—N-Neji —volví a repetir su nombre como tonto, él se acercó para abrazarme.
Me alejé sin pensarlo, ¿Cómo venía a querer abrazarme después de tanto tiempo? Lo sentía lejano a mí, una persona desconocida, los recuerdos me golpean como nunca antes y me daban ganas de llorar pero no quiero hacerlo acá, ni con él en frente, él me mira entre sorprendido y quizá dolido.
—El que calza y viste. ¿Cómo estás Naruto?
—Bien —dije sin mucho ánimo, las palabras se me trabaron en la garganta. ¿Por qué venía después de tanto tiempo?
—¡Me alegro mucho! Cuéntame, ¿cómo es tu vida?
—¿Por qué te interesa?
Soné cortante, diablos, no quise pero es que… era desconcertante.
—Vale, sé que te sientes un poco shockeado con mi persona pero siéntate y hablemos.
—¿Por qué ahora? ¿Por qué no antes? ¡¡Eras mi mejor amigo!!
Levanté la voz y varias personas nos voltearon a ver, Neji cambió su semblante a uno bastante serio.
—No se vio así cuando preferiste a Sasuke antes que mí —dijo en voz baja y eso hizo que me doliera más.
¡Sí, lo sé Neji! Sé que cometí el peor error de mi vida.
Derrotado me senté y él me siguió, puso su ojos sobre mí y no dijo nada.
—Perdona no vine a reprocharte las cosas del pasado…
—Y yo no tenía que decirte eso.
—¿Acaso sigues con Sasuke? —¿qué? Debe estar jodiéndome.
—No, claro que no, lo nuestro termino hace 9 años.
—El tiempo que pasé fuera…
—Neji ¿por qué? —dije de repente, necesitaba saber porque me había dejado así, ¿acaso había podido más su resentimiento por no elegirlo a él? ¿Estaba enojado conmigo?
—No sé qué cosas pensaste pero la realidad es más simple de lo que parece Naruto. Mi papá me mandó al extranjero por mi educación y ocupación, no fue porque estaba enojado, en ningún momento me quise ir sin aclarar las cosas pero no se dio sino hasta hora.
—¿Aclarar las cosas?
—Tienes que saber qué clase de persona es Sasuke.
—Lo conozco demasiado bien, no tienes porqué…
—¿¡Te lastimó!? —pareció alterado.
Yo todavía seguía procesando todo. Neji… por Dios, ¡no lo puedo creer!
—Ya es pasado, trató de olvidarlo y comenzar de nuevo, ya sabes… —traté de sonar despreocupado pero creo que no lo logré, Neji me miraba preocupado.
—Naruto… hay tanto por hablar. Siento que ni toda la vida me alcanzaría para volver a conectar lazos.
—Tienes razón —susurré.
Apreté mis manos debajo de la mesa, era un sentimiento inexplicable, algo sofocante, no sabía cómo reaccionar o qué decir. ¿Tenía que comportarme como si nada o tenía que guardar resentimientos? ¿Qué hacer? Eran casos raros en donde no sabes que hacer y te quedas estancado.
—Yo quería… yo necesitaba, y lo sigo sintiendo, tengo que hablarte de Sasuke.
—¿Qué puedes decirme que yo no sepa?
—¡Él me hizo la vida imposible!
Me desconcentré un poco de la conversación al escuchar uno que otro halago entre las femeninas del lugar pero no puse atención a ese suceso, seguí viendo a Neji.
—¿De qué hablas? Sasuke y tu apenas se conocieron y si hablas por lo que paso con tu hermana…
—No, no es por eso —me cortó de un solo—. Es…
Un gran golpe en la mesa me sacó de mi concentración y brinqué, volteé a ver quién había golpeado la mesa así y mi cara palideció, estaba seguro de ello, Sai estaba ahí mirándome y sonriendo de lado.
—Tú… tú sí que eres muy escurridizo, ¿quién diría que te hallaría en un simple café?
¿Simple café? En serio, esta mierda parecía más un palacio, quise salir corriendo, Neji me miraba a mí y después a Sai sin entender nada.
—Ya me voy —traté de levantarme pero Sai negó.
—No, claro que no, ¡tú y yo tenemos asuntos pendientes!
—Aguántala quieres, no pienso hacer nada contigo y eso incluye sexo.
—Auch —pareció dolido—. Nadie me había rechazado antes —después sonrió encantadoramente besando mi mano— pero me debes algo precioso.
—¿Interrumpo? —preguntó Neji.
—No Neji, tengo que irme, hablamos otro día en un lugar más privado.
