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SOL DE MEDIANOCHE por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, en este capítulo las cosas siguen su curso, Apolo y Ares no están quietos y todo está en movimiento, espero que les guste

Capítulo 11.- Jardines mortales

 

- Vamos Zack… usa el cuerpo entero, con firmeza… eso es… - Seiya estaba de pie al borde de la arena gritando todo tipo de instrucciones al muchacho de cabellos negros que había caído por enésima vez al suelo en su batalla con Hyoga

- A la izquierda… recuerda lo que te dije – gritaba Shun, Hyoga le hizo una mueca y arremetió contra su oponente, ambos sostenían lanzas en sus manos, en estos últimos días Zack había mejorado mucho en sus movimientos, por lo menos ya no se tropezaba con sus propios pies y en algo se defendía, Hyoga lo atacaba con mucha mesura, su objetivo no era dañarlo, sino ayudarlo y lo estaba consiguiendo porque al final de ese combate, Zack pudo hacer un giro que habían estado practicando esa mañana

- No te sientas mal… el patito helado es muy ágil – decía Seiya que recibió a Zack en los graderíos y le dio una botellita de agua, luego se sentó a su lado y se estiró cerrando los ojos cual lagartija tomando sol, al castaño le encantaba tomar sol, por eso su piel era tan bronceada

- Si pero… dioses… me duele todo… - el muchacho estiró la pierna que se le estaba acalambrando, nunca en su vida se había sentido así, le dolía hasta el pelo, Ikky bajó un escalón y empezó a masajear su pierna al decir:

- El entrenamiento es como el sexo, si no te duele el cuerpo entero luego de que lo haces, es que no lo hiciste bien, así que si estás adolorido, lo estás haciendo bien, vivirás… - dijo Ikky cuando acabó de masajearle la pierna y se la palmoteó con algo de fuerza

- El experto en el sexo habló, wow… - dijo Hyoga que también estaba tomando su botellita de agua y estaba recostado en los graderíos

- Y hablando de cuerpos adoloridos, no te le visto adolorido en algún tiempo Ikky – bromeó Shyru sin perder su muy cómoda postura de relax junto a Seiya que solo meneó la cabeza divertido

- El hecho de que no me hayas visto no significa que no lo haya estado, solo porque ustedes ventilan sus vidas personales y sexuales a los cuatro vientos, no todo el mundo lo va a hacer, yo soy un hombre discreto – dijo Ikky muy serio

- No ventilamos nuestra vida sexual – dijo Hyoga pero miró de reojo a Seiya que sin abrir los ojos dijo:

- A mi ni me mires, que no fui yo el que ventiló mis asuntos privados, fue el imbécil de Saga

- Y hablando de imbéciles… - dijo Shun mirando la entrada del coliseo y codeando a Seiya que abrió los ojos y haciendo una mueca echó su cabeza hacia atrás, ahí venía su ex caminando con calma y vistiendo su imponente ardura dorada, el peliazul se acercó hasta la orilla de los graderíos y dijo en tono bastante calmado:

- Buenos días a todos, Seiya… puedo hablar un momento contigo?

- No… - el castaño no se movió de donde estaba y simplemente miró al peliazul con rabia

- Necesito decirte algo importante, por favor… camina conmigo

- Estás loco si piensas que voy a ir a ninguna parte contigo – Seiya se incorporó un poco y se mostró furioso, estos últimos días había estado más tranquilo en términos generales, Shun tenía la impresión de que ya se le iba bajando la bronca con respecto a Saga, que como estaba entretenido en otras cosas, su atención se alejaba del dorado caballero, pero al verlo ahora tan molesto pues… su teoría estaba palideciendo, pero eso era lógico, los sentimientos no pueden apagarse como un foco, Seiya aún necesitaba tiempo y espacio para superarlo todo

- No te voy a llevar a ningún lado, solo quiero caminar por el Coliseo lejos de oídos curiosos, hablé con tu maestro antes de venir a verte… por favor Seiya, solo un momento – Saga usualmente no empleaba el tono que estaba empleando ahora, el guardián del tercer templo era sumamente orgulloso e impositivo, ahora no le estaba rogando a Seiya ni mucho menos pero si le estaba pidiendo las cosas por favor, así que el castaño frunció el ceño primero pero accedió, se levantó y saltó a la arena, Saga sonrió de medio lado y empezaron a caminar por el contorno de la arena alejándose de los otros chicos

