Capítulo 26.- Los cielos se enfurecen
Las reuniones de los dioses ya estaban finalizando, se había quedado que solo se haría una reunión más y luego se haría un banquete de despedida, hasta que se organicen nuevas reuniones en un futuro. Poseidón llegó muy sonriente con su flamante esposo, Shun no había querido asistir pero Julián había insistido, él era ahora su consorte y debía acostumbrarse a este tipo de eventos, pero eso no impedía que el muchacho de ojos verdes se sintiera cohibido, en especial porque estaba usando una túnica muy hermosa y parecida a la que su esposo estaba usando, Shun se sentía como pez fuera del agua por lo que Julián no soltó su mano todo el tiempo que duró la reunión
Hades llegó tarde y llegó solo, esto no fue sorpresa para nadie, porque las noticias de su matrimonio aún no habían llegado a los oídos de los dioses, Hades estaba pensando en si decirlo o no, le parecía mejor hablarlo solo con Zeus y para ello necesitaba buscar la oportunidad de hacerlo, lo que si se dio cuenta el Dios de los muertos fue de la mirada de furia de Apolo
- Parece que te ganaste un enemigo – dijo Zeus en tono divertido al darse cuenta de las miradas cargadas de odio de Apolo
- Al parecer así es – contestó Hades en tono despreocupado
- Lo que no entiendo es la razón, Apolo debería fulminar con la mirada a Poseidón, no a ti, es que solo míralo, se ve tan feliz con esa belleza con la que se casó, ese muchacho es muy hermoso en verdad, no lo que esperarías de un guerrero – Zeus miró a Shun que sonreía ante algo que su esposo le había dicho, el muchacho de ojos verdes lucía como de la realeza con la túnica que vestía, un brazalete le adornaba el brazo y en su mano lucía una sortija muy antigua y muy significativa, poderosa… era la sortija regente del Reino Marino
- Si… lo es… y no solo de cuerpo, su alma es hermosa también, es alguien especial
- Tú necesitas algo de eso, no me gusta verte solo – Zeus tomó un bocado de su copa de vino y Hades sonrió al decir:
- Ya no tendrás que preocuparte por eso hermano, de hecho… hay algo de lo que quiero hablar contigo
- No me digas que te relacionaste con alguien?, con quién? – Zeus sonrió con curiosidad al preguntar esto, él amaba profundamente a su hermano y siempre le había dolido su infelicidad
- Bueno… no solo Poseidón ha encontrado a una pareja digna de él en este Santuario, no solo el alma de Shun es pura y hermosa, no solo él tiene madera para ser regente – Hades suspiró cuando dijo esto, Zeus arqueó una ceja y preguntó:
- De quién estás hablando?
- Del antiguo caballero Seiya de Pegaso
- El muchacho que logró herirte en el conflicto anterior?
- El mismo… y hermano… yo lo amo y él me ama a mi, me ama a tal nivel que no le importa renunciar a todo con tal de estar conmigo, él va a renunciar a la luz del sol, a la tierra, a sus amigos, a su familia, a todo para irse conmigo al Inframundo, y lo más hermoso de todo esto es que… me va a dar un hijo, ya está en camino – la expresión de Hades cambió notablemente cuando dijo esto, se notaba la emoción tras sus palabras
- Por todos los dioses… por qué lo ocultaste?
