Delight 1: "Au Revoir."
Despertar es bueno dependiendo de las circunstancias en las que ocurra.
Si despiertas al lado de Sehun, sabes que claramente se despertara y te dirá que te ves bien a pesar de haber dormido como una vaca toda la noche.
Si te despiertas con Kris hay una probabilidad del 99.99% de que el no este a tu lado.
Si despiertas al lado de Chanyeol, sabras que has follado con él, por que la única forma pa que desee dormir al lado de alguien es si esta persona ha permitido que su miembro entrara en su cuerpo.
Pero si despiertas al lado de Kai, la verdad es improvable que ocurra la misma cosa dos veces. una vez desperté en sus piernas, otra vez desperté sin él a mi lado, en otra desperté en un tren sin rumbo fijo…
El día que nuestro avión por fin aterrizo, no fue la excepción a la norma. Kai no me permitió despertar aun cuando sentí que sus brazos me llevaron desde el avión hasta que pasaron mas o menos media hora.
-Luhan abre los ojos- dijo en mi oído después de que mis pies estuvieron puestos en el suelo.
Cuando abrí los ojos ante mí se encontraba el mar y no era cualquier mar, era el mar de una isla que yo desconocía.
-¿Kai donde estamos?- pregunté complemente sorprendido y anonadado de tanta irreal belleza.
-Estamos en medio de la nada. Estamos en una playa privada lejos de cualquier vestigio de civilización, el sueño de cualquier par de enamorados no lo crees- dijo mientras posaba suavemente su rostro en uno de mi hombros, con la intención de deslizar sus manos por mi cintura.
-Pero se suponía que iríamos a...- dije un poco extrañado.
-Luhan, tú y yo necesitamos unas vacaciones lejos del mundo. Ya después iremos donde inicialmente te dije que iríamos, mientras tanto yo podré comerme a este adorable ciervo y tú podrás montarme cuantas veces desees- respondió interrumpiendo la pregunta que él ya sabía que yo haría.
-Bien por lo visto vamos a follar...-
-Follar no, Luhan, hacer el amor- dijo mordiendo mi cuello a modo de castigo.
-Bien, vamos a hacer el amor ¿por cuantos días?- pregunté inocentemente.
-Vamos ha hacerlo hasta que los dos quedemos lo suficientemente satisfechos- dijo besando mi mejilla. Dejándonos momentáneamente en un pacífico silencio, ese tipo de silencio cómodos que solo he experimentado con Jong In.
Estoy seguro de que nos veíamos como una pareja de enamorados en ese momento, estábamos allí en la playa mirando el atardecer mientras Kai me abrazaba por la espalda y yo recibía sus brazos con cariño y aceptación, si, se veía como escena de película, pero la realidad era muy diferente algo que se veía. Tanto Kai como yo sabíamos muy bien que lo que sentíamos estaba lejos de ser amor, lo sabíamos tan bien que ya ni siquiera nos importaba que no hubiera explícitamente amor entre los dos. He de admitir que desde un inicio ambos teníamos química, una buena amistad y ese toque mágico con el comienzan todas las relaciones fogosas: lujuria. Pero todo eso no era amor.
Además que el amor se veía muy lejano para los dos, primero Jong In acababa de separarse de esa víbora ponzoñosa de Kyungsoo y mi corazón había sido mutilado por el inmenso amor que Sehun siempre le profeso a Kyungsoo... Dios ni siquiera sé por qué debía amargarme la vida pensando en ese par.
-Kai voy a hacer un juramento- dije firmemente, sin soltar sus brazos. Pude sentir que él me agarro con un poco más de fuerza y recibí ese acto como un movimiento para que continuara con lo que había empezado. Por esta razón continúe sin titubeos -quiero que sepas que a partir de ahora, y hasta que nos separemos mi cuerpo y mi alma son todos tuyos. Eso significa que siempre que desees hacer el amor conmigo, yo siempre estaré listo y dispuesto para ti-.
-¿Solo para mí?- preguntó volviendo a colocar su cabeza en mi hombro.
-Solo para ti, mi hombre- respondí muy seguro de mí mismo.
-¿Y si te dijera que quiero hacerte mío aquí mismo en la playa?- dijo en tono inocente.
Sabía que mis palabras no podían responder lo que sentía en aquel momento por lo que simplemente me voltee y empecé a besarlo con necesidad. A él, al hombre que me había sacado de aquel infierno por qué Seúl se había convertido en nuestro infierno personal y aunque ambos debíamos hacerle frente en algún momento. Momento que se veía lejano, tan lejano como la luna que aquella noche alumbraba lo justo para que Kai pudiera hacerme el amor como se debía en una playa desierta...
