No podía creer que después de tanto tiempo de esperar Ritsu no sintiera nada cuando lo besé y lo abracé y debido a eso resbalaron lágrimas de mis ojos sin que me diera cuenta. Me sentía frustrado y un dolor punzante cruzaba por mi pecho, así que lo único que podía –y quería- hacer era salir de ahí.
-Lo lamento, me iré ahora- le dije… me sentía como un idiota.
Pesé salir por la puerta pero recordé que, según los empleados, yo me había quedado afuera así que volteé para salir por la ventana (como había entrado) pero de alguna manera parecía como si se hubiera abierto una herida que aun trataba de cerrarse.
Cuando miré a Ritsu estaba envuelto en un mar de lágrimas.
-Senpai…- me llamó en un sollozo y creí que si en ese momento no lo hubiera abrazado de la manera en la que lo hice él se hubiera desmayado
-Senpai… no puedo, ya no puedo…- lloró aferrándose a mi pecho –Quiero volver… ¡Ya no quiero sentirme así! Lo intenté… ¡Lo intenté!-
-Está bien ¿De acuerdo?- le dije sin querer soltarlo
-No, no lo está… ¡No quiero perderte a ti también!-
-Oye- lo llamé sosteniendo su cabeza entre mis manos –Eso no pasará, nunca pasará eso- dije antes de besar su frente y abrazarlo
-Todo este tiempo me sentí muy solo… quería estar contigo… quería que todo fuera como antes- me dijo –Que todo fuera una pesadilla… esperaba despertar… ¡Quería despertar ya! Pero no podía… no podía…-
Escucharlo hablar de esa manera me partía el corazón. Sentía que en cualquier momento se desvanecería de entre mis brazos, por lo que solo podía estrecharlo con más fuerza. No quería soltarlo, no quería perderlo.
-Está bien Ritsu, yo estoy aquí contigo y no permitiré que te alejes de mi de nuevo, de ninguna manera… soy egoísta y te quiero para mí, solo para mí- le dije –Y estaré para ti. Saldremos adelante juntos-
-Traté de evitar pensar en lo que pasó y por lo mismo comencé a restarle importancia a lo que me rodeaba- dijo –Pero cuando vi a Senpai, preocupándose por mí de esa manera ya no pude resistirlo más-
-No tenías que hacerlo- contesté –Esta bien sentirse mal, es parte del proceso de duelo. Pero ya es momento de que termine esa etapa. Debes superarlo Ritsu-
-Pero no quiero olvidar…-
-No tienes que hacerlo, solo debes aprender a llevarlo sin que te afecte-
-Es difícil…-
-Lo es, pero no puedes seguir acabándote tu solo… me has dejado fuera de esto Ritsu y también era mi hijo. Tampoco fue fácil para mí, pero para serte sincero estaba más preocupado por ti, por lo que te sucedía, porque realmente yo no me perdonaría perderte también…aunque indirectamente también lo hice al dejarte cargar con el peso solo a ti-
-Yo quise hacerlo, no quería preocuparte…-
“Este chico sin duda es un desastre” pensé, pero el simple hecho de saber que lo tenía de nuevo conmigo me hizo regresar al momento.
Se sentía tan frágil entre mis brazos, tan débil…
-Senpai…-
Reí un poco -¿Hasta cuándo dejarás de llamarme “Senpai”?-
-Tú eres mi Senpai- respondió un poco animado
-Creí que era tu novio-
Él se sonrojó -¿De qué otra manera debería llamarte?-
-Por mi nombre- le dije separándome de él para mirarlo de frente –Mi apellido si quieres-
-No, no podría-
-¿Por qué no? No podrás llamarme así siempre-
-N-No lo sé- respondió –No creo que este…- comenzó a decirme, pero al mismo tiempo no pude resistir la tentación de besarlo
Nos mantuvimos así por un rato hasta que tuve que separarme –Lo lamento… si continuo así no podré mantenerme tranquilo-
-¿Ah?-
-Y por cierto, mis padres se separaron hace varios meses y cambié mi apellido por el de mi madre…Takano-
-Lo lamento, no quería ser imprudente-
-Está bien, de cualquier manera están mejor así- contesté –No tienes idea de cuánto esperé a que regresaras-
Él me miró de la misma manera en la que solía hacerlo y se inclinó hacia mí para darme un beso. Claramente no lo esperaba, pero no quise cortarle sus ilusiones y correspondí su beso, dejándolo sin aliento -Ta-Takano-san…-
Cuando lo escuché llamarme de esa manera me sentí extrañamente cómodo –Ritsu…-
-Vas a quedarte ¿Verdad?-
-El tiempo que sea necesario- respondí –Y ya nunca volveré a dejarte solo-