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SOL DE MEDIANOCHE por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, aquí podemos ver el inicio de ambas relaciones, de cómo Hades se interesa en Seiya y de cómo Shun llama la atención de otro Dios que hasta ahora no había salido mucho en el fic, pero eso está por cambiar, espero que les guste

Capítulo 16.- Romances inesperados

 

Todo era silencio en el templo de Piscis, la noche era fría y la luna brillaba con fuerza en el firmamento, un alegre fuego ardía en la chimenea de la habitación, pero nada de esto ayudó a que un joven de cabellos verdes pudiera conciliar el sueño, el caballero Shun de Andrómeda estaba de pie junto a la ventana, la luz de la luna lo iluminaba suavemente y tan concentrado estaba que no se dio cuenta que alguien había entrado a su habitación, hasta que lo abrazaron delicadamente por la espalda

- Por todos los dioses… me asustaste… - Shun dio un salto pero se relajó al verse en los brazos del Dios de los mares que le sonrió y acarició su mejilla

- Siento haberme tardado, tuve que atender algunos asuntos, cómo estás?

- Preocupado… angustiado… qué va a pasar ahora?

- Shhhh… tranquilo pequeño, por lo pronto estás a salvo y eso es lo importante – Poseidón levantó el mentón de Shun con un dedo y ladeó la cabeza frunciendo el ceño al ver el ojo morado en el rostro del joven que bajó su cabeza y apoyó la frente en el pecho del mayor que acarició su nuca y lo abrazó

- Estaba tan asustado, yo pensé que… yo pensé que…

- No… yo no hubiera permitido que Apolo te violentara, si Hades no hubiera ayudado o no hubera intervenido de la manera tan directa como lo hizo, yo hubiera encontrado la manera, tu eres mío y nadie tiene derecho de mirarte siquiera, lo sabes verdad? – Poseidón volvió a levantar el mentón de Shun y depositó un suave beso en sus labios

- Si, pero tengo miedo, lo que menos quería era causar problemas, y ahora Apolo…

- Apolo nada, él no podrá hacer nada, ahora todos los dioses saben que tú estás bajo mi protección

- Si pero…

- Shhhhh… ven pequeño, debes dormir, así que ya no te preocupes más, no quiero ver esa mirada en esos hermosos ojos que tienes, todo se solucionará, ya verás… ven…

 

Poseidón caminó hasta el lecho y se acomodó en él con Shun en sus brazos, el joven peliverde se acurrucó en esos poderosos brazos que tantas veces lo habían acunado e irremediablemente se durmió, el Dios de los mares acariciaba tiernamente a su joven amante que dormía al fin, y pensaba que las cosas se estaban dando de forma que su secreto pronto saldría a la luz, era imperativo conseguir la bendición de Hera para su unión, y ahí radicaba su problema

 

El muy apuesto hombre de cabellos azules y finas facciones se acomodó de mejor manera en la cama, cerró sus ojos y sonrió al pensar en cómo las circunstancias de la vida llevaron a Shun hasta él…

 

***

- Es cierto lo que escuché? – preguntó Poseidón a Hades, ellos estaban tomando una copa de vino en medio del salón de reuniones

- Depende lo que hayas escuchado – contestó el Dios de los muertos con tono sereno

- Me contaron que Cerbero está aquí, que está en el templo de Aries cuidando a un mortal muy especial

- Ohhh… si, eso es cierto, tienes alguna objeción con eso? – Hades no sabía en qué plano le estaba hablando Poseidón, la relación que ellos habían tenido a través de los años había sido bastante buena, pero siempre cabía la posibilidad de distención, Apolo por ejemplo no estaba contento con la presencia del perro guardián de las puertas de inframundo que se encontraba ahora en el templo de Aries

- La verdad no, me parece bien que ese muchacho esté protegido, su alma es en verdad pura, mis hipocampos lo han sentido en más de una ocasión, al igual que yo, no sé cómo explicarlo…

