Era un día normal en el Sunny go, Sanji se encontraba en la cocina preparando el almuerzo, cuando Robin entro.
- Cocinero-san - la chica venia con el capitán y el doctor.
- ¿Qué necesita mi Robin-chwan? - dejo de hacer sus cosas.
- Les conte a capitán-san y doctor-san una historia, ¿quieres oirla?
- Shishishi, vamos Sanji. Te dara una idea de que cocinar - se sento en el comedor con Chopper.
- Lo que Robin-chan diga - se respaldo en los fogones (ya apagados) y encendio un cigarrillo.
El rubio escucho atento a la azabache, y tan pronto termino, le pregunto.
- ¿Navidad?
- Así es - aclaro ella.
- ¿Y quieren festejarlo? - los dos chicos asintieron- bien, ¿cuándo?
- ¡En dos días!
- De acuerdo. Tienen suerte de que estamos cerca de una isla.
- ¡¿Lo haras?! - se emocinaron.
- Claro.
- ¡SUGOI! - bailaron.
- Fu, fu, fu... - rió la chica - ¿es emocionante, cierto?
- ¡SÍ!
- Por cierto, cocinero-san - se sento - ¿me podrías preparar un café?
- ¡Por supuesto! - puso manos a la obra.
En poco tiempo, desenbarcaron en una isla de invierno, por lo que todos tenian gorros, bufandas y guantes.
- Todos, tomen uno - mostro unos palos de madera, ella tenía un abrigo amarillo y guantes.
- ¿Para qué, Nami? - pregunto el capitán, éste sólo tenía un abrigo rojo.
- Para ver quién se queda y quién va a la isla, adelante.
- Qué buena idea Nami-san - le dijo el músico - y... ¿me mostrarías tus bragas?
- ¡Claro qué no, pervertido! - lo golpeó.
- ¡Qué mala eres Nami-san! - el tenía un abrigo negro.
- No tomare ninguno - dijo el epadachín, que ni siquiera tenía una bufanda. Se fue a dormir.
- ¡Yo sí tomare uno! - Sanji tomo uno - es... 3 - ya que en los palos venian números.
- Yo tambien - igual el cyborg.
Después todos tomaron uno. A Luffy le toco el número 5, a Brook el 8, Franky el 7, a Robin el 9, a Chopper el 6 y a Nami el 4 por que Usopp dijo que le dio la enfermedad de: NoTomareUnPaloPorqueSéQueMeTocaraIrAlaIslaDelTerror. Sólo se quedaron Usopp, Sanji y Zoro en el barco y los demás fueron al pequeño pueblo de la isla.
- Maldito musgo, se resfriara - entro en su cocina. Como siempre usaba traje, solo tenía una bufanda y con eso le bastaba... esperen... ¿se preocupo por Zoro? - ¡¿EEEEEEHH?! ¡¿Qué acabo de decir?!
Escucho la puerta abrirse, se tranquilizo.
- Oi, cocinero.
- ¿Qué quieres? - se dio la vuelta a los cajones para no verlo.
- Tengo hambre - fue a sentarse.
- ¡Ah! Si la comida - prendio la estufa y coloco sartenes y caserolas. Cuando calento, corto verduras y carne y después las echo.
Sí, el silencio era incomodo para Sanji y no para Zoro ¿por qué? por que se preocupo por Zoro (incorrecto) ¿por qué? por que se quedo con Zoro a solas en la cocina (incorrecto) ¡¿por qué?! ¡por que Sanji está enamorado de Zoro! (¡correcto!)
- "Tranquilizate Sanji... respira..." - respiro ondo.
- ¿Qué haces? - no se dio cuenta de que se le acerco.
- ¡Ahh! - brinco del susto, el otro se asomo por su hombro para curosiar que cocinaba.
- ¿Qué haces?
- ¿Eh?, ah, e-es curry con arroz.
Su respuesta hizo que el peliverde se fuera a sentar, el corazón del rubio iba a mil por hora. Termino de cocinar y le sirvio, después fue a por Usopp.
- Oye, Usopp - estaba en la parte trasera del Sunny.
- ¡Qué susto Sanji! Estoy haciendo mis nuevas armas y me asustaste ¿que pasa?
- Ya está l-la comida...
- ¿Y ese sonrrojo Sanji?
- ¡N-no... no es nada!
- Aja, si claro ¿quién es?
- ¿Quién es quién?
- Ya sabes de qué - le dijo con una sonrisa de picardía - y dime ¿quién te gusta? - lo pico con el codo.
- Bu-bueno... ¿no te reiras?
- Somos nakamas ¿no?
- Está bien... m-me... gusta... Zoro...
