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ZHIEND, ¿Una sombra olvidada" por LORD GRIM

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Notas del capitulo:

Hola a todos al fin de regreso no tengo mucho que decirles más que espero que disfruten el capítulo. 

 

Capitulo 3

 

Unos días después el dueño de NG tomo un avión en dirección a tierras americanas con el único propósito de concretar una reunión con el misterioso Zhiend, lo cual le resulto difícil pues no existía más información acerca de este cantante más que su nombre.

 

- Zhiend eres alguien muy interesante - esos eran los pensamientos del tecladista que se encontraba abordó de un taxi el cual lo llevaría al lugar de reunión donde se vería con el manager de su objetivo.

 

En la otra parte de la ciudad un par de hombres conversaban acerca de situaciones un poco complicadas o al menos esa era la impresión que uno de ellos generaba.

 

- This is a big mistake, - un hombre de largos cabellos rubios atados en un cola de caballo alta miraba a su protegido con una mueca de preocupación - Zhiend are you listen to me?

 

- Por supuesto que sí K - el dueño de aquella voz se encontraba cómodamente sentado en un enorme sillón bebiendo una taza de te en un juego de te de porcelana fina - Aunque debo debo decir que tus preocupaciones carecen de fundamentos.

 

- Are you kidding? - pregunto el mayor en burla, no lograba comprender el actuar de su representado.

 

- Puede que en estos momentos mis motivos no te sean suficientes - expuso dejando la taza de te sobre la mesa a su lado - Pero tu mejor que nadie conoces cuales son mis objetivos - miro a su manager para así levantarse para contemplar el paisaje.

 

- Has conquistado el mercado americano y el europeo a pesar de la poca confianza que XMR te brindo - el americano mostró un gesto de molestia al recordar como la casa productora a la que pertenecían los trato - Aún con todo les has otorgado en un año más ganancias que las que sus súper estrellas les han dado en décadas.

 

- Pero tal como lo dijiste sólo he abarcado el mercado americano y europeo -

 

Cuando miró fijamente a su manager le regaló un gesto de seguridad, algo que no era muy común dado la personalidad del cantante ya que se tomaba las cosas con tranquilidad pero jamás descuidaba su profesionalidad, era como sí no le importará pero al final te llevabas enormes sorpresas. Zhiend era demasiado hermético, no permitía que nadie entrara en su vida, a no ser que fuese a ser beneficioso para su carrera y por lo visto este era un caso.

 

- Que pretendes? - finalmente se atrevió a preguntar aprovechando que al menos con el no usaba evasivas.

 

- Mi objetivo es no sólo incursionar en el mercado oriental sino triunfar en el - el menor cruzo los brazos sonriendo astutamente - Así que usare a Thouma Seguchi para ello, me guste o no es el dueño de la más grande casa productora de Oriente la cual te recuerdo que está atravesando una terrible crisis.

 

- Por ese motivo aceptaste una reunión con el diablo en persona - expuso el manager burlándose de quien había sido su jefe hace años atrás - Insisto lo consideras una buena idea.

 

- Ambos sabemos de lo que el tipo es capaz - el joven se acercó hasta su manager - Pero considerando su actual situación accederá a muchas de mis peticiones, así que permanecer en el anonimato me ayudara a lograr lo que deseó, mientras mantenga un alto nivel de profesionalidad lo alejaré de mi, simple.

 

- A pesar de que consideró que es un error de magnitudes colosales - el manager abrió los brazos para atrapar al menor en ellos - Sabes que te apoyo en uno 200%.

 

El menor al sentir el gesto se dejo llevar, K era una única persona en la que confiaba y el saber su apoyo lo hacía sentir feliz un sentimiento que no salía de su corazón muy seguido.

 

- Bien será mejor que nos apresuremos o llegaremos tarde con el demonio Seguchi - río altamente para después comenzar a cargar su fiel magnum, mientras el cantante lo miraba tranquilamente.

 

Unas horas después el ex tecladista de NG llegaba al hotel donde se llevaría a cabo la reunión con el representante de Zhiend, se registró y el personal lo condujo a la sala designada donde tomó asiento esperando la llegada. Unos momentos después la puerta se abrió alertando al empresario quién se levantó de su lugar dispuesto a salir al o los recién llegados pero aunque su rostro no lo demostraba estaba ligeramente sorprendido.

