Puerto de Indrapaths.
En vista de que los vientos estaban a su favor, Kardia llegó a Indrapaths más rápido de lo esperado. En el puerto aguardaba Saga, Milo y Camus, Kardia había pedido que su llegada esté en la más absoluta confidencialidad pues no deseaba alborotos ni gritos histéricos.
Un pequeño contingente de la guardia real aguardaban la llegada del posible " sucesor del difunto Deuteros" según a palabras de Saga, Kardia Escorpio era el mejor partido posible, incluso ya tenía preparado el tratado matrimonial que sería firmado por ambos. Asmita no decía ni si ni no ante las insinuaciones de su Canciller.
Hasta ese momento, Milo ignoraba que Hyoga había sido amante de Camus y que estaba dispuesto ahora si a decirle a los cuatro vientos, que él había sido primero que él.
A lo lejos, divisaron el galeón con la bandera del Principado de Antares, un majestuoso escorpión azul sosteniendo una corona simbolizando que los Escorpio dominaban entre las familias nobles de aquel lugar. Milo sintió alegría, al fin luego de un mes y varios días volvía a ver a su hermano, aquel que lo apoyó en su relación con Camus y que derivó en un matrimonio por amor.
—al fin verás a Kardia, amor—murmuró Camus a su oído.
El joven soberano de Antares asintió contento.
Luego de 25 minutos navegando, la embarcación atracó en el puerto, a una señal de Saga, la guardia se preparó para escoltar a Kardia quién se alojaría en el Palacio Rajish como muy ilustre e importante invitado de Su Majestad Asmita Virgo. La puerta se abrió dejando ver la alta y fuerte figura de Kardia Escorpio quién al ver a su hermano sonrió con ternura.
Cabe decir que Saga quedó literalmente " desarmado" ante la apariencia del hermano mayor de Milo, un caos se armaría entre los nobles que oscilaban entre los 35 hasta los 50 años por que ante sus ojos estaba el otro hijo de la belleza masculina.
—incluso los vejetes de la corte pondrán sus ojos en él....
—¡ Hola!—saludó Kardia desihibidamente.
—hermano, saluda como el conde que eres—reprendió con suavidad Milo.
Incluso Milo era igual de hermoso que su hermano por lo que Saga no sabía si la corte se dividiría entre los dos.
—me aburre Milo—se quejó el mayor mientras Camus trataba de no reír ante la forma tan " sutil" de su cuñado al saludar—Camus no dice nada ¿ verdad cuñadito?
—no se preocupe, Alteza—intervino Saga ya repuesto—es su esencia y me agrada, seguramente a Asmita le gustará también.
—¿ ves? ya soy un éxito.
—hermano, él es Saga Gemini, Canciller del reino Indrapahts y Barón de Alzir—lo presentó.
—un placer—estiró su mano—Kardia Escorpio, Conde de Sargas.
Al finalizar las presentaciones, Saga ordenó el despliegue de la seguridad, en cierta forma Kardia se sintió como rey en territorio vecino, pero el secretismo con que su llegada debía ser manejada fue rota por un joven que paraba en la corte, Jabu quién al obtener la primicia no dudó en regar la nueva entre sus conocidos cosa que en menos de una hora, todos sabían que podrían tener un nuevo rey consorte.....
Rajish Palace
En menos de lo que canta el gallo, toda la corte se había reunido a la espera de Kardia, entre esos Dégel al que recientemente Asmita había otorgado otro tratamiento, el más importante despúes de Príncipe o Rey, Duque de Hydor, con opción a ser hereditario.
Algunos se le acercaban a darle su felicitación y buenos augurios, Serafina en vista del nuevo nombramiento de su ex-marido andaba asediándolo cada vez que andaba solo y como este se le negaba a sus insinuaciones, planeaba una sucia jugarreta que destrozaría la vida del nuevo Duque, de Camus y Milo. Hyoga había regresado como si nada, ahora con más ganas de decirle a Milo de su romance con Camus.
La entrada de algunos miembros de la guardia real, alertaron a los presentes quienes comentaban si el hermano de Su Alteza Milo, era igual de hermoso que él, si conquistaría a su viudo rey o algún noble presente.
