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El cortesano, el noble y el príncipe. por Maby de Sagitario

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Notas del capitulo:

No tardè mucho xD

Giudecca


Prisión Real.


El peligroso plan de Aioria era este...


Retenido en la frontera entre Giudecca, Aioria exigía ser liberado ya que argumentaba ser un noble de Indrapaths que regresaba del territorio de su madre, el Condado-Ducado de Denebola. Hades quien era el rey de ese lugar no sabia de la retención, solo su Canciller, Popea quien no lo soltaria pues ella consideraba que era un espía.


—yo no soy un puto espía — repetía Aioria por enésima vez.


—si lo eres—golpeo Popea la mesa donde lo interrogaban—perteneces a una de las familias mas respetadas, antiguas y poderosas...


—¿ y eso que tiene que ver? Mi tio no toma partido en complost—hizo el ademan de ponerse de pie, pero una monstruosa mano lo devolvio a la silla de los acusados—esto es un abuso.


Popea ignoro la ultima frase, sabia que si en Indrapaths se enteraban que uno de sus ciudadanos estaba injustamente detenido en Giudecca les mandarian hasta bombas molotov.


—tu reino y el mio son rivales asi que es probable que manden espías para atacarnos.


Aioria la miro mal. Tenía que fingir para que sea creíble.


—no respetan los acuerdos... me detuvieron con la tonta acusación de espía.


La mujer exasperada ordeno que lo encarcelaran hasta nueva orden. Con esa clase de interrogatorio no llegaria a ninguna parte.


Con el tambien fue detenido un acompañante de Denebola el cual debia avisar a Sisifo lo que estaba pasando, sin embargo Aioria siguiendo su osado plan, le pidio que mandara una misiva dirigida a Kanon y que en la misma pedia que no se le dijera nada a su tio


Esa misma tarde llego a las manos de Kanon la carta, para leerla despachó a los curiosos soldados pues reconocio la firma en el sobre.


Extracto de la misiva.


" Kanon...


No soy tan bueno en estas cosas, pero es necesario relatarte lo que sucede...


Regresando de las tierras de mi madre, fui retenido en la frontera y fui trasladado junto a mi acompañante a la prisión real en donde la Canciller llamada Pandora me acusa de ser espía por el echo de pertenecer a una de las familias mas respetadas de Indrapaths. Solo te pido que no le digas nada a mi tio ni a Aioros, ni a nadie que me conoce, tú eres el único que puede sacarme de aqui asi que si en verdad significo mucho para ti... Ven solo hasta Giudecca.


Te advierto que Pandora es terca, no cree en mi palabra, ella dice que soy espía hasta el cansancio.


No pienses que soy como esas princesas en apuros... Necesito tu inteligencia y diplomacia para salir bien librado de esta loca.


Ya sabes que... Te amo..."


—de todo lo que pasa, justo tú — arrojó el papel con rabia—¡ ustedes!—llamó a los que lo acompañaban - necesito que me trasladen a la frontera hoy mismo.


—pero señor—lo interrumpió Julian—no hay paso hasta allá.


—¿quien está a cargo del paso y la seguridad de este reino?—cuestionó el.


Todos se miraron nerviosos, minimo movimiento del ejercito o su Capitán alertarian a la población y en consecuencia a Asmita. Kanon estaba perdiendo la paciencia.


—¿ que carajos les pasa?


—diganos por que quiere ir a la frontera, ¿es por esa misiva?—pregunto Sorrento con calma.


—no les incumbe.


—usted no pierde la paciencia por cosas sin sentido—continuo el joven—sabemos que existe un persona capaz de ponerlo asi... Una persona que su corazón ama.


No queria perder mas tiempo, pero tenia razon, Aioria habia logrado encontrar algo bueno aparte de sus aptitudes diplomáticas que siempre alababan, pero nadie se habia detenido a admirar algo mas que eso, solo Aioria.


—solo llevenme y cualquier cosa Saga no debe ni siquiera oler mi ausencia, es tan fiel a su trabajo que no debe ni siquiera pisar aqui...


Una vez dadas las instrucciones a Julian quién quedaba a cargo del ejército, Kanon junto a dos de sus subordinados tomaron la ruta que bordeaba la ciudad, por lo tanto nadie los vio salir ni siquiera Misty Lacerta el cual parecia radar detectando cualquier cosa que serviría como chisme de la semana, asi mismo decían, le gustaba Kanon.


Llegados a la frontera del reino, el capitán despidió a su compañía a la cual agradeció su compañía de ahí en adelante se las arreglaría solo.


—esto me toca solo,es mi asunto—los otros lo miraron compungidos—señor—dijo Sorrento—¿está seguro?


—sólo hagan lo que les ordené en mi ausencia.


Tomó las precauciones necesarias pues atravesaría el bosque en el que Deuteros fue atacado. Habían informes de que existían unos bandidos enmascarados que merodeaban el bosque a la espera de atacar algún miembro de la dinastía reinante, Kanon se despachó a algunos y a otros se los llevó como rehenes a Giudecca pues estaba seguro que eran de ahí. Finalmente luego de siete días de viaje llegó al afamado reino hostil en donde según el mensaje de Aioria se hallaba detenido en contra de su voluntad.


—maravilloso—murmuró con sarcasmo al ver el material y los colores que predominaban en las murallas y monumentos—obsidiana.


