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ZHIEND, ¿Una sombra olvidada" por LORD GRIM

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Notas del capitulo:

Hola buenas noches a todos los que siguen esta historia, luego de una corta temporada fuera al fin he regresado con un nuevo capítulo que espero sea de su agrado. 

En este momento son las 12:10 am, estoy que me caigo de sueño pero quise publicar el siguiente capítulo de esta historia. 

 

Espero que les guste 

 
Tras terminar la escena del duelo de espadas entre el fantasma de la ópera y  Raoul Vizconde de Chagny, la producción comenzó rápidamente a limpiar el lugar, pues solo tenían permiso de filmar en aquel lugar durante una noche.
 
Por su parte el albino se encontraba en un extremo del cementerio mirando disimuladamente a su jefe, el cual dialogaba animadamente con su mánager, posiblemente de alguna vanalidad de la filmación. 
 
Unos horas antes había tenido una pequeña salida forzada con la señorita Rossum, quien de una forma poco sutil pero efectiva le había hecho notar los sentimientos que el extecladista tenía por el, pero tal vez más importante los suyos por aquel hombre con el cual había entablado una pequeña amistad por más de un año. 
 
En cierta forma, no estaba muy seguro de lo que el mayor había visto en el, a pesar de que el rubio siempre estuviera resaltando cada una de sus acciones, cualidades, habilidades, entre otras cosas, no se consideraba nada especial o fuera de lo común, al contrario se sentía como cualquier persona. 
 
Ahora bien… regresando al punto principal , en primera instancia analizo su apariencia física, si bien su cabello blanco y ojos bicolor no eran algo muy usual, hasta el punto de considerarse exóticos, sin embargo no creía que esa fuese la razón, ya que, al ser también alguien muy conocido en el medio artístico su jefe tenía un amplio repertorio de posibles pretendientes, algunos más atractivos que el mismo, de eso estaba consciente. 
 
Por otra parte, estaba su personalidad, la cual por cierto era... de espanto, pensó bajando los hombros afligidos. Por Dios... era un completo despistado que se perdía con tan solo salir de un edificio y casi nunca comprendía lo que pasaba a su alrederor, como bien dijo su mánager no notaría ni a una alienígena parado frente a sus narices, escupiendo dinero y cantando Ti amo, su carácter... era hermético casi cayendo en lo ermitaño, pues no convivía mucho con las personas, solo le faltaba la barba larga e irse a vivir a un lugar recóndito del globo para que esa comparación fuese exacta, era educado claro, pero eso no era nada nuevo había personas con mejores modales que los suyos, eso sin mencionar que era un ratón de biblioteca que apreciaba más la compañía de un buen libro por encima de la humana.
 
Por otro lado... estaba esa cuestión, no podía compararse con el resto de las personas, pues como podría avanzar cuando no estaba seguro de..., negó con la cabeza pasando a otra cosa.
 
Tal vez su mejor cualidad recaía en su gran habilidad y talento en la música, pues de no ser por eso no era capaz de encontrar nada que lo distinguiera del resto y considerando que el rubio también fue en su tiempo un gran compositor y tecladista, atribuía su atracción a que ambos compartían un amor por la música por encima del que la mayoría poseía. Si no fuera por eso, no podía encontrar otro motivo para que su jefe se haya fijado en su persona. 
 
- No me digas - una voz a sus espaldas lo regreso a la realidad, se trataba de la señorita Rossum que por lo visto, acababa de terminar de cambiar su ropa de la escena por una más casual - Que aún te sientes inseguro - expuso mirando con un poco de tristeza al cantante. 
 
- Estaría mintiendo si le dijese lo contrario Señorita Rossum - explico sonriendo levemente al verse tan transparente para con la dama - Además dudo que usted me hubiese creído de ser así - termino retirándose la máscara propia del fantasma. 
 
- Estoy de acuerdo contigo - contesto la dama acercando un poco al más alto - No deberías dudar tanto, - opino con calma - Es obvio que lo que sienten es mutuo - miro hasta donde estaba el rubio, río un poco y continuo - Bien será mejor que me vaya, antes de que tu jefe me asesine - dijo al notar la mirada oscura del nombrado, por obvias razones - Tranquilo, estoy segura que todo saldrá bien. 
 
La joven no dijo nada más, se despidió con un saludo para así abandonar la locación, dejando al cantante nuevamente con sus pensamientos. Se retiró un momento a su camerino para cambiarse, cuando salió buscó con la mirada a sus acompañantes, sin éxito por lo que decidió caminar un poco para aclarar sus ideas, con lentitud se alejó de la muchedumbre, que no hacía más que ir de un lado al otro y escandalizar la paz de aquella tierra, así poco a poco fue adentrándose en el cementerio. 
 
Una de las ventajas del cementerio de Montparnasse era su atractivo turístico, ya que, se podían encontrar estatuas de más de 200 años de antigüedad verdaderas obras de arte en términos antiguos; además de que el lugar era el último descanso de una gran lista de personajes ilustres en diversas ramas. 
 
Su caminata lo llevó hasta el pie de un enorme Mausoleo, hecho totalmente hecho en mármol, era tenía cierta semejanza en  su arquitectura al Partenón de Atenas, unas pequeñas escalinatas se encontraban al frente al igual que dos columnas en cada lado, al frente una pequeña puerta de metal con cristal impedían el ingreso a cualquiera que no tuviese la llave. Los diseños eran muy sencillos, pero tal vez aquella sencillez era lo más atractivo de la construcción, más en aquel lugar donde el silencio reinaba. 
La curiosidad fue muy grande por lo que subió las escalinatas para observarlo mejor, a través del cristal vio algo que llamó su atención más que otra cosa de aquel lugar, el Mausoleo era una perpetuidad de alguna familia, una por lo que observaba muy antigua. 
 
200 años ... 
Eso era mucho tiempo, demasiado para ser exactos, aquella familia tenía una historia muy larga, con lentitud se acercó hasta los barrotes para observar mejor su interior, allí tallado en el muro se encontraban los nombres de todos los miembros pertenecientes que se encontraban descansado en aquel lugar, era una lista muy extensa, cuando llegó hasta el último nombre contemplo la fecha de su descenso. 
 
