Zhiend Especial de San Valentín
Hoy era el Día de San Valentín en Tokio, desde muy temprano las personas iniciaban sus tareas con normalidad, empezando por las tiendas departamentales las cuales esperaban vender cientos de presentes conmemorativos a la fecha, sin embargo el mejor regalo es realmente aquel que se compra en las tiendas o un pequeño momento puede ser el mejor detalle de todos.
Por su parte el joven albino caminaba por las calles, usando su típico conjunto victoriano verde, llamando la atención de los transeúntes, lo cual no parecía molestarle. En cierta forma se sentía muy tranquilo a pesar de que era espectador de cientos de muestras de afecto en los enamorados; por su parte no creía en el sentimiento del amor desde hacía mucho tiempo; no obstante no era participe de fastidiarle la fiesta a otros.
Se detuvo en una tienda departamental contemplando algo bastante interesante; para después sonreír un poco.
- Por que no? - sin más ingreso a la tienda para después salir con una bolsa cuadrada al mismo que acomodaba algo en su interior, una vez satisfecho con su compra, se encaminó a su destino muy tranquilamente esperando no perderse en el trayecto.
Del otro lado de la ciudad un par de rubios discutían de temas relacionados al lanzamiento de la nueva estrella de NG Récords, si bien no era una plática violenta la tensión en el aire era evidente.
- K... Me están dando muy poco tiempo para promocionar la imagen de Zhiend - regañaba el dueño de la empresa, con algunas ojeras visibles bajo el rostro - Apenas su tengo los datos básicos de Zhiend. Como pretendes que lo presente al público con tan escasa información- con los dedos enumero los pendientes - Hay que programar la rueda de prensa, la grabación del demo y la pista final, la sesión de fotos para la publicidad y ni hablar del concierto de promoción, mínimo requiero unos 2 meses.
- It's not my problem - río victorioso el manager divirtiéndose de lo lindo ante el ataque de pánico del empresario, pero bien como dice el dicho ojo por ojo, diente por diente.
Gracias a la alimaña ante el su antiguo protegido termino perdido en la locura, al borde de la muerte; lo que significaba que el fracaso del cantante se añadía a su limpio historial, dándole así una imagen de incompetente en el negocio del espectáculo donde el fallar costaba muy caro.
- K... Estas exagerando - recalco el empresario, mirándolo como a punto de asesinarlo idea que descarto el recordar el entrenamiento militar del manager - Nunca has sido tan exigente.
- Tu lo has dicho - expreso el manager riendo en sus adentros - Nunca lo fui, - la cara de superioridad del manager era enorme, pero fue interrumpida por el sonido de su móvil.
Haciendo caso omiso al empresario sacó su móvil y al ver el nombre del destinatario su cara se ensombreció terriblemente, esta fue captada por el dueño de la disquera.
- Que sucede? - se atrevió a preguntar el empresario, comprendiendo que la situación era sería.
- Boy quédate donde estas y no te muevas iré por ti - se giró para mirar al empresario - Zhiend ... se perdió - contesto para así suspirar, su actitud parecía cansada.
- Que has dicho? - el tecladista se sobresaltó ante la noticia - Como que se perdió? - pregunto a gritos, logrando que el manager su cubriera los oídos.
- Shut up - contesto el americano muy tranquilo como sí la situación no le preocupase - La cosa no es tan grave - con eso emprendió el camino a la salida.
- Como puedes decir eso? - pregunto el tecladista siguiendo al amante de las armas - Zhiend, esta perdido en una ciudad que no conoce. - afirmo a sabiendas que esta era la primera vez que el albino visitaba el país.
- Simple... - confesó el manager entrando al elevador del edificio seguido por su supuesto jefe, para así dirigirse al primer piso - Esta no es la primera vez que esto pasa.
- Como? - pregunto confundido el empresario.
- Escucha Seguchi, ya que estarás trabajando con Zhiend es mejor que lo sepas - expreso el americano cruzando los brazos - Zhiend es alguien muy talentoso que encanta a cualquiera con su físico, su talento y voz - el manager enumero las cualidades de su protegido - Pero... Su sentido de la orientación es pésimo.
El americano comenzó a relatar al empresario acerca de los percances que había tenido gracias al terrible sentido de orientación del cantante, entre ellas la vez que se perdió al ir a comprar un café en el local frente a su departamento acabando en una agencia de stripers, otra al intentar llegar al centro comercial alcanzo el zoológico de Central Park siendo confundido con el que alimenta a los animales, la siguiente cuando quedo en los límites de ciudad cerca del campo al recoger su correo y tal vez su más grande éxito en The Grand Central Station que luego de perder el tren acabo encerrado sin querer en el baño ya que olvidó girar la cerradura para poder salir, hasta que los de seguridad lo ayudaron.