- No lo oculté, simplemente soy una persona reservada, tú me conoces… pero ayer en la noche lo hice oficial, Himeneo nos desposó en una ceremonia sencilla al filo de una laguna muy especial que está bajo el templo de Sagitario, entonces hermano, como ves ya no estoy solo y nada me daría más gusto que conocieras a mi joven consorte
- Por qué no lo trajiste entonces?, por qué no me avisaste ayer, yo hubiera querido estar presente en tu boda, no sabes lo que significas para mí acaso? – Zeus apretó la mano de Hades que sintió un alivio tremendo al ver su reacción y sincera alegría, por lo que le sonrió cálidamente y respondió:
- Lo sé hermano, pero… quise hacer algo muy sencillo, Seiya no está como para emociones fuertes porque está algo delicado, su cuerpo no fue hecho para albergar al hijo de un inmortal entonces tiene varios estragos y prefiero que permanezca en cama y descanse, que se mueva lo menos posible por su salud y la de mi hijo – a Hades se le iluminaron los ojos cuando habló de su hijo
- Vaya… un hijo, tu siempre has querido uno y ahora lo vas a poder tener – Zeus sonrió finalmente al ver tan feliz a su hermano que lo abrazó, quien mejor que Zeus para saber los problemas que Hades tenía con Perséfone, el desamor que sufrió por años y la soledad en la que siempre vivió, Hades en cambio lucía aliviado, la opinión de Zeus era importante, no determinante pero si importante, Zeus bien pudo haber reaccionado mal y todo se hubiera ido al diablo allí mismo, el Dios de los cielos era un enemigo de cuidado, aunque ya pensándolo bien, Hades también lo era…
- No veo la hora en la que nazca mi hijo, un heredero, siempre soñé con que ese día llegara
- Ahora llegará hermano… ahora llegará…
Atena estaba hablando del cambio de los tiempos, del hecho de que ellos como deidades hayan caído en el olvido y que era hora de cambiar eso, que debían pensar en la mejor manera de hacer saber a la humanidad que ellos no solo eran personajes de ficción en cuentos caucionarios que les contaban a los niños antes de dormir, el murmullo de asentimiento de los dioses era generalizado, la tristeza de los tiempos actuales era que los Dioses habían sido olvidados y eso preocupaba a más de uno de ellos
- Yo tengo una solución para ello, tomemos amantes humanos y generemos una nueva generación de semidioses, ellos se encargarán de esparcir la palabra de que no solo somos personajes que se encuentran en los libros – dijo Apolo y bebió de su copa de vino
- Esa no es la mejor de las soluciones Apolo – contestó Hera visiblemente molesta, no era secreto lo que ella sentía por los múltiples amantes de su esposo y los hijos que había engendrado en el pasado
- Por qué no?, es la última tendencia aparentemente, aquí tenemos un ejemplo patético – el Dios del sol señaló a Shun que se sonrojó con furia al ser nombrado
- Cuida tus palabras Apolo, es mi consorte del que estás hablando – contestó Julián Solo muy muy serio
- Está bien… es tu consorte hoy, por lo menos te casaste con él en una ceremonia apropiada, con los dioses como tus testigos, a la luz del sol y frente al mundo, tu ejemplo si es patético pero no como lo es Hades, vaya… de ti no lo esperé y nos engañaste a todos – Apolo estaba pasando el dedo por el filito de su copa de vino, Hades lo miró sin inmutarse y no dijo nada
- De qué estás hablando? – preguntó Hera frunciendo el ceño
- Que aparentemente los caballeros de Atena saben entretener muy bien a las visitas, demasiado bien… dime Hades… cuándo tomaste como amante a ese jovencito?, antes o después de que tu matrimonio con Perséfone fuera disuelto?
- No sabía que tenías un interés especial en mi vida Apolo – contestó Hades en tono sereno pero frunciendo el ceño, cómo diablos se enteró Apolo de lo suyo con Seiya?
- Vaya… es que tu aquí, dándotelas de digno, dándotelas de magnánimo, haciéndonos creer a todos que ponías los intereses de los demás por sobre los tuyos, haciendo alarde de tu nobleza y resulta que si fuiste tan bondadoso con la situación de este muchacho era porque no interfería en tus intereses personales, verdad?, tu si tenías un amante, confiésalo!!!
- Yo no tengo nada que confesar, porque no he hecho nada que pueda ser considerado un pecado o un delito, yo soy libre de tomar mis propias decisiones, así como tú lo eres
- Pero tenías un amante – insistió Apolo con ira, al Dios del sol le irritaba sobre manera el tono sereno y quemeimportista de Hades
- Si… y eso que problema representa? – Hades se encogió de hombros al decir esto, Hera se mostró indignada, Hermes sorprendido, Hefestos en cambio miraba la situación con aire divertido, los líos amorosos de los dioses eran siempre muy entretenidos
- Qué problema???, que si tú ya tenías otros intereses en otro humano, por qué interviniste en mis planes con ese humano? – Apolo volvió a señalar a Shun que se estremeció, para él era sumamente difícil estar en la misma habitación con el hombre que trató de violentarlo, pero estaba haciendo sus mejores esfuerzos, por Julián
- Las situaciones no son comparables, es verdad que me involucré con uno de los caballeros de Atena, pero lo mío no tiene nada que ver con lo tuyo, lo mío fue amor, lo tuyo fue violencia, mi amante como tú lo llamas, me ama, se entregó a mi y yo lo amo también, tú en cambio solo querías utilizar a Shun hasta que te cansaras de él y lo botaras, como has hecho incontables veces, él no quería nada contigo, de verdad debemos discutir este tema otra vez? – Hades dejó ver su molestia en este punto, en especial porque podía ver lo incómodo que Shun estaba, y lo furioso que Poseidón se iba poniendo
- Pero interviniste cuando nadie te llamó, y lo peor de todo es que tu te aseguraste de que nadie interviniera con tus asuntos, porque todo lo tuviste muy bien escondido, tan escondido que te casaste en una boda secreta para que el hijo que espera tu amante no sea un bastardo, desde cuándo te importa eso?, no pudiste simplemente embarazarlo y luego quitarle al niño, si tanto querías un hijo, lo podrías haber hecho de esa manera, no?