2008... 
 
- Hace casi 12 años - murmuró muy suavemente y con pesadez bajo un poco la mirada, cubriendo sus ojos con su cabello, maldiciendo en silencio su realidad. 
 
- ¿Te encuentras bien? - pregunto una voz conocida que lo hizo, dejar de lado sus frustraciones. 
 
- Sr. Seguchi - llamó el cantante mirando a su jefe que se encontraba parado unos metros atrás de el - ¿Que hace usted aquí? - pregunto cambiando su semblante por uno de sorpresa al verlo ahí. 
 
- Vi cuando te adentraste al cementerio - contestó acercándose más para así colocarle sobre su espalda un abrigo, debido a que la temperatura descendía a cada momento - Imagine que querías conocer el lugar debido a su historia y... - río un poco - Te seguí, me preocupaba que... 
 
- Que me perdiera... - aquello fue más una afirmación que una pregunta por parte del menor, que sujetaba el abrigo para evitar que cayera y se mostraba sonriente. 
 
- Algo así... Lo siento - se disculpo el mayor un poco apenado, pues sabía de antemano que a su adoración no le gustaba ser tratado como un niño despistado. 
 
- No se preocupe- expreso el albino quien nuevamente miraba el mausoleo - Con mis antecedentes es comprensible. 
 
El rubio observó por primera vez la construcción que admiraba el cantante, era impresionante claro estaba, pero no comprendía el especial interés que mostraba su amado por el, al menos hasta que se acercó y contempló la gran cantidad de nombres tallados en la piedra, eso y los inicios del Mausoleo. 
 
- Es una familia muy grande - expresó el empresario, ajeno a los sentimientos que aquello provocaba en su adoración - El que la familia escogiera este como su lugar de eterno descanso desde hace 200 años, es impresionante. 
 
- Así es... - fue la única respuesta que recibió por parte del menor, que no dejaba de observar aquella lista. 
 
- ¿Extrañas a tu familia? - pregunto el rubio, intuyendo que algo más se escondía tras esa seca respuesta y como tratando de iniciar una conversación casual con el cantante. 
 
Sin embargo, no recibió respuesta alguna, pues el de ojos bicolor, se mantenía callado y con la mirada fija en la piedra. Por extraño que pareciera, algo le dio a entender al rubio que su adoración parecía tener una historia un poco complicada con su familia, por lo que decidió no preguntar más de la cuenta y para aliviar la tensión procedió a contarle un poco de la suya. 
 
- Yo crecí en una clásica familia japonesa - comenzó a relatar mirando su reflejo en el mármol y remontándose a otro tiempo. 
 
Mi padre era un renombrado maestro de la más prestigiosa academia para varones en Kioto, muy venerado y admirado por la sociedad, un excelente ciudadano pero un mal esposo y pésimo padre, era alguien muy rígido con respecto a las normas tradicionales, no había forma de contradecirlo o hacerlo entrar en razón, aunque estuviese equivocado jamás lo admitió, fue duró e inflexible con lo que consideraba diferente. 
 
Mi madre era una mujer sumisa y abnegada que jamás cuestionó ninguna de sus ideas, ya sabes, la típica esposa japonesa dedicada a su familia, sin voz ni voto, más que una mujer parecía un accesorio que lucia muy bien al lado de mi padre o mejor dicho tras de él. 
 
Yo era hijo único, varón para complicar las cosas y desde mi nacimiento se me concedieron altas expectativas para mi vida futura, todas impuestas por mi padre, evidentemente no tenía la opción de elegir mi propio camino. 
 
Cuando tenia 2 años mi madre enfermó y al cabo de un año murió, cáncer... Mi padre jamás estuvo a su lado en todo ese largo año. Mi madre fue una buena persona o al menos eso creo ya que, no tengo muchas memorias de ella, de no ser por fotos ni siquiera sabría como era. 
 
Tras su muerte mi padre me internó en la academia de la cual era docente, por esa época cuidaba mucho sus acciones pues buscaba acceder de puesto y así ser nombrado rector del instituto, consiguiendo dicha meta al final, pero desprendiéndose de mi, en pocas palabras me abandonó para alcanzar sus propios objetivos.
 
En aquel lugar fueron muy estrictos, pero no tanto como lo fue mi padre, siendo realista prefería quedarme en las vacaciones para adelantar asignaturas o me unía a diversos clubes todo con tal de no estar en casa o mejor dicho cerca de él. Ahora que analizo mis situación, no existía mucha diferencia entre sí me encontraba en casa o la academia, yo estaba totalmente solo, no tenia amigos ni una familia... no tenía a nadie. 
 
Así fue durante más de 12 años, para ese entonces yo era el mejor estudiante en la academia, siempre en el cuadro de honor, ganador de múltiples competencias del ámbito académico, deportivo o cultural, todos decían que era un prodigio, digno hijo de mi padre, a quien mis logros parecían ser nada, esa era mi vida pero... no era feliz. 
 
Por esa época tras obtener el primer lugar en el examen estandarizado de mi nivel en Japón, mi padre me anunció su decisión de que seguiría sus pasos, me convertiría en docente y en un futuro en el rector de aquella academia que me había formado durante más de una década. 
 
Me avergüenza decir que estaba dispuesto a cumplir su voluntad sin cuestionar nada, posiblemente le temía a mi padre o lo respetaba demasiado por ser la única persona que tenía en el mundo, aún no comprendo los motivos pero como te dije, iba a cumplir su deseos sin chistar. 
 
- Me es difícil creer eso - contesto el cantante mirando a su jefe - Usted no permite que nadie le imponga su voluntad, eso es algo que admiro de su persona... esa fortaleza de seguir adelante firme en sus convicciones. 
 
- Una cualidad que no funciona contigo- dijo el rubio consiente que solo el menor era capaz de doblegarlo - Eres... muy... convincente. 
 
- Uno de mis muchos defectos - dijo el cantante muy avergonzado - No soy capaz de recibir un No por respuesta. 
 
- Puede que eso sea algo que tenemos en común - contesto el empresario, sabiendo que también era muy obstinado en esas cuestiones. 
 