- Ah si? – Hades arqueó una ceja ante esto, el tono en el que Poseidón estaba hablando era… como de anhelo

- Espero no ofenderte por lo que estoy diciendo

- No, no me ofendes, aunque eso depende… qué interés tienes en Shun?, su nombre es Shun por cierto, no sé si lo sabías

- Si lo sabía, él luchó valientemente en la batalla de los pilares y en estos últimos años ha trabajado conjuntamente con mis generales marinos en varios proyectos que tengo con Saori en beneficio de las regiones más pobres del mundo, sé que es un guerrero extremadamente capaz, sé que es un muchacho que tiene un gran corazón pero… no había tenido la oportunidad de verlo de cerca en mucho tiempo, su aura es… preciosa, emana paz

- Por eso es especial, la verdad no iba a tener ningún tipo de acercamiento con él pero sentí a Apolo que lo estaba rondando, esa es la razón principal de que haya mandado a Cerbero para que lo cuide, yo… le debo mucho, me agrada el muchacho y su compañía, hablar con él es… interesante, él no quiere tener cerca a Apolo y bueno, me pareció que lo menos que puedo hacer por él es ayudarlo y mantenerlo a salvo, no lo crees?  – Hades sonrió ligeramente cuando dijo esto

- Supongo que si…

 

La comitiva de Poseidón estaba acomodada en los templos de Géminis y Piscis y eso había resultado bastante bien porque esta era una de las comitivas más grandes, Julián Solo había llevado a sus generales marinos, las señoritas Hilda y Fler de Polaris también habían venido y habían traído con ellas a los Dioses Guerreros, con el pasar de los años, se había desarrollado una muy estrecha amistad entre el joven dios y las regentes de Polaris, ellos se habían dedicado a ayudar a todos los pueblos del frío norte, habían tratado por todos los medios de mejorar su calidad de vida y asegurar su prosperidad, en varias ocasiones habían trabajado en sus esfuerzos humanitarios con Atena y sus caballeros, por eso la comitiva del templo marino era la que más cómoda se sentía en el Santuario

- Qué hay de novedades? – preguntó Julián a Kanon, él era y representaba su mano derecha, la noche era clara a lo que volvió al templo de Piscis para enterarse de las últimas novedades

- Mi señor, la verdad no ha habido novedades – respondió el peliazul pero tenía una sonrisa en el rostro que no podía ocultar

- Y por qué tan divertido entonces?

- Me he enterado de algo, pero es concerniente a mi hermano – explicó Kanon sin dejar de sonreír

- Cuéntame… - pidió Julián empezando a caminar por los extensos jardines del templo de Piscis, en contra de todo pronóstico, el aroma de las rosas le agradaba, Afrodita de Piscis se había asegurado que los vapores tóxicos de sus jardines se hayan suprimido al máximo para asegurar la tranquilidad de sus visitantes, por lo que ahora sus rosales eran fuente de admiración y paz, en vez de fuente de muerte

 

Kanon le empezó a contar a su señor los líos amorosos del guardián del tercer templo con uno de los caballeros más jóvenes de bronce, algo había escuchado Julián Solo al respecto, pero sonreía al igual que Kanon, al escuchar de los detalles de una singular pelea en el Coliseo en donde el poderoso caballero dorado, casi pierde los genitales a manos de un muy enojado y dolido caballero de bronce

 

Al escuchar esa historia, Julián Solo se llenó de curiosidad, así que dirigió sus pasos hasta el Coliseo, y allí encontró a los jóvenes aprendices de bronce, ellos estaban combatiendo pero lo hacían de forma muy divertida, los ánimos eran elevados, todos ellos se reían mucho y se bromeaban entre si, ese fue el momento en que Julián recordó que esos muchachos tenían solo 16 años más o menos, y en medio de todo eso estaba Cerbero, el temible can estaba acostado en los graderíos mientras un muchacho castaño lo estaba acariciando, aquel muchacho era Seiya de Pegaso y Julián Solo notó que tenía el brazo vendado, las historias de Kanon eran ciertas, vaya… ese muchachito era de armas tomar