- Vaya... no me lo imaginaba de Zhiend - expreso el empresario subiendo a la todo terreno del americano, quién se disponía a buscar a su protegido.
- Nadie es perfecto, pero el chico peca - dijo encendiendo el auto para salir en dirección desconocida - Y todo lo que le he contado ocurrió en el mismo mes - con esa aclaración el tecladista se sobresaltó quedando sus ojos en blanco.
- Es broma, verdad - pregunto con una gota de sudor bajando por su cabeza.
- Te parece que bromeo - cuestiono el de cabello largo, revisando su móvil para así conectarlo al navegador de su auto - Es tanto su grado de desorientación que tengo que llevarlo y traerlo siempre. Hace unos días lo lleve y recogí en la Universidad de Tokio, con tal de evitar esto.
-
Dios santo - expreso el empresario - Para que usas eso? - señalo el navegador de la camioneta.
- Para evitar problemas le puse un rastreador en el collar que siempre trae - explico logrando que el de ojos esmeralda riera a sabiendas de lo que era capaz el amante de las armas.
- Pero no es excesivo - pregunto el empresario que mantenía la mirada fija en el camino - Digo... Siempre podría llamarte como ahora.
- Si eso funcionaria si es que no fuera en extremo distraído - explico girando en la calle - Diablos, hasta donde fue a dar el chico ahora.
Durante el resto del trayecto el americano confeso que Zhiend, con frecuencia olvidaba llevar consigo su móvil puesto que prefería cargar consigo una libreta y un bolígrafo para escribir si la inspiración lo atacaba, lo de hoy fue suerte sino quien sabe cuanto tiempo hubiese tardado en darse cuenta de que estaba perdido. Pronto llegaron a un parque en las afuera de la Ciudad, donde cientos de jóvenes se concentraban seguramente por las festividades de San Valentín.
- Well, a buscar al chico antes de que anochezca - comenzó a ingresar al parque seguido muy de cerca por el empresar
Por su parte luego de avisar a su manager acerca de su actual estado, el cantante se quedo bajo la sombra de un frondoso árbol a la espera de su agente, pues estaba cansado ya que acabo caminando varios kilómetros intentando regresar a su departamento; poco a poco comenzó a enfriar hasta que el sonido de personas murmurando lo sacaron de su mundo, la curiosidad fue más fuerte así que se acerco a ver.
- Vaya - ahí situado en medio del parque cerca de un lago se encontraba lo que parecía ser un café.
El lugar había sido adornado muy sutilmente en conmemoración a la fecha, cientos de candelabros lucían en la parte superior, corazones y mesas decoradas en tonos blancos con velas aromáticas, el piso lleno de pétalos de flores, en verdad que el organizador hizo un trabajo estupendo, más porque la ubicación brindaba una perfecta vista al lago donde la luna se reflejaba.
- Amor di Sucre - el cantante miro con extrañeza el letrero frente a el, se trataba del nombre del café el cual estaba en francés, siendo una fortuna que el hablara ese idioma - Corazón de bombón, gracioso nombre para un café.
- Hasta que por fin llegas - la voz de una persona lo saco de sus pensamientos - Las parejas ya llegaron y pronto iniciara el número musical - el chico vestido de maitre lo jalo con fuerza.
- No... Espere, caballero creo que ha habido una equivocación - pidió siendo totalmente ignorado y llevado tras el escenario.
Mientras tanto el empresario y el manager habían buscado al cantante por todo el parque, obteniendo resultados poco favorables.
- Damn, ese chico juro que a partir de ahora le pondré una correa - expreso el manager muy molesto, esto era el colmo siempre tuvo que tratar con artistas caprichosos y cuando por fin hallaba uno que trabajará sin esa clase de dramas resultaba que se perdía como un niño pequeño.
- K... Ahora que hemos estado hablando de Zhiend - expreso el empresario también buscando al victoriano - Caigo en cuenta que de no ser por sus discos nunca lo he escuchado cantar, en serio es tan bueno como dices.
- Si quieres cuando lo encontremos que te cante algo, lo que sea - levanto un dedo con fuerza - Pero primero hay que hallarlo.
- En este día no existen barreras para el amor - una mujer de abultados cabellos negros abordo a los rubios - Aquí tenemos una pareja de caballeros que disfrutan de la velada., díganme cuanto tiempo llevan juntos.
Ante esto los ojos de ambos quedaron blancos y sus mandíbulas casi tocando el suelo, la chica creía que ellos eran pareja.
- Discúlpeme señorita, pero esta vez se ha equivocado en grande - anunció el manager muy ofendido - Nosotros no somos pareja.
- Es verdad - se apresuró a decir empresario negando con las manos - Si estamos aquí es porque estamos buscando a un conocido.
- Cuanto lo siento - se disculpó la chica casi de inmediato - Soy Mariko Kansaki, reportera del canal 5, cubro la noticia de la festividad.