- Ok.
- ¿Eh? ¿No me vas a decir que eso es anormal?
- ¿Por qué?
- Es qué... ¿no crees eso?
- Se nota que te gusta.
- ¡¿Qué?!
- Se nota - vio que Sanji se entristezia e iba a un rincón con líneas estilo anime - pero no te preocupes, él te notara.
- ¿De verdad? - tenía líneas en los ojos diciendo "deprimido".
- Claro que sí.
- Gracias Usopp.
- No hay de qué... ¡después de todo soy el gran Usopp-sama!
- Jajaja, ven rápido, ya está la comida.
Los dos se dirigieron a la cocina a carcajadas, no sin encontrarse con Zoro, éste ya iba saliendo de la cocina.
- ¡Lo vez, no se dara cuenta!
- Tengo una idea - se puso pensativo.
- ¿Cuál?
- Imvolucra a Nami.
- ¡Dimela! - lo sarandeo.
- ¡SÍ-SÍ-SÍ!... lo primero - le susurro el plan.
- Sería buena idea...
- Sera facil...
***
- ¡Bien, tengo algo que decir! - todos miraron a la navegante - Luffy y yo nos hemos puesto de acuerdo con hacer un intercambio de regalos.
- ¡Sera divertido!
- A cada uno le dare un papel donde contenga a la persona a la que le intercambiaran.
- ¿Podemos decir quién nos toco? - pegunto Chopper.
- ¡NO!
- ¿Y qué pasa sí...?
- ¡NO!
- ¡Oye no me dejaste terminar!
- Ya calmence - dijo la arqueóloga.
- ¡Hora de decidir!
- ¡Sí!
A cada quien le toco regalar a alguien, pero cierta persona no le agrado quien le toco.
- "¿Con-con Zo-ro...?" - se le subieron los colores.
Y tambien a otra persona, que al parecer no le desagrado... ¡¿cómo que no le desagrado?! ¡¿Debería odiar al cocinero, no?!
- "¡¿Por que demonios estoy emocinado?!" - se fue a su amada cocina para esconderse de ese Marimo. Cerro la puerta, así podría gritar todo lo que quisiera - ¡¿por qué con él?! - empezo a caminar en circulos con las manos en la cabeza, desperado.
- ¿Estás bien, cocinero-san?
- ¡Robin-chan! - se giro para verla.
- ¿Estás bien?
- Etto... sí... no te preocupes mi Mellorine - le sonrio nervioso.
- Miente mejor nariz-larga-kun - se acerco y le tomo del hombro - puedes confiarme tu secreto - sonrió sincera.
- ¿Pe-pero... no me odiaras...?
- Puedes confiar en mí cocinero-san.
- M-me gusta... Zo-zoro...
- Eso no es malo.
- Lo mismo me lo dijo Usopp.
- Algo sucedera - salió de la cocina.
- Mierda... - dejo caer su cabeza en la mesa.
***
- ¿Para que querias llamarme, espadachín-san?
- Necesito un favor... para mañana - le dijo un poco avergonzado, pues no estaba acostumbrado a pedir favores, y menos a las mujeres.
- ¿Y qué es?
- Necesito ayuda con un regalo...
- Bien, ¿que tienes en mente? - le sonrió.
***
- Entonces, ¿que haremos Sanji-kun? - la pelinaranja preparaba el material para el regalo.
- Bueno, estaba pensado en hacer un pastel...
- Pero sabes que a Zoro-kun no le gusta lo dulce Sanji - opino el mentiroso.
- Por eso se me hizo más díficil, así que busque una receta que realmente funcionará.
- ¿Cuál? - dijeron los dos presentes.
- Son chocoates con Sake.
- Buena idea Sanji.
- ¡Manos a la obra!
Se pasaron todo el mediodía preparando los chocolates, que ni tanto sabian dulces, talvéz el rubio le puso demasiado Sake.
- Ya están listos, ahora hay que guardarlos... ¡aquí! - los guardo en el refrigerador, dentro del compacto de verduras con sumo cuidado - gracias por haberme ayudado.
- Para nada Sanji-kun - le guiño un ojo.
- Fue divertido, nunca pense en cocinar... y además... ¿somos colegas, no?
- Muchas gracias.
- De nada, te dejaremos para que te concentres en la cena, bye Sanji-kun.
- Yo tambien me voy a...
- ¡Espera Usopp!
- ¿Huh?
- Gracias por tu consejo, de seguro si le doy los chocolates y me le declaro, me dara una oportunidad.
- Te la dara, es Zoro de quien hablamos... - salió.
- Uff... y ahora ¿qué hago...?