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Las cruzadas por yue-sama

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Notas del capitulo:

gracias por leer y dejar RW

pues ya casi finalizando, y me pongo contenta.

hey pastelitos quiero pedirles su suerte, mañana tengo una importante evaluacion y quiero que me den fuerzas, de verdad estoy muy nerviosa no he sentido mi estomago para nada en todo el dia.

por favor!!

y aqui el cap.

 

—Vamos a comenzar por algo fácil princesa… Te crees muy macho pero aquí serás la más puta de todas, te va a encantar.

 

 

Decía el pelilargo, viendo con diversión como Sasuke estaba peleando contra dos de sus hombres, no mentía, después de todo, lo que él decía se hacía realidad

 

.

—Ni lo sueñes puto —rugió Sasuke dándole de lleno en la cara a uno tirándolo en el suelo, estaba cansado, no le habían dado cese desde que había llegado y solo porque querían ocupar su lindo trasero como desahogo.

 

—Cuando estés hincado y ya no puedas más ahí vas a ser mío —se acercó y lo agarró del pelo dándole un fuerte golpe en la boca del estómago sacándole todo el aire, Sasuke casi vomita todo lo que tenía adentro, un golpe bajo nadie se lo esperaba, Orochimaru lo tiró al suelo y sonrió… cruel, sádica y sarcástica, la sonrisa más terrorífica que había visto, si él se consideraba malo, Orochimaru era el diablo—. Golpéenlo.

 

 

No espero mucho para sentir los fuertes golpes y patadas de algunos reos, cerró los ojos y trató de tapar partes de su cuerpo que eran sensibles, no podía levantarse teniendo a varios tirándole patadas, varios golpes alcanzaron su cara y solo contuvo los lastimeros sollozos que querían salir de su garganta por el dolor.

 

 

No pudo ni contar por cuánto tiempo le hicieron eso, pero de lo que sí estuvo seguro fue que su cuerpo estaba entumecido y con mucho dolor, no quería moverse de ahí, medio levantó la cabeza y pudo ver al grupo de Orochimaru irse, este último lo volteo a ver y le lanzó un beso.

 

 

—Mierda cabrón —dijo enojado.

 

 

Le fastidiaba, le enojaba y le daba miedo…

 

 

Sintió como alguien lo levantaba desde atrás y le ayudaba a caminar, quiso empujarlo y decirle que no necesitaba su ayuda pero se mordió la lengua al notar que de verdad necesitaba ayuda.

 

 

Vio de quien se trataba, era el policía fuerte y alto, solo chasqueo sus dientes y volteo hacia otro lado.

 

 

—Oye, sí que no sigues las reglas, te dije que no hicieras relajo y ahora vas hacia la enfermería.

 

 

—No me importa.

 

 

—Aparte eres un malcriado, que más se espera de una estrellita como tú.

 

 

—No me hables —dijo irritado y el policía solo suspiró, cuando llegaron lo dejó ahí en la cama y se fue, el doctor o lo que sea que era, lo revisó y le dio medicamentos para el dolor, ya que no había nada más, claro pensó Sasuke, solo la basura está aquí y quién demonios pensaría en ellos.

 

 

Y se sintió mal, él era parte de la basura, cuando estaba por irse entró un chico al cuarto muy feliz para ser verdad, raro pelo blanco y ojos violetas.

 

 

—¡Ne, ne! ¿Aquí está el nuevo reo?

 

 

—Sí, pasa —dijo el doctor.

 

 

El chico volteó a verlo y no le gustó la mirada que le dio.

 

 

—¡Vete de aquí! No quiero ayuda de nadie.

 

 

—Eu eu compañero, tranquilo, soy tu compadre de celda, así que vas a ver mi carita linda por el resto de tu vida… —dijo juguetón.

 

 

—25 —dijo en un susurro.

 

 

—¿Qué?

 

 

 

—25 años —habló claro.

 

 

—Bien como sea. ¡Vámonos!

 

 

—¡Espera!

 

 

—¿Qué? ¿Quieres más formalismos? Agh está bien, me llamo Suigetsu y tú Uchiha, ya lo sé así que vámonos.

 

 

Bien ¿qué más podría salir mal?

 

 

*

*

*

 

 

Llegó a la casa y asomó la cabeza para ver si había alguien despierto y sorprendió al ver a Gaara desparramado en la mesa con un pequeño cupcake con una velita a su lado…

 

 

Se le revolvió el estómago y quiso llorar, después de tantas cosas se le había olvidado su propio cumpleaños.

 

 

Al acercarse un poco notó a su hijo también dormido hecho una bolita en el sillón, con amor lo agarró y lo acunó en sus brazos para llevarlo a su habitación, lo dejó ahí, tranquilo, le dio un suave beso en la frente y lo arropó.