- Es un gusto señorita, pero como ya le he dicho buscamos a una persona - explico el empresario no estaba de humor para tratar con la prensa.
- Tal vez su amigo se encuentre cerca del Café Amor di Sucre - explico la reportera tranquilamente - Es a donde la mayoría de la gente se dirige.
- Where is the coffe shop? - se apresuró a preguntar el manager, a lo que la chica señalo con su mano, logrando que el de cabello largo emprendiera una brutal carrera seguido de su jefe quien agradeció la información dada.
Al llegar hasta el café, los dos rubios percibieron que el lugar estaba atestado de parejas enamoradas de todo tipo, estas se encontraban repartidas en las diferentes mesas; sin embargo no había señal alguna del victoriano.
- Damn... - grito el americano mirando a todos lados posibles - Por lo visto tendremos que preguntar a la gente si alguno ha visto a Zhiend.
- Vaya... - expreso el empresario ya algo preocupado por el paradero del cantante - No entiendo como alguien tan inusual como Zhiend, puede pasar desapercibido en un lugar así.
Pronto en el escenario que se encontraba en uno de los extremos del improvisado café, quien parecía ser el maestro de ceremonias hacia acto de presciencia.
- Buenas noches... - saludo llamando la atención de todos los presentes - Antes que nada queremos agradecerles por escogeremos para celebrar con esa persona tan especial este día - algunos aplausos se escucharon - Por tal razón queremos ofrecerles lo mejor y de parte de todos los miembros del Café Amor Di Sucre esperamos que disfruten la función.
Con aquello los aplausos inundaron el lugar, el maestro de ceremonias se retiró del escenario; el telón comenzó a abrirse poco a poco hasta que las luces iluminaron el centro dejando ver a un albino de ropas victorianas.
- Zhiend - gritaron ambos rubios muy impresionados de ver al cantante parado en medio del escenario a punto de hacer algo.
Por su parte el cantante pensaba que en comparación con las otras veces en las que término perdido, el ser confundido con el equipo de animación de alguna empresa era lo más normal que le había sucedido gracias a su pésimo sentido de orientación. Al ver a todas las parejas reunidas supo que no podía negarse, además sus malas experiencias no tenían que amargarle la vida a nadie.
- Buenas noches - saludos dando una reverencia como todo un caballero para así acercarse a la banda para hablar con ellos y regresar al centro con una guitarra negra - Mis felicitaciones a todas las parejas y de corazón que su amor sea eterno.
El victoriano se coloco la guitarra para así comenzar a tocar unos cuantos acordes, muy simples pero suaves creando un ambiente de serenidad; para así iniciar su interpretación, por su parte el tecladista estaba impresionado jamás se imagino que el albino también tocara la guitarra.
I'm Telling You
I Softly Whisper
Tonight... Tonight
You Are My Angel ..
Aishiteru Yo
Futari Wa Hitotsu Ni
Tonight... Tonight...
I Just Say ..
La banda se unió al cantante intentando seguirle el paso a la hermosa voz que poseia, agradecido que les ayudará con el tono cuando se acerco a ellos.
Wherever You Are
I Always Make You Smile
Wherever You Are
I'M Always By Your Side
Wherever You Say
Kimi Wo Omou Kimochi
I Promise You Forever Right Now
La batería se escucho con fuerza uniendo se a un suave ritmo, pero sin importar que fuese nada opaca a la cristalina voz del victoriano, quien
I Don't Need A Reason
I Just Want You Baby
Alright... Alright
Day After Day ..
Kono Saki Nagai Koto Zutto
Douka Konno Boku To Zutto
Shinu Made
Stay With Me
We Carry On ..
Ahora los instrumentos elevaron su sonido pero sin importar nada la voz del cantante era muy clara y dulce.
Wherever You Are
I Always Make You Smile
Wherever You Are
I'M Always By Your Side
Wherever You Say
Kimi Wo Omou Kimochi
I Promise You Forever Right Now
Wherever You Are
I Nevere Make You Cry
Wherever You Are
I Never Say Goodbye
Wherever You Say
Kimi Wo Omou Kimochi
I Promise You Forever Right Now
El cantante coloco la guitarra que llevaba en su espalda.
Bokura Ga Deatta Hi Wa
Futari Ni Totte Ichiban Me NO Kinen No Subeki Hi Da Ne
Soshite Kyou To Iu Hi Wa
Futari Ni Totte Niban Me No Kine No Subeki
Hi Da Ne ..
Con velocidad el vocalista coloco la guitarra al frente para tocarla en un sólo su técnica y destreza con el instrumento eran excepcionales mucho mejores que la del conjunto reunido a sus espaldas; al finalizar su interpretación llevo una vez la guitarra tras su espalda para sujetar el micrófono con ambas manos y cantar con un enorme sentimiento.