 

- K eres tu? - pregunto mirando al recién llegado que entraba en la estancia con suma tranquilidad.

 

- Cuanto tiempo Seguchi - contesto el manager con una sonrisa finjida ya que la presencia de aquel hombre no le agradaba ni un poco.

 

- Cinco años K - contesto mientras le extendía la mano para saludarlo, sin embargo el gesto ni fue respondido más que con palabras secas.

 

- Cinco años desde que destruiste a tu mayor fuente de ingresos - era evidente que el americano hablaba del ex cantante de BL, lo cual género cierta molestia en el empresario quien sólo bajo la mano. - Que irónica es la vida.

 

- Por favor K, no he venido a rememorar el pasado, sino en plan de negocios - explico retomando su actitud adornada por su eterna sonrisa.

 

- Si para mi desgracia mi protegido esta interesado en hacer negocios contigo - anuncios ganándoselo el interés del tecladista.

 

- Así que eres el manager de Zhiend - una pequeña risa se escapó de los labios del empresario - Debí imaginarme algo así, tu solo representas a los mejores.

 

- Como has dicho has venido a hacer negocios - señalo los sillones invitándolo a tomar asiento - Que tal sí iniciamos.

 

Con eso aquel par de Rubios de dispusieron a conversar durante horas analizando cuidadosamente aquel negocio, por un lado el tecladista daba a conocer las ofertas y beneficios que le ofrecía al cantante las cuales eran bastante lucrativas; K por su parte esclarecía otras cláusulas así como agregaba ciertas demandas que su protegido deseaba lo cual le resultaba demasiado interesante al empresario.

 

- Por lo visto hemos hecho buenos negocios - contentó el americano guardando la pluma que uso en su camisa.

 

- Así lo veo... Sin embargo no entiendo el deseo de Zhiend en trabajar desde casa, además de evitar todo acoso creativo - pregunto bastante intrigado.

 

- Me temo que no soy el indicado para darte a conocer esa información - confeso el americano ya que no deseaba hablar demasiado de su protegido.

 

- En ese caso me encantaría conocer a Zhiend... - una sonrisa vulgar se dejo ver lo que género la ira del americano.

 

- Esta vez no Seguchi - con velocidad una bala atravesó la habitación pasando muy cerca del rostro del empresario quién se mostró preocupado - En el pasado cometí el error de dejarte destruir a Shuichi, no harás lo mismo con Zhiend - con eso coloco la boquilla de su arma justo en la frente del tecladista.

 

- K basta por favor, la violencia es innecesaria podemos discutir las cosas como caballeros - una tercer voz irrumpió en la sala logrando que los ojos del tecladista se abrieran de sorpresa por primera vez en mucho tiempos.

 

- Buenas tardes Señor Seguchi - una mano se acercó hasta el nombrado con suma elegancia - Es un gusto yo soy Zhiend.

 

Ahí parado galantemente un joven de al menos 24 años se mostraba ante el, su cabello era de un color albino cortado a manera que un mechón del lado izquierdo fuese mucho más largó cubriendo delicadamente su rostro, piel blanca como porcelana fina, un cuerpo perfectamente formado que dejaba ver sus atributos, poseía una misteriosa elegancia lo cual era evidente considerando su forma de vestir. Su traje estiló victoriano era de color negro con algunos detalles como los botones en plateado en su saco de mangas 3/4, camisa blanca de manga larga con holanes en el borde, cuello alto cubierto por una corbata verde; pantalón oscuro detenido por un cinturón verde con detalles en plata, botas negras que llegaban un poco más abajo de las rodillas, estos poseían un pequeño tacón que completaba su imagen. Pero tal vez el rasgo más interesante en aquel joven era su inusual color de ojos, ya que extrañamente eran de tonos diferentes; del lado izquierdo un hermosos tono verde aguamarina se alzaba, mientras que en el derecho el dorado reinaba con fuerza, la impresión fue tan grande que no medito sus palabras.

 

- Tus ojos tienen diferente color - expuso dándose cuenta de que cometió un error casi al instante ya que el cantante se alejó.

