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ZHIEND, ¿Una sombra olvidada" por LORD GRIM

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Notas del capitulo:

Hola a todos(as)... 

Espero que se encuentren bien, porque les tengo una noticia un poco triste. 

En este punto me siento un poco frustrada, se me ha dificultado darle una hilacion que me gusta al fic de "Infidelidad inducida" ya van tres borradores que hago y elimino por lo anterior, por tal motivo decidí dejarlo de lado por una temporada al menos hasta que la continuación me guste de verdad porque de lo contrario no puedo publicarlo... espero su comprensión. 

.Mientras tanto espero que disfruten mucho este nuevo capítulo, ya que el anterior fue relativamente corto  a diferencia de esta que tiene 5581 palabras... Hay pero que cosas. 

 

Bueno sin más que decirles espero que les guste. 

 
La habitación se encontraba a oscuras siendo iluminada solo por el fuego de una chimenea, al frente de la misma se hallaba el albino quien miraba fijamente la leña crujir, eran cerca de las 3 a. m. pero no era capaz de conciliar el sueño, los sucesos de aquel día habían sido demasiado estresantes para su persona, pero era evidente que terminaría sintiendo ese mar de emociones después de lo que había hecho, estaba orgulloso de sus acciones… para nada, lo que hizo al final fue productivo… en lo absoluto, se sentía buen consigo mismo… solo confirmaba lo que ya sabía que era un bastardo. 
 
- ¿Dónde quedó tu código de “yo no miento"? – se culpó al mismo que se cubría con aquella manta al empezar a recordar todo.
 
Flash back… 
 
Al entrar a Hyde Park ambos músicos caminaron uno frente al otro, como un par de turistas admiraron un poco el paraje de aquel lugar, el menor percibió que su jefe lucia extrañamente animado y de vez en cuando tomaba alguna fotografía con su celular, por lo visto era la primera vez que visitaba Hyde Park a diferencia de el, quien a cada oportunidad que tenía visitaba aquellas tierras. 
 
La caminata duró unos cuantos minutos debido a que la zona de tumbonas se encontraba casi del otro lado del parque, pero en todo momento el albino estaba en busca de una oportunidad para despistar al rubio, de momento un grupo de personas empezó que caminar a su par y así aprovechando el descuido del mayor detuvo su andar ocultandose entre aquella multitud, fue capaz de observar como el empresario se alejaba poco a poco, cuando finalmente su figura desapareció de su vista, giró sobre sus talones y se dirigió al Memorial del Holocausto, al estar de frente se quitó el collar que llevaba puesto y lo ocultó entre algunos arbustos, hacia eso debido a que si el rubio se contactaba con K, este usaría el rastreador que colocó en el collar para localizarlo y si eso sucedía tendría que dar muchas explicaciones, cosa que no deseaba. 
 
Lo siguiente que hizo fue correr hasta la entrada más cercana del parque, por extraño que fuese no tenía problemas para guiarse en Hyde Park por lo que fue muy sencillo encontrar la salida, al llegar de inmediato abordo un taxi. 
 
- A la joyería Hatton Garden – pidió y de inmediato el conductor inició el camino. 
 
El recorrido fue relativamente corto, cuando estuvo frente a su destino bajo del taxi que lo dejo justo enfrente de aquel negocio, agradeció el servicio , pago e ingreso.
 
Hotton Garden es una joyería que se encuentra en el 29 Greville St, Hatton Garden, Holborn, London EC1N 8AF, Reino Unido, administrada por una dinastía de joyeros quienes ofrecen ni menos que las formas más innovadoras y exclusivas desde hace más de 200 años, presentan diseños clásicos y artesanales con un toque contemporáneo, cada uno creado personalmente para el cliente individual, es decir que no había dos productos iguales. Esta tienda bien conservada presentaba joyas de la más alta calidad para cumplir con los estándares de un público selecto, cada única en su tipo de una excelente colección demostraba una artesanía meticulosa con productos que nunca se producen en masa, los diamantes premium no tienen conflictos y cada piedra preciosa tiene un origen ético y se producian en el taller de Londres, un lujo que no sacrifica el arte.
 
