Era una mañana bastante fría en Tokio, debido a la temporada un manto blanco había cubierto la ciudad a la mayoría de sus habitantes aquel clima no les era muy agradable.
- Too funny - comento el manager americano quien manejaba tranquilamente por las calles burlándose de las reacciones de las personas ante el frío - Es obvio que no les gusta este clima.
- En mi opinión este clima es muy reconfortante - confeso un joven albino que parecía estar encantado con las bajas temperaturas - Aunque comparado con el de New York en invierno, apenas es una suave brisa.
- It's right - afirmo el rubio deteniéndose justo frente al edificio de NG - Hemos llegado.
- Perfecto - contesto el menor bajando de inmediato del auto ante la mirada orgullosa del americano quien desde su interior gritaba "Ese es mi muchacho"
El cantante ingreso al edificio pidiendo ver al dueño del lugar con quien desde un día antes había concretado una cita para así tratar los asuntos relacionados con el inicio de las grabaciones de su primer single. Con paso lento se dirigió al último piso del edificio, sin embargo casi al llegar sus ojos se abrieron de la impresión al escuchar unos horribles gritos acompañados de palabras obscenas provenientes de la habitación a la cual se dirigía, negó con la cabeza antes de armarse de valor y entrar.
En el interior del despacho...
Desde hacía más de 3 horas un par de hombres rubios llevaban una estruendosa pelea debido a cuestiones legales referentes a la antigua relación familiar que tuvieron años atrás, a pesar de que eran dos hombres adultos parecían un par de chiquillos de 5 años.
- Eres un desgraciado Thouma - gritaba el escritor fulminando a su ex cuñado con la mirada - Dime cuanto tuviste que darle al juez para que le retirará la pensión a mi hermana.
- Para tu desgracia no tuve que hacer algo así - grito aún más fuerte al mismo que sonreía con superioridad - Les advertí que aunque me tardará iba a probar su adulterio y mira lo conseguí.
- Si como no... Eres una serpiente rastrera y eso jamás lo podrás cambiar - ofendió ampliamente el rubio menor.
- Cierra la boca triste intentó de escritor - grito aún más fuerte para así lanzar más insultos - Desgraciado hijo de perra.
- Bastardo inmundo - contraataco el menor, con eso las caras de aquel par quedaron frente a frente al mismo que se gruñían con furia como sí de un par de perros se tratara.
Para desgracia de aquel par eran observados por un tercero que los contemplaba con un gesto combinación de pena ajena, desaprobación y enojo por aquel espectáculo digno de una revista de chismes, la riña continuaba sin tregua hasta que consideró que era suficiente.
- Suficiente - el cantante alzo lo voz lo suficiente como para ganarse la atención de los rubios quienes lo miraban con cara de tontos - Al fin.
- Zhi... - el tecladista estaba a punto de nombrar a la nueva estrella de su compañía pero no fue capaz de terminar.
- Eres tu -grito es escritor con todas sus fuerzas señalando vulgarmente al joven victoriano quien apenas si lo tomaba en cuenta.
- Un momento... - pidió el tecladista al percatarse que por alguna extraña circunstancia su ex cuñado conocía el menor - Ustedes se conocen.
- Pero por supuesto - confeso el escritor sin furioso - Este imbécil me debe una. - pero antes de que pudiera continuar.
- Y quien es usted? - el albino pregunto mirando fijamente al escritor quien lo miro enojado por aquella broma.
- Muy gracioso chiquillo - regaño el rubio menor - Nos conocimos hace algunos días.
Con tranquilidad el escritor comenzó a relatar los sucesos que se dieron durante la firma de libros, el relato fue escuchado atentamente por las otras dos personas en la sala, uno se moría de la risa por la afrenta de la que fue participe su ex cuñado, mientras que el otro parecía estar perdido.
- En serio - pregunto el oji bicolor colocando su mejilla en la palma de su mano como intentando recordar algo pero parecía que no daba resultado - En verdad lo siento - río un poco para después contestar - Pero de verdad no recuerdo nada.
Ambos rubios miraron fijamente al cantante, intentando descubrir su mentira sin embargo al darse cuenta de que intentaba recordar por segunda vez sin resultados comprendieron que decía la verdad, no recordaba el suceso. Para ambos aquello era una broma, quien en su sano juicio olvidaba a una persona que acababa de conocer y más que nada con quien tuviese una discusión de aquella magnitud.