Cuando cumplí los 16 años, yo ya había empezado a prepararme para ingresar a la Universidad de Tokio, con el fin de asegurar mi ingreso y convertirme en maestro siguiendo los deseos de mi padre. Fue en esa época que la vida me envió una especie de ángel, que me ayudaría a encontrar mi camino. 
 
Era un día como cualquier otro, me encontraba caminando por el campus de la academia, venia de regreso del entrenamiento de kendo, cuando ese ángel me cayó del cielo... literalmente. Se trataba de Sakuma Ryuichi, quien venía huyendo de uno de los prefectos de la academia por haber asaltado la cafetería y comerse todo el chocolate del lugar. Al principio me pareció una persona desagradable, todo debido a la forma en la que fui criado, cada una de sus acciones y actitudes me parecían inadecuadas. Pero... si te soy honesto el Ryuichi de la actualidad no ha cambiado en nada con respecto al que conocí en la academia. 
 
Tras caer sobre mi, me tomó de la mano y salió corriendo conmigo a rastras, debo admitir que tiene una fuerza descomunal, una vez solos se presentó ante mi e hice lo mismo, claro que me encontraba molesto por su falta de modales, me miró fijamente por unos momentos y me dijo que mis ojos estaban opacos, que no tenían nada de brillo y que lucia triste. Yo lo tache de lunático, me levante y me fui. 
 
Al día siguiente me lo encontré nuevamente, el demente se quedó fuera de mi aula todo el día con tal de esperarme y poder hablar. Pero más que hablar, me llevo a rastras al salón de música de la academia, el cual por cierto no conocía a pesar de haber pasado mi vida entera en aquel instituto, debido a que mi padre no me permitía estudiar nada relacionado con el arte, la pintura a no ser que fuera meramente académico y ni hablar de la música o tocar un instrumento, lo consideraba algo inútil y sin valor para la vida que tenía planeada para mi. 
 
En aquel día a pesar de mi renuencia a estar con el, Ryuichi logró que me quedara al tocar unas cuantas notas en el teclado del salón, debo decir que no era muy bueno en ello, sin embargo se compensaba con su voz, vaya que era excelente para eso. Recuerdo que fui muy déspota con el, ya que, le hice notar cada uno de los errores que cometió al tocar ese instrumento, con lo cual me reto a hacerlo mejor que el, debido a mi actitud competitiva y perfeccionista fomentada por mi padre acepte el reto y en menos de un año, aprendí a tocar el teclado con maestría. 
 
En ese tiempo el estar con Ryuichi, tocando y componiendo música, me hizo sentir por primera vez feliz en mucho tiempo, era como si todo a mi alrededor no existiese, el tiempo se detenía y las cadenas que cargaba desde mi infancia se rompieran, no había límites, restricciones, reglas, nada. Era libre... y me enamoré de la música, pero más que nada de la libertad que me otorgó. Para mí la música es eso... libertad. 
 
Desafortunadamente empecé a descuidar mis obligaciones académicas, mi promedio bajo, deje de asistir a clases y renuncie a muchas actividades para poder concentrarme en lo que me gustaba, esto llego a oídos de mi padre quien descubrió de inmediato lo que sucedía. 
 
Mi padre consideró a Ryuichi como una mala influencia para mí, eso sumando a que su comportamiento no era bien visto en la academia, era rebelde, inmaduro, cuestionaba la autoridad de todos y rompía las reglas como si estas no existieran, no había nadie que pudiese controlarlo, eso sumado a que tenia el peor promedio en la escuela ayudó a que mi padre lo expulsara con el apoyo de la mesa directiva. Eso fue un golpe muy difícil para mi, por fin había descubierto lo que deseaba hacer con mi vida, algo que amaba por encima de todo y lo peor del caso estaba perdiendo al único amigo verdadero que había tenido en toda mi vida, aquel que me había abierto los ojos para enseñarme que yo era el único que podía decidir que hacer con mi vida. 
 
Ryuichi no se vio afectado con su expulsión, al contrario estaba feliz de por fin irse de aquel horrible lugar, pero se preocupaba por mí, me explico que no regresaría a casa, ya que, su familia era casi tan complicada como la mía, por lo que, se iría en busca de su sueño de convertirse en cantante y me pregunto si quería acompañarlo, siendo honesto dude, tenia miedo y lo pensé... creo que más de lo que creí, pero el día en que Ryuichi dejó el colegio, yo me fui con el, tomamos lo más que pudimos de nuestras antiguas vidas y nos pusimos en marcha a la ciudad de Tokio, tenía apenas 17 años. 
 
- Comprendo ahora el enorme cariño que Ryuichi le tiene - el albino se atrevió a interrumpir el relato, siendo observado por su jefe con curiosidad - Antes de que usted y yo nos conociéramos, me busco en Nueva York, estaba muy preocupado por usted, me explico la situación por la que atravesaba NG Récords y me rogo que le ayudara a evitar que la compañía se fuera a la quiebra - suspiró un poco al recordar aquel día - K no estaba de acuerdo con la idea, no me dio muy buenas referencias de usted, pero... - bajo la mirada recordando al de cabello verde - Era... Ryuichi... me pareció tan sincero y su preocupación mucho más, por eso... acepte, fui yo quien le entregó el video que mas tarde llegó a sus manos y le prometí que no aceptaría ninguna otra propuesta más que la suya, sin importar lo que otras casas productoras me ofrecieran.
 
- Eso no lo sabía - explicó el rubio sorprendido pero más que nada cabizbajo - Pensé... que me había enviado el video con tal de fastidiar, especialmente porque nuestra amistad terminó por lo sucedido con Shindou. 
 
- La antigua pareja del Sr. Uesugi - cuestionó el menor, siendo mirado con curiosidad por su jefe - Conozco la historia por K, ese fue el motivo por el cual se mostró renuente a que me asociará con usted, pensó que si conocía lo sucedido me negaría a ser la nueva estrella de NG Récords. 
 
- Vaya... - dijo con tristeza el empresario al verse descubierto de algo tan penoso - Debes pensar que soy un desgraciado por todo lo que le hice a ese chico. 
 