El vocalista estuvo por unos momentos admirando la colección vintage, al estilo victoriano y tal como prometía la publicidad no halló ninguna pieza similar a su colgante o alguna de las que estuviera en exhibición, retomo su camino hasta el mostrador donde se encontraba un hombre que rondaba los 80 años, era bajo, delgado, encorvado por el peso de los años y usaba lentes. 
 
- ¡Buenas tardes señor! – saludo el dependiente muy alegre e ignorando la vestimenta poco usual del recién llegado – ¿En qué puedo servirle?
 
 
- ¡Buen día! – saludo el cantante al mismo que buscaba entre sus ropas la caja que contenía el extraño dije – Me gustaría pedir información sobre este articulo – de inmediato lo colocó sobre el mostrador y lo abrió para mostrarlo. 
 
 
- Es un pieza hermosa – declaró el dependiente tomándola entre sus manos para observarla mejor – Pero… ¿qué desea saber sobre ella? – pregunto 
 
- Fue un regalo, me llego de forma anónima – contesto el más joven – Estoy en busca de quien tuvo este detalle para con mi persona , como comprenderá no tiene nada de sencillo. Entiendo que ustedes hacen pedidos especiales y es evidente que esta pieza no es algo a lo que cualquiera puede acceder.
 
- Usted tiene razón, está joya al ser un pedido especial tiene un costo de €35,000 – expreso el dependiente logrando asombrar al menor, pues significaba que aquel colgante oscilaba entre los $38,000 y $40,000 dólares. 
 
- ¿Podría darme el nombre de la persona que encargo el colgante? - pidió el albino. 
 
- Cuanto lo siento – se disculpó el mayor Pero me temo que quien hizo el pedido no fue realmente el comprador.
 
- Disculpe… pero me temo que no comprendo – explico el vocalista esperando una respuesta un poco más clara. 
 
- Como usted lo mencionó hace un momento, no cualquiera puede permitirse adquirir cualquier producto de la tienda, ya que nuestros precios no son económicos más al tratarse de un pedido especial – comentó al mismo que sacaba lo que parecía ser un libro para empezar que buscar algo - La persona que lo compró por así decirlo, llegó a la tienda con un maletín dentro venia una solicitud por escrito, las especificaciones del colgante y un cheque por $50,000 dólares. De la misna forma realizaba una petición de que cuando la pieza estuviese terminada fuese enviada a una dirección en Japón. 
 
El hombre le extendió el oficio al cantante quien lo miraba con atención tratando de buscar alguna clase de indicio, pero no había mucho ya que el misterioso sujeto se mantuvo en el anonimato, refiriéndose a si mismo como alguien arrepentido de sus acciones y que deseaba a través del presente expresar sus disculpas. En el papel se encontraba la dirección de NG, donde el paquete fue recibido por su mánager quien por lo visto no encontró nada sospechoso y se lo hizo llegar.
 
- Se lo que esta pensando – lo interrumpió el mayor – Que la forma en que lucramos no es la apropiada al hacer pedidos bajos dichas circunstancias, pero no es la primera vez que nos sucede algo similar, le sorprendería la cantidad de encargos que tenemos bajo la misma línea. Además verificamos los fondos del cheque y todo estaba en orden. 
 
- Comprendo – dijo el menor un poco decepcionado al descubrir que su pequeño escape había sido en vano – Le agradezco su atención y lamento haberle infortunado – con esas palabras el cantante guardó el colgante y se encaminó a la salida. 
 
- Si el joven me lo permite – el albino se detuvo al escuchar la voz del hombre que salió del mostrador y con paso lento se acercó hasta el – Soy un hombre sencillo que ha trabajado en esto durante más de 70 años y en todo ese tiempo jamás he olvidado ninguna pieza que haya salido por estas puertas – extendió su mano pidiendo al joven que le permitiera la joya nuevamente, lo cual fue realizado por el vocalista, el hombre la sujetó con las dos manos y continuó - La vida de un joyero es simple la mayor parte del tiempo, hay quienes piensan que entre más grande, ostentoso o fino sea el artículo eso es suficiente- mostró un sonrisa - Pero... existen pequeñas excepciones que lo que buscan es transmitir lo que tienen en su corazón y somos nosotros los artesanos que deberán transformar ese sentimiento en realidad. Dime un cosa sabes ¿Que significa este símbolo? 
 
