MONTAÑA PAOZ
Los rayos del sol iluminaban el rostro de un hombre con cabello alborotado.
Parpadeo un par de veces y estiro su cuerpo para luego sentarse en la orilla de la cama y levantarse pesadamente, giro su cabeza dirigiendo su vista a un reloj digital que se encontraba sobre una mesa a un costado de la cama “7:00 am”.
Agarro sus cosas necesarias, se metió a la tina y abrió la llave, sentía el agua recorriendo su cuerpo y relajándolo.
Mientras se bañaba le llego a la mente cierto hombre de cabello en forma de flama… Vegeta.
–Vegeta… espero que no seas muy duro– susurro, pensando en Vegeta.
Se quedo un poco más en la tina relajándose lo suficiente para la clase de cosas que le pediría Vegeta.
–Me pregunto… ¿qué clase de cosas me harás hacer?– se preguntaba a si mismo mientras se levantaba de la tina y se enrollaba una toalla en la cintura.
Salió del baño y se dirigió a su closet, saco su gi naranja y se lo puso de una manera algo perezosa.
Volvió a ver su reloj “7:20 am”
Bajo a la cocina encontrándose a su esposa preparando el desayuno.
–Hola Goku– saludó la pelinegra con una sonrisa en su rostro.
–Milk me estoy muriendo de hambre, podrías darte prisa– dijo mientras se sentaba en una silla.
–Espera un poco, ya casi término–
–Date prisa tengo que ir con Vegeta a las 8–
–¿Por qué tienes que ir con Vegeta?–
–Para… entrenar– mintió… mentir era lo que menos le gustaba en el mundo, pero no le quedo de otra, no quería que Milk se enterara de que sería esclavo de Vegeta, tenía miedo de que la pelinegra lo regañara, quería mantenerlo en secreto y también se lo pediría al de cabello en forma de flama.
–¿No puedes ir un poco más tarde?– preguntó Milk un poco extrañada de la repentina puntualidad de su esposo.
–Vegeta se enojaría si llego tarde, sabes el carácter que tiene y tal vez ya no quiera entrenar conmigo–
–¿Es muy importante que entrenes con él?– preguntó Milk un poco enojada.
–Pues... si– respondió con un poco de temor de que la pelinegra lo comience a regañar.
–¿No puedes entrenar con alguien más?– preguntó con mas enojo que antes.
–No, el es el único que está a mi nivel–
–¿Qué hay de Gohan?–
–El tiene que concentrarse en sus estudios ¿no?–
–¿Goten?–
–El no está a mi nivel–
–¿Trunks?–
–El tampoco está a mi nivel–
–¿Piccoro?–
–El sería un buen rival pero no lo suficiente como para lo que necesito con mi entrenamiento–
–¿Krillin? ¿Ten Shin Han? ¿Yamcha?–
–Ellos no soportarían mi entrenamiento, recuerda que son terrícolas–
–¡Debe haber alguien que este a tu nivel–
–Si hay alguien que está a mi nivel–
–¿Quién?–
–Vegeta–
–¡Alguien más que no sea Vegeta!–
–No, no hay nadie más que esté a mi nivel aparte de Vegeta–
–¡Pues no quiero que entrenes con Vegeta!–
–Milk… ¿acaso te molesta que entrene con Vegeta?–
–¿Eh?– y entonces se dio cuenta… se dio cuenta de lo que sucedía en su mente, estaba celosa de que su marido pasara más tiempo con Vegeta que con ella, de que se la pasara tanto tiempo entrenando con él, pero, ¿cuando surgió eso? ¿Cuándo comenzó a sentir celos de un hombre? ¿Acaso tiene miedo de que Goku se enamore de Vegeta? no, según ella eso sería imposible… pero ¿y si llegase a suceder? ¿Qué pasaría con ella y sus hijos? era cierto que Gohan ya había formado una familia y ya no vivía con ellos, el tal vez lo entendería… pero Goten apenas era un niño. Sacudió la cabeza en negación tratando de dejar de pensar en eso, pero todavía le quedaba un mal presentimiento y una gran duda –No… no es eso–
–Entonces ¿qué te ocurre?–
–Nada–
–¿Estás segura?–
–Si– dijo tratando de terminar la conversación; agarró unos platos y comenzó a servir lo que había preparado.
Por otro lado Goku se sentía algo confundido por la reciente actitud de su esposa, nunca la había visto de esa manera; en algunas ocasiones la había visto muy enojada pero por cosas que al él le parecían comprensibles de su enojo, pero, ¿enojarse por ir a entrenar con Vegeta?, se enojaba por que entrenaba, pero nunca se había enojado porque iría a entrenar con el príncipe de su raza, nunca le había dado tanta importancia con quién entrenaba.