- Lo que sucedió con aquel joven no es de mi incumbencia, - explicó el albino muy ajeno a aquello - No soy nadie para juzgar sus acciones, somos seres humanos no estamos exentos de cometer faltas o equivocarnos forma parte de nuestra naturaleza, más aun cuando los sentimientos se encuentran de por medio - miro a su jefe descubriendo que se encontraba ampliamente afligido - Lo que si puedo apreciar es que... con el paso del tiempo comprendió que sus acciones no fueron las mejores, lleva una carga y se muestra arrepentido - lo miró sonriéndole lo más sinceramente posible para hacerlo sentir mejor - ¿No es así? - cuestiono, aunque eso estaba de más, pues podía ver la respuesta a su pregunta en aquellos ojos esmeralda. 
 
- Así es... si pudiera no dudaría en disculparme, a pesar de ser algo que no hago muy a menudo- declaró sintiéndose más tranquilo, recibiendo solo una sonrisa más por parte del menor, lo que lo ánimo a seguir con su relato.
 
Durante un año ambos vivimos muchas dificultades, cantábamos en las calles para poder sobrevivir, mi padre por su parte denegó mi existencia diciendo que era una vergüenza para el apellido, no lo he vuelto a ver desde entonces. Te mentiría si te dijera que Ryuichi y yo la tuvimos fácil, para nada sufrimos mucho, hasta que logramos que nos aceptaran para tocar en un pequeño bar, fue ahí donde Noriko se nos unió. 
 
Cuando tenia 19 años nos llego una propuesta de trabajo de una disquera, aceptamos sin chistar y Nittle Gasper inicio como teloneros de una banda más conocida, al ser inexpertos en el ámbito de los negocios fuimos víctimas de muchos malos tratos por parte de la casa productora a la que pertenecíamos, nos explotaron hasta el cansancio, fue ahí cuando tuve que tomar las riendas de nuestra carrera, me volví mánager de nuestro grupo y pude mejorar nuestra situación. 
 
Pero lo mejor estaba por llegar, cuando cumplí los 21, para esa edad se liberó una pequeña herencia que mi abuelo materno dejó para mi, 20 millones de dólares, eso me ayudó a fundar NG Récords y finalmente me aseguró el control del mi vida. 
 
Los años venideros fueron muy buenos para mi banda, alcanzamos el éxito en Japón y varias partes del mundo, en el proceso Noriko se casó y formó su familia, Ryuichi bueno... creo que tu ya sabes que ha permanecido soltero y en mi caso me casé a los 27 años con Mika Uesugi, la hermana mayor de Eiri. El matrimonio funcionó durante algunos años, solo que no contaba con una cosa, yo... no sentía atracción por ella, lo cual no era normal, tiempo después descubrí que era homosexual, cuando sin querer me sentí atraído por algunos hombres durante las giras, con los cuales tuve algunas aventuras a espaldas de mi ex esposa. Durante años logré ocultarlo, hasta que sin querer me enamore de Eiri, el hermano menor de mi mujer. 
 
- ¿Usted estaba enamorado... del Sr. Uesugi? - pregunto el albino, sorprendido por aquella declaración- Nunca lo hubiera imaginado, más aún cuando su trato no puede considerarse dentro de lo cordial, ambos son... tan... - el menor se detuvo un segundo.
 
- Puedes decirlo Zhiend... - llamo el empresario un poco avergonzado al ver que su adoración, no lograba definir la realidad con su ex cuñado - Somos unos bastardos el uno con el otro. 
 
- De hecho la palabra que iba a utilizar era... hostiles - expresó el cantante un poco extrañado por las palabras del mayor, quien se sintió un poco avergonzado por su vocabulario - He estado en la misma habitación que ustedes en múltiples ocasiones y es casi factible cortar la tensión que hay en el aire con un cuchillo. 
 
- En verdad lo lamento - se disculpó el rubio recordando que en muchos de sus encuentros con el escritor, era su adoración quien tenia que hacer de referi entre ambos para evitar que llegaran a los golpes - No fue mi intención que te vieras involucrado en nuestros problemas, pero... Eiri... no dejaba de acosarte, hasta que le dejaste claro que no estabas interesado... cuando le pusiste el ojo morado - tras eso ambos rieron un poco por lo bizarro de aquel recuerdo, permitiendo que el mayor continuara con su historia. 
 
Hice todo lo posible para acercarme a Eiri, sin que mi mujer sospechara pero debido a un trauma de su pasado, se volvió una persona difícil en todos los aspectos, no toleraba la compañía de las personas y encontró cierto refugio en la bebida y el tabaco, pero más que nada en su trabajo, se convirtió en escritor. Nadie pudo hacer que saliera de esa caparazón que había creado para protegerse, nadie... excepto Shuichi, aquel niño ruidoso e inmaduro logró lo que nadie pudo hacer en años, fue capaz de perforar un poco aquella coraza, al ver eso sentí celos, pues yo llevaba a su lado casi toda su vida y jamás logré nada, hice lo imposible para separarlos pero fue uno de los pocos fracasos de mi vida, así que desistí y solo me dediqué a cuidar a Eiri como si fuese mi hermano. 
 
Ellos vivieron unos años juntos hasta que Eiri, traicionó a Shuichi y embarazó a su editora, eso provocó la ruptura de ellos, cuando el público supo lo que sucedió, todos comprendieron lo tirano que podía llegar a ser Eiri, todos menos yo. La gente se puso del lado de Shindou y crucificaron las acciones de Eiri, al amarlo como creí que lo hacía en ese entonces, ni vi sus malas acciones, solo busque un culpable y mi ira recayó en su pareja, quien tuvo que huir por todo el daño que le causé, no he sabido nada de su paradero desde entonces. 
 
- Ryuichi... apreciaba mucho a Shindou ¿no es así? - pregunto el menor recordando el motivo por el cual, la amistad entre su jefe y el cantante de cabellos verdes se fracturó. 
 