—Pero Naru…
—Ya me voy.
Me solté bruscamente de Sai y me di la vuelta, cuando escuche unos pasos detrás de mí, dije fuerte y claro.
—No me sigas cabrón.
Solo pude escuchar una risita y eso me molestó más.
Salí con toda la dignidad que tenía, cuando ya estaba afuera y alejado de la vista de las personas salí corriendo como loco. Dios mío, solo a mí me pasan estas cosas.
—¡¡¡Maldito seas mundo!!! —grité a todo pulmón y un poco después me di cuenta que toda la gente me miraba raro, vamos Naruto avergüénzate más a ti mismo. Agaché la cabeza y seguí caminando, oh por Dios, esto era ridículo.
Vi las calles, estaba casi en el centro, vale, ahora tenía que agarrar otro taxi para volver a la casa, suspiré cansado, cuando menos lo esperé choque con alguien y me hice para atrás por el impacto.
—Ten cuidado pendejo.
Mierda, mierda, ¡Mierda! ¿¡¡Qué tiene el puto mundo contra mí para hacerme esta mamada!!?
Podía reconocer ese carácter y esa voz en cualquier momento sin mirarle, quise moverme e irme pero él me agarró fuertemente del brazo.
—Suéltame —dije acojonado, no era valiente yo solo… estaba asustado.
—Quién diría precioso, hallarte aquí.
—Basta Sasuke. ¡¡Suéltame!!
Debí imaginarlo, si Sai andaba por aquí quería decir que todo el grupo también, él apretó más fuerte lastimándome.
—¡Tenemos cuentas pendientes! Y si crees que Neji va ayudarte estás muy equivocado cabrón —dijo cerca de mi oído.
—¿D-de qué hablas?
¿Acaso ya se habían visto? ¿Por qué mencionaba a Neji? No entiendo nada. ¿qué era lo que Neji quería contarme? Maldición Sai por qué apareces cuando menos lo deseo, cortaste una conversación que sé que me interesaba, no era por nada que Sasuke me estuviera amenazando con sus ojos además que al solo mencionar el nombre Neji sus ojos relampaguearon, no me puedo permitir temblar, tengo que alejarme, ya, ya ¡¡rápido!! Muévanse estúpidos pies, defiéndete, mierda, ¡mierda!
—¿Por qué tan nervioso Narutito? ¿¡No qué te la echabas de fierita!?
—¡¡Suéltame imbécil!! ¡Te voy a hacer otro escándalo!
—Hazlo y te rompo la madre —dijo furioso—, no vaya a ser que descubra el secreto que cuidas con tanto esmero, déjame advertirte tarde o temprano lo voy a descubrir y te voy a golpear donde más te duela.
Quise llorar, me estaba amenazando con su propio hijo, cabrón hijo de puta. Me solté muy enojado y dolido, quería olvidarlo y él seguía atormentándome, no podía dejarme pero él… él era un cabronazo de primera.
—Déjame en paz —quise darme la vuelta pero él no me dejo.
—Tú lo comenzaste primero amor… Ven dame un besito de buenas noches.
—¡No! ¡¡Suéltame!!
El agarró mi cara fuertemente, arañándome y dejando un gran dolor para luego besarme a la fuerza, sus labios contra los míos, un contacto frío que me heló los huesos, nunca había sentido eso... Tocó mi trasero y sentí repulsión, cuando me soltó le di un puñetazo en la cara haciéndolo sonreír.
—Itachi no es como tú.
Eso fue todo… toque una fibra muy sensible porque dejó de reír, y su mirada me atravesó con ira.
—Cómo te atreves a…
No pudo continuar porque apareció Deidara con un gorrito de panda en la cabeza, sonriente con una bolsa de donas, cuando nos vio se sorprendió, yo no supe reaccionar, él no supo reaccionar, los dos no sabíamos qué hacer.
Era muy incómodo, sabía que debajo de ese gorro estaba su pelo teñido de color rosa y corto, no sabía si me odiaba pero Deidara no hizo nada, Sasuke tampoco, había una horrible tensión que podía cortarse con tijeras, ahora solo faltaba que por arte de magia apareciera Itachi y la fiesta comenzara, pero no fue así.
—Creo deberíamos irnos Sasuke —dijo Deidara.
Sasuke asintió antes de lanzarme otra mirada de advertencia luego comenzó a caminar dejándome atrás, después pasó Deidara, se me quedó viendo, pensé que me diría de todo, hasta de lo que me iba a morir pero no fue así, me dio una bolsita con unas donas y se fue, no lo podía creer y quise volver a llorar, mi corazón se apretujó. Camine sin importarme nada, solo podía escuchar el eco de mi corazón al volver a romperse y pude sentir el frío y desconsuelo de mi alma.
