Capítulo 3
—¿Como que desapareció? —exclamo saga luego de que los soldados del castillo lo buscaran y le pidieran que fuera a hablar con Hilda de forma urgente; fue al encuentro con la representante de Odín. Llego donde Hilda así como Fley y Lifia lo esperaban, se les veía preocupadas y angustiadas
—Así es—Continuo Lifia— el hombre que le iba a entregar las hierbas dijo que no llego a la cita y eso le preocupo, Andreas es un hombre muy puntual en sus actividades, llegó al castillo para preguntar por él, eso nos extrañó y preocupo, tal vez usted no ha visto y estaba con usted caballero.
—no señorita Hilda, señorita Lifia e incluso estaba por ir con ustedes para preguntar por él, habíamos quedado en reunirnos en los jardines traseros, y no había llegado y ya es muy tarde.
—no habla más, guardias. —un par de soldados llegaron hacia Hilda— preparen las cuadrillas quiero que busquen en el perímetro a Andreas, no ha aparecido y ya es muy tarde, si lo encuentran tráiganlo pero no le hagan daño, recuerden que es un miembro más del castillo y lo que menos queremos es que se haga daño y si le paso algo auxiliando, recuerden que los alrededores del castillo puede ser muy peligroso con las bestias merodeando y pudo ser atacado por alguna de ellas.
—si señorita Polaris. —la guardia se retiró, el geminis se quedó sin palabras por un momento y aunque su rostro no mostraba algún sentimiento por dentro se preocupó por el pelirrojo.
—señorita Hilda, permítame ir con ellos- dijo Saga tratando de no sonar nervioso o preocupado, la albina lo mira y asiente.
—como guste caballero, pero le advierto que los alrededores del castillo existen muchos riscos y barrancos, tengo mucho cuidado.
—gracias por la advertencia, lo tendré.
Los guardias comenzaron a explorar los alrededores buscando alguna pista que dieran por el paradero del médico, Saga les informo a los demás santos e igual se unieron en la búsqueda del hombre, se fueron en pares para cubrir más terreno o si encontraban un peligro y no estuvieran en una situación comprometedora, y aunque no lo quisiera Aioros había insistido en recorrer los helados barrancos de hielo con él, este acepto después de todo si quería volver a ser aceptado como un compañero por la gente del santuario, este podría ser una oportunidad, aunque la situación no fuera la correcta.
La blanca nieve caía en todo el lugar, mientras los dos exploraban la zona que fueron asignados, no encontraban nada fuera de lo normal del blanco paisaje, los arboles fueran cubiertos con la delicada capa invernal pero nada.
—¿ves algo Aioros.? —grita Saga luego de que el castaño se subiera a un árbol.
—nada Saga. —desciende para quedar a su lado.
—Maldición—vuelve a recorrer la zona, eso le frustraba, no encontrar rastro del hombre, lo frustraba mucho. —llevamos medio día y no hemos encontrado nada.
—no hay que desesperarnos Saga, estoy seguro que debe estar muy bien, Andreas demostró ser un hombre muy fuerte, se ve que a pesar de todas las adversidades él trata de salir adelante y nunca se da por vencido
—Aioros, eso no es lo que me preocupa.
—¿entonces qué es lo que te preocupa Saga?, solo hay que recordar la batalla contra Loki que es una persona muy fuerte y aunque de no poseer un cosmos, se ve que es una persona que lucha contra las adversidades, entonces si le paso algo entonces por lo mínimo debe de estar luchando por su vida
—si puede que tengas razón.
—igual que tu Saga .
—¿Qué?
—Que Andreas y tu estas unidos por algo, tal vez puedas hablar con migo de lo que te aqueja, puede que podemos hacer algo por ello, aunque no lo creas me preocupas y a pesar que de ahora todo está en paz, puedo sentir que algo te aqueja, por favor Saga no te encierres y déjame ayudarte, permíteme estar a tu lado.
—Aioros—suspira tratando de serenarse, sin embargo esas palabras lo desconcertaron e incluso le suele insultante pero no quiere tomarle muy enserio tal vez ahora su prioridad es buscar al asgardiano ya después podrá hablar con tranquilidad con el castaño— no creo que sea el momento de hablar de esto, primero tenemos que buscar al hombre, luego hablamos todo lo que quieres.
—como gustes Saga, vamos al este, es la única zona que nos falta.
—pero esa zona es donde habitan en su mayoría jaurías no creo que
—no perdemos nada por seguir explorando.
Los dos guerreros continuaron examinando la zona y a pesar de la tardanza de la misma, no podían encontrar algo.
—¿Saga veas algo? — esta ves fue el turno de
—no, tal vez espera, veo algo hacia esta dirección. —señala al
—¿Que ves?
—no tengo idea, pero hay algo en esta dirección.—menciono el peliazul luego de descender por el árbol, los dos santos fueron a la dirección que señalo Saga, se acercaron hasta poder estar lo suficientemente cercas para poder visualizar a una jauría con alguna presa devorándola y tal vez aquellos les hubiera sido lo suficientemente normal pero algo llamo la atención de Saga cuando pudo ver algo fuera de lo normal; sin esperar nada mando un rayo de costos a la manada, asustándola y obligada a dejar su presa.
Saga perdió el aliento cuando pudo identificar entre los restos ropa de una persona así como unos cuantos cabellos rojos, Aioros que igualmente se sorprendió pero que rápidamente trato de recuperarse de la impresión se acercó al cuerpo sin oportunidad de reconocer lo que alguna vez fue un hombre, Saga retiro la vista, no podía más se lamentó de perder a la única persona que podía entender su tormento y tal vez al primer amigo que tenía en esta nueva vida.
—hay que avisar a los guerreros y a los demás chicos.
—si.
Ambos guerreros regresaron al castillo para informar lo que vieron, Hilda mando una patrulla para recoger los restos y comenzar los preparativos funerarios Saga pidió permiso en ayudar en la ceremonia, algo que desconcertó a todo personas, pero luego entendieron que era lo mejor después de todo Saga había sido muy allegado al pelirrojo y su perdida pudo ser muy dura para el caballero, aunque él no lo quiera admitir.
En la noche todo estaba preparado, el cuerpo fue envuelto en varias sabanas así como varios objetos que fueron de uso personal por el médico, todo esto fue depositado en una pila funeraria donde sería quedado como la tradición exigía, a pesar de que las personas del castillo querían es esto fuera algo discreto, la noticia de la muerte de Andreas llegó a los oídos del pueblo así que el castillo tuvo que tener las puertas abiertas para recibir a las personas que deseaba despedir del médico, fue una sorpresa para todo ver que el medico si fue apreciado por el pueblo, Sigmund explico que Andreas a pesar del acontecimiento con el dios Loki, siempre procuro el bienenstar del pueblo mucho antes de que el dios malvado se apoderara del cuerpo; el gemelo tuvo el honor de encendías así en silencio se despidieron del médico del Vahalla, su cuerpo fue calcinado, al día siguiente del funeral la armada de Athena regresaría al Santuario .