- Me atrevo a decir... que más que apreciarlo estaba enamorado de él - confesó el rubio apenado por sus acciones pasadas y por todo lo que perdió por buscar un amor imposible - Nunca me perdonó que yo hubiese lastimado a quien amaba más que a nada en este mundo - miro al cielo reprimiendo sus deseos llorar - Ryuichi... jamás se hacia enamorado de nadie y yo... lastime y aleje a la única persona que lo hubiese podido hacer feliz... le quité la oportunidad de formar una familia y tal vez es de lo que más me arrepiento. Perdí a mi mejor amigo, por alguien que no valía la pena. 
 
- Sakuma Ryuichi no le odia, por encima de todo lo ocurrido aún se preocupa por usted - explicó el cantante recordando cuando el nombrado rogó por su ayuda - Eso se lo puedo asegurar, aún que usted se equivocó y lo lastimó sin estar consciente de ello, el sigue cuidándolo como cuando cayó del cielo, en verdad es un ángel, su Ángel guardián - posó una mano sobre el hombro de su jefe en señal de apoyo - Cuando vuelva a verlo... hágale saber lo arrepentido que esta y se que su amistad podrá renovarse, ya sin las sombras del pasado. 
 
- Eso haré... te lo prometo Zhiend... extraño a mi buen amigo - declaró muy agradecido por aquellas palabras de ánimo, por lo que le regaló una amplia sonrisa a su adoración. 
 
Al final mi ex mujer descubrió todo acerca de mi sexualidad, mis sentimientos por su hermano y terminamos en un divorcio complicado, ya que, al igual que yo ella tenia desde hacía varios años antes un amante, por su parte se descubrió que el bebé que supuestamente esperaba la editora de Eiri no era suyo, sino de su novio al cual engañó para quedar en cinta, tras eso y la confirmación por medio de un examen de ADN, mi ex cuñado obtuvo el divorcio de aquella mujer y bueno terminó odiándome por haber hecho quedar a su hermana como un estúpida ya que, al final mis aventuras salieron a la luz. 
 
- Eso ha sido en resumidas cuentas mi vida - expreso el rubio ya más tranquilo tras haberse sincerado con su adoración. 
 
- Agradezco que me haya tenido la confianza para contarme todo eso pero... - el cantante miró a su jefe sin entender el motivo que tuvo para abrirse enteramente con el - ¿por qué lo hizo? Es decir, yo no... lo hice... 
 
- Zhiend... no te conté sobre mi vida con el fin de que tu hicieras lo mismo conmigo, si lo hice es porque quise hacerlo y solo eso - explicó el empresario muy tranquilo de sus palabras. 
 
Thouma Seguchi llevaba junto al cantante poco más de un año, no podía presumir de conocerlo perfectamente, pero a través de la convivencia que tenía diariamente con el menor, eso sumado al gran amor que le tenía y a sus malas decisiones del pasado, lo habían convertido en un hombre más sabio y prudente en muchos aspectos, sabia que existían límites que no debían ser sobrepasados y que no puedes obligar a nadie a hacer lo que no desea hacer. 
 
- Le agradezco su confianza - fueron las palabras que recibió por parte del menor - Espero algún día retribuirle, de la misma forma. 
 
- Esperare hasta que sea el momento adecuado - dijo el empresario sin intenciones de presionar o forzar las cosas, solo las dejaría fluir como el agua. 
 
- Si ya terminaron de juguetear por las tumbas - la voz de alguien conocido los sacó de su mundo - Podríamos irnos.. ya es tarde y no se ustedes pero yo no quiero que me dejen aquí encerrado con toda esta gente muerta - el mánager americano se encontraba unos metros atrás con los brazos cruzados y con una incomodidad palpable. 
 
- No te preocupes K - expreso el empresario - Se debe temer a los vivos, no a los muertos - dijo en tono de broma recibiendo una mueca de molestia por parte del amante de las armas. 
 
- Como sea no podemos quedarnos en este lugar - dijo ya harto de tanta broma y señalando el cementerio que con el paso de la noche se veía más tétrico a cada momento. 
 
- Pero... Francoua y Collete se quedaron - expreso el albino, señalando la tumba que se encontraba a su lado y leyendo los nombres en el epitafio. 
 
- Zhiend... - llamo el mánager, bastante ofuscado por dicho argumento - Están muertos.
 
- No entiendo... - dijo el menor para después ser sujetado de la mano por su mánager para finalmente salir del cementerio, siendo seguidos por el empresario al cual el comentario del más joven tampoco le hizo gracia. 
 
El trayecto al departamento, no fue largo dejando ver un poco de la Ciudad luz por la noche, al llegar al departamento que fuera su hogar, los tres hombres se mostraban hambrientos, debido a la hora les era imposible ir a algún restaurante o pedir algo a domicilio y considerando que el cantante tenía antojo de crepas, no hubo más opción que prepararlas, aprovechando que los ingredientes se hallaban en la cocina. 
 
Para el empresario fue un reto ayudar en algo a sus compañeros, pues al no saber ni lo más mínimo de francés, no estaba seguro de lo que eran algunos ingredientes y ni hablar de seguir la receta que se encontraba en la caja de masa para crepas que tenía en la mano. 
 
- Vaya... lamento no poder serles de ayuda - confeso el empresario que solamente tenía la tarea de picar los champiñones para las crepas. 
 
- No tiene motivo para disculparse - admitió el albino que se encontraba colocando varios ingredientes en una licuadora con ayuda del americano. 
 
- Si... además hacer una crepa no es cosa del otro mundo - dijo el americano cerrando el aparador y encendiendo lo, al mismo que recibía una señal de negación de su protegido. 
 
Para el cantante su mánager era como un buen amigo casi hermano, ya que, había estado a su lado desde sus inicios, por lo cual le tenía un cariño muy especial, pero... su carácter tan directo lo hacía reír en múltiples ocasiones, no es que le molestara, ese era un rasgo que compartían y que les ayudaba a llevar una mejor convivencia. 
 
- K... no lo molestes- pidió el menor sonriendo - El Sr. Seguchi no domina el francés como nosotros - miro con dulzura al nombrado - Y a pesar de ello, nos presta su ayuda a su manera. 
 
- Gracias Zhiend - contestó el de ojos esmeraldas, que continuaba con su labor - Me gustaría... poder dominar tantos idiomas como lo haces tú - contesto recordando que en su primera salida, su adoración le comento los diversos idiomas que dominaba. 
 
