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Las cruzadas por yue-sama

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Notas del capitulo:

gracias por todo su rw!!!

le amo siempre me animan, gracias por animarme con mis examnes, pues pienso que saldre bien!!

como prometi aqui el cap

pues al final un bonus extra. ya saben para conocer nuevos personajes!!

espero les guste y decidi divir el cap en dos.

 Y lo sientoo pero hice una votacion hace tiempo y la mayoria voto por itanaru y no un sasunaru y desde ahi me base para hacer la historia espero puedan comprender de porque finaliza asi.

Gracias por el apoyo.

 

   

FINAL

 

 

-Parte 1-

 

 

 

—¿Crees que Gaa-chan me haya olvidado?

 

 

—¡Pero qué cosas dices! —le reprendí, claro que Gaara no lo había olvidado.

 

 

—Pero tiene un hijo propio, como me va a querer a mí —dijo triste.

 

 

Mi bebé cómo puedes pensar así, claro que Gaara sigue queriéndote como antes, fuiste su primer bebé.

 

 

—Pon una sonrisa enorme, claro que Gaara te querrá y seguro está ansioso por verte.

 

 

Sakuya ya no quiso decirme nada más y se enconcho en su lugar, lo abracé fuerte y él se recostó en mí, cuando al fin llegamos yo estaba ansioso y Sakuya igual, nos bajamos, agarramos nuestras maletas y cuando estuve a punto de abrir la puerta por ella salió un doncel hermoso, quizá tenía unos 24 o menos… oh Dios, golpearé a Gaara por haberse metido con un menor de edad.

 

 

El chico nos miraba de arriba abajo sin decir nada.

 

 

—No me digas que eres hijo de Gaara también —dijo el chico señalando a Sakuya.

 

 

—¡Sí, sí lo soy! —dijo orgulloso.

 

El chico se asustó y poco después se enojó, me dio gracia pero no me reí en su cara, que bien se sentiría dejar en mal a Gaara.

 

 

—¡¡Gaara No Sabaku!! —gritó el chico a todo pulmón, y tan pronto como eso pasó Gaara llegó corriendo hacia nosotros, en cuanto me vio puso cara de haber visto un fantasma —pues sí, no le había dicho que venía—, me abalancé sobre él y le di un lindo beso de pico en los labios.

 

 

—Cuanto tiempo Gaara, te extrañé —dije meloso. Gaara pudo ver diversión en mis ojos y fue ahí cuando salió de su trance, me alejó rápido de su cuerpo y volteó hacia el chico.

 

 

—¡Déjame explicarlo! —dijo apurado y yo volví a abrazarlo.

 

 

—Mi amor ¿por qué me alejas? Eres malo —besé su cuello, él se estremeció y por un momento pude ver que me miraba con lujuria… Ah cabrón, sigues siendo un calienta pollas.

 

 

Cuando vi que el chico casi rompe a llorar decidí finalizar la farsa y me aleje de él y me puse frente al chico.

 

 

—Mucho gusto me llamo Naruto Namikaze y soy el mejor amigo de este idiota, y no tengo nada con él, así que tranquilo solo era una broma, lo juro.

 

 

El chico se tranquilizó un poco y se limpió los ojos rápidamente, pero luego vio a Sakuya y lo señalo.

 

 

—Oh no, qué va chaval —dije riéndome—, no es su hijo de verdad pero Gaara fue su figura paterna, eh… larga historia.

 

 

—Pa —llamó mi hijo—, ¿puedo moverme y abrazar a Gaa-chan?

 

 

Gaara reaccionó y lo jaló para abrazarlo fuertemente.

 

 

—No tienes que pedirle permiso a Naruto por esto, eres libre de darme cuantos abrazos quieras bestia ya no tan pequeña —dijo feliz y yo no pude estar más tranquilo.

 

 

—Espero que no sea una molestia que esté aquí, juro que nos iremos pronto solo… unos días donde dormir antes de volver a comenzar todo.

 

 

 

—Claro —dijo Gaara—, él es Erick —señaló al chico quien hizo una reverencia—. Es mi pareja y madre de mi hijo.

 

 

—Me alegra por fin conocerte Erick —dije feliz y el chico me sonrió apenado. Que monada de chaval había conseguido este idiota.

 

 

—Disculpa pero tengo que irme, llego tarde al ballet.

 

 

Y rápido se fue corriendo, por lo que yo sonreí.

