Había olvidado cuando fue la última vez que desperté de esta manera.
Antes de que todo eso ocurriera, Ritsu solía quedarse dormido en mi cama por algunas horas y despertaba justo a tiempo para irse a su casa. Nunca pudimos pasar una noche completa juntos por lo que esta fue algo especial y por mi cuenta corría que no sería la última.
Desperté y lo vi dormitando a mi lado cubierto solo por las sábanas. Su cuerpo se veía tan frágil como siempre, y ahora con esa curva en su abdomen se veía más delicado. Su piel blanca y suave, su cabello castaño, sus ojos verdes que ahora estaban cerrados… todo en él era perfecto para mí junto a su carácter infantil.
“Tendré que cuidar a dos niños” pensé con una sonrisa. Le di un beso en su frente y salí de la habitación. Tomaría un baño y aprovecharía el día para hablar con los padres de Ritsu: pondría en claro lo que quería, porque ya sabía que era lo que quería.
Salí temprano rumbo a la editorial Marukawa y esperé lo que me pareció una eternidad para que me dejaran verlo –era obvio que un chico como yo no podía pasar de manera tan simple y por supuesto que no iba a decir que era la pareja sentimental de su hijo-
Con todo eso por fin pude verlo. Cuando me vio no dijo nada por un momento, no sabía si era porque tenía idea del motivo de mi visita o todo lo contrario y no sabía nada en lo absoluto, pero haya sido cualquiera de las dos me hizo pasar a su oficina donde pudimos hablar a solas.
Ahí fue cuando empecé y en resumen le dije que mis primeras intensiones con Ritsu fueron desinteresadas… en todo sentido. Nunca antes había tenido relación con un chico y con él quise “experimentar” y conforme fue pasando el tiempo me di cuenta de que los sentimientos de Ritsu hacia mí eran mas que sinceros y yo no sabía que hacer con ello, no sabía qué sentía por él pero solo fue cuestión de días para que me diera cuenta de que era lo mismo que él sentía por mí… y sí, lo amaba. También le dije que en ningún momento pensé en evitar la responsabilidad de mis actos –refiriéndome obviamente al embarazo- y que no simbolizaba un pesar para mí puesto que amaba a Ritsu y amaba al hijo que iba a tener con él y que por la misma razón exigía que se me relevaran las restricciones que debía tener. Expuse que sabía que mi posición en esa casa no era como para que me quejara, pero también que era injusto no poder estar con Ritsu cuando me necesitaba y más aun estar lejos de mi hijo.
Hable sin hacer pausas por casi dos horas y en todo ese tiempo no escuché palabra del padre de Onodera en lo absoluto y de manera equivoca comencé a inquietarme.
Después de que terminé de exponer, él habló, y lo que me dijo fue en verdad un golpe para mí. Me dijo muchas cosas y entre ellas algunas de las que no tenía ni idea, como por ejemplo la cancelada propuesta de dar una considerable suma de dinero a mis padres con tal de que me alejaran por completo de Ritsu… y él lo sabía.
Me dijo que pudo darse cuenta del verdadero cariño que su hijo me tenía cuando se negó rotundamente a esa opción para resolver el asunto. Desde un principio Ritsu estuvo enamorado de mí y dijo con una seguridad increíble –que incluso podía sonar peligroso- que no se alejaría del bebé que estaba dispuesto a tener ni mucho menos de mí: porque yo era el padre y principalmente porque me amaba… y yo lo amaba a él por igual.
Fue entonces cuando me di cuenta de que pude haberle dado más desde un principio puesto que él me estaba dando todo lo que tenía.
Estoy seguro de que mis padres hubieran aceptado el dinero de inmediato sin siquiera consultármelo y si eso hubiera pasado en realidad probablemente jamás me hubiera enterado de que tendría un hijo con Ritsu, peo fue él mismo quien lo evitó, porque me amaba.
También me enteré que fue por él que yo estoy actualmente viviendo en su casa, porque sabía que lo separarían de mí y se encapricho de tal manera que si yo no estaba a su lado él se iría conmigo.
Nunca pensé que él podría actuar así. Ahora entiendo porque su madre me odia tanto.
Sin embargo su padre se mostró bastante… comprensivo en todo esto. Notó que yo no tenía ni idea de todo lo que me acababa de decir y también me dijo claramente que él no tenía nada en mi contra y que si prometía no herirlo, podía darme la libertad de estar con Ritsu como su… compañero.
Aunque también me aclaró que no dejaría que descuidara mis estudios ya que una vez que me gradúe tendría que tomar un empleo digno y valerme por mi mismo, mas aun porque ya tendría una familia de la cual preocuparme.
Hubiera querido quedarme un poco más para aclarar algunas cosas pero como era de esperarse, el padre de Onodera tenía cosas que atender y tuve que regresar a casa. Entonces fue cuando pude meditar todo lo dicho antes: prácticamente si no fuera por Ritsu yo no estaría ahí –además de que él me dio de nuevo a Sorata-
Y era por eso, por todo lo que él ya me había dado que debía protegerlo y principalmente hacerlo feliz.