- Eso será difícil- contestó el mánager con voz escandalosa - Mi muchacho sabe hablar mas idiomas que yo mismo - dijo en tono de orgullo. 
 
El rubio miró con más cariño a su adoración tras aquella confesión, comprendió los motivos por los cuales el americano estaba tan orgulloso del menor, quien no era más que un prodigio a los ojos de cualquiera que lo mirara. 
 
- No es para tanto - contesto el albino que ya se encontraba cocinando las crepas - Con suficiente práctica cualquiera es capaz de dominar cualquier - miro a sus acompañantes - Yo por ejemplo tarde cerca de dos años en poder dominar el francés. 
 
- Eso es impresionante Zhiend - exclamo el empresario al saber el poco tiempo que le tomó a su adoración dominar dicho idioma - En mi caso, no creo ser capaz de algo así- dijo mientras comenzaba a decorar las crepas - La fonética del francés es muy compleja, más que la del inglés, aunque me gustaría aprender. 
 
- Si gusta... - comento el menor - Yo puedo enseñarle - declaro con mucha tranquilidad, tomando los platos con la cena y llevándolas a la mesa. 
 
- Te lo agradecería mucho Zhiend - comento el empresario un poco nervioso por la propuesta - Pero... no creo que sea buena idea, te acabo de mencionar que el acento se me complica mucho. 
 
- De eso no debe preocuparse - dijo ya sentado en la mesa y bebiendo un poco del té que había preparado para acompañar su cena - Confié en mi... - sonrió con mucha dulzura - Conozco la manera perfecta para que usted aprenda francés. 
 
Ambos rubios miraron al menor y posteriormente entre sí, no comprendían muy bien los planes del cantante, pero optaron por no preguntar más. 
 
La cena transcurrió con normalidad, sin que nadie mencionara el tema nuevamente, al terminar el menor se disculpo un momento y se retiró a su habitación. 
 
- ¿Que estará planeando Zhiend? - pregunto el rubio muy tranquilo pero con la curiosidad latente. 
 
- Si te soy honesto... - contesto el mánager que ya se encontraba sentando en la sala del departamento mirando su celular para después mirar al otro rubio - No tengo ni la menor idea. 
 
- La última vez que Zhiend se puso así de misterioso - comentó el empresario sentándose en otro sillón frente al americano - Terminamos filmando su video en las alturas - dijo mostrando una cara de pesar - No fui capaz de dormir en una semana pensando en que podía suceder algo malo - miro al amante de las armas con un gesto de seriedad - Hablando de ello, ¿has descubierto algo nuevo? 
 
- No comprendo tu pregunta- respondió el rubio de cabello largo - Cuando tu mismo contrataste a un detective privado para investigar lo ocurrido. 
 
- Y que esperabas, ha pasado mucho tiempo y aún no sabemos quién fue el responsable de cortar los cables - declaró mostrando una mirada siniestra. 
 
- Ya pasó tiempo... Zhiend lo olvidó y le dejó de tomar importancia- confesó tratando de evitar que el empresario indagará más de la cuenta - Deberías hacer lo mismo. 
 
- Me conoces lo suficiente - dijo mostrando por primera vez en mucho tiempo su sonrisa de amo del universo - Y tu mejor que nadie sabes, que jamás perdono aquellos que se atreven a dañarme o peor a quienes quiero. 
 
- Si - dijo el americano sonriendo con burla - Y también recuerdo que esa actitud fue la que te llevó en primer lugar a equivocarte con Mr. Eiri y con Shuichi- solto sin miramientos mostrando un deje de rencor en sus palabras. 
 
- Reconozco mis errores - admitió el ex tecladista - He intento actuar mejor cada día, gracias a Zhiend - continuó mostrándo más serenidad y entendimiento - Es por el que deseo hacer las cosas bien y estoy consciente que no me crees ni un poco. 
 
- Tienes razón... - dijo el mánager cruzando los brazos - La verdad no me inspiras mucha confianza que digamos... y si he tolere que te asociadas con Zhiend fue por que el así lo decidió- comentó guardando su celular para poder hablar sin distracciones - También... no estoy muy convencido que tu seas el más indicado para mí muchacho. 
 
El rubio sintió una punzada en su corazón, una apenas perceptible para el americano, cabe decir que supo ocultar su pesar muy bien. 
 
- Sin embargo... no puedo inmiscuirme - declaro suspirando y cerrando los ojos - Quien decide es Zhien, si el decide tener algo contigo no me queda más remedio que respetar su desicion - aquello parecio tranquilizar un poco al empresario, pero no por mucho - Por otro lado... - continuo el amante de las armas - Debo ser muy claro contigo...En el pasado cometí el error de permitirte lastimar a Shuichi, pero no dejaré que hagas lo mismo con Zhiend - se levantó del sofá donde descansaba para caminar a su habitación - Si te atreves a lastimarlo de cualquier forma esta vez tomaré otra clase de medidas. 
 
El americano se retiró de la estancia muy tranquilamente sin decir más, dejando al empresario solo y esperando que este último pensara un poco en cómo debía actuar de aquí en mas. 
 
El ex tecladista se quedó pensando en las palabras del otro rubio, era evidente que este sabía acerca de sus sentimiento por el albino, de eso hace mucho tiempo. Además no lo culpaba por tener dichas dudas, ya que, estaba consciente que no era la mejor persona del mundo y no merecía a alguien tan bueno y transparente como lo era el cantante, pero de algo estaba seguro, nadie a lo largo de su vida había sido capaz de ayudarlo a crecer como persona, solo el menor... solo Zhiend había hecho lo que nadie había podido hacer, ayudarlo a ser aunque sea poco una mejor persona, es por eso que su corazón latía tan fuertemente cada vez que estaba cerca de su adoración, porque el... y solo el... era el indicado. 
 
- Sr. Seguchi - la voz del dueño de sus corazon lo sacó de sus pensamientos, levantó la mirada para encontrarse con que el menor traía en manos una guitarra acústica, una botella de vino y dos copas - Listo para aprender francés - sonrió muy amablemente dejando al rubio confundido. 
 