 

 

—Qué gustitos ¿eh? ¿Le gusta ver ballet?

 

 

Gaara negó rápidamente.

 

 

—Él está en el ballet…

 

 

—¿¡¡Qué!!? —dije sin poder creérmelo.

 

 

—Estaban de gira cuando lo conocí y me metí entre sus pantalones ajustados y bonitos pero dime bro, quién demonios se iba a resistir a unas hermosas y largas piernas que sabía bien que se ajustarían perfecto a mis caderas mientras lo penetraba.

 

 

Dios solo con imaginarlo me sonroje y pegué el grito en el cielo cuando Sakuya nos miraba como “aquí estoy” con su carita sonrojada al igual que la mía.

 

 

—¡¡¡Idiota no delante del niño!!!

 

 

—Ja, ja, ja lo siento, pero Sakuya, cuando crezcas me entenderás ¿eh? —dijo pícaro.

 

 

—¡¡No lo perviertas animal!!

 

 

—Puedo ir adentro —dijo incomodo mi hijo.

 

 

—Claro —sonrió Gaara—, la tele está prendida puedes verla.

 

 

—Gracias —dijo para después irse feliz, mientras yo suspiraba.

 

 

—No es como planeaba darle clases sexuales a mi hijo —dije de manera sarcástica y Gaara sonrió, cuando me abrazó por la cintura fuertemente y besó mi cuello sonreí como niño chiquito, cuánto lo había extrañado, me abracé a su cuello y lo apreté fuerte mientras él hacía lo mismo.

 

 

—No sabes cuánto te extrañé bro, te fuiste por mucho tiempo.

 

 

—Lo sé, pero volví para quedarme.

 

 

—Ya todo está bien ya no hay nada que...

 

 

—No nada, ¡¡me recupere por completo!! Soy un Naruto nuevo, de hecho, fui a ver a Sasuke.

 

 

—¿Qué? —se quedó mudo y me soltó de uno solo—. ¿¡Qué fuiste a qué!?

 

 

—Bueno, solo tenía que comprobar que no me afectaba —dije suave, Gaara se tranquilizó y acarició mi cabello.

 

 

—Me alegra saber que todo está bien, ahora que te veo con detenimiento te veo más arrugas de lo que recordaba, ya te pesan los 30 ¿no?

 

 

—Perdón —dije ofendido—, si a mí me pesan igual a ti idiota —él sonrió de lado y yo pasé junto a él para meterme en la casa—. ¿Y 30? No jodas tengo 27 cabrón.

 

 

—Lo sé —dijo juguetón picoteándome la mejilla para luego correr hacia un cuarto.

 

 

Cerré la puerta tranquilo, me quité el abrigo y dejé las maletas a un lado, cuando Gaara volvió a salir traía a un nene en los brazos y este venía con los ojitos llorosos y sollozantes.

 

 

—Oh Dios. No llores, no llores —decía Gaara suavecito al oído del niño dándole suaves besos en las mejillas chiquititas.

 

 

Me adelanté, se lo quité de los brazos y comencé a arrullarlo, él bebé se tranquilizó de inmediato y me sentí feliz, me vio con sus enormes ojos verdes con toques de grises y me derretí, el bebé comenzó a moverse inquieto y su boquita hacia raros gestos.

 

 

—No sé porque siempre que lo agarro llora —dijo Gaara decepcionado—. Este es Ian.

 

 

—Es hermoso y amigo, es por la forma en que lo agarras, los donceles ya nacimos con esto de la maternidad pero ustedes, no lo creo.

 

 

Enseñé a Gaara como agarrarlo y al fin lo logró mientras tanto comencé a meter mi nariz en todo viendo las fotos que tenían y pude ver una de Erick, era una foto al desnudo —enseñando la espalda y su trasero—, era magnífica.

 

 

—¡¡Oi!! ¿Ya viste a Itachi? —gritó Gaara desde la cocina y mis nervios se dispararon.

 

 

—No, no lo he visto.

 

 

—¿¡Pero qué esperas bro!? ¿¡¡Que te caiga del cielo!!?

 

 

Apareció sosteniendo al nene y tratando de darle la mamila, pero otra vez lo estaba agarrando mal y el niño levantó las manos hacia mí pidiendo ayuda, no lo dudé y se lo quité para darle de comer.

 

 

—Ya llevas un año y meses ¿y no te acostumbras?

 

 

—Erick lo hace todo, no es mi culpa.