Goku era muy inocente como para darse cuenta de que su esposa sentía celos de Vegeta.
El hombre de cabello alborotado estaba tan metido en sus pensamientos que no se percato en qué momento su esposa ya había llenado la mesa de platos.
–Goku ya te serví la comida–
Dirigió su vista hacia la mesa y vio la mesa llena de platos con varios tipos de comida.
–Gracias Milk–
–Por nada Goku… iré a despertar a Goten para que venga a desayunar–
–De acuerdo– sin decir nada más Goku comenzó a devorar aquellos alimentos.
CORPORACIÓN CÁPSULA
En el patio de la Corporación Cápsula se encontraba un hombre de cabello en forma de flama recargado de un árbol con su característico ceño fruncido y sus brazos cruzados, vestido con su traje azul, armadura saiyajin, botas y guantes blancos.
–Kakaroto, te haré sufrir y pagar por todas las humillaciones y vergüenzas que me hiciste pasar, a mí, el príncipe de los saiyajins, humillado y avergonzado por un simple insecto de clase baja… agh con te detesto estúpido Kakaroto… te hare hacer cosas humillantes y vergonzosas, te haré sentir humillación y vergüenza como la que me hiciste sentir a mi– pensaba con mucho enojo Vegeta mientras apretaba sus puños, cerraba los ojos y fruncía aun mas su ceño haciendo que sus cejas queden juntas.
–¡Vegeta! ¡Vegeta!– gritaba una peliazul mientras salía al patio de la Corporación Cápsula.
Dando un largo suspiro salió de aquel árbol dejándose ver por la peliazul. Bulma al verlo se alegró ya que llevaba demasiado tiempo buscándolo, el príncipe no se había movido ni un centímetro de su lugar y la peliazul sabia que de ahí no se movería, así que prefirió ir ella hacia él.
–Oye Vegeta se me acaba de ocurrir una gran idea– dijo con mucho entusiasmo y con brillo en sus ojos que no paso desapercibido por Vegeta.
–Hmp no me interesa– dijo indiferente dándose la vuelta dirigiéndose de nuevo a aquel árbol.
–Espera Vegeta– dijo siguiéndolo hasta que llegaron a aquel árbol, el príncipe se recargo de nuevo y la peliazul se paro frente a él.
–¡¿Qué es lo que quieres mujer?!– preguntó comenzando a perder la paciencia hacia la peliazul.
–¿Qué te parece si pasamos la tarde juntos?– pregunto emocionada Bulma; Vegeta hizo una mueca de disgusto.
Hace bastante tiempo que no pasaban tiempo a solas Vegeta y Bulma por lo que quería aprovechar esa tarde que Trunks iba a estar con Goten y Bra con Pan.
La verdad era que Vegeta y Bulma solo habían tenido relaciones 2 veces y fueron cuando la embarazo de Trunks y Bra. En ambas ocasiones Vegeta se encontraba ebrio y por eso lo hizo. Bulma se sentía mal con ella misma porque sentía que Vegeta no la deseaba o no la veía atractiva.
Mientras tanto Vegeta no quería pasar la tarde con la peliazul y mucho menos pasar tiempo a solas con ella, las 2 veces que había estado a solas con ella no le habían parecido tan mal, le habían parecido un poco placenteras ya que Bulma ya no era virgen cuando tuvieron relaciones.
En ese momento Vegeta en lo único que pensaba era hacer sufrir a el de cabello alborotado, quería hacerlo hacer cosas vergonzosas y humillantes, y ya tenía muchas en mente, no dejaría que Bulma se interponga en sus planes.
–No– dijo sin darle vueltas al asunto.
–¡¿Qué?!– dijo sorprendida de la respuesta de Vegeta.
–Que no–
–¡¿Tienes algo que hacer?!–
–Si–
–¡¿Y es muy importante como para no querer pasar una tarde con tu hermosa esposa?!–
–Si–
–¿Qué? ¡¿Qué tienes que hacer?!–
–No es de tu incumbencia–
–¡¿Hola?! ¡Vegeta!– gritaba una voz masculina bastante conocida para ambos.
Vegeta y Bulma se dieron una mirada, ambas miradas era serias y desafiantes. Bulma se dio la vuelta y salió de aquel árbol dirigiéndose a la voz que momentos antes habían escuchado.