- La verdad... - menciono el rubio observando como su adoración se sentaba en el sofá de dos piezas y lo invitaba a tomar asiento a su lado - No entiendo... ¿cómo voy a aprender francés con una guitarra y vino? - se atrevió a preguntar. 
 
- Con música- respondió el menor que servía el vino en cada copa y le entregaba una a jefe el cual lo miraba más confundido que antes - En el cementerio me confesó que para usted la música representa libertad - bebió un poco de su copa. 
 
- Lo recuerdo... pero... - no acabo de terminar la oración cuando una tonada muy suave de guitarra lo distrajo, se trataba del albino que interpretaba una piñ eza tenue, misma que el rubio comenzó a disfrutar en silencio. 
 
La tonada era tan tranquilizante que el empresario se relajó ampliamente, los acordes de la guitarra lo transportaron a un pequeño campo, cerca de una pequeña laguna, donde un ruiseñor volaba libre. La melodia termino en menos de 2 minutos al mismo que el mayor abria los ojos para mirar al menor. 
 
- Es hermosa Zhiend - dijo el rubio mientras el nombrado continuaba tocando los mismos acordes - ¿Es nueva? - pregunto imaginando que fuese alguna canción para su próximo álbum. 
 
- En lo absoluto - contesto el menor sirviéndose nuevamente vino y ofreciéndole al mayor quien aceptó - Se trata de una nana francesa À la claire fontaine, - miró a su jefe para asi entregarle una hoja que contenía la letra de la canción - Yo aprendí diversos idiomas, por medio de la música. 
 
- ¿Por la música? - cuestiono el empresario leyendo la letra de la música y después mirando al menor quien asentía alegremente. 
 
- Si... es de hecho la forma más fácil y bella de aprender la fonética - el albino empezó a cantar la primera línea al mismo que tocaba la guitarra - Quiero que cante conmigo, lo haremos juntos en un inicio y al final será usted quien lo haga solo. 
 
- Lo intentaré Zhiend - dijo el rubio sin querer perder la oportunidad de cantar con la persona que más amaba en el mundo. 
 
El cantante comenzó a pronunciar línea por línea, seguido del rubio quien como menciono previamente su pronunciación era muy mala, había momentos en los que el menor debía apretar un poco sus labios o mostrarle como debía colocar la lengua para que la pronunciacion fuese correcta, ambos músicos se encontraban felices entre risas y bromas, situación fomentada por el vino que consumían, pues ya era la décima botella que vaciaban o al menos el cantante quien bebía el vino como si de agua se tratase, ya era tarde, pero ninguno deseaba irse a descansar pues había hecho el pacto de no irse a dormir hasta que el empresario fuese capaz de cantar la nana a la perfeccion. 
 
- Muy bien Sr. Seguchi - dijo el albino quien a su aparecer si jefe estaba listo para cantar dicha melodía por su cuenta - Usted esta listo. 
 
- No seas amable conmigo Zhiend - dijo el mayor dandole un trago a su copa de vino lentamente - Mi voz suena tan chillona como la de Shaggy de Scooby Doo - ambos rieron tras dicha comparación. 
 
- No sea modesto lo está haciendo muy bien - dijo bebiendo nuevamente vino, ante los atentos ojos del rubio quien se impresionó cuando el menor se sirvió nuevamente y de inmediato bebió su contenido - Bien... como dije en un inicio es su turno - dijo acabandose nuevamente su copa. 
 
- Si... pero... deberías ir más despacio Zhiend - comentó colocando su mano sobre la copa del menor, pues consideraba que estaba bebiendo muy rápido - Es tu novena copa en menos de 15 minutos - sonrio intentando no ser demasiado pesado - Tu te has acabado con dos botellas solo. 
 
- No se preocupe Sr. Seguchi - dijo el albino bebiendo nuevamente sin importar lo que su amigo le recomendaba - Como le mencioné la primera vez que bebimos juntos, tolero muy bien el alcohol y además... - se sirvió otra bebida más llenando tambien la de su acompañante - Me encuentro en casa, no habría problema alguno si me excediera. 
 
- Supongo - dijo el rubio comenzando a preocuparse, ya que, jamás había visto a su adoración beber con tanto ímpetu. 
 
- Por lo que veo - dijo el menor devorando un nuevo trago - Se encuentra preocupado con mi forma de beber ¿No es así?... - pregunto mirando a su jefe quien no sabía que responder - ¿Que tal una pequeña apuesta? 
 
- ¿Apuesta? - cuestiono el rubio confundido por la extraña actitud que el menor. 
 
- Si... - contesto el albino - Si no es capaz de cantar la nana completamente y sin error en la fonética continuare bebiendo - propuso el menor que nuevamente tomaba una copa. 
 
- ¿Y si lo logro? - cuestiono el mayor más preocupado al ver que se abría la décimo primer botella de la noche, por lo visto el menor en verdad tenía la intención de beber sin restricciones.
 
- Me ayudará a comprobar algo que me ha estado perturbando - expuso el menor bebiendo otra copa. 
 
- Claro... - respondió rápidamente el rubio, preocupado por la cantidad de alcohol que su adoración estaba ingiriendo.
 
Para el empresario observar al menor beber de dicha forma no le agradaba ni un poco, su preocupación aumento al saber que había algo que estaba perturbando a la persona que amaba, lo atormentaba. Por tal motivo no le importaba ganar o perder la apuesta, de ambas formas ayudaba a su adoración, además si en dado caso fallara buscaría la forma de como evitar que bebiera más.
 
- Bien... - contesto el más joven dejando de lado un momento la copa que tenia en sus manos - Lo acompañaré con la guitarra.
 
El rubio respiró profundamente para así tomar la hoja con la letra de la canción, dispuesto lograr el objetivo de interpretar y pronunciar correctamente la melodia, pues, aunque deseaba que el menor dejara de beber, su prioridad era ayudarlo a superar lo que aquejaba. 
 
El cantante comenzó a tocar la guitarra con suavidad, eran unos acordes simples pero que evocaban un ambiente de serenidad y así poco a poco comenzó a cantar. 
 