- Qué crees que quiera Saga? – preguntó Shun todo intrigado a Ikky que los miraba molesto, él estaba preocupado por Seiya, solo esperaba que su castaño amigo no sea tan tonto de volver con Saga o algo

- No lo sé…

- Por lo menos aún no corre sangre – dijo Hyoga que los observaba curioso

- Para mi que Saga vino a ver a Seiya usando su armadura por temor a que ahora en serio lo castre, Seiya sería muy capaz de hacerlo – dijo Shyru con una pequeña sonrisa que Kiki compartió

- No lo creo… dioses… - dijo Shun frunciendo el ceño porque aquella pareja se estaba alejando hasta que salieron del coliseo y se perdieron de vista

- Será que los seguimos? – preguntó Kiki todo emocionado

- Claro que no, me gusta mi cabeza en dónde está, Seiya nos asesina si se da cuenta, no no no, no nos vamos a meter en esto – dijo Shun poniéndose de pie y jalando a Zack para que se levante, el adolorido muchacho se apoyó en el peliverde y todos fueron a las duchas

 

A lo que llegaron al templo de Aries encontraron a Seiya acostado en su cama, también se había bañado y estaba puesto ropa cómoda, pero eso no era lo inusual, lo extraño de esta situación era que el castaño tenía una expresión muy triste en el rostro y miraba algo que tenía en la mano, Zack pensó que era una piedra o algo así porque no alcanzó a verla bien, Seiya se incorporó en la cama y guardó en su bolsillo lo que sea que haya estado mirando

- Hey… ya no volviste al coliseo, estás bien? – Shun se sentó en la cama de Seiya y le palmoteó la pierna

- Si… por qué no iba a estar bien?

- No se… - dijo Shun encogiéndose de hombros pero su mirada era por demás significativa, Seiya se dejó caer en la cama otra vez y puso su brazo sobre su rostro

- Seiya… - empezó a decir Hyoga pero no dijo nada más al ver la mirada de furia en el rostro de su castaño amigo

- Ya ya ya, no estamos diciendo nada – dijo Ikky levantando las manos en señal de paz

- Ajá… no están diciendo nada pero la curiosidad les carcome, pero eso no les va a servir porque no les voy a contar lo que dijo Saga, no les voy a contar nada así que ni lo intenten – dijo Seiya mirándolos a todos ellos, Shyru abrió la boca para decir algo pero Seiya levantó la mano para callarlo y sin decir nada más salió de la habitación 

- Crees que haya vuelto con Saga? – Hyoga preguntó sin poder disimular su sorpresa y disgusto

- No creo que Seiya sea tan idiota – respondió Ikky molesto

- No es idiota pero… lo ama… - dijo Shun suspirando con pena

- Pues si, pero hay cosas que ni el amor puede arreglar, no lo creo, Seiya no volvería con Saga – dijo Shyru encogiéndose de hombros y caminando a su extremo de la habitación para tomar su libro y acomodarse en la cama para leer un rato hasta que los llamen para el almuerzo

- Esperemos que no – dijo Ikky y suspiró al ver por la ventana a Seiya salir del templo y correr atravesando el patio

 

La noche siguiente, Zack estaba caminando sigilosamente por el extenso jardín del templo de Piscis, a su criterio ya había nadado lo suficiente en la laguna cercana a ese templo, ahora estaba investigando los jardines, siempre cabía la posibilidad de que existiera alguna vertiente subterránea o algo bajo estos hermosos jardines, pero hasta ahora no había encontrado nada, el sistema de irrigación era bastante normal, una gran pila de agua estaba en el centro de los jardines y eso daba a entender que no necesariamente contaban con fuentes subterráneas, aunque ahora que lo pensaba el templo de Virgo tenía un pozo en los jardines gemelos, allí podrían encontrarse el artefacto, a la final Shaka era uno de los guardianes más fuertes, eso tenía sentido…

- Te gusta el aroma de las rosas? – una muy masculina voz habló desde las sombras, Zack se llevó una mano al pecho para tratar de tranquilizar a su corazón, Hypnos siempre le hacía lo mismo

- Debes dejar de aparecerte así a mí, muerto no sirvo a la causa así que procura que no me dé un infarto por favor – Zack no estaba molesto pero este sentimiento no le agradaba en lo más mínimo

- Lo siento, no fue mi intención

- Nunca es tu intención, pero no has escuchado ese dicho que dice: “El camino al infierno está plagado de buenas intenciones”?