- No realmente- confesó el más joven, que escuchaba atentamente las palabras de aquel viejo hombre. 
 
- Esto... es un nudo Celta, uno de tantos pero este es conocido como un nudo perenne - espero un segundo al notar que había captado la atención del más joven - Los nudos celtas son considerados infinitos por que siempre son realizados de un solo trazo que no permite ver principio o fin; es decir representan el infinito, desgraciadamente no tuve la oportunidad de conocer a la persona que realizo este pedido tan significativo pero si puedo decirte algo - con cuidado se acercó hasta el albino y con la torpeza de un hombre ya mayor lo coloco en su cuello- Tu jovencito debes sentirte honrado porque esa persona aún te ama infinitamente ya que trato de poner todo ese amor en este colgante. 
 
El hombre sonrió con una suavidad tranquilizadora, de aquellas que te regalan los abuelos logrando que tus miedos desaparezcan, al menos ese fue el pensamiento que el más joven percibió. 
 
- "Deja que el tiempo pase, y ya veremos lo que trae" - expreso el anciano palmeando al cantante con la mano izquierda, mientras mantenía la derecha en su espalda. 
 
- Gabriel García Márquez fue quien lo dijo- contesto el albino recordando de inmediato aquella frase. 
 
- Eres un jovencito muy inteligente - expreso el hombre - Lamento no haber podido serte de ayuda, pero... algo me dice que lograras hallar las respuestas que buscas. 
 
El vocalista sonrió con ternura le otorgó al mayor una reverencia para así despedirse y salir de la tienda. Durante su regreso a Hyde Park un sentimiento de nostalgia y preocupación lo invadió, pues recordaba las palabras del dependiente. 
 
"Tu jovencito debes sentirte honrado porque esa persona aún te ama infinitamente ya que trato de poner todo ese amor en este colgante" 
 
"Aún te ama" ahí estaba el detalle, no se necesitaba ser un genio para darse cuenta de que la persona que le obsequió el dije era la misma que le envió las rosas marchitas y... y la serpiente. 
 
No podía ser coincidencia se trataba de alguien de su pasado, es decir, no había muchos que supieran de su fobia a las serpientes, no había duda, era evidente que el individuo sabía muchas cosas de el mismo, eso sumado a que la nota que llegó con el macabro detalle " Aún te amo... no dejaré que me olvides" 
 
- Las coincidencias no existen en este mundo - medito con calma, detestaba la situación de poder recordar. 
 
Tras unos minutos llegó nuevamente a Hyde Park, de inmediato se dirigió al Memorial del Holocausto, al mismo que rogaba que su mánager no hubiese puesto de cabeza medio lugar buscándolo. 
 
Seguía forzando su mente para tratar de descubrir al actor intelectual de toda ese enredo, pero no lograba nada, en verdad que era frustrante, no se consideraba una persona tonta, pero esto lo superaba y por mucho. Desde que podía recordar había sido capaz de resolver todos y cada uno de los desafíos que se le presentaban y lo lograba porque siempre tuvo la previsión de conocer todo y cada una de las piezas de su tablero, cada pieza estaba donde tenía que estar, cada movimiento había sido planeado para llegar al final deseado, pero en este caso había un elemento que se encontraba en el anonimato, la identidad de su oponente. 
 
La lluvia comenzó a caer pero eso no le importó en lo más mínimo, aquel regalo del cielo era algo que no podía controlar, a diferencia de otras cosas, la ira lo invadía, odiaba sentirse vulnerable y no tener el control de su vida, no iba a dejar que nadie lo manipulara, no lo iban a dañar... no otra vez. Con fuerza levantó su puño y lo estrelló en contra del Memorial, sentía tanta impotencia pero no se rendiría. Ni hablar...
 
- Zhiend - un grito lo sacó de su mundo, al girarse se dio cuenta de lo tarde que era, pues los faroles del parque ya estaban encendidos, al mismo que se encontró con su jefe respirando con dificultad e intentando recuperar el aire, al observarlo con mayor detalle notó que estaba igual de empapado que el. 
 
- Sr. Seguchi - llamo el albino al ver a su jefe, estaba por hablar, pero no pudo decir nada más pues de inmediato fue rodeado por un par de brazos. 
 