–¿Goku?–
–Hola Bulma–
–Dime Goku, ¿a qué se debe tu visita?–
–Vine a buscar a Vegeta, quedamos que íbamos a entrenar–
–¿Entrenar?–
–Si–
–Entrenar… prefiere a su estúpido entrenamiento que a mi– pensaba triste la peliazul –Vegeta esta en aquel árbol– dijo señalando al árbol donde había estado hace un momento.
–Bien, iré a buscarlo. Adiós Bulma– dijo con una sonrisa resplandeciente despidiéndose de su mejor amiga.
–Adiós Goku– dijo tratando de devolver una sonrisa como la de su mejor amigo, pero fue imposible ya que se sentía triste por lo que acababa de pasar.
ÁRBOL
–Hola Vegeta– saludo Goku con esa sonrisa tan resplandeciente.
Vegeta solo observo esa sonrisa de reojo sin cambiar su semblante serio.
–Hmp… Kakaroto espero que vengas con mucha energía– dijo con su mismo semblante serio.
Sin decir nada más salió volando seguido de Goku. Llegaron a la misma isla deshabitada.
ISLA
–Vegeta… quería pedirte que…– dijo nervioso.
–¿Qué quieres Kakaroto?– dijo volteándolo a ver a los ojos con su mirada seria.
–Emmm… pues… veras… yo…– dijo más nervioso por la mirada tan penetrante.
–¿Acaso quieres que olvide la apuesta? o ¿Quieres que no sea duro contigo? ¿Tienes miedo de la clase de cosas que te pueda pedir?– dijo mientras se acercaba lentamente cortando la distancia que había entre ambos poniendo más nervioso a Goku.
–No, no es eso Vegeta–
–Entonces… ¿qué quieres Kakaroto?– dijo acercando sus rostros haciendo que sus narices choquen.
Ambos sentían como sus respiraciones se mezclaban haciendo una sola. Goku estaba demasiado nervioso. Vegeta también estaba nervioso pero no lo demostraría ante Goku.
–Vegeta– dijo nervioso por la extrema cercanía que había entre ambos.
–Cállate insecto– ordenó el mayor mientras unía sus labios con los del menor.
Goku tenía los ojos demasiado abiertos, nunca se hubiera imaginado eso del príncipe, aquel que consideraba su “rival”.
Vegeta movía sus labios lentamente dando suaves masajes a los labios de el menor, Goku poco a poco comenzó a corresponder el beso rodeando con sus musculosos brazos el cuello del mayor y Vegeta agarrándolo de la cintura y pegando sus cuerpos aun mas.
Vegeta daba pequeñas mordidas al labio inferior de Goku, el de cabello alborotado por instinto abrió su boca dejando entrar la lengua de Vegeta.
Sus lenguas se acariciaban una a la otra causándoles una sensación indescriptible.
Nunca pensaron que algo así podría llegarles a pasar, ambos ¿besándose?, cualquiera que los viera se sorprendería igual que ellos mismos. Se consideraban rivales y los rivales no se besan.
Se separaron dejando un hilito de saliva entre ambas bocas.
Se quedaban mirando uno al otro.
A Vegeta le parecía demasiado excitante la escena que tenía en sus ojos: Goku sonrojado con la boca entre abierta y sus labios algo húmedos por la saliva de ambos pero su labio inferior algo hinchado por las mordidas que él le había dado.
Mientras tanto, a Goku le parecía hermoso lo que estaba viendo en ese instante: Vegeta con un notable sonrojo, con la boca entre abierta y los labios algo mojados por la saliva de ambos, sin su característico semblante serio.
–Vegeta– susurro Goku después de un rato de estar viéndose.
–Kakaroto– susurro Vegeta segundos después de Goku.
–Vegeta… esto que acabamos de hacer…– dijo sonrojándose aun mas, lo cual pudo notar Vegeta.
–¿Qué?– preguntó volviendo a su semblante serio con su mismo sonrojo en sus mejillas.
–¿Por qué lo hiciste?– preguntó tímidamente sonrojado.
–Porque quise hacerlo, eso es todo– dijo volviendo a su semblante serio.
–Vegeta… tú crees que… ¿podríamos repetirlo… más veces?– preguntó con algo de timidez.
El mayor se estaba muriendo a carcajadas mentalmente, le estaba gustando ver al menor, así, tan sumiso. Lo mejor para él era lo que le estaba pidiendo el menor, ¿cuál era su plan? ¿hacerlo suplicar porque lo bese?, si, probablemente eso haría. Sonrió de lado maliciosamente, ya lo había pensado y decidió que lo iba a hacer suplicar por besarlo más veces para ver hasta dónde podría llegar.