- Viene en camino un hijo tuyo Hades? – preguntó Hera y lucía un poco pálida
- Si, mi primogénito viene en camino, y contestando tu pregunta Apolo, yo puedo hacer muchas cosas pero todo lo que propones… no… no podría hacerlo porque yo no usé al que es ahora mi consorte, si me casé con él es porque lo considero digno del trono del Averno, él reinará conmigo por la eternidad, lo amo y él me ama, y es precisamente por eso que esta concepción tan especial fue posible, es verdad que quiero un hijo y siempre lo he querido, eso no es secreto para nadie, pero no lo quiero a costa de la vida o la felicidad de mi consorte, nunca se me hubiera ocurrido quitarle al niño, yo quiero una familia, es eso tan difícil de entender?, o eres tan egoísta Apolo que simplemente la idea es demasiado compleja para ti?
- Me estás insultando Hades
- Y tú me has insultado en repetidas ocasiones en estas semanas, así que te recomiendo que te tranquilices Apolo, porque no creo que me quieras de enemigo, deberías estar consciente de que las fuerzas del Averno te aplastarán si continúan las animosidades, tú y tu patético ejército pedirá clemencia, eso te lo puedo asegurar – el tono de Hades se volvió completamente amenazante, el salón se oscureció y un trueno hizo temblar el templo en el que todos estaban reunidos
- Por favor… no debemos llegar a esto – intervino Atena con tono preocupado
- Y tú estás de acuerdo, verdad?, cómo no estarlo si ahora son dos de tus caballeros que se han infiltrado a dos de los reinos más poderosos, vaya… los metiste en la cama de tus tíos para lograr los pactos de paz que tanto querías, no pensé que lo fueras a hacer así, querida hermana, no pensé que estuvieras dispuesta a mandar a dos lobos con piel de cordero para que se infiltraran de la manera en la que lo hicieron, que astuta resultaste Atena – Apolo hablaba con rabia en ese punto
- Atena no tiene nada que ver en mis decisiones, asumo que tampoco en las de Hades – intervino Poseidón por primera vez en la sesión, Hades asintió dándole la razón a su hermano que continuó: - No tienes ningún derecho de hablar de este tema, o reclamar nada, la verdad debería matarte por lo que pasó con mi consorte, esa ofensa no ha quedado en el olvido Apolo, si no lo he hecho es por consideración a Zeus, él ha intervenido a tu favor, así que te recomiendo que no mandes al caño las negociaciones y acuerdos a los que he llegado con él, porque no solo deberás responderle a Hades, sino a mi también
- Yo estoy de acuerdo con Atena, hemos tenido largos años de paz, no creo que por este asunto todo eso deba irse a la basura, creo que la prudencia es la mejor opción en estos momentos – Deméter habló y lo hizo con serenidad, Hades asintió a la que fuera su suegra y no dijo nada más, Poseidón se recostó en su silla y respiró profundamente, Apolo en cambio se mostró indignadísimo al decir:
- No puedo creer que ustedes estén de acuerdo con esto, no es solo un humano, son dos, dos humanos los que van a ser introducidos en nuestro círculo, dos humanos que serán regentes de los reinos, dos humanos que traerán al mundo una nueva generación de semidioses… están locos?, no pueden ver los tiempos turbulentos que se nos avecinan?
