Luego de lo ocurrido regrese a mi casa con los ánimos por el piso maldito Marco quien se cree para tratarme así, solo porque este bueno y que, yo también tengo un buen cuerpo, lo que pasa es que a las mujeres no las comprendo y no desean un caramelito como yo, pero espera a que consiga novia, con esos pensamientos entre a la casa encontrándome con un molesto Evans.
- Muy bonito lo que hicisteis hoy- me gruño con furia mi hermanastro mientras me tomaba del brazo, yo lo mire unos instantes dudando de lo que debería hacer.
- Ya déjame en paz eres tan molesto- dije mientras me liberaba, comencé a subir a mi habitación no tenía por qué escuchar a ese imbécil y no deseaba hacerlo.
- Te arrepentirás Alex no sabes en que lio te metiste, y tendremos suerte si salimos ileso de esta- me grito serio, por primera vez sentí miedo de sus palabras pero decidí ignorarlo que era lo peor que podía pasar.
Esa tarde cenamos como siempre en familia aun que era distinto, había un silencio extraño y no sabía cómo interpretarlo, mi padrastro Manuel no dejaba de verme con algo de “preocupación” y mi madre bueno ella solo comía callada, luego de un rato volví a mi habitación y me perdí en mi computadora hasta que se izó la dos de la madrugada con pocos ánimos me acostó y para mi mala suerte mañana tendría clases.
El estúpido ruido del despertador sonó haciendo que con molestia me levantar para ir a esa cárcel llamado instituto, la verdad sabía que este día iba a hacer horrible porque pues Manuel y mi madre se habían ido sin hacer mi desayuno, y Evans ni se acordó de esperarme para ir al instituto con él, aunque siempre me dejaba.
Luego de bañarme y comer algo improvisado me dirigí al instituto sabiendo que llegaría tarde, lo que no me imagine al salir fue encontrarme con una limosina negra, no le preste atención y con pasos rápidos me dirigí al instituto, el carro negro me seguía de cerca y eso me estaba empezando a poner nervioso, llegue a la cárcel sintiéndome seguro al ver que ya la limosina no estaba, entre al salón y al igual como ayer todos me miraban incluso el profesor que llego después de mí.
Las clases pasaron demasiado lento entre la clásica clase y el alumno bromista que distrae a todos y evita que más de uno se duerma, incluyéndome en el grupo que se duerma, en el día conseguí hacerme amigo de Sam era alguien muy majo la verdad, si no fuera porque yo no soy gay le fuera coqueteado, a la hora de receso lo acompañe a la parte de atrás del instituto donde nos sentamos a comer.
- Y dime ¿Cómo se siente escapar de Marcos?- pregunta burlón ya que me senté con él, de camino hacia aquí no dejaba de ver hacia todos lados.
- Pues bien aunque si viene creo que le puedo ofrecer tu trasero. para que se entretenga y me deje en paz- dije sínico mientras mordía uno de los emparedados que trajo Sam, este me miro mal para luego echarse a reír por la estupidez que había dicho.
- Vale, entiendo no quieres hablar de eso, pero sabes que eres la comidilla de todo el instituto todos hablan del chico que beso Marcos y lo rechazó creo que incluso el director lo sabe- dijo mientras ahogaba una carcajada.
- Pues que culpa tengo yo que no me gusten los imbécil- ok eso sonó cruel pero conste que él se lo busco, me gustaría contarle a Sam lo que me paso en la salida pero apuesto a que se burlara.
- Hay pero que bonitas niñas están aquí- susurro Diego el matón del instituto, lo mire con una ceja alzada y este quien se creía, mientras Sam se aferraba a mí con miedo.
- Si yo soy niña, tu eres una morsa- dije sé que es un insulto estúpido pero es que Diego es un idiota, este alzo una ceja mientras se disponía a pegarme.
- Basta déjalo en paz ¿Por qué me molestas?- gruño cabizbajo Sam dándome hasta cosita se notaba que era alguien tan bromista, y verlo así que provocaba darle un buen golpe a quien lo lastimaras.