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—N-no… por favor —la suave voz quebrada por el llanto resonaba en sus tímpanos, sin saber qué hacer, tenía miedo de meterse, todavía no se recuperaba de la paliza, sus costillas seguían mal, su padre cada noche se aseguraba de que no sanaran correctamente, al aplastarlas un poco más, negando la sanación correcta y todo eso lo hacía con el fin de que Itachi no pudiera ayudar a Sasuke.
Y ahora estaba ahí pegado a la pared con el corazón acelerado, con una mano en sus costillas, escuchando el sonido del cincho de su padre al golpear el pequeño cuerpo de su hermano, por una estupidez como el haber estado comiendo un pequeño pedazo de pastel a escondidas, que daño le hacía Sasuke al mundo al comer eso…
Escucho como su madre bajaba por las escaleras y se metía a la pelea, a veces y solo a veces se convertía en la madre que se suponía tenía que ser.
—¿¡¡Qué haces imbécil!!? ¿¡Quieres deformar a tu hijo!?
—¡¡Quítate estúpida mujer!!
—¡Estúpida tu madre! —alzó la voz y escuchó un fuerte sonido, haciendo que volteara a ver, su padre tenía a su madre contra la pared y al lado de la cabeza de ella estaba el puño de su padre.
—Solo me has dado más problemas, debí dejarte hace mucho tiempo.
—¿Ah sí? Que tonto eres, para eso me diste reconocimiento y dinero. A lo siento, ahora lo recuerdo, fui yo quien te dio el reconocimiento y el dinero.
Y eso bastó para enojar a su padre, golpeó brutalmente el vientre de su madre y esta grito y pronto se desplomó en el suelo, su vestido blanco se llenó de sangre, Itachi se asustó y corrió hacia ella mientras su padre miraba altanero desde arriba, Sasuke tenía la cara empapada de tanto llorar y su madre comenzó a ponerse pálida y a sollozar con fuerza.
—Maldito seas… Era tu propio hijo.
—No me importa, suerte.
Tal como entró así se fue…
Itachi comenzó a gritar cuando vio a su madre casi desmayándose.
—¡¡Ayuda!! ¡¡¡AYUDAAAA!!!
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—¡¡Ayudaaa!! —y despertó—. Mierda, no de nuevo…
Sueños, ¿recuerdos del pasado? Ya no quería más… A los estúpidos se les daba por regresar cuando él quería superar su vida pero ahí estaban, demostrándole lo cobarde que fue al no defender a Sasuke… y al otro hermano que nunca conoció.
Se quitó el sudor de encima, sentía su cuerpo frío, se levantó de la cama y se metió al baño, vio la hora en su teléfono y sonrió desganado, tenía que reunirse con el grupo, aunque él no quería, no podía terminar así, quería pedir disculpas como se debía, comenzar de nuevo y ya, darse la oportunidad de dejar los rencores, ya no sentía nada, Naruto le daba la paz que él necesitaba y ya no importaba lo demás.
Se metió al baño, de por sí ya iba tarde, pero quería despejar su cabeza, los recuerdos vinieron a su mente, después de ese golpe, su madre había quedado infértil y ya no tuvo más hijos, como siempre su padre hacia ocultando información, diciendo que su madre se había caído y que eso había provocado el aborto, nadie sabía que tan terrible era su familia.
Salió del baño y se cambió, yéndose lo más rápido hacia su destino.
*
*
*
—¿Por qué te tardaste tanto? —dijo Sasuke enojado.
—¿Qué tiene? Solo fueron unos dos minutos, tranquilízate amor —dijo suave Deidara y le dio una mueca de beso, Sasuke bufó volteando a ver para otro lado, encontrándose a Sai hablando o reclamándole a alguien en una mesa.
Cuando vio de quien se trataba le hirvió la sangre, se soltó de Deidara y llegó con grandes pasos a la mesa, vio a Neji con cara seria y no la cambio aun cuando lo éste le devolvió la mirada.
—Ahora todo tiene sentido, por eso Naruto estaba aquí en esta zona, lejos de casa.
—¿¡Qué le hiciste!? —reaccionó.
—Una buena nalgada y un beso también —dijo burlón.
Neji se paró del asiento y lo fulminó con la mirada.