 

 

Y lo golpee en el brazo lo más fuerte que pude.

 

 

—¡¡Ah!! ¿Por qué fue eso?

 

 

—Por haberte metido con un menor… ¿Cuántos años tiene Gaara?.

 

 

—Ja, ja, ja pues… va a cumplir los 20 —estuve a punto de golpearlo de nuevo—, ya en unas semanas los cumple. ¡¡Lo juro!!

 

 

Maldito idiota.

 

 

Cuando vi que el nene soltó la mamila lo sostuve contra mí y le di unos golpecitos en la espalda para que sacara los gases y Gaara me vio fascinado.

 

 

—No has perdido tu toque.

 

 

—Claro que no —dije sonriente, le entregue a Ian para que lo fuera acostar y cuando volvió hice la pregunta que tanto me estuve conteniendo.

 

 

—¿Sabes dónde puedo encontrar a Itachi?

 

 

—Vaya ¿quién no?

 

 

—¿Cómo así? —dije confundido.

 

 

—El chico se volvió famoso.

 

 

—Ya lo era Gaara, ¿siguió en la banda?

 

 

—No que va, Cross finalizó hace mucho pero Itachi se hizo un buen repostero y tiene un linda cafetería en el centro de la ciudad.

 

 

Sonreí para mí, él había cumplido su sueño, él había salido adelante sin mí. Mi pecho se infló con orgullo, quería llegar y abrazarlo y besarlo, decirle tantas cosas.

 

 

—¿Cómo se llama?

 

 

—Eh, eh —dijo tranquilo—, irás mañana, ahora vienes cansado y ya tuviste muchas emociones por un día así que ve a descansar y luego te digo todo.

 

 

—Sí mamá.

 

 

Sakuya se había quedado dormido en el sillón, quise cargarlo pero él ya era más grande y no podía, entonces Gaara me ayudó y lo acostó en la cama, y luego me acosté yo.

 

 

Bien mañana sería el gran día.

 

 

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Toda mi mañana había sido caótica, entre los llamados de Sakuya, los llantos del nene y los gritos de Gaara me había despertado muy rápido.

 

 

—¡¡Papi!! ¡¡¡La casa se va a quemar!!!

 

 

Me levanté como un resorte y salí corriendo, cuando llegué a la cocina Gaara estaba tratando de apagar el fuego que había hecho cocinando a saber qué demonios.

 

 

Agarré un jarrón que tenía unas flores y lo eché encima del fuego, vi al pobre Ian sentado en el sillón con una barrera de almohadas llorando desconsolado y con la carita roja de tanto llorar, lo agarré y comencé a menearlo hasta que se tranquilizó, en ese momento Erick iba entrando y nos vio incrédulo.

 

 

—Bien, me rindo no puedo cocinar.

 

 

—Dios, eres terrible —Erick llegó y con una petición muda me pidió a su hijo y rápidamente se lo di—, limpia este desorden, llamaré a Titi para que nos cocine algo.

 

 

Decir que no me dio gracia el ver como Erick regañaba a Gaara era mentira, cuando Titi llegó se nos fue el tiempo hablando y perdí casi toda la mañana conociendo a los dos integrantes nuevos de mi familia y hablando con Titi.

 

 

Sakuya había jugado feliz con Ian.

 

 

Cuando estaba almorzando Titi puso delante de mí un periódico con disimulo y casi me atraganto con la comida al ver la portada, ahí estaba Itachi con un traje de chef sonriente delante de su restaurante.

 

 

Solo tuve que leer un poco para saber dónde quedaba, Titi me vio feliz y yo le agradecí con la mirada.

 

 

Cuando terminé mi comida me levanté rápido, cepille mis dientes y peine mi cabello, me vestí lo más bonito que podía y salí de ahí a toda prisa pero Gaara me retuvo.

 

 

—Hey, ¿no quieres que te diga dónde está?

 

 

—Ya lo sé…

 

 

—Sí que eres rápido —dijo burlón—. Suerte.

 

 

Le sonreí para luego salir rápido de ahí.

 

 

Cuando me subí al taxi los nervios iba subiendo de nivel, ¿qué demonios haría? ¿Sería que Itachi me recibiría bien? Bueno no es como si termináramos en malos términos ¿no es así?

 

 

Bueno sé que no fue en los mejores términos pero… ah Dios.

 

 

Me golpeé la cabeza con los asientos delanteros y el chofer me vio mal.