 

Julián Solo dirigió su mirada al otro lado del Coliseo y vio al caballero Shun de Andrómeda, el joven tenía una lanza en sus manos y reía con ganas porque había logrado hacer caer a su muy furioso hermano mayor, la risa de este joven le llegó al alma a Julián, era una risa que alegraba el alma, contagiosa y clara, y pensó que sería hermoso hacerle reír pero… Hades estaba de por medio, rayos…

 

Tarde en la noche, el templo de Aries estaba en completo silencio, eran cerca de las tres de la mañana cuando el aire vibró en la habitación más grande del segundo piso, en medio de una nube negra una figura encapuchada apareció, Cerbero estaba acostado al pie de la cama de Shun, se puso de pie inmediatamente y caminó por la habitación para lamer la mano de su amo, el caballero de Andrómeda despertó cuando el perro saltó de su cama y su corazón se detuvo al ver a Hades en la habitación

- No fue mi intención asustarte – susurró el Dios de los muertos acercándose a Shun hasta sentarse en su cama, a la altura de sus piernas, Shun no sabía qué hacer en ese punto así que dijo torpemente:

- Buenas noches…

- Cerbero estaba nervioso así que vine a tranquilizarlo, pero no te preocupes que no está pasando nada extraño, me aseguré de ello – dijo Hades en tono tranquilo al ver la expresión de susto en la cara de Shun, no era prudente decirle al caballero de Andrómeda que Apolo había estado rondando el primer templo, no era necesario angustiarlo más de la cuenta

- Cielos… muchas gracias, pero por qué estaba nervioso? – Shun extendió la mano y acarició la cabeza del can que estaba sentado a su lado, Hades se encogió de hombros y dijo:

- Hay muchas personas aquí y eso siempre lo pone nervioso, además no esperó un recibimiento tan cálido, eso lo desubicó un poco pero lo veo contento, no te ha dado problemas, verdad?

- No, no me ha dado problemas, pasa acostado y durmiendo la mayor parte del tiempo, pero… a qué te refieres con un recibimiento cálido? – Shun se sorprendió por esto, casi todos los habitantes de esa casa miraban con recelo al enorme perro

- Bueno… me dijo que el caballero Seiya de Pegaso lo ama, es eso cierto? – Hades regresó la mirada a la cama de Seiya, el castaño dormía pero aparentemente sus sueños no eran tan placenteros porque se movía y a ratos se quejaba suavemente

- Si, Seiya lo ama, está encantado con él y lo mima todo el día, lo que si me sorprendió es que Cerbero se deja hacer y parece contento también con las atenciones de Seiya, se arrima a él y apoya la cabeza en sus piernas, eso solo lo hacía conmigo al inicio, hasta que vio a Seiya claro está – dijo Shun con una sonrisa en los labios, a él le parecía gracioso que su compañero de armas se hubiera encariñado tan pronto con el perro guardián de las puertas del infierno, lo trataba cual si fuera un cachorro indefenso y eso Cerbero disfrutaba mucho aparentemente

- Es que él siente la calidez y pureza de las almas, tu amigo tiene un alma pura, muy parecida a la tuya, por eso mi mascota se siente atraído a él, o por lo menos eso es lo que me dice – Hades sonrió divertido y Shun también, pero al ver a Seiya dormir, su sonrisa se ensombreció un poco y suspiró, Hades frunció el ceño y preguntó: - Qué pasa?, por qué el suspiro?

- No es nada, es solo que… me preocupa un poco Seiya, es todo

- Por qué?

- Porque ha estado muy triste estos días, no quiero aburrirte con estas cosas – dijo Shun encogiéndose de hombros, él estaba preocupado por Seiya pero tampoco le podía contar todo el problema a Hades, no era su secreto el que contar

- Vaya… los humanos me sorprenden

- Por qué?