- Es porque le gustas- dije haciendo que tanto Diego como Sam me vieran con los ojos abierto tés parecían, dos enormes platos.
- ¿QUE? – dijo Sam sin poder creer mis palabras, pero que persona más dudosa- es que una vez vi un anime donde el chico que molestaba a la chica y la seguía a todas partes, era porque le gustaba y eso, así que es obvio que le gustas- dije es que se nota, es como una telenovela solo debes saltarte la parte del drama y atacar con fuerza desde el principio.
- Etto… eso es un anime y el me pega- dice Sam, hay pero que inocente- es que se le da lo del sadomasoquista, con su apariencia diría que lo que quiere es darte duro contra el muro, así que yo siendo tu correría- le cuento mientras el mastodonte de Diego aún están en shock- a menos que a ti te gustaría que te diera por el culo- pregunto sorprendido, no vale solo para aclarar dudas.
- Qué clase de amigo dice eso, y que clase de consejo es ese- dice Sam mientras sus mejillas se ponen rojas de la vergüenza.
- Bueno no te enojes yo no soy el que te quiere darte por detrás ese es Diego- lo acuso mientras levanto mi manos al aire en señal de amor y paz, este me ve y luego ve a Diego- mira no dice nada vez que si es verdad que le gustas- digo como niño chiquito acusando a el otro.
- Yoo.. bueno yo..- dice Diego rojo hay dios mío que declaración más lenta que he presenciado en mi vida.
- Oh espera ya sé porque no dice nada, es porque yo estoy aquí, tranquilos ya me voy así hablan mejor- dije para retirarme viendo como Sam me ruega para que no me valla y Diego se soba la nuca súper nervioso, hay que estos de ahora no entiendo porque la pena yo nunca me he declarado pero en las novelas siempre son un rollo así que es mejor decir a la primera.
- Ohh que sorpresa- dice Marcos metiéndose en mi camino maldito hijo de… tenía que parecer cuando nadie lo llamo, que suerte la mía pero tranquilo en casos como esto yo tengo siempre un plan B.
- Que camines y me pases por un lado como si no existiera es inútil- dice volviéndose a parar al lado mío, ignorarlo no te pongas nervioso Alex imagínatelo en ropa interior, espera noooo, eso noooo, dios me quemo mi mente cuadritos demasiados piensa en mujeres piensa en mujeres, ok ya me calme ahora sigue tu camino síguelo.
- Ya basta- gruñe el bastardo agarrándome por el brazo lo volteo a ver y le mando mi peor mirada de soy malote y si te metes conmigo te morderé y huiré muy valiente y sexy mente.
- Que quieres- digo soltando el veneno por mi boca este me miro sorprendido y no pudo evitar ponerme nervioso ante su cercanía.
- A ti- dijo con esa sonrisa sexy tipo ven y viólame la puta boca, no esperen se me salieron las malas palabras cálmate Alex concentrare.
- Lo siento pero a mí no me interesa perder mi valioso tiempo contigo- y para corroborar lo que decía sonó el timbre que avisaba que debíamos volver al aula, yo regrese casi sin aliento a la mí y cuando llegue me senté al lado de Sam que estaba ahí, cuando me había pasado.
No lo sé pero pude ver sus labio hinchado y partido este me esquivaba la mirada, pero tenía un sonrojo cubriendo toda su cara, le habrá dado duro contra el muro en este caso cuando tu curiosidad toma el control sobre ti solo puedes decir algo.
- Al final Diego te dio contra el muro, se te declaro o que- susurre en su oído este me volteo a ver con los ojos abiertos como platos y sus mejillas sonrojadas, se cubrió la cara y susurro un “luego te cuento” agua fiesta se vuelve mi primer amigo y no suelta la sopa completa.