- Eres muy extraño - dijo abiertamente el escritor mirando como un bicho raro al albino.
- Puede ser... - contesto el cantante levantando los hombros para restarle importancia al asunto - Usted no sería la primera persona que expresa aquella idea.
- Bien - ahora fue el turno del empresario de intervenir - Creo que muy a mi pesar lo correcto es hacer las presentaciones apropiadas - miro al par frente a el para así iniciar - Zhiend... Esta es la rata de Eiri Uesugi mejor conocido como Yuki Eiri - durante toda la explicación la cara de empresario fue una de disgusto.
- Ha... ha... - el escritor se burlaba de las palabras de su antiguo familiar - Que gracioso serpiente rastrera.
- Como sea Eiri, el es Zhiend la nueva estrella de NG Récords - el escritor miro fijamente al nombrado pensando que hasta su nombre era inusual.
- Es en serio - pregunto el rubio barriendo con la mirada al cantante, para después burlarse - Mis felicitaciones Seguchi, después del anormal del conejo este es tu segundo bicho raro.
- Disculpe - el cantante alzo la ceja extrañado por aquella aseveración.
- Soy sincero mocoso - el nivel de cinismo en el escritor era increíble que comenzaba a fastidiar a los músicos - En mi opinión, esta rata - desvío la mirada hacia el empresario dando a entender que se refería a el - Solo contrata a chiquillos sin talento y con buen culo para su regocijo.
Las palabras del escritor fueron tan descaradas que el empresario casi se tambalea, como se atrevía a decir algo tan grave como aquello; estaba a punto de contestarle pero el oji bicolor se adelantó.
- Una acusación muy sería, Sr. Uesugi - la suave mirada del victoriano cambio a una picara lo cual sorprendió a los rubios - Más cuando es usted quien tiene la fama de cazanova - pronto miro a su jefe - Además el Sr. Seguchi no intento nada conmigo cuando nos conocimos - pronto comenzó a reír y mirar al escritor como sí acabase de descubrir algo - Claro.., ya me acuerdo de usted es el descarado que creyó que por el simple hecho de leer un libro suyo quería algo más incluso me lo insinuó.
La cara del escritor estaba más que roja como un tomate, fue ridiculizado, humillado y burlado por un tipo mucho más joven que el, con nada más que sabiduría y sagacidad; ante eso ya no sabía que era peor: que el maldito de Seguchi lo contemplara o que está era la segunda vez que le tomaba el pelo.
- Creo que ahora sabemos quien es el verdadero pervertido de la sala - el albino cruzo los brazos con delicadeza mirando con burla al escritor, mientras que a sus espaldas el empresario se cubría la boca para ahogar su risa.
- Eres... Un - el enojo consumía al de ojos dorados, ese niño en verdad que lo alteraba.
- Un que Sr. Uesugi? - pregunto el victoriano encarando al escritor, sin miedo alguno, esos orbes bicolor eran fuertes, tal vez que lus de ambos rubios juntos.
- Un sin talento, - respondió el escritor sosteniéndole la mirada no estaba acostumbrado a que lo enfrentarán y ese chiquillo era en verdad tenaz.
- Juzgar sin conocer - comento el menor riendo en sus adentros - Una actitud de las mentes pobres, más aún viniendo de alguien que seguramente jamás ha escuchado alguna de mis canciones - el escritor iba a contestar pero cayo en cuenta de que el chico estaba en lo cierto - Tal y como supuse.
El oji bicolor cruzo los brazos disfrutando del enojo cada vez creciente del escritor, que parecía un completo novato ante el menor.
- Eiri, - llamo el dueño del edificio cuando consideró que ya era suficiente - Es mejor que te vayas - opino duendo fulminado por el otro rubio.
- Ni lo sueñes alimaña - contesto con desdén el rubio menor.
El par de rubios de miraban con enojo, lo que daba a entender que una nueva pelea sin sentido estaba por desarrollarse, por lo que el cantante al percibir la intención de los mayores de encontraba riéndose por lo poco maduros que eran, siempre existían mejores formas de arreglar los conflictos.