Saga entró primero con una sonrisa que auguraba que sería una maravillosa sorpresa, Sisifo el encargado del recibimiento repasaba sus líneas sin ningún error.
—¿dónde está Su Majestad?—preguntó el Canciller apurado mirando a todos lados.
—¿ ya está nuestro visitante aquí?—la voz de Asmita resonó entre la multitud mientras aparecía pródigamente ataviado.
—si—señaló con gracia hacia la puerta cerrada precedida por una larga alfombra azul.
—hazlo que pase....
A una señal suya, las pesadas puertas se abrieron, la multitud agolpada pugnaba por ver, Sisifo Sagitarius anunció al desconocido hermano de Milo.
" El Muy Ilustre reino de Indrapaths, su gente y su nobleza tiene el honor de recibir al Conde de Sargas y miembro importante de la familia principesca de Antares gobernado por Sus Altezas Milo Escorpio y Camus D´Acuario.... Kardia Escorpio...."
Los ojos de Krest se abrieron sorprendidos y admirados, él casi nunca se sentía deslumbrado por alguien, ni siquiera cuando Dégel contrajo nupcias con Serafina que fue una pérdida de tiempo, dinero y una verguenza para su inmaculada familia a su parecer. Unas orbes celestes que chispeaban burlonas y coquetas recorrieron todo el salón hasta detenerse en la violáceas de Dégel quién no despegó sus orbes de las de Kardia surgiendo un inmediato flechazo, un amor a primera vista incluso Albafika D´ Pisces quedó cautivado, a decir verdad todos quedaron" prendados" de Kardia.
—siento flaquear...—comentó una baronesa—los dioses han reencarnado.
—igual de hermoso que su hermano.
—los Escorpio son dignos de estar en un trono—comentó otra.
Las mujeres más jóvenes notaron que detrás del traje lujoso del Conde de Sargas se escondían unos incipientes músculos que lo hacían mucho más vistoso a sus vistas, una sonrisa de medio lado que agradó a Asmita, le pareció auténtico tanto que le recordó a su amado Deuteros cuando sonreía para él.
Al llegar al final, hizo un gesto que enloqueció a las jovencitas.... tomó la mano de Saori y la besó en un gesto de galantería, eso sí, sin despegar la vista de Dégel que lo miraba fascinado. Él jamás pensó en gustarle otro hombre a sus casi 40 años.
Milo pensó que al fin la atención se cernería sobre su hermano, pero se equivocó pues ahora los dos estaban en el centro de las miradas ya que todos guardaban una especie de envidia sana hacia Camus quién en menos de seis meses había conquistado a un Príncipe como él.
—estamos en la cima Dégel—comentó Krest con satisfacción—ahora debes buscar una forma de sacarte de encima a esa mujer, si no le hará daño a tu hijo.
—¿ qué insinúas padre?
—muy simple.... Conquista al Conde de Sargas, si es que ya te conquistó.
—me asustas.
—eso se llama estrategia—dijo antes de esfumarse entre la multitud.
Asmita había olvidado momentáneamente que Aspros, su ex-cuñado llegaría esa noche para llevarse los restos de Deuteros a su Archiducado, este en su momento se apasionó por Kardia cuando el anterior Príncipe de Antares, padre de Kardia y Milo, trató de casar a Milo con Aspros, pero el compromiso se rompió al saber que Cástor se enamoró de su adolescente hijo mayor.
—se les agradece su presencia—dijo Saga a los curiosos nobles—la sesión se levanta.
Ahora pasarían al otro salón del palacio, aquel que se destinaba para recepciones más íntimas, su nombre Asoka.
Salón Asoka
Sus candelabros de cristal colgaban del techo pintado con figuras de paisajes campestres de Indrapaths, alfombras ricamente tejidas con hilos de plata y oro, una gran mesa de madera de cedro con patas y base de mármol, sobre la misma estaban dispuestos la vajilla real, la más sencilla pues había de oro y plata, así que Asmita pidió que saquen la de porcelana.
El rey había mandado a preparar una cena privada para su invitado de lujo, sólo unos pocos estarían ahí pues se planeaba que no sería tan evidente la llegada de Kardia, los demás curiosos se retiraron comentando la buena impresión que les dejó Kardia.