- No te parece que estás siendo un poco dramático? – intervino Perséfone, ella se alegraba de corazón por el que fue su esposo, si él había podido encontrar lo que ella no le pudo dar pues… solo esperaba que todo le saliera bien, y ese muchacho en serio lo amara porque la vida en el Inframundo no era nada fácil, ese lugar era espantoso, y ni todas sus buenas intenciones pudieron hacer que ella se hiciera a la idea de que ese era su hogar
- Dramático???, claro que no, solo esperen y verán… la destrucción vendrá por nosotros y por nuestra propia mano, estos matrimonios no debieron darse nunca, ese niño que viene en camino no debe nacer, las cosas no pueden cambiar así… no pueden!!! – Apolo se puso de pie y dio un manotazo en la mesa, un rayo iluminó el cielo y un trueno ensordecedor llenó el ambiente
- Si intentas hacer algo en contra de mi esposo o de mi hijo, te lo juro Apolo, no sabrás que fue lo que te golpeó y te despedazaré, no menosprecies el poder del Inframundo, para muestra solo voy a decirte que recuerdes a los titanes que están bajo mi control, recuerda su caída y su cautiverio, solo piensa que hacer una cueva con tu nombre no es complicado para mi, y así como he destrozado ya a las patéticas delegaciones de los ejércitos que enviaste como infiltrados en mis territorios y a causar revuelo en la tierra, te destrozaré a ti también – los ojos de Hades brillaron peligrosamente, el Dios de los muertos se había puesto de pie lentamente y su pose fue completamente amenazante, en especial porque su legendaria espada apareció en su cinto
- Qué ejércitos? – preguntó Hera frunciendo el ceño, algo había escuchado en la mañana pero no estaba segura de nada, hasta ahora que Hades lo estaba confirmando
- Algunos hombres de los ejércitos de Ares han incursionado en los pueblos de las costas de Polaris y en otros puntos de la Tierra, han logrado causar algunos desmanes que ya fueron neutralizados, así como hombres de los ejércitos de Apolo han tratado de infiltrarse en el Inframundo pero murieron antes de que pudieran decirnos sus propósitos, todo esto ya ha sido controlado – explicó Julián y su tono era serio
- Es eso cierto? – preguntó Zeus mirando directamente a Apolo y a Ares, ambos menearon la cabeza pero fue Apolo el que dijo en un susurro cargado de veneno:
- Pruébalo…
- No necesito probar nada, mientras más hombres envíes más morirán sin remedio, estás advertido Apolo, si te atreves a acercarte a mi o a mi familia… no quedará rastro de ti – Hades miraba a Apolo con furia e inconscientemente su mano se cerró en la empuñadura de su espada, al ver esto Zeus se puso de pie y tomó suavemente a Hades del brazo y dijo:
- Nada va a pasar, nadie va a atacar a nadie, tu hijo estará sano y salvo y yo me aseguraré de ello, no es necesario empezar un conflicto ahora, estas reuniones fueron realizadas específicamente para lograr la paz, no puede ser que la guerra estalle al finalizar las mismas
- Esto no es hechura mía, es Apolo el que lo está provocando – contestó Hades mientras los truenos estallaban muy cerca, un rugido también fue audible cuando la silueta de un colosal dragón negro pasó muy cerca del templo del Patriarca, un chillido espantoso y un rugido también se escucharon en las cercanías, Kanon de Dragón Marino que estaba de pie junto a uno de los ventanales arqueó una ceja al ver a tres quimeras que se acercaban peligrosamente al templo del Patriarca e innumerables furias surcaban los cielos, Saga a su lado descruzó los brazos y bufó, Hades se las traía… de eso no cabía duda
- Esos monstruos deberían haber sido encarcelados, ese fue el acuerdo – dijo Artemisa con sorpresa al ver el monstruoso animal que lanzó una inmensa llamarada de fuego al firmamento, y palideció al ver a las otras criaturas que empezaron a rodear el templo principal, un frío que llegaba a los huesos los invadió a todos y se les hizo difícil respirar
- Han sido encerrados en el Inframundo, pero… como yo soy su regente me responden a mi, al igual que Cerbero, o las quimeras, o las hidras… las furias… todas esas criaturas me responden a mi y solamente yo los puedo controlar, liberar o volver a encerrar, si me place o no… - el tono de Hades no dejaba dudas, él se había apoderado de esas criaturas y ahora le eran fieles a él, en eso no pensaron cuando hicieron el acuerdo para sacarlos del Olimpo, sin proponérselo habían armado aún más a los ejércitos del Averno y nadie vio las consecuencias de ello