Kokoro Kara Aiseru Hito
Kokoro Kara Otoshii Hito
Kono Boku No Ai No Mannaka Ni Wa
Itsumo Kimi Ga Iru Kara
Wherever You Are
I Always Make You Smile
Wherever You Are
I'M Always By Your Side
Wherever You Say
Kimi Wo Omou Kimochi
I Promise You Forever Right Now
Wherever You Are ..
Wherever You Are ..
Wherever You Are ..
Al terminar su interpretación el público se levanto de sus mesas para aplaudir con todas sus fuerzas, algunos chiflaban otros gritaban pero a su manera expresaban su fascinación, el victoriano sonrió con suavidad para así dar un reverencia haciendo visible sus modales de perfecto caballero para después señalar con la mano a la banda, dando a entender que de igual firma merecían una ovación.
Por su parte los dos rubios tenían reacciones muy diferentes mientras que el americano se sentía orgulloso del gran talento de su muchacho el cual evidentemente tendría mucho éxito en el público japonés, mientras que el empresario estaba más que impactado la voz del victoriano era impresionante, era como si una ángel cantara entregando todo su ser, no tuvo miedo ante una situación complicada, era evidente que improvisó la melodía y salió victorioso ante algo en extremo arriesgado, era como Ryuichi dijo Zhiend era mucho mejor que el antiguo cantante de NG. Unos sollozos llamaron la atención de ambos, se trataba de la reportera que miraba el escenario con lágrimas en los ojos.
- Dime que por favor lo grabaste - pregunto la chica a su camarógrafo el cual asintió muy feliz.
El manager por su parte vio en aquel pequeño accidente una perfecta oportunidad así que con velocidad subió al escenario apoderándose del micrófono.
- Damas y caballeros - grito con fuerza logrando la atención de todos en especial la de la reportera.
- K... - el victoriano se emocionó al ver a su manager.
- El es... - el americano grito con todas sus fuerzas aquello era una oportunidad de oro - La nueva estrella de NG Récords, quiero escuchar un aplauso para el - la petición fue aceptada por el público quienes alabaron al joven músico, hasta que se cansaron.
Unas horas después el cantante terminaba de firmar unos autógrafos a quienes se acercaron a pedírselo, para después alejarse un poco del bullicio para que la velada de aquellas parejas continuara sin problemas.
- Que día- comento el americano sentándose en el pasto bajo un gran árbol al otro lado del lago, siendo imitado por el empresario. - Al menos algo bueno salió de esto, seguramente mañana esto saldrá en todos los noticieros.
- Publicidad gratuita - expreso el empresario - Además comprobamos el efecto de Zhiend en el público.
- Y el día aún no termina - confesó el cantante quien tomó la bolsa de compras de la mañana para sacar dos pequeñas cajas una azul y la otra verde, extendiéndolas a ambos rubios - Tal vez sea inapropiado considerando todo lo que ha sucedido, pero... Feliz día de la Amistad.
El manager sonrió muy feliz por el detalle de su protegido, para después darle un pequeño abrazo el cual fue buen aceptado.
- Thank you Zhiend - expreso para después levantarse - No se ustedes pero yo quiero algo de tomar, - empezó a caminar alejándose - Vuelvo en seguida, iré por unos refrescos recuerdo haber visto unas máquinas expendedoras por allá.
Mientras el manager se alejaba, el empresario miraba fijamente el presente en sus manos se trataba de chocolate Belga uno muy bueno, pero no se trataba de lo caro del regalo sino de algo diferente.
- Sucede algo Sr. Seguchi - llamo el cantante preocupado al notar que su jefe estaba perdido en su mundo.
- No, todo esta bien - contesto velozmente tratando de esquivar con la mirada al menor - Puedo preguntar el motivo.
- Sr. Seguchi, cuando nos conocimos en Estados Unidos - lo miro con suavidad - Le ofrecí mi amistad sincera y este día lo reitero - se recostó en la hierba cerrando los ojos para después abrirlos.
- Gracias - fue la respuesta del mayor, la cual fue realmente sincera.
El empresario miraba la caja de chocolates en sus manos, este era el primer regalo que recibía en años, pronto su cara su ilumino producto de los fuegos artificiales que aparecieron sobre el lago.
- Que vista - confeso el menor incorporandose para quedar sentado sobre la hierba con una pierna doblada y los brazos estirados tras la espalda, sonriendo ante la imagen.
El tecladista no prestaba atención a la pirotecnia, toda su atención estaba centrada en el joven victoriano era la primera vez que miraba al cantante desde tan cerca y en verdad Zhiend era increíblemente atractivo, una sonrisa sincera apareció en la cara del rubio una en de verdad.
Las luces continuaron brillando en el cielo siendo observadas por un hombre de ojos esmeraldas y un victoriano.