 

 

Bien tranquilo Naruto, todo estará bien.

 

 

Cuando al fin llegamos al centro mis manos comenzaron a sudar y cuando el taxi me dejó en frente de la pastelería mi estómago era un nudo.

 

 

Tuve que cruzar la calle, mis piernas temblaban y quería irme pero a la vez quería quedarme. ¿Por qué esto estaba siendo más difícil de lo que pensé?

 

 

Vamos solo es Itachi, el hombre que amas… Solo tienes que entrar y ya…

 

 

Ojala las cosas fueran tan fáciles… Nada más al entrar me arrepentí, me di la vuelta para irme pero choque con alguien he hice que botara lo que sea que llevaba en la bandeja, todos voltearon a verme y yo me sentí muy avergonzado y dolido, cuando levanta la mirada Itachi estaba viéndome con su cara llena de sorpresa.

 

 

No esperé mucho y salí corriendo de ahí rápidamente.

 

 

Tonto, tonto, tonto, ¿cómo esperaba que Itachi me esperara? La imagen se repetía una y otra vez en mi cabeza.

 

 

Itachi besando a esa chica, abrazándola… ¿Era su novia? ¿Su prometida? ¿Su esposa?

 

 

Dios mis piernas comenzaron a temblar de nuevo y decidí correr más rápido, solo me detuve para tomar aire y me di cuenta de que estaba en un parque, no sé si era la hora o era porque el parque no era famoso pero no había mucha gente.

 

 

Cuando sentí que me agarraron del brazo, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

 

 

—No… no…—lo escuché jadear.

 

 

Volteé lo más tranquilo posible y ahí estaba era todo un hombre —pelo largo en una coleta, su barba algo crecida, su rostro masculino y fuerte—, y yo no podía estar más enamorado de él, que tonto Naruto, pero tenía que ser fuerte.

 

 

—Hola Itachi —dije, tenía que pretender que todo estaba bien—, ¿cómo has estado? Veo que muy bien y me alegro —lo abracé efusivamente y pude olerlo de nuevo, me dolió el corazón y quise llorar, me separé lentamente de él—. Es bueno ver que tienes una vida hecha —los ojos se me pusieron llorosos.

—Oye espera —trató de detenerme.

 

 

—Es muy bella tu cafetería. Tus sueños se hicieron realidad.

 

 

—Naruto…

 

 

—Y esa chica también es bella, me alegra que pudieras rehacer tu vida y ser feliz —mis ojos se llenaron de lágrimas y me quise perder, sonreí e Itachi me vio con dolor—. Ella es perfecta, más perfecta de lo que yo fui.

 

 

—Espera —dijo más fuerte sorprendiéndome, mis lágrimas pararon y lo vi sorprendido, agarró mis brazos y me vio directo a los ojos.

 

 

—Escúchame bien Naruto Namikaze… No he rehecho mi vida con nadie, no he amado a nadie que no fueras tú y no he soñado con nadie más que tú, nunca nadie me devolvió el pedazo de corazón que tú tenías, nadie, absolutamente nadie te remplazó, te amé y te sigo amando.

 

 

Me quebré a llorar y sollocé fuerte, él sonrió con ternura y me abrazó fuertemente.

 

 

—Mentira —dije suavecito—, te vi besando a esa chica…

 

 

—Sí, pero… ella sabía que si tú volvías no iba a quedar nada de nuestra relación.

 

 

—Que cruel.

 

 

Itachi me separó un poco y besó mis labios rápidamente, mientras acariciaba mis mejillas mojadas de llorar, correspondí moviendo mis labios mientras mi corazón latía rápido.

 

 

—¿En serio me sigues amando después de tanto tiempo Itachi?

 

 

—Sí, te amo… Te explicaré todo si así lo deseas.

 

 

Escondí mi cara en su pecho y sus brazos rodearon mi cuerpo y me sentí tranquilo.

 

 

Quizá nuestro final si era de película romántica…

 

 

Escuché su risa tranquila y feliz, mientras yo podía sentir los golpes acelerados de su corazón. Cerré mis ojos.

 

 

—Quiero ser tuyo.

Notas finales:

les gusto??

pues si en el otro viene el lemon itanaru.

y el final final.

pues aqui les dejo a erick la foto al desnudo

aqui esta de nuevo naruto 

el pequeño itan

les quiero, nos vemos quiza el viernes con el cap??

ando productiva, nos vemos.


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