- Yo creo que deberíamos pasar al banquete y finalizar las reuniones, debemos dejar este asunto por la paz porque no vamos a lograr nada, lo que quiero escuchar es un cese en las animosidades de parte de ustedes cuatro, no quiero tener que estar en la posición de tomar bandos entre nosotros mismos, no necesitamos enfrentamientos – dijo Zeus y miró a Apolo directamente cuando dijo esto, el Dios del sol miró a su padre y asintió derrotado, Ares lo imitó, este no era ni el momento ni el lugar para intentar nada, sin el apoyo de Zeus no tenía esperanza de enfrentarse a dos de los tres más poderosos, no… su apoyo lo conseguiría con el tiempo, un ataque directo no era la manera
- De acuerdo… - dijo Poseidón apretando suavemente la mano de Shun que lucía asustado
- De acuerdo… - dijo Hades recuperando su pose sobria y libre de emociones, al sentarse en su lugar tomó su copa de vino y le dio un sorbo
- De acuerdo… - dijo finalmente Apolo sentándose también, a su lado Artemisa buscó su mano y la apretó suavemente, él la levantó y la besó
- Perfecto, con esto damos por terminada la reunión y pasemos al banquete, hermano… quiero conocer a tu esposo – Zeus palmoteó suavemente la espalda que Hades que sonrió de medio lado y dijo:
- Tendrá que ser en otra ocasión, es en serio que está delicado y no quiero que se mueva más de lo necesario, pero… las puertas de Guidecca siempre estarán abiertas para ti, y nos honrarías con tu visita
- Luego del banquete bajaremos, si te parece claro está
- Claro que si, pero en este punto yo me despido, no quiero dejar solo por mucho tiempo a mi joven esposo, Atena sabrá disculparme por no asistir al banquete pero mi familia es más importante que nada y Seiya estaba algo pálido esta mañana, nos veremos pronto hermano, nada me haría más feliz que recibirte en Guidecca que es tu casa, adiós – Hades abrazó ligeramente a Zeus antes de desaparecer en una nube de humo gris, Apolo con una mueca en el rostro se encaminó a la salida, no tenía hambre en ese punto y mucho menos quería quedarse a ningún banquete, pero una mirada de advertencia de su padre lo mantuvo quieto en el salón
Shun caminó con Julián y se unió a Saori que hablaba con Shaka de virgo, el rubio lucía preocupado, Saga a su lado lucía descompuesto, estaba algo pálido y parecía muy molesto, muy muy molesto, la noticia de que su antiguo amante era ahora el esposo de Hades le cayó como bomba, ahora entendía Saga los sueños tan raros que había tenido últimamente, entendió la racha de “accidentes” y mala suerte que había sufrido, Saga empezaba a pensar que tenía una maldición encima y al parecer no había estado tan lejos de la realidad, debió suponerlo… Hypnos por supuesto… o Hécate…
- Que pasó?, hay algún problema? – preguntó el joven de cabellos verdes al ver la cara de preocupación del grupo entero
- Solo que Apolo no está nada contento, a mi la verdad me preocupa – dijo Saori mirando a Apolo que hablaba con Artemisa y Ares, la furia le salía por los poros al Dios del sol, esto no era bueno, él usualmente no tomaba partido por nada, pero esta vez estaba indignado con Hades y todo lo que había pasado con Shun
- Que no te preocupe Atena, porque algo de lo que dijo si es verdad, los lazos entre el Santuario con el Templo marino y con el Averno se han afianzado, si él intenta algo en contra de la tierra, nosotros seremos tu apoyo, asumo que Hades también te apoyará, así que tranquila, que con la tierra nadie intentará hacer nada, en especial si formamos un frente unido – Julián sonrió cuando dijo esto, la verdad no lo había hablado con su esposo pero era obvio que esa sería su posición, Shun amaba la tierra y haría lo que fuera por protegerla, y ese sentimiento era compartido por Seiya
- Lo sé…
En el rincón opuesto del salón, Apolo estaba tomando un trago y escuchaba las palabras de apoyo de su hermana, ella le estaba diciendo que debía tener paciencia, que las cosas no se habían dado como ellos hubieran querido pero que con el tiempo lo harían todo de mejor manera, que estaban en una posición delicada y tenían que andar con cuidado