- Vamos a la sala de grabación - propuso el albino captando la atención de los rubios quienes lo miraron con extrañase más al verlo caminar a la puerta.
- Que? - se atrevió a preguntar el escritor, logrando que el victoriano detuviera su andar para mirarlo con esos ojos tan serenos que lo habían cautivado no sólo a el.
- Usted nunca me ha escuchado cantar - comento mirando fijamente al rubio - Estoy a punto de grabar, imagino que será una oportunidad perfecta para que cree un juicio sobre mi trabajo - extendió la mano ofreciéndosela al escritor - Acompáñeme.
El escritor levanto su mano, tal vez por meta reacción pero lo hizo, al mismo que la mano del victoriano toco la suya, para así mirar al tecladista.
- Podría mostrarme donde está la sala de grabación - pregunto a su jefe el cual tenía la boca abierta por lo ocurrido entre el cantante y su ex cuñado.
En pocos segundos los tres hombres se encaminaban a la sala de grabaciones, al frente se encontraba el empresario un poco preocupado por la reacción entre ese par, no le agrado ni un poco el comportamiento que tuvieron en el caso de su ex cuñado parecía un colegial enamorado totalmente perdido en el exótico encanto del oji bicolor quien no parecía importarle nada sus ojos se mantenían cerrados y su andar no cambió ni un poco, en ninguno momento perdió su elegancia de caballero victoriano.
Por su parte el escritor se encontraba al final de todos contemplando el andar tan fino del joven albino frente a el, miro su mano aquella que toco la del menor, aún podía sentir la suave piel de porcelana y deseaba que aquella sensación nunca se fuera.
- Hemos llegado - anunció el empresario abriendo la puerta dejando entrar al victoriano quien en ningún momento perdió su porte.
- Where are you? - pregunto el americano al ver llegar a su protegido, pronto se percató de la presciencia del escritor y estuvo a punto de objetar algo pero fue detenido.
- Bon, Je I'ai invite, vous ne prenez pas d'importance (Todo está bien, yo le he invitado, no le tomes importancia) - el victoriano hablo en francés, tranquilizando al americano que de igual forma dominaba el idioma, pero no podía decir lo mismo de las personas en la sala pues no lograron comprender nada.
- Everybody It's ready - anunció el americano para que el victoriano avanzara para quedar en la cámara correspondiente.
El americano se coloco ante el cristal de la cámara para así esperar a que su protegido comenzara con lo suyo, seguido del dueño del edificio y del escritor quienes se encontraban ansiosos se colocaron los audífonos y aguardaron. El empresario ya había tenido la oportunidad de escuchar cantar al menor gracias a esa extraña situación del Día de San Valentín y podría darse una idea del trabajo de su nueva estrella, pero su algo había aprendido en el poco tiempo de conocer al albino era que de el podría esperarse todo.
- K, por favor - pidió el menor, a lo que el manager coloco un disco, en el equipo.
- Cuando digas Zhiend - contesto el amante de las armas, muy tranquilo, recibiendo un gesto de agradecimiento del menor.
Esta canción...- comento el menor ya en la cabina mirando fijamente a los espectadores - Lleva el nombre de "Fallin"- no dijo nada más simplemente se acerco al micrófono por sujetarlo suavemente, cerró los ojos y se dejo llevar.
Una suave música inundó la estancia captando la atención de todos, pues era suave, tranquila, un trabajo excepcional de improvisto el cantante abrió los ojos y se transformó por completo, su rostro era como una suave brisa que te transportaba a otro espacio era como sí con su cuerpo contara una historia.
Looking up high
Found a steel tower.
Wondering how
I would feel
If I fall down.
Was it a dream?
I saw deep red.
La música del intermedio era tan tranquilizante que la mayoría de los presentes cerraron los ojos, para que la bella voz del cantante los transportara a otro lugar.
Chasing,
For what's far ahead.
Always yearning.
Don't know why but the beauty
I really want.
May seem to be awkward
To someone's eyes.
Todos sentían la impresión de contemplar un enorme espacio abierto, un gran campo con largos pastizales y flores de aromas suaves durante un día soleado, donde sólo existía paz.