Así termino la clase y yo ya cansado no espere a que Sam me contara lo que paso si no que me fui corriendo a casa, necesitaba descansar del día tan raro que tuve, pero en medio del camino se me atravesó otra vez esa maldita limosina maldije cuando unos tipos fuertes y en chaqueta dos se bajaron, y me asuste cuando me tomaron uno por cada brazo, patalee como fiera y mordí con fuerza pero al final me obligaron a entrar al vehículo y me dejaron inconsciente.
- Despiértenlo- escuche a la lejanía antes de sentir como agua fría caía sobre mi menudo cuerpo, abrí los ojos encontrándome con un hombre mayor muy parecido a Marcos- hola bella durmiente- me dijo burlón aquel hombre, mire la habitación era pequeña y negra, al lado de el hombre mayor había dos tipos que me veían serios, yo solo estaba atado en una silla y para mi suerte no estaba amordazado.
- Hola vejete- susurre viéndolo alzadamente, quien se cree para secuéstrame es mas quien es este vejete, un segundo después de lo dicho recibí un fuerte golpe en el estómago.
- Escúchame bien mocoso porque no quiero repetirlo soy Matías el padre de Marco y tu estas aquí porque tu osasteis dejar en ridículo a mi hijo- susurro mirándome con amenaza.
- A mí no me venga con esa él tiene la culpa por ser un imbécil, nadie lo mando a besarme y más enfrente de todos en la escuela, además déjeme decirle que su hijito no sabe besar y me cae mal es un idiota de lo peor y seguro es malo en la cama yyyyy.. ahora no se me ocurre más insultos pero cuando escuche uno por ahí eso es su hijo- dije queriendo liberarme de estas cuerdas
- Como que te besaste con mi hijo- dijo el vejete sorprendido al igual que los hombres que me habían secuestrado, lo mire un rato hasta que bufe.
- No será mejor decir, como que mi hijo te beso, vejete si no se ha dado cuenta su hijo es una mole con patas me puede romper con un solo puño si me atrevo a besarlo si no me viola, aunque debo decirle y serle sincero de que su hijo batea pal otro lado bueno, no, batea para los dos si no sea a dado cuenta, su hijo es un libertino que creo que se a follado a más de la mitad de la ciudad, y si no lo ha hecho pues está cerca- digo porque no puede ser que este hermosito ser este atado.
- Y tú le gustas- me pregunta mirándome de arriba abajo y yo como bien macho que soy respondo.
- Pues no sé si le guste pero el punto es que por mí que se valla al carajo- gruñí molesto por la situación.
- Entonces a partir de ahora están comprometidos- ¿Qué? Creo que escuche mal si seguro escuche mal.
- Espere que dijo- susurre con voz ronca, sintiendo como un nudo se posaba en mi garganta.
- Estarán comprometidos, no puedo permitir que mi hijo se descarrile así que a partir de ahora tú y el cuándo se gradúen se casaran- dijo como si nada el vejete.
- Ni de coña yo con su hijo no me caso, exijo un abogado esto es peor que pena máxima de muerte, porque no se casa usted si tanto lo quiere está loco yo y su hijo para que lo sepa yo no voy a permitir que nada entre por mi culo, así que o se consigue a una puta o que se yo o su hijo se vuelve travesti pero que yo no me caso con un hombre y mucho menos soy el de abajo- grito y puedo jurar que los hombres y el vejete se están conteniendo para no reírse.
- Vamos calma esto será solo para enseñarle a mi hijo a no decir mentiras, él me dijo que tú lo estabas chantajeando para que se acostara contigo y pues ahora vamos a ver cómo reacciona cuando se entere que están comprometidos- dijo el vejete viéndome con una sonrisa maliciosa.
- Claro porque su trasero no está en juego ni en peligro de ser profanado- digo queriendo llorar- me niego le diré la verdad en cuanto le diga- dije decidido, pero mal dije a tener un revolver apuntándome en la cabeza.
- No me hagas enojar pequeño, me agradas en verdad, me pareces interesante pero créeme no te conviene hacerme enojar así que aceptaras mi amable petición verdad- susurro con una sonrisa autosuficiente, no quiero porque a mí.