Lejos de todo el mundo...
Bueno de todos menos Kai...
De repente volví a despertar y esta vez estaba solo. En esa ocasión me encontraba en una pequeña y modesta cabaña hecha de bambú. La cama era doble y las sabanas eran blancas, al igual que los muebles y la única puerta que poseía la pequeña habitación.
Quise moverme de la cama, pero algo me lo evitó y eso fue el pequeño dolor que sentí en mis caderas. Con todo el esfuerzo del mundo me levante de la cama y camine hasta el espejo de cuerpo entero que poseía la pequeña habitación al lado del tocados blanco.
Ver mi cuerpo me trajo a la realidad nuevamente, ya que por todo mi cuerpo se veían las marcas de cómo Kai y yo habíamos hecho el amor toda la noche anterior: primero en la playa, luego lo monté a las orillas del mar, luego en el baño que se encontraba fuera de la habitación donde estaba y luego en la habitación. Mis recuerdos volvieron pero algo no estaba conmigo y ese algo era Kai.
Me desespere y aún en contra de mi dolor salí de la habitación y lo busque desesperadamente por toda la modesta casa de bambú, la casa era hermosa, todos los muebles eran blancos pero lejos de sentirse como una casa deprimente se sentía muy hogareña. Estaba desnudo y sabía que caminar desnudo era una estupidez pero mi desesperación por encontrar a Kai superaba todo lo demás. Cuando estaba a punto de salir de la casa, un anillo de plata llamo mi atención. Por lo que corrí hasta alcanzarlo en el suelo. Mi error fatal fue correr desnudo alzar el trasero descaradamente mientras mi manos agarraban el anillo.
Sin darme cuenta Kai se posicionó detrás de mí y me penetro sin piedad.
-¡Kai!- gemí al ver que su miembro ya se encontraba descosiendo e por dentro.
No me molestaba que me penetrara así en realidad, es más, yo mismo le dije que me follara cuantas veces deseara, de todas formas mi cuerpo siempre estaría preparado para que su dulce miembro estuviera incrustado hasta el fondo de mi trasero.
-Estaba preparado el desayuno- me embistió en medio de mis gemidos que susurrantes pedían más -pero entonces te vi bajar gloriosamente desnudo- más embestidas, mi cuerpo ya estaba al punto de explotar por lo que deje mi pose de puta barata y me volteé para montar el miembro de Jong In mientras el me alzaba -Luhan mi salud mental no puede soportar verte desnudo, no sé por qué pero mi pene le gano a mi cerebro al verte en esa posición que mostraba petulantemente tu entrada, era como si me estuviera diciendo: "ven aquí y entiérrame esa polla"-.
-te lo dije una vez y...- pare de hablar al sentir sus embestidas más fuertes, después de reunir fuerzas continúe -te... Lo re... Repito-.
-¿Que quieres decir mi luhan?- preguntó mientras su miembro encontraba mi punto de placer máximo, pude sentir como mi espalda formaba un perfecto arco, mientras el penetraba con más fuerza.
-Soy... Tu... Tuyo, solo... Tuyo- dije en medio de suspiros, mientras él se encargaba de repartir besos en mi cuello y torso.
-Si Luhan, eres mío y de la misma forma yo soy tuyo- susurro lo sufre temerte fuerte -el destino nos unió y ahora solo nos tenemos el uno al otro- dijo justo antes de venirse adentro de mi. Las tenía contabilizadas y ya se había venidos seis veces adentro de mi, cosa que extrañamente no me molestaba.
De la misma forma en que él se vino, yo también me vine. Nunca en mi vida me había venido con tanta fuerza y el Kai sabía que ahora si estaba exhausto por la gran cantidad de actividad sexual que habíamos tenido.
Con mucho cuidado él salió de mí y me llevó alzado hasta el baño donde él mismo me limpio, mientras yo aprovechaba para sujetarle el trasero y pasarle las manos por sus delirantes pectorales.
Después de la limpieza y yo aún en brazos de Jong In, bajamos a la primera planta donde el desayuno de huevos, fruta y jugo de naranja nos esperaba. Por lo visto Jong In dejó la mesa lista antes de ir a mi encuentro... Y bueno antes de tener sexo.
Desayunamos en paz, cosa que no disfrutaba desde hace mucho tiempo ya que en la casa campestre de Sehun nunca me sentí del todo cómodo con la atmósfera y con lo abandonado que me tenía Sehun.
Después de comer nos metimos al mar, y después del mar hicimos el amor otra vez y otra vez y otra hasta que nuestros cuerpos cayeron rendidos en la cama doble de la pequeña habitación donde había despertado esa mañana.