 

 

Salió del cuarto, y se dirigió hacia su amigo, tocó suavemente su hombro y este despertó viéndolo con ojos somnolientos y cuando reaccionó, se abalanzó a abrazarlo.

 

 

—¡Lo lograste Naruto! ¡Lo lograste! Estoy tan orgulloso de ti —solo pudo darle una pequeña sonrisa—. Toma, feliz cumpleaños, no pensé que fueras a venir tan tarde pero bueno…

 

 

—Tonto —lo abrazó de vuelta—, gracias por todo, me haces feliz.

 

 

—¿Se te había olvidado verdad?

 

 

—Que bien me conoces.

 

 

—Espero que este bueno, lo compré rápido en la calle, se veía todo rancio pero bueno, eso es mejor que nada.

 

 

—Oh gracias, rompes la ilusión —dijo divertido.

 

 

—Por algo se comienza ¿no?

 

 

—Oye Gaara.

 

 

—¿Me dirás que me amas? —dijo coqueto—. ¿Quieres hacer más Sakuyitas? —comenzó a mover sus caderas.

 

 

—Tonto —volvió a decir avergonzado—. Es algo serio.

 

 

—Lo sé bro, siempre que tienes esa mirada es serio, solo quería aflojar el ambiente, escúpelo.

 

 

—Ellos hablaron —pudo leer en la mirada verde de su amigo la incógnita—. Mis padres, hablaron, quieren que vuelva…

 

 

Hubo un buen rato de silencio en el cual Gaara no dejaba de verlo.

 

 

—Y tú decidiste irte, ¿no es así?

 

 

Naruto asintió y Gaara solo se mantuvo serio.

 

 

—Necesito estar solo, necesito…

 

 

—Comenzar de nuevo, creo que lo entiendo, eres fuerte amigo, no hay duda de eso y sabes que te apoyo en todo, si quieres regresar con esos demonios desalmados está bien, pero no dejes que te arruinen más.

 

 

—¿Quizás tengan un porqué? Espero que no sea tan malo.

 

 

—¿Le dirás a Sakuya? ¿Le dirás que conocerá a los abuelos? —el rubio asintió— Bien ¿cuándo te vas?

 

 

—Lo más rápido posible.

 

 

—¿E Itachi?

 

 

—Lo amo…

 

 

—No fue esa mi pregunta, ¿qué pasará con él?

 

 

—No lo sé —dijo triste—. Puede hacer una familia, tener novios, novias, no lo sé.

 

 

—¿Es necesario todo esto?

 

 

—Sí, lo es.

 

 

—¿Y volverás?

 

 

—Cuando esté listo, estaré de vuelta aquí.

 

 

—¿Una promesa?

 

 

—Promesa —afirmó.

 

 

*

*

*

 

 

Los días ahí adentro no eran la gloria, apenas se había recuperado del dolor de su cuerpo y ya lo tenía de nuevo, cuando lo agarraban desprevenido le daban la paliza de su vida.

 

 

Una semana en esa puta cárcel y se quería morir, lo único que lo relajaba para no volverse loco y perderse en una subrealidad oscura era Suigetsu, escuchar las risas, la voz animada de ese tipo mientras le contaba cualquier cosa le calmaba.

 

 

Claro está que nunca en la vida le iba a decir nada de eso, quería mantenerse todo en secreto, como siempre fue.

 

 

Había comenzado a caer en una realidad oscura que le recordaba su pasado, a veces cuando lo golpeaban ya no veía la cara de sus agresores si no la cara de su padre y eso de verdad daba miedo, sentía que volvía a ser ese pequeño niño que no podía defenderse.

 

 

Salió de su celda para ir a comer pero no espero que Orochimaru estuviera esperándolo.

 

 

Le lanzó la mirada más iracunda que tenía y este solo se la devolvió sarcástica.

 

 

Mostrando los dientes de serpiente que tenía, colmillos muy afilados, había escuchado todo de ese tipo por Suigetsu, que había matado a hombres rompiéndoles la yugular solo con esos dientes blancos y filosos.

 

 

Trató de ignorarlo pero el hombre lo agarró y comenzó a jalarlo, claro que no se dejaba pero había algo raro, ese hombre podía verse más delicado que él pero tenía una fuerza que lo sobrepasaba.

 

 

Cuando menos lo sintió estaba en un cuarto que apestaba a húmedo y a otra cosa que no quiso saber, fue inmovilizado en el suelo por otros dos hombres, amenazando con quebrar cada una de sus manos si hacía un movimiento en falso y no mentían, porque cuando trató de salirse un dolor fuerte le recorrió los dos brazos, vio a Orochimaru comenzar a abrirse ese traje anaranjado y sintió terror y asco.

