confesaba jamás le permitiría llevar a cabo lo que deseaba, por eso era que para esa pequeña misión necesitaba a alguien que pudiese burlar y por desgracia esa persona era su jefe.
- Te encargo a Zhiend - rogaba el amante de las armas al mismo que se despedía de ambos músicos - Procuren no volver muy tarde, fue todo lo que dijo para después desaparecer por la inmensa puerta.
- Es hora de irnos Zhiend - afirmó el ex tecladista mostrando una cara de genuina felicidad, logrando que el menor se sintiera culpable.
- En verdad soy un completo bastardo - susurro el albino saliendo de la habitación.
Al entrar a Hydd Park el empresario recordó que el menor deseaba disfrutar un poco de la vista en conjunto de un buen libro, por lo que casi de inmediato tomaron camino a la zona de tumbonas (camastros). El rubio iba tan ensimismado en sus pensamientos que apenas miró a su acompañante que estaba unos pasos atrás, cuando al fin alcanzaron su destino se giró para llamar al menor.
- Hemos llegado - declaró pero al girarse el albino no se encontraba ahí - Zhiend... - miro para varias partes - Zhiend... - al darse cuenta de la realidad solo pudo gritar - Zhiend....
Durante tres horas el empresario estuvo buscando al más joven por todo Hyde Park, inicio si búsqueda en Speakers' Corner, cerca del antiguo sitio de las horcas de Tyburn, y Rotten Row, que es el límite septentrional del sitio del Palacio de Cristal. Posteriormente recorrió todo el
sureste donde está Hyde Park Corner, el sur del Lago Serpentine donde se encontraba el Memorial de Diana, Princesa de Gales, pasó por el "Haya Llorón", Fagus sylvatica, conocido afectuosamente como "el árbol al revés", en su loca carrera regreso al The Lanesborough, incluso reviso el lugar donde fue tomada la fotografía de la portada del álbum Beatles For Sale de The Beatles que fue tomada en el Hyde Park, en el otoño de 1964, pero nada después de tres horas de correr sin sentido se encontraba exhausto pero su preocupación fue mayor ya que Hyde Park era enorme, 625 acres eran casi 3 km y solo le quedaba un lugar por revisar el Memorial del Holocausto, la lluvia comenzaba a caer aquello lo desespero más al recordar que antes de iniciar la gira la salud de su adoración se vio afectada por la situación de los rodaje de Still Alive, rogaba a los dioses por que su amado se encontrase allí.
Los faroles comenzaban a encenderse conforme avanzaba, sus ropas ya estaban empapadas pero eso no le importaba en lo más mínimo, cuando faltaba muy poco para llegar pudo divisar un figura, al igual que el se encontraba completamente bañana por la lluvia, pero distinguiría esa silueta donde fuera.
- Zhiend - grito al mismo que se detenía tratando de recuperar un poco su respiración.
- Sr. Seguchi - hablo el albino finalmente, pero fue todo lo que pudo decir nada más pues de inmediato fue rodeado por un par de brazos.
- Zhiend... gracias a Dios que estás bien - dijo el empresario aliviado al fin - Estaba tan preocupado, en verdad lo siento solo me dio la vuelta por un segundo y te perdí de vista - trataba de calmar su agitada respiración - Te busqué por todo Hyde Park
Al sentir aquel contacto el más joven fue consciente de que su acompañante en verdad estaba angustiado, especialmente al saber que fue capaz de buscarle por todo Hyde Park, en ese momento la culpa lo invadió.
- Algo similar me pasó - sonrio un poco el menor - Me detuve a mirar el lago por un momento y ya no lo encontré, lo siento... de verdad lo siento, no era mi intención causarle esta preocupación- dijo colocando su cabeza - Lo siento... de verdad... lo siento.
El rubio sintió algo diferente, su espalda sentía la fria lluvia caer pero en su cuello sentía una calidez que bajaba se separó y entonces lo vio. El menor estaba sonrojado pero no por el frío, sino porque las lágrimas recorrían ferozmente su rostro sin poder contenerlas.
Para el rubio aquello fue la imagen más hermosa del mundo, su adorado Zhiend lloraba libremente sin poder contenerse, desde que se conocieran mostraba una imagen de fortaleza pero ese día, se derrumbó dejando a una persona asustada, que se aferraba a sus brazos como un náufrago a la orilla.
- Lo siento - era lo único que el más joven podía repetir.
- Zhiend - llamó el mayor tratando de tranquilizar a su adoración, lo acogió más fuerte entre sus brazos - Tranquilo Zhiend, todo está bien, aquí estoy.
El empresario pensó que tal vez el cantante se asustó al verse nuevamente perdido o posiblemente culpable por causar algún tipo de molestia por su terrible sentido de orientación, no lo sabía pero sin importar cuál fuese el motivo, cumpliría su palabra de proteger y velar por la persona que amaba, sin importar como haría todo lo que estuviera en sus manos para que aquella hermosa sonrisa que el menor siempre mostraba jamás se desvaneciera.
- Todo está bien - afirmó el rubio estrechando al cantante con más fuerza - No pasa, nada yo estoy aquí - afirmo sonriendo mientras con su mano acariciaba aquella cabellera plateada al igual que la espalda del más joven, intentando reconfortarlo aunque fuese un poco - Y siempre estaré contigo.
- ¿Como? - pregunto el vocalista tratando de calmar aquellos espasmos que lo atacaban.
- No importa lo que pase - declaró el empresario mostrando toda la seguridad que lo caracteriza siendo por primera vez el Thouma Seguchi que fue en el pasado - Siempre estaré contigo... Siempre...
No supo el por qué pero esa palabras calaron muy hondo en el corazón del cantante, algo en su interior se tranquilizo y sin comprender el motivo de aquello solo pudo preguntar.
- ¿Lo prometes? - era la primera vez que tuteaba a su jefe, en ese momento los modales estaban en el olvido.
- Lo prometo - fue lo único que el rubio dijo.
Una sonrisa de felicidad se mostró en los labios del albino, por primera vez en mucho tiempo se sentía en paz, a ninguno le importo la lluvia que caía sobre ellos, lo unico importante era la seguridad que les brindaba estar juntos.
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