- No…

- Bueno, eso es lo que pasa contigo, no son las intenciones lo que cuentan, es el hecho – dijo el muchacho caminando hasta Hypnos que le ofrecía una botella de agua

- Lo tomaré en cuenta, has encontrado algo?

- No… no creo que haya lagunas subterráneas aquí, tal vez tengamos más éxito en el templo de Acuario, espera… escuchas eso? – Zack tomó un trago de su botella de agua pero algo llamó su atención a lo alto de las escalinatas que llegaban al templo del Patriarca, ambos voltearon y vieron algunas siluetas que se movían rápidamente y bajan las escaleras dirigiéndose hacia ellos, Hypnos tomó a Zack de la mano y se agacharon escabulléndose entre los rosales hasta llegar a uno de los frondosos árboles que estaban al borde del jardín y del precipicio, el muchacho entrecerró los ojos pero no distinguía a sus inesperados visitantes

- Son guerreros de Ares, qué hacen aquí? – susurró el Dios del sueño al tiempo en el que los rosales se movieron como si una suave brisa los estuviera sacudiendo, pero esa noche no había brisa alguna, Zack tomó aire y se quedó completamente inmóvil pegando su espalda lo más posible al pecho de Hypnos que le puso una mano cubriendo su nariz y su boca

 

Hypnos podía ver claramente como de las rosas se despedía un delicioso aroma cargado de veneno, por lo que se envolvió a sí mismo y a Zack en una especie de capullo impermeable, con el objetivo de que nos los puedan ver y de que el muchacho no muriera envenenado, no era prudente que se movieran siquiera porque el guardián del Doceavo templo también estaba caminando por sus jardines, Zack pudo ver a un hombre alto y de apariencia fuerte que estaba de pie en la entrada del templo, ya lo había visto antes, en el futuro, aquel era Kanon de Dragón Marino y tenía su casco puesto, la particularidad de este casco era que le cubría toda la cara

 

Afrodita caminaba sigilosamente y tenía una rosa en la boca, si Zack hubiera pestañeado se hubiera perdido el movimiento, porque vio la rosa ser lanzada como una flecha y clavarse en el pecho de uno de los intrusos del jardín, Zack saltó del impacto pero Hypnos lo abrazó con más fuerza, era imperativo que no los encuentren

 

Dos guerreros más cayeron presos de las rosas pirañas que Afrodita lanzó, y uno más cayó a manos de Kanon que no había dejado su lugar a la entrada del templo, el Dragón marino no iba a permitir que nadie se les escapara pero él tampoco podía entrar al jardín, si desde donde estaba podía sentir los efectos del veneno que entraba lentamente a su sistema y le empezaba a adormecer los sentidos

- Son todos? – preguntó el caballero de azules cabellos sacándose el casco cuando Afrodita llegó hasta él y sus rosas dejaron de despedir su veneno, el jardín volvía a ser inofensivo una vez más

- Si… son todos – Afrodita se acunclilló para analizar de mejor manera el cadáver del intruso que Kanon había detenido

- Son miembros del ejército de Ares

- Tienes razón, pero… qué rayos hacían aquí? – Afrodita estaba esculcando el cadáver a ver si encontraba algo pero no… no encontró nada

- Si Ares quiere algo en contra de mi señor Poseidón, no es lógico que envíe guardias a este templo, oficialmente él se está quedando en el templo principal del Patriarca – dijo Kanon frunciendo el ceño

- Si, pero tú y yo sabemos que no es así, Julián Solo se queda usualmente aquí, pasa mucho tiempo en la laguna y no está pasando sus noches en soledad, tú sabes con quién las pasa, verdad? – esa teoría Afrodita había tenido las últimas semanas, había algo extraño en el actuar del Dios de los mares pero no lo había podido comprobar, sus generales marinos lo escudaban eficientemente y no dejaban que nadie se acerque a la laguna cuando su señor estaba allí, que era algo frecuente en este último tiempo

- Si… pero no puedo decírtelo

- Si te pregunto esto es por su seguridad, mi Diosa dijo que trabajaríamos juntos, lo olvidas?