- Zhiend... gracias a Dios que estás bien - dijo el empresario aliviado al fin - Estaba tan preocupado, en verdad lo siento solo me di la vuelta por un segundo y te perdí de vista - trataba de calmar su agitada respiración - Te busqué por todo Hyde Park
 
Al sentir aquel contacto el más joven fue consciente de que su acompañante en verdad estaba angustiado, especialmente al saber que fue capaz de buscarle por todo Hyde Park, en ese momento la culpa lo invadió, era un egoísta y un bastardo de eso no había duda. 
 
- Algo similar me pasó – sonrió un poco el menor - Me detuve a mirar el lago por un momento y ya no lo encontré, lo siento... de verdad lo siento, no era mi intención causarle esta preocupación- dijo colocando su cabeza en el hombre del rubio - Lo siento... de verdad... lo siento - dijo sintiendo cada vez peor por sus acciones. 
 
Como había sido capaz de hacerle algo así a la persona que había estado a su lado desde su llegada a Japón, aquel de le había ofrecido su amistad, aquel que lo trataba con suma amabilidad, aquel que consentía cada uno de sus caprichos por más pequeños o disparatados que fueran, esa persona que sin importar lo apoyaba incondicionalmente, Dios como fue capaz de traicionar a los únicos dos amigos que tenía en el mundo. 
 
Estando en aquellos brazos algo en su interior se quebró y sin saber el motivo sus ojos se humedecieron y sucedió algo que no se había permitido en más de 4 años, lloró. 
 
El rubio sintió algo diferente, su espalda sentía la fría lluvia caer pero en su cuello sentía una calidez que bajaba se separó y entonces lo vio. El menor estaba sonrojado pero no por el frío, sino porque las lágrimas recorrían ferozmente su rostro sin poder contenerlas.
 
Para el rubio aquello fue la imagen más hermosa del mundo, su adorado Zhiend lloraba libremente sin poder contenerse, desde que se conocieran mostraba una imagen de serenidad increíble, era astuto en toda la extensión de la palabra, sabía como actuar bajo toda circunstancia no dejando que nadie lo pisoteara, eso sumando al enorme muro que erguía ante todos lo hacia alguien con un fortaleza admirable... pero ese día se derrumbó... dejando a una persona asustada, que se aferraba a sus brazos como un náufrago a la orilla. 
 
- Lo siento - era lo único que el más joven podía repetir, mientras mantenía la mirada baja en señal de estar arrepentido.
 
- Zhiend - llamó el mayor tratando de tranquilizar a su adoración, lo acogió más fuerte entre sus brazos - Tranquilo Zhiend, todo está bien, aquí estoy. 
 
El empresario pensó que tal vez el cantante se asustó al verse nuevamente perdido o posiblemente culpable por causar algún tipo de molestia por su terrible sentido de orientación, no lo sabía pero sin importar cuál fuese el motivo, cumpliría su palabra de proteger y velar por la persona que amaba, sin importar como haría todo lo que estuviera en sus manos para que aquella hermosa sonrisa que el menor siempre mostraba y lo había enamorado como tonto jamás se desvaneciera. 
 
En cierta forma si era culpa lo que el albino sentía, pero no por tratar de descubrir aquello que lo aquejaba sino porque no deseaba perder lo poco que tenia en el mundo. 
 
- Todo está bien - afirmó el rubio estrechando al cantante con más fuerza - No pasa nada... yo estoy aquí - afirmo sonriendo mientras con su mano acariciaba aquella cabellera plateada al igual que la espalda del más joven, intentando reconfortarlo aunque fuese un poco - Y siempre estaré contigo. 
 
- ¿Como? - pregunto el vocalista tratando de calmar aquellos espasmos que lo atacaban.
 
- No importa lo que pase - declaró el empresario mostrando toda la seguridad que lo caracteriza siendo por primera vez el Thouma Seguchi que fue en el pasado - Siempre estaré contigo... Siempre... 
 
No supo el por qué pero esa palabras calaron muy hondo en el corazón del cantante, algo en su interior se tranquilizo, miró al mayor directo a lis ojos y sin comprender el motivo de aquello solo pudo preguntar. 
 