- Odio tener que andar con cuidado, eso no está bien, necesito ser libre, odio tener que bajar la cabeza ante las disposiciones y acuerdos de nuestro padre, odio tener que pasar este trago amargo mientras Poseidón está caminando de la mano muy feliz con su nuevo “esposo”, ese muchachito debía haber sido mío, odio que Hades haya encontrado la felicidad y lo que más odio es que todo le sale bien, nadie se opuso a su matrimonio con ese mortal, nadie dijo nada, nadie opinó sobre el engendro que viene en camino, claro… como es Hades del que estamos hablando pues… ahhhh lo odio
- Hermano… no te desgastes rabiando sin sentido – Artemisa tomó la mano del Dios del sol y le apretó suavemente, Apolo respiró y levantó la mano de su hermana para besarla suavemente
- No es rabia sin sentido, y no es capricho como todos creen, no es que esté obsesionado con ese chiquillo y solo eso sea lo que causa mi rabia, no… eso solo fue la gota que derramó el vaso, estoy harto de esta situación, estoy harto de tener que seguir a todos – Apolo tomó su vaso de vino y lo vació de un solo trago
- Muy bien, entonces deberíamos dejar de hablar de como deseamos que sean las cosas y empezar a tomar el control de todo – dijo Ares con una maliciosa sonrisa
- No Ares, no podemos ir a guerra abierta, en eso Hades tenía razón, ellos tres si forman un frente unido muy poderoso, pueda que Atena no tenga el ejército más numeroso pero si tiene los caballeros más fuertes, la fuerza en número la posee el Averno, y no podemos desmerecer la fuerza del templo Marino… ellos son fuertes también porque tienen el apoyo de Asgard – dijo Artemisa mirando a Julián Solo charlar animadamente con Saori Kido y con sus caballeros dorados
- Estás diciendo que no podemos hacer nada?
- No… estoy diciendo que si queremos tener éxito debemos pensar muy bien en lo que tenemos que hacer, divide y vencerás Ares, lo primero que tenemos que hacer es destruir la unión que se acaba de formar, luego tenemos que neutralizar a nuestro padre – Artemisa miró a Zeus que estaba charlando con Dionisio
- Y eso cómo lo vamos a hacer? – preguntó Apolo con molestia, él veía el mérito en las palabras de su hermana, sabía que ella tenía razón, pero… lo que más le hubiera gustado era aplastar a todos en ese mismo momento
- Con paciencia, con tiempo y con aliados muy especiales – contestó Artemisa mirando a la Diosa del matrimonio y la familia que estaba charlando con Deméter, Artemisa sonrió, si… Hera sería la clave de todo…
- No nos vendría mal tener armas poderosas a nuestra disposición, es una pena que Hefestos no luche por nuestra causa, él hubiera sido un poderoso aliado – dijo Apolo pero Ares meneó la cabeza al decir:
- Eso está fuera de discusión, Hefestos es demasiado amigable con Hades, además yo lo aborrezco, él nunca haría nada en contra de nuestro padre, sería una carga no un aliado, nos delataría, hacemos bien en mantenernos lejos de él
- Muy bien, si es lo que crees hermano, mejor dime, qué sabemos del artefacto?, has tenido nuevas noticias? – Apolo empezó a caminar por el amplio patio, no le apetecía estar en medio de todos esos traidores y sumisos remedos de dioses
- No… mis hombres siguen buscando en el Santuario pero hay algo extraño, mi general a cargo me dijo que ese muchacho, el que usualmente rondaba por las noches los templos, ha dejado de hacerlo estos últimos días, además l comitiva del Averno se fue ayer mismo, de ellos ya no queda nadie en el santuario, no quiero creer que él ya encontró el artefacto pero todo apuntaría a que eso es precisamente lo que ha ocurrido
- Crees que lo haya hecho? – preguntó Apolo frunciendo el ceño, solo eso le faltaba…
- No lo sé, mis hombres siempre lo vieron solo, pero usualmente hablaba con alguien que no estaba ahí, mi teoría es que o estaba loco o alguien lo ayudaba, alguien poderoso para que se haya mantenido invisible a los ojos de mis hombres – explicó Ares
- Un Dios, y solo hay uno que tiene esa particularidad especial – dijo Apolo arrojando a la pared el vaso de vino que tenía en las manos
- Hypnos… - dijo Artemisa cayendo en cuenta de lo obvio, el Averno se les había adelantado otra vez… maldito Hades…