 

- Que descortesía... Señor Seguchi - con tranquilidad comenzó a leer atentamente el contrato que aún se encontraba en la mesa. -

 

- Lo siento - el empresario ante su enorme metida de pata - Es sólo que creo que perdiste tus lentillas. - otro error sin embargo solo recibió una risa burlona del meno- Ha... Ha...

- Ha... Le aseguro que no uso lentillas como usted cree - coloco su mano sobre el mentón para así mirar al dueño de NG - Señor Seguchi, me atrevo a asegurar que es la primera vez que usted ve a alguien así, o me equivoco? - el silencio del nombrado pareció darle la razón.

 

- Como Zhiend lo acaba de decir - el americano se unió a la plática - posee un raro tipo de heterocromia total, su cuerpo produce en exceso melanina la proteína responsable de dar pigmentación al cuerpo por tal motivo su cabello al igual que sus ojos poseen esas tonalidades - explico lentamente mientras su protegido anotaba unas cuantas cosas en el borde del contrato ajeno a todo.

 

- En verdad lo lamento Zhiend - el empresario se disculpó vagamente cosa que fue percibida por el menor quien dio un suspiro ahogado.

 

- Si me permite expresarle mi opinión, no debería ofrecer disculpas cuando no es sincero - contesto el cantante mirando al empresario dejándolo anonado por la belleza de aquellos orbes.

 

- Perdón... - cuestiono el tecladista saliendo de su trance unos minutos después.

 

- Debo repetir mis palabras - la seca respuesta del cantante dejo sin habla al empresario, quien no lograba creer lo que sucedía - Aclarado eso creo que podemos continuar - el menor se sentó con elegancia en una de las sillas de la estancia - Escuche Sr. Seguchi respondiendo a su pregunta, valoro mi privacidad así que para evitar roces en el trabajo soy alguien 100% profesional, nunca tendrá queja alguna de mi, por lo que me atrevo a solicitar libertad creativa, total privacidad y un ambiente libre de presiones ajenas.

 

- Yo... Yo... - el tecladista estaba sin habla ante aquel trato tan directo y seco por parte del mejor, quien ante su rostro le regaló una dulce sonrisa.

 

- Una vez aclarado eso último, espero que nos llevemos bien- la forma casual llena de dulzura venció las defensas del empresario quien no pudo hacer nada más que sonrojarse - K... Por favor formulen un nuevo contrato con todos los puntos adicionales que se trataron en la reunión, así podré firmarlo cuanto antes.

 

Increíblemente el menor había cambiado de personalidad bruscamente, todo rastro de aquel chicho dulce que le regaló una amigable sonrisa desapareció en un parpadeo, dejando a alguien firme y de carácter fuerte.

 

- También quiero que te pongas en contacto con una agencia de bienes raíces en Japón, necesitare un Penthouse - explico mientras el manager anotaba en su móvil las peticiones de su protegido - Encargate de qué tenga todo lo necesario no importa el precio.

 

- Don't worry - el americano parecía buscar algo en su móvil, por su parte el menor miraba a quien sería su jefe al mismo que lanzaba una pequeña risa.

 

- Debería encender el aire acondicionado - dijo mirando fijamente al empresario

 

- Que? - pregunto el mayor aún más sonrojado que antes, claro que era inconsciente de ello, el cantante coloco su mentón delicadamente sobre una de sus manos sonriendo galantemente.

 

- Sus mejillas están rojas - con eso señalo dicha parte con la punta de uno de sus dedos.

 

El tecladista tardo en reaccionar pero cuando lo logro, se sintió el ser más estúpido sobre la paz de la tierra, no podía creer que hubiese quedado como un tonto ante su nuevo empleado, pero aquel joven albino parecía tener algo especial que no podía decifrar.

 

- Yo me retiro - el menor llamo la atención de los presentes - No me despido ya que estaremos viéndonos con frecuencia Sr. Seguchi, que tenga buena tarde - con eso el cantante dio una pequeña reverencia con la cabeza para así abandonar el lugar bajo la atenta mirada del empresario.

 

Cuando la reunión terminó el tecladista aún se encontraba bastante perdido ante lo sucedido, el conocer al misterioso Zhiend destruyo gran parte de sus defensas, el cantante había despertado la parte curiosa de su mente, necesitaba saber más sobre el y ya sabía a quien preguntarle.