- ¿Lo prometes? - era la primera vez que tuteaba a su jefe, en ese momento los modales estaban en el olvido.
 
- Lo prometo - fue lo único que el rubio dijo para así continuar abrazándolo. 
 
Una sonrisa de felicidad se mostró en los labios del albino, por primera vez en mucho tiempo se sentía en paz, a ninguno le importo la lluvia que caía sobre ellos, lo único importante era la seguridad que les brindaba estar juntos. 
 
Fin del Flash Back... 
 
Después estar unos momentos más abrazados bajo la lluvia, ambos músicos decidieron regresar al hotel, ya que de lo contrario su salud se vería comprometida. Al llegar a su pieza cada uno tomó una ducha en su habitación para cambiarse, el empresario le oculto lo sucedido al mánager argumentando que no habían sido conscientes del tiempo y fueron sorprendidos por la lluvia, con esa explicación y una pequeña revisión al GPS para corroborar que no hubiesen salido de Hyde Park, el americano dejó el tema de lado y envió a su protegido a descansar ya que podía enfermarse. 
 
Y ahí estaba nuevamente sentado frente a la chimenea sujetando entre su mano aquel colgante, aún había muchas cosas por resolver pero en ese momento no contaba con mucha información para saber como debía actuar, decidió que acataría el consejo de aquel hombre que conoció en la joyería. 
 
- "Deja que el tiempo pase, y ya veremos lo que trae" - río un poco - Por lo visto no tengo muchas opciones. 
 
La lluvia seguía golpeando con fuerza, con lentitud se acercó a la ventana para mirar el cielo, era evidente que lloverá por algunos días, como lo sabía, fácil así el clima en aquella ciudad, eso más la fuerte tormenta de relámpagos que se escuchaba daban a entender que no verían el cielo despejado en algún tiempo. 
 
- Se convirtió en una tormenta - declaró no solo refiriéndose al clima, sino también a su vida. 
 
Ya era muy tarde así que optó por intentar dormir aunque fuesen unas pocas horas, se metió en la cama y casi de inmediato ingresó al mundo de los sueños. 
 
A la mañana siguiente como el día anterior aquel peculiar trio tomaba su desayuno en el saloncito de su habitación, el ambiente era muy tranquilo hasta que el americano habló. 
 
- Zhiend... necesito hablar contigo sobre los referente a las acciones del hotel - miro al tecladista y después a su protegido- En privado... - mencionó al mismo que continuaba bebiendo su café. 
 
El ex tecladista bajo un poco la mirada tratando de disimular que aquello no le afectaba, pero el saber excluido le calaba muy profundo, por fortuna su malestar fue percibido por el cantante quien sonrió por lo bajo y dijo. 
 
- Podemos hablar aquí - declaró con mucha tranquilidad sorprendiendo a ambos rubios. 
 
- ¿Estas seguro? - pregunto con duda el amante de las armas, enviando indirectas sobre la otra persona en la habitación. 
 
- Lo que debas decirme, puedes hacerlo en presencia del Sr. Seguchi - declaró mirando a su jefe con aquella sonrisa que tanto lo caracterizaba - Confío plenamente en el. 
 
Esas palabras lograron que el empresario sonriera de felicidad por primera vez en mucho tiempo, el saberse digno de la confianza de su adoración era lo mejor del mundo. 
 
- Bien - expreso el americano sin querer discutir, conocía perfectamente a su muchacho y sabía que no había fuerza en el mundo que lo hiciera cambiar de opinión especialmente cuando había tomado una decisión - Te felicito ya eres dueño del 35% de las acciones del hotel, después de que le mostrara lo que descubriste de uno de los accionistas, su parte fue comprada y dividida entre los miembros restantes - continuó - Después del Duque de Wellingtong que tiene 40% eres el accionista mayoritario. 
 
- Eso no tiene importancia K - mencionó el más joven - Me conoces lo suficiente para saber que el dinero no significa nada para mí. 
 
- No... entiendo - por primera vez el empresario se atrevió a unirse a la platica. 
 