- Porque tienen la capacidad de amar con el corazón roto, eso es lo que me dijo Cerbero, tu amigo tiene el corazón roto?

- Si… y está sufriendo mucho, yo quisiera ayudarlo pero no sé cómo – dijo Shun y lo dijo en serio, Hades se levantó de la cama y se acercó a Seiya, le puso una mano en la frente y cerró los ojos, el castaño dejó de moverse en sus sueños y se relajó profundamente

- Bueno… por lo menos tendrá sueños pacíficos ahora – dijo Hades pensativo, la mente del caballero de Pegaso era una revolución, había mucho dolor en su alma pero eso no había mancillado su pureza ni opacado su luz, eso era una contradicción a los ojos de Hades, por este tipo de cosas los humanos le intrigaban

- Muchas gracias por ayudarlo – dijo Shun y sonrió

- Shun… explícame algo, cómo es posible que el alma humana albergue tantos sentimientos contradictorios?, cómo es posible que vivan sus días sumidos en tal torbellino de emociones?, no lo encuentras desgastante? – Hades se volvió a sentar al pie de la cama de Shun, el peliverde miró a Hades por unos segundos antes de responder:

- El corazón humano es algo maravilloso, las emociones si dominan la mayor parte de nuestro accionar como personas, y si es desgastante llevar todo en nuestros hombros todo el tiempo, pero… usualmente tenemos sistemas de apoyo, tenemos amigos, familia, personas que nos ayudan con nuestros problemas, que nos brindan palabras de aliento en momentos difíciles, que nos acompañan en nuestro sufrimiento y nos hacen más llevaderos los momentos duros, además hay algo que es sumamente importante, el hecho de que sintamos algo no significa que vayamos a actuar sobre ello, hay otras cosas que entran en juego

- Como qué? – preguntó Hades interesado

- Como el sentido del bien y el mal, el sentido de lo que es correcto o no, tenemos que tomar en consideración los sentimientos de los demás, las consecuencias de nuestros actos… no porque queremos hacer algo significa que en verdad lo haremos, en fin…

- Es complicado…

- Si, pero vale la pena, porque se crean lazos con las personas, amistad, hermandad, compañerismo, amor, y eso es lo que en verdad llena la vida de satisfacciones

- Interesante… complicado… no lo entiendo del todo – dijo Hades frunciendo el ceño

- Lo entenderás cuando crees un lazo con alguien, cuando una persona sea importante para ti a tal nivel que la ames y la odies a la vez, que te preocupes por ella así no sea tu persona favorita en esos momentos, los sentimientos contradictorios son complicados de manejar, pero la realidad es que… no hay personas perfectas, todos tenemos nuestras fallas y las cosas usualmente no salen como nos gustaría, tenemos decepciones y penas que nos marcan la vida, así como alegrías y momentos memorables que los atesoramos en el alma, y es eso precisamente es lo que le pone sal a la vida, y le pone emoción, las experiencias, los recuerdos, los sentimientos definen quienes somos, la inteligencia define como actuamos, y el corazón como nos sentimos al respecto, tienes que vivirlo para que puedas entender lo que estoy diciendo – dijo Shun al ver la cara de completa confusión con la que Hades lo miraba, esto le parecía a Shun bastante divertido la verdad, hacía que viera al poderoso y siempre muy serio Dios de los muertos, en una nueva luz, una luz mucho más humana de lo que pudo haber imaginado

- Te voy a tomar la palabra hasta que lo experimente – Hades apretó el pie de Shun y se puso de pie, la conversación había terminado

- Muchas gracias por venir – dijo Shun, él no sabía la razón pero no le molestaba hablar con Hades, lo encontraba entretenido, muy diferente a como se sentía al hablar con sus amigos, con su hermano o con su maestro, Hades era diferente y eso era refrescante para el muchacho de ojos verdes