- No… no lo olvido, es solo que esta noche mi señor Poseidón no está aquí en el Santuario, así que está completa y absolutamente seguro, bastante entretenido también, eso podría apostarlo – Kanon sonrió cómplice y Dita solo meneó la cabeza, los líos de los Dioses eran complicados y a él le daba mucha curiosidad, se rumoraba que Hades tenía un amante nuevo, y algo de los mismos rumores se habían escuchado de Julián Solo, pero… será que son ciertos?, Kanon le había dado a entender que si, aunque el Dorado guardián del doceavo templo no le creía completamente

- Ustedes y sus secretos no ayudan

- No te estreses Dita, no está pasando nada, aunque deberíamos reportar esto a nuestros respectivos Dioses, te parece si encargo a Bian el cuidado del templo mientras lo hacemos? – Kanon se volvió a poner el casco y Dita solo asintió antes de atravesar su jardín con dirección al templo del Patriarca, Kanon en cambio desapareció por un portal de agua

 

Hypnos soltó a Zack y ambos pudieron respirar con un poco más de soltura, pero el Dios de sueño volteó al muchacho y levantó su rostro para verlo de cerca, Zack estaba un poco pálido pero en términos generales se sentía bien, no fue expuesto por mucho tiempo al veneno

- Deberíamos irnos, no vayan a volver los unos o los otros – dijo Zack refiriéndose a los guerreros de Ares y a los protectores del Santuario

- Te sientes bien?, no estás mareado?

- No Hypnos estoy bien, pero deberíamos irnos – Zack tomó la mano del Dios del sueño y fue bueno que lo hiciera porque al dar el primer paso se mareó y casi se cae, Hypnos lo tomó en sus brazos y lo transportó a la laguna tras el templo de Piscis, lo recostó en el suave césped y puso la mano en su cuello, su corazón latía con fuerza

- Zack… Zack, me escuchas?

- Si… no te preocupes estoy bien – el muchacho respiraba profundamente y tenía los ojos cerrados, pero el mareo se le fue relativamente rápido por lo que hizo moción de incorporarse, Hypnos lo ayudó arrimándolo al árbol cercano para que tomara aire y descansara, Zack sonrió al ver como el siempre serio y calmado Hypnos lucía ahora algo angustiado y agitado

- Mejor? – preguntó el rubio que había ido a mojar un pañuelo en la laguna y lo estaba pasando en la frente del muchacho que se estaba dejando atender

- Si, ya no te estreses, estoy bien – Zack tomó la mano de Hypnos y sonrió, su sonrisa era muy hermosa y eso hizo que el corazón del Dios escapara un latido, se miraron a los ojos por unos segundos, Zack estaba algo confundido porque vio algo más en la mirada del mayor que se puso todo incómodo y se puso de pie con prontitud

- Debemos irnos, estás bien como para caminar? – Hypnos había recuperado su habitual calma, Zack se puso de pie con lentitud y movió su cabeza de un lado al otro, un sonoro crack fue audible, eso hizo voltear al Dios que se acercó y puso su mano en la nuca de Zack, de su mano desprendió un suave brillo y el muchacho sintió un delicioso e inmediato alivio a su tensionado cuello, por lo que aflojó el cuerpo entero y sonrió al gemir bajito

- No no no, espera… podrías hacer lo mismo en mi pierna?, en serio me duele, Hyoga me golpeó fuerte ayer y me duele todavía, Ikky me usó de su punching bag hoy y me duele un poco la espalda – Hypnos se había dado la vuelta y caminó con prisas hasta el camino de piedritas que conectaba la laguna, Zack se acercó y lo tomó del brazo para detenerlo, pero el Dios no se dejó tocar, Zack lo miró confundido y preguntó: - Qué pasa?, hice algo?