- Entre los muchos socios del hotel había uno que estaba desviando los fondos a sus cuentas personales- explicó el albino con paciencia - Siendo franco ese hombre jamás fue de mi total agrado, eso sumado a su trato de autosuficiencia para conmigo fue suficiente para que me tomara la decisión de investigarlo- se burló un poco mientras cruzaba los brazos - Cuando lo que descubrí le fue presentado al consejo, tenía dos opciones vender sus acciones o enfrentar un proceso legal. 
 
- Debiste ver su cara - se burló el americano - Pensé que le daría un ataque en plena reunión. 
 
- Pero hay algo que no entiendo - confeso el tecladista - Dijiste que el dinero no importaba... entonces ¿Cual fue el objetivo de todo esto? - pregunto. 
 
- Las personas... sin importar su estatus, origen, religión se rigen por un código- explicó el albino mirando a si jefe - Mi código es la confianza - declaró - La confianza es algo que cuesta mucho trabajo conseguir de las personas y con ella viene algo mas importante... el respeto - se levantó para acercarse al balcón y abrir las puertas para mirar el paisaje - No me importa el dinero, la fama, la admiración o el estatus social. 
 
- Sigo sin entender - contestó confundido el de ojos dorados. 
 
- El duque de Wellintong - contestó el amante de las armas esperando con ello despejar las dudas de sus jefe con lo siguiente - te agradece lo que has hecho y me pidió que te hiciera llegar toda su admiración y respeto hacia ti - ante esto el menor cerró los ojos y sonrió dejando que una suave brisa moviera sus cabellos. 
 
- Expresarle mi agradecimiento por sus palabras - miró a ambos hombres para así decir - Y dile que me conformo únicamente con su respeto, no necesito nada más. 
 
Tras esas palabras se giró para continuar observando la bella vista que tenía ante el, apoyo sus manos sobre el barandal y respiró profundo, no dijo nada más, pues no tenía nada más que decir. 
 
El empresario sonrió al mismo tiempo, aquello era muy interesante al fin comprendió aquellas palabras que su adoración le confesara tiempo atrás cuando lo invitó a cenar por primera vez, la confianza era el código de vida de su adoración, por eso la valoraba por encima de todo. Ahora entendía porque cuando deseo conocer más sobre el menor este le dijo que debía esperar, pues quería saber si podía confiar en el. 
 
En cierta forma se sentía muy feliz de saber que al fin había avanzado un poco más en su relación con el cantante, esperaba que pronto pudiese saber mucho más y que fuese el dueño de su corazón quien le contara todo. 
 
En el transcurso de la tarde el americano tuvo que ausentarse debido a que una persona había pedido una cita para ofrecerle una oportunidad de trabajo para su protegido, por lo que no tuvo más opción que dejar nuevamente a aquel par solos. A petición del cantante y con la promesa de no alejarse de su jefe ni por un segundo, realizaron un paseo por Hyde Park disfrutando de una amena tarde. 
 
Ahora se encontraban cerca del lago donde ambos alimentaban a los cisnes, había sido una mañana muy amena desde el punto de vista de los músicos, a fin de cuentas nadie se perdió en esa ocasión. 
 
- No se la razón... pero el simple hecho de estar aquí alimentando a estos cisnes me relaja bastante - confeso en rubio que miraba como aquellas aves de blanco plumaje se acercaban a devorar las migas de pan que flotaban sobre el agua. 
 
- El hecho de perderte por un rato, resulta vigorizante - explicó el más joven imitando al rubio al alimentar a las aves- Especialmente en tiempos en que la tecnología nos tiene atrapados - suspiro profundamente con una sonrisa. 
 
- He notado que te encanta leer - explicó el rubio recargándose un poco en el barandal que se encontraba al borde del lago - En casa tienes tu propia biblioteca, ¿qué es lo que te gusta leer? 
 
- De todo un poco - afirmó el albino con tranquilidad - Literatura clásica, poesía, filosofía, en ocasiones un poco de economía e historia; siempre hay algo maravilloso por descubrir en las páginas de los libros. 
 
- Es bueno saberlo - lo miro el rubio al mismo que sonreía - Creo... que ya se que regalarte para tu cumpleaños - ambos músicos rieron por dicho comentario - Aún es temprano que más podríamos hacer estando en Londres.
 
- La capital de Inglaterra es famosa no solo por sus maravillosas edificaciones - recalcó el más joven - Hay una gran variedad de parques, teatros, museos. 
 