- Buenas noches pequeño, y cuida a tu amigo, no sé hasta qué punto está vulnerable, he visto millones de veces como las almas llenas de luz se corrompen por la pérdida y la oscuridad, pierden su brillo y se sumen en el dolor y la desesperación a tal punto que se llenan de odio y maldad, sería una pena que un alma única como la de tu amigo sufra ese cruel destino

- No, es Seiya del que estamos hablando, él no perderá su luz por más dolor que sienta, él es muy especial

- También tendré que tomarte la palabra en eso porque no lo conozco muy bien, ahora descansa

- Adiós…

 

Hades le hizo una última caricia a Cerbero, le dio una mirada a Shun y otra mirada al caballero Seiya de Pegaso antes de desaparecerse de dónde estaba y aparecerse en el patio principal del templo de Sagitario, su comitiva estaba en aquel templo, él no había ido hasta ahora pero la curiosidad pudo más en él que cualquier otra cosa.  El Dios del Averno caminó por los pasillos hasta que llegó a la habitación que estaba buscando y entró.  El estilo era por demás simple, los espartanos eran los guerreros más fuertes del mundo antiguo y entre sus creencias mantenían que la simpleza de sus habitaciones, de su vida, de sus pertenencias, les daban la fuerza y permitían su concentración en la guerra, al parecer el Santo dorado de Sagitario compartía esta doctrina, porque la habitación de su aprendiz era muy simple

 

Hades miró las pertenencias de Seiya, miró la ropa que estaba en el armario, miró con detenimiento la fotografía que estaba en su mesa de noche, miró por sus cuadernos y libros, miró por todos lados hasta que encontró lo que estaba buscando, había un escrito en medio de uno de sus cuadernos en el que Seiya desahogaba su corazón, escribía sobre su decepción, su desilusión, su dolor, escribía sobre lo estúpido que había sido, sobre lo tonto que se sentía y sobre como quería morir cuando se dio cuenta de que todo el Santuario sabía de su predicamento y habían varios que lo considerarían como un cualquiera, un adicto al sexo o algo  peor, Seiya hablaba de las miradas que los otros caballeros le dedicaban y se sentía muy muy mal por ello, hasta propuestas de todo tipo le habían hecho para acabar de despertar su indignación, Seiya no lo podía aceptar y se quería morir, aunque más abajo en sus escritos describía también a sus amigos y de la manera en la que lo habían apoyado y lo estaban ayudando a salir adelante, pero este era un escrito bastante profundo que no era hecho para que alguien lo leyera, era el corazón expuesto de Seiya en palabras… eso conmovió a Hades, y eso era algo bastante difícil de lograr

 

Hades había visto algo parecido en los sueños del castaño y eso le intrigaba, porque por Cerbero había recibido muchas señales contradictorias en él, Hades sabía que el muchacho era un guerrero pero… al leer esto lo vio como un joven inexperto, enamorado, sufriendo y muy vulnerable, eso era en verdad nuevo, el Dios de los muertos nunca se había puesto a pensar en ello con detenimiento antes, así que sin más demora salió de la habitación, este  muchacho lo intrigaba, y más que nada Hades estaba curioso sobre todas las cosas que había hablado con Shun… será que Seiya era la persona de la que Shun hablaba???, bueno… siempre cabía la posibilidad, no?

 

***

En los días siguientes, Hades no había ido por el templo de Aries, las reuniones habían consumido todo su tiempo, habían  habido algunos roces con Apolo por lo que Hades había optado por la prudencia y no había ido a ver a su joven amigo, pero esa noche y para despejar su mente, el Dios del Averno estaba caminando por el Santuario, le agradaba sentir la fría brisa nocturna, a su criterio los días eran demasiado calurosos, él prefería el frío sin lugar a dudas.  El Santuario no era lo que se pudiera decir un lugar hermoso, las edificaciones antiguas de piedra si eran interesantes de ver pero… nada llamaba su atención, las interminables escaleras, las áridas montañas que rodeaban el sagrado recinto de la Diosa de la Tierra presentaba pocos atractivos, o por lo menos estaba pensando el pelinegro que estaba aburrido esa noche, las reuniones eran tediosas, más tediosas de lo que pudo suponer serían