Camus se llevó a su padre a un rincón alejado de la pequeña recepción, Dégel se alarmó al ver una sombra de preocupación en las pupilas de Camus.
—Hyoga está tratando de acercarse a Milo, padre—dijo en voz baja mientras miraba por todos lados temeroso de ser oído—en cualquier momento le dirá.
La amenaza era eminente, ambos estaban cercados por todos lados, por un lado Serafina que trataba de demostrar con pruebas falsas de que fue exiliada por Krest y Dégel a las horas de haber nacido Camus y por el otro Hyoga que intentaba realizar una visita intempestiva a Milo para revelarle su romance.
—antes que eso pase te irás a Antares con Milo y no regresarás hasta que yo te diga.
Dégel quería protegerlo a toda costa del veneno de su madre quién según la información de Afrodita Roses trataba de contactar Hyoga, pero este no tenía interés en aliarse con nadie pues sólo lo haría al mejor postor. Su interés estaba volcado en manifestarle a Milo su pasada relación con Camus quién fue claro al expresar que su relación finalizó.
—tu madre está jugando con fuego.
—ella nos dejó cuando tenía un día de nacido, así que no creo que sería capaz de hacerme daño.
—no la conoces...
Era cierto, no la conocía, pero su padre y abuelo si y sabían de lo que era capaz.
—mejor vamos a la mesa—sugirió el mayor apartando los nefastos pensamientos de su mente.
La comida estaba dispuesta, había cordero, frutas, pavo, postres y demás exquisiteces, unas manzanas rojas y brillantes dispuestas con elegancia una sobre otra como formando una torre, esperaban por Kardia quién tomó una, podría haber tomado tres o cuatro, más se contuvo por que de seguro oiría la vocecita de Calvera en su mente reprochándole por su falta de tacto.
Tomó asiento a lado de Asmita, Dégel desde el otro ángulo de la mesa no dejaba de mirarlo con interés inusitado, al ser descubierto Kardia le sonrió discretamente ocasionando que mirara a otro lado.
Ya le había dicho su chaperón, que llamaría la atención, pero debía tener cuidado....
La cena transcurrió amena y tranquila, todos los comensales se presentaron uno a uno, diciendo su nombre, tratamiento y familia perteneciente, al llegarle el turno a Dégel, este muy educada y seriamente extendió su mano que fue estrechada. Sin embargo una descarga eléctrica lo recorrió de pies a cabeza mientras que su corazón comenzó a acelerarse a lo loco.
No supo si al Conde de Sargas le sucedió lo mismo por que luego de la cena, un pequeño séquito de personas que servían en palacio lo condujo hacia su habitación ya que el viaje había sido largo y a palabras de Milo su hermano debía descansar.
Durante el camino de regreso a casa, permaneció distraído, algo inusual en él. Camus lo notó pero no dijo nada, Milo contento por que su hermano estaba con él ni siquiera notó el cambio en su joven suegro.
—¡ Buenas noches!—dijo apenas pusieron un pie en casa—¡ qué descansen!
—usted también, Su Gracia—contestó Milo jalando a Camus a su habitación.
—no hagamos mucho ruido amor—sugirió Camus mientras un apasionado Milo lo besaba en el pasillo—mi abuelo nos...
Un carraspeo interrumpió el momento, efectivamente Krest los observaba con el ceño fruncido, Camus desvió la vista avergonzado murmurando quién sabe qué.
—sólo jugábamos, Mi Lord—dijo Milo con una expresión de pena—lamentamos si lo incomodamos.
—sólo no hagan mucho ruido—fue la respuesta del mayor de los D´Acuario.
—claro—Milo sonrió mientras arrastró a Camus a su habitación.
—tendré que ponerme algodón en los oídos—dijo Krest—la juventud de hoy.
Horas después, Aspros Cástor hacia su discreto arribo, al día siguiente todos se sorprenderían de verlo, en especial Kardia el cual en su momento también le gustó el Archiduque de Alhena, pero ahora experimentaba una atracción eminente por aquel noble identificado como Su Gracia, el Duque de Hydor.