- No… no hiciste nada, solo debemos irnos

- Ok., vámonos si quieres irte pero, qué rayos te pasa? – Zack si se iba molestando, Hypnos no era el ser más comunicativo del planeta pero… ahora estaba siendo algo grosero

- Nada… no me pasa nada, solo me preocupé un poco y no me agrada preocuparme, eres frágil porque eres mortal y eso… es nuevo para mi, casi  nos descubren… eso hubiera sido terrible, – Hypnos no sabía cómo expresarse y sus palabras fueron tomadas de forma diferente a como fueron dichas

- Ohhh… ok., no hay problema, no tienes que venir ni ayudarme, si soy una carga para ti pues relájate que no necesito tu ayuda, yo me basto y me sobro solo, pueda que sea mortal pero no soy ninguna damisela en apuros ni mucho menos, sabes qué?, muérete Hypnos – Zack estaba ofendido e Hypnos no lo entendía, así que lo dejó ir en el frío de la noche, el muchacho bajó un tramo de las escaleras para luego aparecerse a la entrada del Santuario, sigilosamente rodeó el templo para entrar y con una sonrisa vio que sus padres venían charlando por el camino del otro lado, por lo menos ellos estaban progresando, qué rayos le había pasado a Hypnos???

 

***

Atena estaba de pie en el balcón de su habitación en el templo principal, a su lado estaba el caballero Aioria de Leo y tenía una expresión grave en el rostro, Afrodita de Piscis había presentado un informe muy extraño, incursiones en el Santuario en medio de la noche por parte de los guerreros de Ares, extrañas profecías que vaticinaban el fin del mundo… salidas nocturnas de los aprendices, movimientos inusuales en los demás reinos… la joven diosa de la tierra tenía muchas cosas en la cabeza como para poder dormir

- Mi señora… debe descansar – dijo Aioria de Leo por enésima vez esa noche, las ojeras en el hermoso rostro de la Diosa eran notorios, Saori sonrió a su caballero y meneó la cabeza al decir:

- Qué crees que deba hacer Aioria?

- Quiere mi sincera opinión?

- Siempre…

- Mi señora, yo creo que ha llegado el tiempo de hablar con Hades, en las reuniones es el Dios que más se ha mostrado a favor de la paz, ha dejado ver un lado compasivo que antes no tenía, ha hablado con vehemencia defendiendo posiciones muy parecidas a las nuestras, lo mismo sus dioses aliados, además ha enviado a Cerbero para cuidar a los aprendices

- A Shun…

- Si, a Shun pero a la final el can infernal está custodiando la entrada al Santuario, en esto tengo que apoyar a Mu, él ha visto a Hades en un plan amistoso con Shun y eso lo podemos usar para nuestra ventaja, para favorecer una unión de cooperación con el Inframundo por el bien de la tierra

- Lo sé… lo he pensado pero odio la idea de sacrificar a uno de mis caballeros si eso es lo que Hades desea, tengo miedo de que él quiera a Shun y se lo lleve

- Según Mu las cosas no son así – dijo Aioria con un tono de esperanza pero en cambio Saori meneó la cabeza y con tristeza respondió:

- Nadie da nada por nada, Hades quiere algo y lo que me preocupa es que no sé qué es lo que quiere, yo apoyo los tratados de paz pero… a veces el precio por pagar resulta demasiado alto, no quiero sacrificar a Shun, él no lo merece…

- Mi señora, no creo que se llegue a ello pero… en algo si tiene usted razón, no sabemos los planes de Hades pero para poder averiguarlo debemos acercarnos a él, usted sabe… hay que tener a los amigos cerca y a los enemigos más cerca

- No que Hades no era enemigo? – Saori preguntó esto algo confundida

- Eso no lo sabemos, pero podemos averiguarlo, no?

- En eso tienes razón, mañana mismo lo llamaré

- Compartirá la profecía que escuchó Shaka?

- No… eso no, pero si compartiré el resto de detalles e información que tenemos, pueda que él sepa algo más – Saori se dejó caer en la cama y se llevó las manos a la cara, Aioria se arrodilló delante de ella y tomó sus manos con suavidad para luego besarlas y decir:

- No se preocupe más mi señora… y descanse, mañana va a ser un día pesado…

 

Notas finales:

Chan chan chan... qué pasó con Saga y Seiya???

Será que los hombres de Ares y Apolo encuentran el milenario artefacto???

Dónde está esa laguna????

Con quién anda de perdido Poseidón????

No se pierdan los próximos capítulos, el que viene está veneno, se llama "Indirectas bien directas", cada vez nos acercamos más a descubrir la identidad del futuro consorte de Hades, ya faltan pocos capítulos para ello

Muchas gracias por leer y nos vemos el viernes en el capítulo nuevo, saludos, bye 


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