 

El silencio de la noche era aplastante, la quietud también pero… no todo estaba quieto en el Santuario, Hades sintió un cosmo bastante agresivo que estaba creciendo lentamente, aquella emanación de poder venía desde el Coliseo.  El Dios sintió curiosidad, era de madrugada en ese punto, quién estaba en el Coliseo???

 

Hades se tele transportó hasta la entrada del coliseo y pudo ver al caballero Seiya de Pegaso que estaba entrenando con una espada, parecía perdido en concentración y estaba haciendo un buen trabajo con los monigotes de prueba que estaba destruyendo, pero el joven no tenía una técnica muy efectiva o pulida, solo los estaba golpeando con fuerza y determinación, Hades pudo darse cuenta que la mano derecha le sangraba

- Tu espada ha perdido el filo, no podrás utilizarla adecuadamente si no está correctamente afilada y tratada – dijo Hades saliendo de las sombras, Seiya se detuvo y al ver al Dios tan cerca, bajó la cabeza a manera de saludo y en señal de respeto, pero no dijo nada, así que Hades se acercó y extendió la mano, Seiya lo miró algo desconcertado, pero Hades ladeó la cabeza y señaló la espada, Seiya entendió y se la entregó al Dios que la examinó y dijo: - Debes darle el mantenimiento apropiado, no estás logrando tu objetivo

- Yo creo que si lo estoy logrando, no tienen cabeza, o si? – dio Seiya señalando los monigotes que efectivamente estaban casi todos decapitados, el tono de voz del muchacho era algo agresivo, Hades solo arqueó una ceja sin tomarlo en cuenta y respondió:

- Pueda que si, pero te estás esforzando demasiado, puedes hacer lo mismo en la mitad del tiempo y con menos esfuerzo, así podrás decapitar a mas enemigos y cansarte menos, si mi memoria no me falla… tú eres un guerrero experimentado, no tengo que decirte lo importante que es eso en batalla, solo piensa en las vidas que podrías efectivamente salvar si mejoras tu técnica, observa… - Hades miró significativamente a Seiya que sonrió divertido al acordarse de todo lo que le dijo al muy austero Dios cuando se encontraron en la entrada del Santuario cuando Shun se chocó con él, Hades no lo había olvidado pero se lo tomó de la mejor manera posible, por lo que se sacó la capa y la lanzó al suelo, devolvió la espada a Seiya y simplemente extendió su mano y su legendaria espada se materializó de la nada, Seiya se hizo a un a un lado y frunció el ceño cuando Hades en un fluido movimiento que parecía haber sido realizado sin esfuerzo alguno, decapitó a tres de los monigotes que estaban allí para la práctica

- Eso es trampa, esa espada es mágica – dijo Seiya con una pequeña sonrisa lo que hizo sonreír a Hades, era obvio que Seiya estaba molesto, y lo que estaba haciendo era tratar de sacar la broca que llevaba dentro al entrenar, el muchacho era muy fácil de leer, tenía ojos muy expresivos y su tristeza era por demás evidente, le parecía refrescante que Seiya no se sintiera tan intimidado por su presencia como le había pasado con otros caballeros y humanos

- Si… la espada es mágica pero eso no tiene nada que ver, es la técnica y el mantenimiento del arma lo que hacen la diferencia, vamos… inténtalo tú – Hades tendió su espada a Seiya que sorprendido la tomó en sus manos, hizo un giro con ella y atacó, efectivamente, las cabezas de los monigotes se desprendieron fácilmente, Seiya sonrió y preguntó:

