Por más que la señora Watson con la ayuda de sus hijos, no pudo conseguir información del señor Holmes, le atacaron de varias maneras: preguntas, indirectas, suposiciones ingeniosas; pero por más hábiles que resultaron el Sr. Watson no cedía y se tuvieron que conformar con la descripción que le dio la señora Hudson.
Su impresión era muy favorable, la Sra. Hudson había quedado encantada con el señor Holmes. Era un joven alto, guapísimo pero algo serio y bastante observador cosa que a la Sra. Hudson le encantó.
Pocos días después, el señor Holmes le devolvió la visita al Sr. Watson y pasó 10 minutos con él en su despacho. …l había abrigado la esperanza de conocer a sus hijos ya que había escuchado que eran los más bellos del pueblo; pero no había más que al padre. Las criadas habían sido más afortunadas y habían visto al caballero bastante atractivo con su vestimenta ya que llevaba un saco negro y montaba un caballo del mismo color.
Poco después le enviaron una invitación para que fuese a cenar pero no tuvieron éxito ya que partiría a Londres en busca de unos parientes junto con otros amigos. La señora Watson quedó bastante disgustada y triste al ver que su plan no había funcionado. Pronto corrió un rumor que el señor Holmes iba a traer 12 damas y 7 caballeros para el baile haciendo que los ánimos bajaran hasta que un día antes se confirmó que sólo vino una dama.
El señor Mycroft Holmes era apuesto, tenía aspecto de caballero, semblante agradable y modales sencillos y poco afectados. Su prima era bastante hermosa; pero fue su hermano menor el que pronto centró la atención del salón por su distinguida personalidad, era un hombre alto, de bonitas facciones y de porte aristocrático. Pocos minutos después de su entrada ya circulaba el rumor de que su renta era de diez mil libras al año. Los señores declaraban que era un hombre que tenía mucha clase; las señoras decían que era mucho más guapo que el mismo señor Mycroft Holmes, siendo admirado durante casi la mitad de la velada, hasta que sus modales causaron tal disgusto que hicieron cambiar el curso de su buena fama; se descubrió que era un hombre orgulloso, que pretendía estar por encima de todos los demás y demostraba su insatisfacción con el ambiente que le rodeaba.
El señor Mycroft Holmes enseguida trabó amistad con las principales personas del salón; era franco, no se perdió muchos bailes y habló de dar una él en Netherfield. Tan agradables cualidades hablaban por sí solas. ¡Qué diferencia entre él y su pequeño hermano ! El Holmes menor bailó sólo una vez con la Joven Donovan; se negó a que le presentasen a ninguna otra dama y se pasó el resto de la noche deambulando por el salón y hablando de vez en cuando con alguno de sus acompañantes. Su carácter estaba definitivamente juzgado. Era el hombre más orgulloso y más antipático del mundo y todos esperaban que no volviese más por allí. Entre los más ofendidos con el Holmes menor estaba la señora Watson cuyo disgusto por su comportamiento se había agudizado convirtiéndose en una ofensa personal por haber despreciado a una de sus hijos.
Había tan pocos caballeros que John Watson se había visto obligado a quedarse parado durante dos bailes; en ese tiempo Sherlock estuvo lo bastante cerca de él para que pudiese oír una conversación entre él y el hermano mayor, que dejó el baile unos minutos para convencer a su hermanito de que se uniese a ellos.
--Ven, hermanito --le dijo--, tienes que bailar. No soporto verte ahí de pie, solo y con esa estúpida actitud. Es mejor que bailes.
- No pienso hacerlo. Sabes cómo lo detesto, a no ser que conozca personalmente a mi pareja. En una fiesta como ésta me sería imposible.
--No deberías ser tan exigente y quisquilloso --se quejó Mycroft--. ¡Por lo que más quieras! Palabra de honor, nunca había visto a tantas muchachas tan encantadoras como esta noche; y hay algunas que son especialmente bonitas al igual que los muchachos ¡Son bastantes atractivos!
--Tú estás bailando con él único chico guapo del salón --dijo Sherlock mirando al mayor de los Watson.
--¡Oh! ¡…l es la criatura más hermosa que he visto en mi vida! Aunque me han dicho que él es adoptado- menciona poniendo una expresión seria pero se gira a verlo y no duda en regalarle una sonrisa -Pero justo detrás de ti está parado uno de sus hermanos que es muy guapo y apostaría que muy agradable. Deja que le pida a mi pareja que te la presente.
--¿Qué dices? --y, volviéndose, miró por un momento a John, hasta que sus miradas se cruzaron, él apartó inmediatamente la suya y dijo fríamente: --No está mal, aunque no es lo bastante atractivo como para tentarme; y no estoy de humor para hacer caso a las jóvenes que han dado de lado otros. Es mejor que vuelvas con tu pareja y disfrutes de sus sonrisas porque estás malgastando el tiempo conmigo.
Después de un rato los hermanos Holmes se encontraban en una platica que con la señora Watson y los 2 hijos mayores -Debo confesar que Gregory es considerado el joven más atractivo del pueblo- menciona la Sra. Watson con una sonrisa -Hace algunos años le escribieron unos bellos poemas, yo pensé que le pedirían matrimonio pero al parecer sólo fueron unos lindos versos- mencionaba.
Gregory empezaba a ponerse nervioso ante semejante situación, su madre siempre hablaba de más pero para su suerte John salió a su rescate -Y ahí acabo todo ¿Me gustaría saber quien descubrió el poder de la poesía para matar el amor?-
- Pensaba que la poesía alimentaba el amor- menciona Sherlock de la nada en un tono leve de sorpresa.
- Puede que de un amor firme, pero si se trata solo de una vaga inclinación estoy convencido que un buen soneto acaba con ella- menciona John con una sonrisa.
- ¿Qué recomienda usted para enardecer el afecto?- menciona el menor de los Holmes en un tono de curiosidad pero lo que no sabía es que semejante escena era una diversión para Mycroft que sonreía por dentro.
- Bailar, incluso si la pareja de uno es apenas tolerable- menciona John con una sonrisa maliciosa hasta que hace una reverencia de despedida y empieza a caminar hacia la salida dejando a Sherlock sorprendido y aún Mycroft bastante divertido.
-Al parecer querido hermano, te han vencido- menciona entre risas el mayor mientras se dirigía a Donovan dejándolo sólo sumido a sus pensamientos.
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