Looking down below
Ground top of the tower
Fear takes over my heart
and my knees won't stop shaking
Then I realize,
I'm falling down
Pronto el paisaje cambió de estación en el pasado la primavera predominaba, pero en este el verano con sus tonos cafés y dorados se apoderaba del paraje, mientras cientos de hojas volaban a causa del viento, para rodearlos en un torbellino.
Why do the things
I have loved,
Always breaking
Don't know why but the beauty
I really want
May seem to be
Ugly to someone's eyes
El paisaje cambió totalmente ahora se encontraban parados en medio del cielo nocturno, cubierto de estrellas fugaces que cruzaban frente a sus rostros, al mismo que con lentitud comenzaban a descender a la tierra hasta llegar al suelo donde se podía apreciar la ciudad iluminada, la sensación era indescriptible pues aunque ya hubiesen descendido miraban a lo alto como queriendo admirar más aquel paraje de ensueño o tal vez volver.
Chasing,
For what's far ahead,
Always yearning
Don't know why but the beauty
I really want
May seem to be
Little crazy in sight
And now
I'd be flying high
To the sky
Lifting me to the yonder
Something brought me here
So far from home
But I'm not cold at all
La interpretación término con la suave sonrisa del victoriano, mientras que fuera de la cabina el escritor tenía la boca hasta el suelo, la canción era increíble, la letra, la música, interpretación y proyección que va fue perfecto. Ante aquel espectáculo el americano y el tecladista sonrían con burla ya que el antipático tipo terminó tratándose sus palabras.
- Que le pareció Sr. Uesugi - dijo el victoriano saliendo de la cabina, muy tranquilamente para después - K, Como quedo la grabación? - pregunto a la espera de la respuesta.
- Perfect - dijo el americano ya con el demo en la mano el cual entregó al presidente - Todo suyo.
- Sr. Seguchi... - llamo el cantante al de ojos esmeraldas - Le encargó que la producción inicie cuanto antes - el victoriano realizo una reverencia a su inusual estilo para después avanzar a la puerta - Es hora de irnos K - llamo siendo seguido por el nombrado - Que tenga buena tarde Sr. Uesugi.
- Zhiend - llamo el empresario - Aún falta que tomemos fotos para la publicidad y la portada del disco - explico al mismo que el americano también le extendía una USB.
- Realice la sesión de fotos días antes - comento comenzando a avanzar, seguido de su manager - Le dejo a su consideración el resto.
El empresario miro impresionado esto era increíble, en menos de un mes el chico no sólo había compuesto la letra de una canción, desarrollado la melodía acorde, grabado el demo para el inicio de la producción, creado publicidad con el concierto en el Café Amor di Sucre, sino llevado a cabo la sesión de fotos para la cubierta del disco y los promocionales.
Por su parte el escritor no logró articular palabra alguna desde que el menor se despidió de su persona, cuando reacciono e intentó encontrarlo fallando, esta era la tercera vez que lo dejaba sin habla no con palabras sino con hechos.
- Zhiend... Es perfecto- anunciaron ambos rubios tal ajenos a las palabras del otro, pero con un leve sonrojo en sus mejillas.
Fuera del edificio podía verse al victoriano subiendo a la camioneta de su manager, muy tranquilo luego de ponerse en el cinturón iniciaron su camino, para hacer el viaje más ameno encendieron la radio, escuchando una noticia muy interesante.
"Por otra parte, ni NG o su presidente no han hecho declaraciones acerca del misterioso cantante, que encanto al público durante una improvisada presentación en el Café Amor di Sucre apenas unos días atrás, mientras tanto el video de su interpretación se volvió masivo en internet y redes sociales, estaremos al tanto de cualquier noticia".
- No tardarán mucho en dar con tu nombre - explico el manager apagando la radio para continuar con su labor.
- Es por eso... - explico el victoriano contemplando el camino - Que aprendí a estar siempre tres pasos adelante de cualquiera.
- Good Job - dijo el manager muy complacido de que su protegido hubiese previsto apresurar su lanzamiento en Japón, si Seguchi era inteligente aceleraría el paso para quedarse con toda la exclusividad - Eres increíble, siempre te sales con la suya.
- Por supuesto... Que esperabas - río para mirar su rostro en el espejo lateral del auto, pronto aquella cara de ángel se transformo cuando la sonrisa de un diablo se mostró.