- Eso suena interesante - opino el rubio mirando al cantante animado por la idea que acababa de tener, logrando que la curiosidad del menor se mostrara a través de una mirada - ¿Que te parece si visitamos algún museo? Como dijiste hay muchos en la ciudad. 
 
- Suena fascinante... - afirmo el menor al mismo que se encaminaban a su próximo destino. 
 
Tras una corta plática optaron por visitar el "Victorian and Albert Museum" un museo de Londres, dedicado fundamentalmente a las artes decorativas y a las bellas artes. Se encuentra en la esquina entre Cromwell Gardens y la Exhibition Road, en South Kensington, en la zona Oeste de Londres. Fundado en 1852 con el nombre de South Kensington Museum (Museo de Kensington Sur) y rebautizado en 1899 en honor de la reina Victoria y su esposo, el príncipe Alberto, se trataba de un edificio victoriano y eduardiano, con una superficie de 45 000 metros cuadrados y 145 galerías. Sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial con solo unos daños menores causados por las bombas.
 
Sin esperar mucho ingresaron a la magnífica estructura, el museo poseía una amplia colección de artes decorativas europeas, hindúes, chinas, coreanas, griegas, japonesas e islámicas, con cerca de cuatro millones de objetos. En sus galerías presenta pintura, escultura, piezas de cristal, joyería, armaduras, armas, vestimentas, instrumentos musicales, cerámica, arquitectura, muebles, marfiles y muchas otras piezas. Debido a la inmensidad del lugar eran conscientes de que no se podía apreciar todo en un solo día, por lo que decidieron visitar solo el ala de escultura. 
 
Situada en 26 galerías del museo, la colección incluye alabastros, bronces, marfiles y escayolas. Especialmente buena es la colección del Renacimiento, que incluye el relieve en marfil de la Ascensión de Donatello o las 17 esculturas de Rodin que donó el propio escultor en 1914 y que eran expuestas en la entrada al museo por Exhibition Road. 
 
El empresario tuvo especial cuidado durante el paseo, ya que gracias a la experiencia del día previo no apartaba la mirada de su adoración ni por un solo segundo. 
 
- Es increíble... - expreso en rubio al contemplar las bellas esculturas de mármol - Realmente parece que estar hecha de piel. 
 
- Es por el mármol- explicó el menor - Su composición traslúcida en conjunto con el tallado es lo que le da esa apariencia, además de ser un material que permite poner especial atención a los detalles como el cabello y los ojos. 
 
Siguieron contemplando varias esculturas todas muy hermosas pues mostraban figuras humanas, con una delicadeza sublime, al menos hasta que se toparon con una pieza diferente. 
 
La escultura mostraba lo que parecía ser un hombre y una mujer estos usaban togas, sus cuerpos estaban perfectamente esculpidos en el mármol, pero sus rostros eran otra historia. Ambos se encontraban mirándose de frente, con las manos del contrario tocando apenas el rostro de cada uno. Lo extraño del asunto era que ninguno tenía un semblante claro, ya parecían que estos se habían fundido entre ellos y al alejarse daban la impresión de estar derretidos, aquello no fue del agrado del mayor. 
 
- ¡Vaya!... no conozco mucho de arte pero... esta escultura no tiene nada que ver con las otras- admitió cruzando los brazos al mismo que se esforzaba por entender lo que el artista intentaba lograr - Las primeras son bellísimas pero esta se ve un poco grotesca. 
 
- Eso se debe a su significado - contesto el cantante que continuaba mirando la escultura con más perspicacia que el mayor. 
 
- ¿A qué te refieres Zhiend? - pregunto el rubio tratando de entender que era lo que adoración vio que el no. 
 
- Las obras que vimos en un inicio... su propósito era el demostrar la belleza del cuerpo humano - explicó el más joven - Muchos artistas trataron de resaltar la perfección que es el cuerpo humano asemejándolo a un templo, así como lo hizo Miguel Ángelo pero... en este caso está contando una historia. 
 
- ¿Una historia?- pregunto el empresario que miraba nuevamente la escultura. 
 
El de ojos bicolor miró que su jefe y con una sonrisa procedió a contarle un relato muy antiguo (favor de dar clic en el link). 
 
