Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pequeño contratiempo por Shinjimasu

[Reviews - 52]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

No quiero alejarme de él, no de nuevo.

Afuera llovía. Dentro de la sala de espera se sentía frío y a pesar de que el padre de Ritsu me había ofrecido café y me había asegurado que todo estaba en orden yo no podía estar tranquilo… al menos emocionalmente. Trataba de mantener mi expresión seria como siempre pero incluso yo comenzaba a estresarme bastante por la demora.

Ritsu había tenido dolor en su vientre horas después de que yo me fui a la escuela. Su padre había ido a la editorial y su madre aun estaba en la casa, por lo que ella lo cuidó hasta que cesara el dolor que, hasta ese momento, había sido normal. Sin embargo mientras más tiempo pasaba más intenso era la presión que sentía y no dudaron en ir al hospital: por algún motivo el parto se había adelantado.

Por si eso no fuera suficiente la situación era muy delicada puesto que Ritsu aún estaba con 31 semanas de embarazo y por lo mismo había muchos riesgos tanto para él como para el bebé.

Él ya estaba demasiado cansado al tratar de soportar el dolor y la única obvia solución era practicarle una cesárea. Sin embargo el problema no acababa ahí: el cordón umbilical se había enroscado en el cuerpo del bebé y no podían liberarlo… además Ritsu se encontraba inconsciente y estaba perdiendo demasiada sangre.

La situación era bastante grave.

Mientras más tiempo pasaba más temía yo por la vida de ambos. Si perdiera al bebé Ritsu estaría devastado y conociéndolo caería en depresión sin duda alguna, culpándose por todo y probablemente enfermaría por eso… pero perder a Ritsu sería una locura para mí. Simplemente no podría soportarlo y quien caería en depresión sería yo y, conociéndome, no saldría de eso porque yo mismo trataría de compensar mi culpa asumiendo la responsabilidad de su muerte.

No podía tranquilizarme. En mi cabeza solo trataba de convencerme de que todo saldría bien y de que debía ser fuerte, que era patético que yo me estuviera preocupando de esa manera, que así no era mi actitud... pero era  imposible dejarlo pasar. No podía engañarme a mí mismo y mi temor más grande era que en algún maldito momento el médico tuviera que hacerme elegir… porque así como ellos eran padres de Ritsu yo era padre de ese bebé.

Trataba de evitar ese pensamiento a toda costa, pero no lo descartaba. Sería peligroso hacerlo.

Por fin el medico salió y se acercó a sus padres. Yo estaba un poco más lejos, por lo que tuve que levantarme y llegar hasta ellos. En ese momento sentí un alivio que no me tranquilizó del todo: ambos estaban estables, pero el bebé se encontraba en una incubadora… sí, era un niño.

Un suspiro involuntario salió de mi boca y presté poca atención a lo que el doctor terminaba de decir… ahora solo quería verlo y asegurarme yo mismo de que estaba bien, pero a pesar de mis quejas no me permitieron entrar a su habitación hasta que pasaron dos horas más.

Vaya desperdicio de tiempo.

Había dado algunas vueltas hasta que por fin me dejaron pasar a verlo… pero el cuarto estaba vacío “¿Qué clase de broma es ésta?” pensé inquieto, temiendo que algo le hubiera pasado.

Salí pero como si todos ahí se hubieran puesto de acuerdo, nadie estaba afuera, lo que me hizo inquietarme más. No pensaba detenerme a pedir ayuda y comencé a buscarlo por mi propia cuenta, aunque si pensaba un poco las cosas era obvio donde lo encontraría. Tomé una cobija de un sillón y comencé a buscarlo.

Caminé por el pasillo helado. Afuera seguía llovía. No me detuve hasta llegar a esa zona, donde lo encontré. Vestido solo con la bata que debía llevar, descalzo y solo, mirando a través del cristal que los separaba.

Se notaba cansado –bueno, no era para menos- un poco pálido, pero confirmaba que se encontraba bien. Me acerqué hasta donde estaba y le coloqué la cobija en su espalda. Me miró y sonrió.

-Eres un desastre- le dije en broma para animarlo un poco –No deberías estar aquí afuera, mucho menos en pie- agregué mientras le colocaba la cobija sobre su espalda

-Solo quería verlo…-

-Eso lo entiendo, pero si tus padres se dan cuenta de que no estás en la habitación se pondrán como locos y con mucha razón-

Él miró de nuevo a través del cristal, justo sobre la incubadora que había en el centro –Es muy pequeño-

-Tiene 31 semanas solamente-

-¿Por cuánto tiempo estará ahí dentro?- preguntó inquieto –No me han dejado acercármele-

-Eso es porque tiene que estar en observación… aun hay cosas de lo que deben asegurarse-

-¿Por qué no puedo estar con él?-

-Acabo de decírtelo: no es prudente por ahora-

-¡Pero yo quiero estar ahí! ¡Soy su padre, debe estar conmigo!-

–Podrás hacerlo cuando se encuentre mejor- le dije mientras lo abrazaba contra mi pecho –Debes tranquilizarte-

-¿Cuánto tiempo más va a estar aquí?- me dijo en un sollozo. Al parecer se había estado conteniendo en todo este tiempo –Va a estar bien ¿Cierto?-

-Cierto-

-¿Puedes prometérmelo?-

Realmente dudé en ese momento. No podía asegurarlo, no lo sabía, pero tampoco debía ser negativo –Lo estará- respondí mientras le daba un beso en su frente –Lo estará-

Estuvimos en silencio por un rato –Quiero ir a casa- me dijo en voz baja

-En unos días nos iremos… y todo estará bien- respondí

Hubiera querido que esas palabras fueran ciertas.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).