–No– dijo frunciendo más su ceño y dándose vuelta con los brazos cruzados, su sonrojo había desaparecido.
–¿Por qué?– preguntó confundido.
–Porque no– respondió uniendo más sus cejas.
–Pero Vegeta…– se puso frente a Vegeta y lo miro directamente a los ojos.
–Kakaroto… ¿por qué debería de aceptar lo que me estas pidiendo?– preguntó separando un poco sus cejas mirando desafiante al menor.
–Porque tú me besaste e hiciste que me gustara– respondió poniendo sus manos en su cadera e inclinando su rostro hacia adelante quedando frente al rostro del mayor.
–Eso no tiene nada que ver insecto– dijo enojado Vegeta mientras ponía sus brazos a los costados de su cuerpo y se inclinaba hacia adelante acercándose al rostro del menor quedando aun más cerca.
–Claro que si– se inclino más y sus narices se juntaron causándoles a ambos un notable sonrojo.
–Ya cállate insecto– dijo recuperando su postura original volviendo a su semblante frio cruzado de brazos –Mejor dime que es lo que querías pedirme… antes… de… que… tu sabes– dijo nervioso, no quería decir la parte en la que lo beso. El menor al instante se percato del nerviosismo de Vegeta y de que quería evitar decir cuando lo besó.
–¿Antes de que, Vegeta?– preguntó con una sonrisa de burla tratando de provocar al mayor.
–¡Tu sabes de lo que hablo Kakaroto!– gritó desesperado. No dejaría que el menor jugara con el de esa manera.
–No, no lo sé Vegeta– su sonrisa se volvió más burlona y miro mas desafiante al mayor.
–¡Antes de que te besara!– grito de impulso con las mejillas rojas como un tomate.
–Ah, antes de eso– sonrió de forma victoriosa.
–Estúpido Kakaroto– susurro para sí mismo, pero el menor lo escucho perfectamente.
–Cálmate Vegeta, no tienes por qué ponerte así–
–¡Ya cállate insecto y dime de una buena vez lo que querías pedirme!– grito extremadamente enojado con una venita palpitante en la frente.
–Cierto… bueno, quería pedirte que mantengamos en secreto que seré tu esclavo–
–Está bien, pero con la condición de que no vuelvas a pedirme que te bese, a menos que yo te diga que me lo pidas–
Goku pálidecio al oír esa condición ¿Jamás volvería a besar al príncipe? ¿Qué debería hacer?. No quería que nadie se enterara que el seria el esclavo del príncipe, pero tampoco quería dejar de besar a Vegeta o esperar a que él le ordene que lo bese, ¿qué tal si nunca se lo pide?. Estaba en un grandísimo dilema.
–Pe… pero Vegeta–
–Cállate Kakaroto y date prisa, aceptas o no–
Dio un largo suspiro mientras volvía a pensar si la respuesta que eligió era la correcta –Esta bien, acepto– respondió deprimido.
A Vegeta se le formo una sonrisa en el rostro –Sabia que aceptarías Kakaroto… ahora ponte en posición de pelea y prepárate– dijo mientras se ponía en posición de pelea y miraba con seriedad al menor.
Goku solo se limito a asentir y a hacer lo que Vegeta le dijo, tenía la mirada triste lo cual Vegeta noto causándole una horrible sensación.
–Kakaroto– dijo volviendo a su postura normal con los brazos a los costados de su cuerpo –Ven–
Goku confundido se acerco lentamente hasta quedar frente a Vegeta. En un impulso Vegeta agarro de la camisa a Goku y lo acerco a su rostro.
–Escúchame Kakaroto, habrá un beso al día y ya– sonrío pícaramente –A menos que yo te robe uno o te diga que me pidas uno– volvió a su semblante serio –Pero tú nunca podrás darme uno a mí… ¡¿te quedo claro sabandija estúpida?!–
–Si– dijo nervioso y sonrojado.
Vegeta jalo un poco a Goku haciendo menos corta la distancia entre ambos, sentían como sus respiraciones se aceleraban y se mezclaban por la cercanía. Vegeta unió sus labios con los de Goku y los movió lentamente disfrutándolo mejor, Vegeta lamia los labios de Goku para que le diera paso a su cavidad bucal, Goku abrió su boca e inmediatamente Vegeta introdujo su lengua en ella. Ambas lenguas jugaban una con la otra. Se separaron por falta de aire pero dejando un hilito de saliva entre los dos.
–Espero que ya estés listo para pelear Kakaroto– dijo con su mismo semblante frio.
–Si– dijo con una sonrisa resplandeciente que fascino a Vegeta pero no lo demostró.
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