Hace mucho tiempo en la antigua Grecia, Zeus padre de todos los dioses, cansado de que en el mundo que gobernaba solo existieran las deidades se propuso crear nueva vida, los seres humanos. 
 
La encomiendan se le entrego a Prometeo que con arcilla formó a los primeros mortales que poblaron la tierra y Zeus con su divino aliento les otorgó vida, pero... estos no se asemejaban a lo que somos ahora, fueron creados originalmente con cuatro brazos, cuatro piernas, una cabeza con dos caras y un único corazón, fueron dotados por los hijos de Jápeto con gracia y fuerza siendo las primeras criaturas terrenales del cosmos. 
 
Estos seres fueron perfectos en la extensión de la palabra pues poseían las gracias de los dioses hasta el punto de ser muy similares a sus creadores; esto provocó la ira de las cielos. 
 
Zeus ante el temor del gran poder que los primeras criaturas terrenales poseían los dividió en dos seres separados, en el proceso creo a la especie humana pero también la condeno, ya que todos y cada uno de ellos deberán pasar sus vidas en busca de su otra mitad. 
 
La historia terminó pero a pesar de eso ambos músicos aún permanecían de pie mirando con atención aquella escultura, el rubio ahora la contemplaba con mayor detenimiento pero con un poco de tristeza, ahora no veía aquella pieza con escepticismo sino con un gran pesar en su interior. 
 
- Zhiend - llamó al más joven quien le prestó toda su atención - Creo que esta es la escultura más bella de todas - le sonrió al albino quien le devolvió la sonrisa. 
 
Sin entender los motivos el rubio no deseaba dejar de mirar aquella escultura y el menor se quedó a su lado admirándola en silencio, tras ello no fueron capaces de continuar su recorrido, hasta que fueron informados que la galería estaba por cerrar y no tuvieron más opción que retirarse. 
 
Regresaron al hotel ya cuando el sol estaba por ocultarse, al llegar a su habitación fueron recibido por el americano que solo los saludó y preguntó sobre su día. Al contar que usaron la tarde para recorrer un museo, el más alto agradeció haber tenido trabajo ya que no le hubiese gustado pasar toda su tarde recorriendo una galería, cosa que dio a conocer generando una risa de parte de los músicos. 
 
- Por cierto... - interrumpió el albino, extendiendo un pequeño paquete a su jefe - Espero que le guste - comentó con una sonrisa. 
 
- ¿Que es? - pregunto el tecladista abriendo el presente descubriendo una réplica más pequeña de la escultura de la cual el albino le contó la historia. 
 
- Al ver que le encantó la escultura no pude resistirme a comprarle esta - contesto el más joven explicando sus acciones, algo le decía que sería un detalle muy bueno para su jefe. 
 
- Me encanta... muchas gracias Zhiend - menciono el rubio que continuaba admirando la pequeña escultura, sin duda seria algo que atesoraría por muchos años. 
 
El empresario continuaba mirando con detenimiento la escultura, el albino decidió que era tiempo de retirarse a su habitación, se despidió de sus compañeros y empezó a alejarse. 
 
- Zhiend... - llamo el tecladista al darse cuenta de algo. 
 
- Si... - contesto el de ojos bicolor girando su rostro un poco para mirar a si jefe. 
 
- ¿Cuál es el nombre de la historia que me contaste?... la de la escultura - preguntó ansioso mientras esperaba la respuesta de su adoración - Es que no me lo dijiste. 
 
- No lo hice - se cuestiono el más joven, llevando una de sus manos a su mentón, tratando de hacer memoria - Vaya que descuidado soy, me disculpo por ello.
 
El cantante río un poco recordando lo despistado que podía ser en ocasiones, logrando sacar una sonrisa en sus acompañantes. 
 
- Se trata de un mito griego - contestó con suavidad
 
"ES EL MITO DE LAS ALMAS GEMELAS" 
 
Notas finales:

Eso es todo por ahora. 

 

¿Que tal? Espero que les haya gustado pueden dejarme sus opiniones, ideas y demás en los comentarios. 

 

Les deseo un buen inicio de mes y como es viernes y el cuerpo lo sabe que pasen un gran fin de semana. 

 

Amor y cohetes 

 

LORD GRIM 


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