 

 

—¿¡¡Qué demonios crees que haces puto!!?

 

 

—Sigues tan macho como el primer día, solo quiero darle su lechita a la preciosa gatita.

 

 

—¡¡Vete a la mierda!!

 

 

Orochimaru se puso encima de él y le dio tremendo golpe en su pómulo que lo sintió reventar. Y cuando la sucia lengua de Orochimaru comenzó a lamer su cara fue lo peor.

 

 

Las fuertes manos del hombre comenzaron a despojarlo de sus ropas y quiso golpear todo, se sentía débil, los hombres que lo acompañaban sólo se reían.

 

 

—¡¡¡Hijos de puta!!!

 

 

—Ya, ya cállate Sasukito.

 

 

Pudo sentir como Orochimaru le metía mano, tocando su pene con descaró.

—Qué asco.

 

 

—Pero que sorpresa… si estás aquí por violar a un doncel hombre ¿y dices que asco? Oh vamos princesa te van los hombres.

 

 

¿Cómo demonios Orochimaru sabía eso? Se removió furioso pero el dolor lo dejo quieto.

 

 

El pelilargo comenzó a masturbarse al ver a Sasuke tan desesperado y medio desnudo, vaya que lo calentaba.

 

 

 

Cuando estuvo erecto, le quitó el traje anaranjado a Sasuke dejándolo desnudo, admirando ese perfecto cuerpo doble bien trabajado y esos sensuales tatuajes, para cualquiera sería un sueño húmedo pero había algo más que le encantaba a Orochimaru y eso era infringir dolor.

 

 

Sacó una navaja y tan pronto como la sacó se la clavó en un costado y Sasuke gritó fuerte.

 

 

Orochimaru siguió tocándose mientras veía la sangre correr, de verdad que estaba excitado, cuando estuvo a punto de venirse abrió las piernas de Sasuke y enterró la punta de su pene en su entrada mientras oía su grito de dolor por la dura intromisión.

 

 

El pelilargo solo dejó la punta y se corrió adentro. Estaba jadeando cuando se acercó al oído de Sasuke.

 

 

—La próxima princesa —recuperaba el aliento—, sentirás todo mi pene y te va a encantar.

 

 

Salió de él, se vistió y se fue de ahí con sus hombres.

 

 

Sasuke estaba perdido, adolorido y sucio.

 

 

Se sentía sucio, sentía como el semen de ese hombre comenzaba a salir por su entrada y vomitó, vomitó todo lo que tenía, y quiso morirse.

 

 

¿Así se había sentido Naruto?

 

 

*

*

*

—Bien, ¿tienes todo?

 

 

—Sí, bueno… Estoy nervioso.

 

 

—Vale bro pero iras a Inglaterra y a Sakuya le encanta la idea ¿no es así bestia?

 

 

—¡¡Sí, papi!! Al fin saldré de aquí —dijo feliz.

 

 

—Bueno si…

 

 

—Bien iré a ver lo de sus maletas. Ya vuelvo.

 

 

Estaban en el aeropuerto a unas horas de que su vuelo despegara y volver con sus papás, iba camino a Inglaterra, su país natal.

 

 

Oh es cierto nunca antes se había mencionado pero Naruto era inglés, con unos padres fanáticos por Japón.

 

 

Se sentó esperando la llamada para abordar el avión, cuando escuchó a alguien llamarlo, gritando su nombre y se le fue el corazón al reconocer la voz.

 

 

Todas las personas voltearon a ver al joven que había gritado y Naruto se avergonzó, volteó la mirada con disimulo y vio a Itachi, jadeando, quizá había venido corriendo, entonces Sakuya corrió hacia él.

 

 

—¡¡Ahí está tío!!

 

 

—Shhh, shh ya lo vi.

 

 

—¿No irás a hablar con él?

 

 

—Sí, sí pero ve con Gaara.

 

 

El niño asintió y se fue a donde Gaara, entonces se levantó de su asiento, en ese preciso momento Itachi lo enfocó y comenzó a caminar hacia él, Naruto se quedó petrificado, solo sintió como Itachi lo abrazaba realmente fuerte casi con desesperación y besaba su frente.

 

 

—Asegúrame que vas a regresar por favor —decía casi sin voz y Naruto quiso consolarlo.

 

 

Naruto asintió e Itachi lo vio por última vez, escuchó como llamaban a las personas para su vuelo y tuvo que apurarse, antes que lo soltara Itachi lo besó y supo que ese beso contenía una promesa.

 

 

—Volveré.

 

 

—Te estaré esperando.

Notas finales:

bueno pastelitos nos vemos la proxima semana.

les quiero mucho.

 


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