À la claire fontaine,
M'en allent promener
J'ai trouvé l'eau si belle
Que je m'y suis baigné
Il y a longtemps que je t’aime,
Jamais je ne t’oublierai.
Sous les feuilles d’un chêne,
Je me suis fait sécher.
Sur la plus haute branche,
Le rossignol chantait.
Il y a longtemps que je t’aime,
Jamais je ne t’oublierai.
Chante, rossignol, chante,
Toi qui as le cœur gai.
Tu as le cœur à rire…
Moi je l’ai à pleurer.
Il y a longtemps que je t’aime,
Jamais je ne t’oublierai.
J'ai perdu mon amie
Sans l'avoir mérité.
Pour un bouquet de roses
Que je lui refusais…
Il y a longtemps que je t’aime,
Jamais je ne t’oublierai.
Je voudrais que la rose
Fût encore au rosier,
Et que ma douce amie
Fût encore à m'aimer.
Il y a longtemps que je t’aime,
Jamais je ne t’oublierai.
 
La melodía finalizó logrando que el cantante le sonriera suavemente, para después dejar la guitarra que sostenía en sus manos y comenzar a aplaudir por la buena interpretación del mayor, que también lucia orgulloso con los resultados. 
 
- Sabia que usted lo lograría - declaró con amabilidad - Lo ve... el francés es fácil de pronunciar - contesto cerrando la botella de vino abierta, ya no era necesario continuar bebiendo al menos no esa noche.
 
- Lo tenías planeado- dijo el rubio comprendiendo que todo había sido un plan del menor para ayudarlo a adquirir la fonética del francés - ¿No es así? Presionarme lo suficiente para que lo consiguiera.
 
- Me declaro culpable- fue toda la respuesta que otorgó el más joven, en conjunto con una radiante sonrisa.
 
- Funciono - respondió el rubio tranquilo a pesar de haber sido literalmente engañado, pero en si no estaba molesto - Pero... ¿Podría pedirte algo a cambio por haber sido timado? 
 
- Es justo - dijo el albino que recargada la cabeza en el respaldo del sofá - ¿Que desea? 
 
- Puede que ya sea capaz de pronunciar el francés - contestó mostrando una sonrisa genuina de felicidad por estar viviendo aquellos momentos con la persona que más amaba en el mundo - Pero... no tengo idea de lo que la canción dice... ¿Podrías traducirla? 
 
- Será un placer- respondió el más joven para empezar a traducir la letra línea por línea. 
 
À la claire fontaine, (A la clara fuente) 
M'en allent promener (Yendo a pasear)
J'ai trouvé l'eau si belle (Encontré el agua tan bella)
Que je m'y suis baigné (Que me meti a bañar)
Il y a longtemps que je t’aime, (Hace mucho que te amo) 
Jamais je ne t’oublierai. (Nunca te olvidaré) 
Sous les feuilles d’un chêne, (Bajo las hojas de un roble)
Je me suis fait sécher. (Me quede hasta secarme)
Sur la plus haute branche, (En la rama más alta)
Le rossignol chantait.(Un ruiseñor cantaba)
Il y a longtemps que je t’aime, (Hace mucho que te amo)
Jamais je ne t’oublierai. (Jamás te olvidare)
Chante, rossignol, chante, (Canta ruiseñor canta)
Toi qui as le cœur gai. (Tu que estás alegre) 
Tu as le cœur à rire…(Que tu corazón rie)
Moi je l’ai à pleurer. (Y el mío llora)
Il y a longtemps que je t’aime, (Hace mucho que te amo)
Jamais je ne t’oublierai. (Jamás te olvidare)
J'ai perdu mon amie (Perdi a quien amaba)
Sans l'avoir mérité. (Sin merecerlo)
Pour un bouquet de roses (Por un ramo de rosas)
Que je lui refusais… (Que rechace) 
Il y a longtemps que je t’aime, (Hace mucho que te amo)
Jamais je ne t’oublierai. (Jamás te olvidare)
Je voudrais que la rose (Quisiera que esta rosa)
Fût encore au rosier, (Estuviese aún en su rosal)
Et que ma douce amie (Y que quien amo)
Fût encore à m'aimer. (Estuviese aún a mi lado)
Il y a longtemps que je t’aime, (Hace mucho que te amo)
Jamais je ne t’oublierai. (Jamás te olvidare) 
 
- Es hermosa - contestó el empresario cuando su adoración termino de cantar y traducirla - Zhiend...
 
El rubio estaba muy tranquilo hasta que fue sorprendido cuando notó que sus adoración estaba muy cerca de él, pues sus rostros estaban uno justo frente al otro, dicha cercanía puso un poco incómodo al mayor que mantenía los ojos abiertos como platos. 
 
- Me disculpará... pero... - dijo el menor acercándose más a manera de acorralar a su jefe contra el respaldo del sofá - Me temo que al ser ganador de la apuesta tendrá que ayudarme a comprobar algo. 
 
- ¿De qué se trata? - pregunto el empresario cuyas mejillas comenzaban a tornarse rojas. 
 
- Ahora - continuo el cantante colocando una de sus manos tras la cabeza del rubio - Lo sabrá... - dijo acercándose lentamente hasta el rostro del rubio - Le ruego me disculpe. 
 
- ¿Zhiend? - llamo el ex tecladista sin poder continuar hablando. 
 
Poco a poco el más joven acortó la distancia que había entre sus rostros, hasta unir sus labios con los de su jefe y darle un beso, uno que al principio causó sorpresa en el mayor pero que de inmediato fue correspondido, pues rodeó la cintura de la persona que amaba para profundizar el contacto. 
 
Ambos músicos disfrutaban de aquel beso postergado durante más de un largo año, sin embargo fue ese tiempo el que les ayudó a conocerse y darse cuenta de sus emociones, aquellas que iban más allá de la atracción física o del simple deseo sexual. Pero ahora ya no había barreras que le impidiera a ninguno poder expresar su sentir, eran libres de comenzar a amarse, un amor verdadero que nació y se dio sin presiones.
 
Notas finales:

Bueno espero que les haya gustado, déjenme sus  comentarios. 

Ahora me iré a dormir 

AMOR Y COHETES 

LORD GRIM


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