—Vas a arrepentirte Uchiha, que te quede muy claro, cuando falles, ahí voy a estar yo para hacerte pagar todo lo que has hecho.
—¿Qué he hecho de malo? ¿Coger con muchas personas? ¿Romper corazones? Hasta donde yo sé no es un crimen, ahora vete.
—El que ríe al último, ríe mejor.
Neji se arregló su caro traje y se dio la vuelta, encontrándose con un chico muy parecido a Sasuke mirándolo fijamente, no quería perder más tiempo, así que salió de ahí.
Itachi había llegado y había escuchado todo. ¿Quién era ese tipo que defendía el nombre de Naruto y que tenía contra Sasuke? Estaba un poco perdido, tenía que saber todo, por poco se iba detrás de ese tipo pero la voz de Sai lo interrumpió.
—Iba tras el trasero de es rubio pero ese tipo me detuvo, se cree su perro guardián —refunfuñaba como niño.
Sasuke solo bufó enojado y Deidara guardó silencio, él también estaba confundido.
Itachi arrugó el ceño, una pequeña molestia se había instalado en su pecho al haber escuchado a Sai decir eso, el único que podía andar tras el trasero de Naruto era él ¡y nadie más!
Se contuvo y se acercó, los tres presentes voltearon a verlo, Sai sonrió ajeno a todo lo que pasaba, Deidara pareció bastante incómodo y Sasuke solo lo miró como siempre lo había hecho.
—¡Al fin apareces viejo!
—Sí, bueno… Me quedé dormido.
—Ah ¿no será que estaba pasado tiempo de buena calidad? —dijo pícaro Sai. Deidara solo apartó la vista un poco molesto.
—Solo tienes sexo en la cabeza y boca —contestó Itachi.
—Claro —volvió a sonreír.
—Vale… Necesito habar con ustedes.
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—Vale, para mí ha estado ¡genial!
Sai se despedía de los chicos, había escuchado las disculpas de Itachi por haber dejado la banda y ya no tenía porqué estar ahí, él no guardaba nada contra el azabache mayor, cuando Sai estuvo lo suficientemente alejado Sasuke fulminó a Itachi con la mirada.
—Claro, ahora hasta te haces el santo.
—¿Quién quiere ser santo? —dijo Itachi haciéndole frente, después de todo tenía sangre Uchiha.
—Por mi vete a la mierda.
—Sasuke —susurró Deidara.
—¡No! Ahora no lo defiendas, él te dejó y te humilló —Deidara descompuso su cara y vio con rencor a Itachi— y ahora hasta se junta con Naruto, a ver, pregúntale si no fue su idea cortarte el cabello. ¡¡Estaba todo planeado!!
Deidara vio a Itachi dolido, no espera eso y un sentimiento se albergó en él.
—No pensé que fueras tan infantil…
—Y yo no pensé que el amor de mi vida me hiciera eso, nunca fuiste enteramente mío, cuando soñaba contigo tú estabas en los brazos de mi hermano.
Itachi había sonado dolido, no esperaba que las cosas fueran geniales y todo color de rosa, sabía que se iba a dar esa conversación que no quería…
—Basta —dijo Sasuke—. Ya supéralo, le gusta más mi pene que el tuyo.
—¡Sasuke! —dijo alarmado Deidara.
Itachi se enfureció, no lo podía creer, pero respiro tratando de contenerse, ya no importaba.
—Se coger bien rico a lo que tú no.
—Ya basta —dijo Deidara, estaba por levantarse, cuando Sasuke agarró fuerte su mano para que no se fuera.
—Olvídalo, ustedes son caso perdido, no sé cómo Naruto pudo aguantarlos a ambos, le han hecho mucho daño.
—Hablando de esa puta —dijo pensativo Sasuke e Itachi se molestó un poco más al escuchar cómo lo llamaba—. Esa puta tiene el trasero más bonito que he follado y los gemidos más provocativos, igual, abre las piernas para cualquier putón que halle, cui…
No continuo ya que Itachi lo jaló de la camisa poniéndolo en pie y viéndole directo a la cara, Sasuke sonrió con superioridad, ahí estaba su cometido hacer enojado a Itachi pero esa sonrisa se borró al sentir un fuerte golpe en las costillas que lo dejó sin poder respirar.
Itachi lo soltó y se alejó para luego ver reprobatoriamente a Deidara.
—No lo puedo creer —se levantó con dificultad—, te has enamorado del muy idiota…
Itachi se tensó y vio sus puños, Sasuke se había dado cuenta.
—Tú muy mal —dijo Sasuke matándolo con la mirada—. De verdad muy mal…