- No hay posibilidad de que cambiemos las espadas permanentemente?, digo… usted como es un Dios no la necesita, yo soy un simple mortal, la verdad me vendría bastante bien tener un arma como esta, seguramente usted tiene muchas más – Hades rió con ganas al escuchar tan entretenida propuesta, Seiya rió también al devolver el arma a su dueño que dijo:

- No muchacho, esta espada es mía y no voy a dártela, pero te diré algo… afila la tuya, afílala a consciencia y ven mañana a la media noche a este lugar, tú tienes fuerza y determinación pero te falta pulir técnica, tienes un potencial enorme y me gustaría poder ayudarte, eso si puedo hacer por ti, si tú quieres por supuesto…

- En verdad? – Seiya no lo podía creer, Hades se estaba ofreciendo a entrenarlo???, en serio???

- Claro, estas reuniones van a acabar conmigo, las odio, necesito entretenerme en algo porque por eso no duermo y aparentemente tu tampoco, son las tres de la mañana y aquí estás, entonces podemos hacer uso de nuestro tiempo de maneras más productivas, entonces qué dices?, vendrás?

- Por supuesto – dijo el joven todo dispuesto

- Es una cita entonces, pero primero lo primero… déjame ver tu mano – Hades extendió su mano y esperó pacientemente porque Seiya se puso nervioso y escondió su mano derecha en la espalda al decir:

- No es nada

- Estás sangrando, vamos… déjame ayudarte, no tengas miedo que no quiero dañarte – dijo Hades y Seiya respondió inmediatamente

- Yo no te tengo miedo

- Genial… préstame tu mano, no seas necio, eso es… - Hades tomó suavemente la mano de Seiya y le zafó las vendas que la envolvían, analizó la herida que no era muy profunda así que puso su mano sobre ella y una luz blanca la envolvió, Seiya sintió un cosquilleo algo molesto en su palma pero fue una sensación que duró un par de segundos nada más, cuando Hades retiró su mano, la palma de Seiya había dejado de sangrar y la herida estaba cerrada

- Wow… cómo lo hizo?

- Soy un Dios

- Pero no uno muy bueno, me dejó cicatriz – Seiya dijo esto con una sincera sonrisa lo que hizo sonreír a Hades, que contestó:

- Es para que me recuerdes, ahora ya debo irme pero no olvides nuestra cita, adiós Seiya de Pegaso

- Adiós…

 

Seiya sonrió y se llevó una mano al cuello, no podía creer lo que había pasado, el castaño se volteó y siguió en su práctica, estaba cansado pero se sentía mejor, la compañía de Hades le había hecho mucho bien aunque le dolía un poco la mano, le dolían las piernas y la espalda, pero por lo menos pudo sacar de su cabeza a cierto peliazul al que le gustaría estrangular

 

Hades observó a Seiya entrenar una hora más, cuando todos los monigotes estuvieron decapitados, el caballero Seiya de Pegaso dio por terminado el entrenamiento y se fue a las duchas.  El Dios de los muertos sonrió sinceramente, él estaba aburrido y necesitaba ocupar sus noches de manera más productiva, eso de quedarse solo con sus pensamientos no era muy saludable para él, bueno… al parecer había encontrado lo que no sabía estaba buscando…

 

Al día siguiente Seiya pasó muchas horas en el taller de Mu, con la ayuda de Kiki reparó su espada, era una de las espadas de entrenamiento entonces era lógico que su borde estuviera gastado, no había tenido el mantenimiento apropiado y en eso Hades tenía razón, será que esa noche va al Coliseo o solo se lo dijo para burlarse de él???, esa no sería la primera vez que eso le pasaba, Seiya era demasiado crédulo y por eso las personas se aprovechaban de él, mierda… ya no quería acordarse de eso, cada que se acordaba la rabia le nublaba los pensamientos…

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, en los capítulos que vienen veremos como los humanos se enamoran de los dioses, y cómo todo eso afecta a Apolo, así que no se lo pierdan

Nos vemos el miércoles, un abrazo, bye


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