 

- Ryuichi, que tal sí nos vemos en el café que gusta cerca de Central Park en una hora - ofreció a quien fuera su mejor amigo.

 

Una hora después...

 

- Entonces ya conociste a Zhiend - pregunto el antiguo cantante de NG devorando un enorme helado de chocolate - Y que piensas de el.

 

- Es un broma - contesto el rubio dándole a penas un sorbo a su xpresso - Apenas sí cruce sus palabras con el tipo y lo que es peor quede como un completo idiota frente a el.

 

- Eso que quiere decir - pregunto curioso el peli verde.

 

- Ryuichi, el tipo es tan extraño sus gestos, acciones, actitudes incluso su humor es demasiado cambiante - suspiro pesadamente - Me hizo ver como un completo novato, por Dios me congele ante el lo juro.

 

- Te dije que es alguien completamente diferente a todo lo que hemos visto - la expresión infantil del ex cantante cambió dejando su parte sería - Es alguien muy misterioso.

 

-Ryuichi, que sabes de el? - pregunto logrando que las manos del peli verde temblarán - Ryuichi

 

- Zhiend - contesto finalmente - es alguien muy misterioso, no deja que nadie se acerque demasiado, nunca sabrás más de lo que te dejara saber sobre el, - sus manos temblaban aún más - sin importar lo que hagas no podrás vencerlo, siempre estarás en el lugar, el momento y haciendo lo que es su voluntad y justo cuando creas que le has ganado estará siempre dos pasos frente a ti - se sujetó la cabeza un poco alterado - podrá parecer alguien encantador pero no debes confiarte es alguien frío y calculador.

 

- Ryuichi, tranquilízate - pidió el Rubio ante el ataque de nervios de su amigo - No exageres, en mi opinión Zhiend es muy interesante y atractivo pero eso de que es una mente maestra del mal, ya es exagerar.

 

- Mucho cuidado con tus palabras - regaño el cantante bastante molesto - que acaso no leíste la carta que te envíe.

 

- Leí gran parte, mejor dicho la que era legible - contesto molesto el Rubio al recordar el escrito - Por sí lo desconoces existen las plumas de tinta así no tendrás que usar lápices de colores - eso logro que el peli verde sonriera como burlándose de una travesura. - Pero en fin que era lo que no debía hacer.

 

- Thouma... - la seriedad con la que pronuncio su nombre hizo que por primera vez le prestará genuina atención - esto es muy importante, sin importar lo que hagas nunca jamás de los jamases - con la mano le indicó que se acercara, cuando consideró que el Rubio se encontraba a una distancia prudente se atrevió a continuar - debes "Enamorarte de el"

 

- Por favor Ryuichi - el empresario se burlo ampliamente ante aquella situación - Tienes que estar bromeando, yo jamás podría enamorarme del tal Zhiend - con tranquilidad volvió a tomar de su taza de café para proseguir - El tipo es atractivo pero solo eso.

 

- Nunca digas "De esta agua no has de beber" - opino el cantante volviendo a la tarea de devorar su helado - Yo pensé lo mismo que tu y mírame termine con el corazón roto. - ante la curiosidad de su amigo continuo - Zhiend sólo es un buen amigo.

 

- Lamento tu mala fortuna - la siempre eterna sonrisa del empresario se hizo presente - Pero eso no me pasara a mi, te lo aseguro.

 

El par de músicos continuo su plática disfrutando de sus postres o café, tratando de no tocarás el tema de la gutural estrella de NG Récords, mientras que en la otra parte de la ciudad y par de hombres conversaba tranquilamente.

 

- Tu plan está saliendo tal como lo esperabas - opino el manager mientras concretaba la compra de un Penthouse y de una constructora para que modificara el lugar desde su móvil - El demonio de Seguchi ni siquiera se dio cuenta de nada.

 

- Era de esperarse, Thouma Seguchi no es la clase de hombre que ve más allá de lo que tiene frente - contesto el joven cantante quien leía un libro cómodamente desde su sillón - En especial si no hay beneficios para su persona.

 

El albino continuo con su lectura, ajeno a todos los sucesos futuros que estaban a punto de darse.

Notas finales:

Eso es todo saludos espero que me dejen algunos comentarios. 


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