La obsidiana sólo se usaba según sus modestos conocimientos en esculturas enzalzando a los reyes, sus hazañas, pero le repelió el ver que este material era usado para construir casi todo el reino, parecía un reino oscuro. Preguntó a algunos habitantes apenas entró a la capital sobre dónde se hallaba la prisión real y todos les respondían que era un lugar de muerte que mejor se desviara de su objetivo.


Detrás suyo los bandidos murmuraban, insultaban y trataban de zafarse de las ataduras impuestas por Kanon, iba a canjear la " libertad de Aioria por estos mercenarios".


—pueden cerrar su maldita boca—gruñó el gemelo.


—si claro noblecito de quinta—dijo uno dándole un puntapié.


Muchos se detenían boquiabiertos al ver la procesión de Kanon y los pillos, unos guardias que patrullaban la ciudad se acercaron con malas caras al ver las actitudes de los hombres, interrogaron a Kanon quién les reveló la razón de porqué estaba ahí. Los guardias se miraron uno a otro al darse cuenta que era conocido del que según ellos era el "espía" y de mala gana lo guiaron hasta la pridión real que era un castillo tipo medieval que servía para encarcelar a los traidores, asesinos, espías y nobles que ofendían a la corona.


Vio un caldaso dispuesto en el centro del terreno que rodeaba la prisión real, se estremeció cuando notó que si no hacía algo, Aioria moriría de la mano de un verdugo.


—¿ dónde está su Canciller?—interrogó Kanon.


—ella es quién busca—respondió uno de ellos—de seguro ya mismo saldrá por aquí.


Efectivamente Popea le salió al encuentro, despachó a los guardias con un gesto y ellos murmurando " Señora Popea" se retiraron. Recorió con la mirada a Kanon que lejos de sentirse incómodo dejó que lo hiciera pues de esa forma imaginó que lograría convencer a la mujer de liberar a Aioria.


No había duda de que era muy hermosa, su largo cabello negro rivalizaba con la noche y siempre vestía vestidos de brillantes colores, mejor dicho gustaba estar ataviada al estilo romano.


—¿ qué te trae por aqui?


—te suena Indrapahts.


Automáticamente a la mención de Indrapahts la mujer cambió drásticamente su risueña expresión por una feroz que Kanon creyó que iba a saltarle encima.


—ah.... entonces eres amigo de ese que nos espía—dijo con desdén—está en esa ventana—señaló a una ventana pintada de blanco de mediano tamaño—si no dice lo que....


—al grano señora Canciller—la interrumpió—¿cúanto quiere por la libertad de mi amigo?


La fémina resopló ofendida al darse cuenta de que sus " encantos" eran ignorados por aquel bellísimo hombre. Se propuso seducirlo una vez que todo terminara.


—¿porqué querrías un espía?


—porque si no lo sueltas mandaré una misiva a mi reino y ordenaré que mis hombres bombardeen al tuyo, tengo el mando del ejército de Indrapaths....¿ qué dices Popea?


Ella horrorizada se apartó mientras buscaba con la mirada a sus hombres.


—tu rey estará encantado de saber que desafiaste su autoridad y capturaste a un noble del reino con el que pretende supuestamente firmar un tratado de paz—se divirtió al ver el cambio en Popea—perderás tu puesto mujer....


—Odoacro, Minos y Bleda—llamó a sus guardias personales quienes salieron apresurados—escoltenos a la celda del espía y que nadie ni siquiera el rey Hades debe saber.


Aioria disimuló la emoción que le produjo al ver a Kanon ahí, su plan había resultado hasta ahora sólo faltaba que este aceptara lo que vendría. Por su parte el gemelo del Barón de Alzir se alegró pues Aioria no tenía ningún rasguño y podía devolverlo sano y salvo a su tío y hermano.


—esperen afuera—ordenó Popea.


Los tres hombres estaban poco dispuestos a dejar a su señora a expensas de dos hombres enemigos, pero la severa mirada de ella fue suficiente para murmurar " si como diga señora"


—lo dejaré ir con una condición.....


—ahora qué—gruñó Aioria actuando en su papel.


—espera—Kanon estaba dispuesto a lo que sea por él—¿cúal es el precio?


—dije condición.... ¿ qué es realmente para ti este?


Delatarse sería un suicidio, debía actuar con sangre fría.


—ya te dije mujer, amigo además que pertenece a una familia muy importante de mi reino.


Popea afiló la vista tratando de husmear a ver si hallaba una mentira, Kanon no desvió la vista es más la mantuvo fija sobre las de la Canciller.


—está bien. Te creo.


Media hora después ambos abandonaban el reino de Giudecca junto con el joven que fungía de cochero para Aioria; ya fuera de esas tierras, Kanon se aprestaba a tomar el camino más corto para Indrapahts cuando los pasos del más joven se detuvieron abruptamente.


—camina, no quiero que caiga el anochecer en el camino.


—no regresaré a la casa de mi tío, no por ahora.


—¿te volviste loco?—cuestionó.


El cochero miró ansioso a su señor que muy tranquilo analizaba el próximo movimiento.


—si regreso será para que me termine casando con alguien que no quiero y sabes que tomo mis propias decisiones.


—¿vas a desafiarlo?


No respondió, dió la espalda y caminó hacia la dirección opuesta hacia la ruta que llevaba a Denébola cosa que alertó a Kanon.


—me voy a Denébola, te hice venir hasta aquí porque....


—todo fue una estrategia tuya—completó la frase.


— y ¿ qué esperas....? ¿ necesitas invitación?


—me las vas a pagar Aioria—murmuró siguiéndolo.

Notas finales:

:)


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