Había pasado una semana ya desde que Saori les había informado a los caballeros dorados que se iría a pasar las vacaciones de verano a Florida junto con algunos de los caballeros de bronce, entre ellos por supuesto su 'confiable' Pegaso Seiya, Shion como el dirigente del Santuario había decidido que durante las vacaciones de Saori se dedicarían a descansar de los fuertes entrenamientos, la mayoría de los caballeros dorados ya se encontraban cansados y más aún con las altas temperaturas que estaban registrándose en Grecia.
Shun había decidido quedarse en el Santuario junto con Hyoga para recorrer Atenas y descansar un poco lejos de Saori, Shion les había permitido quedarse en el templo principal por ser dos de los caballeros de más confianza de la diosa Athena, además que Shion ya le había puesto muy bien el ojo al delicado peliverde…
-¿estás seguro que podemos quedarnos aquí Shion?- preguntó confuso Shun al distraído patriarca del Santuario.
-pero por supuesto que sí, anden guarden sus cosas y pónganse cómodos yo andaré en el salón principal, los veo después- respondió Shion mientras se alejaba lentamente de donde se encontraban Shun y Hyoga mirándose mutuamente con expresión de extrañeza.
-pues será mejor que nos acomodemos en nuestras habitaciones entonces Shun, te veo luego, me daré una ducha y me dormiré un rato- dijo Hyoga mientras estiraba sus brazos y caminaba dentro de la habitación que le había sido asignada, ante la mirada amable de su compañero Andrómeda.
En el salón principal se encontraba Shion platicando animadamente con su estimado amigo y compañero de ‘batallas’ Dohko de Libra, ambos se encontraban entusiasmados de que Saori decidiera tomar unas vacaciones tan lejos de Europa…
-es en serio Dohko, estas vacaciones sí las pasaremos bien, hay que planear lo que haremos ya que Saori estará fuera dos semanas-
-pero… ¿y si regresa antes?- preguntó dudoso el caballero de Libra.
-no te preocupes Dohko, Saori me aseguró que esta vez tenía actividades planeadas para por lo menos dos semanas, por lo tanto nosotros debemos planear actividades para por lo menos semana y media- se puso de pie del trono y comenzó a caminar en círculos alrededor de Dohko quien le miraba ansioso -¡lo tengo!- exclamó finalmente después de un par de minutos de silencio.
-¿qué cosa?- preguntó Dohko entusiasmado
-¿qué te parece una fiesta el día Viernes?-
-¿hasta el Viernes?-
-sí, hoy es Martes, por lo tanto será muy apresurado planear una fiesta para mañana mismo, así daremos una fiesta digna para ser recordada- explicó Shion con ‘sabia’ expresión.
-¿no crees que Shun y Hyoga digan algo a Saori después?- preguntó Dohko dudando de la efectividad del plan –pueden ser espías de Saori-
-es probable, pero nosotras conocemos el punto débil de Hyoga, si lo manejamos adecuadamente todo saldrá de las mil maravillas, y por Shun ni te preocupes, a él es más fácil manipularlo, es cuestión de decirle que estamos muy cansados y necesitamos diversión y descanso que él también debería divertirse a sus anchas- expuso nuevamente Shion.
-lo tienes todo calculado… debí imaginármelo, bueno te ayudaré esto será muy divertido, pero… ¿qué clase de fiestecita vamos a dar?-
-eso hay que pensarlo muy bien y quizás consultarlo con Milo, él es bueno en eso de actividades ‘sociales’, supongo que será bueno hacer la fiesta aquí ¿no crees?-
-¿aquí? ¿y si algo sale mal?- preguntó dudando nuevamente el caballero de Libra
-este templo es lo suficientemente grande y gracias a los pretorianos quedará limpio antes de que nos demos cuenta-
-de acuerdo Shion, se hará aquí le preguntaré a Milo la clase de fiesta que será adecuada y la comenzaremos a organizar- dijo Dohko mientras comenzaba a caminar rumbo a la puerta para abandonar el salón principal.
-si Dohko, no te preocupes por nada, verás como esto será muy divertido- dijo el antiguo caballero de Aries con amplia sonrisa mientras retomaba su lugar en el trono del salón principal.
Shun había decidido caminar en el templo principal para conocerlo un poco, no estaba cansado por lo que no quería aburrirse, trataba de distraerse desde hacía un tiempo que pensaba en Hyoga continuamente, no solo como su compañero de batallas o como su amigo, quería sacar esas ideas de su cabeza a como diera lugar, de pronto al reaccionar de su ensimismamiento se dio cuenta que no sabía donde se encontraba había dado demasiadas vueltas en los pasillos sin fijarse a donde se dirigía exactamente.
Se encontró a sí mismo frente a una amplia puerta recubierta con adornos de oro, su curiosidad le impedía alejarse de la puerta por lo que tímidamente la entreabrió encontrándose con una lujosa habitación deliciosamente decorada y una elegante cama, entró a la habitación cerrando la puerta detrás de sí para poder inspeccionar un poco de aquella ostentosa alcoba…
En el salón principal Shion se encontraba dando las últimas instrucciones del día para retirarse a descansar a sus aposentos, ya estaba aburrido y cansado de dar instrucciones por ese día así que al terminar de darlas se levantó despidiéndose de los soldados y se retiró por la parte trasera del salón, donde había un pasillo que conducía a los aposentos de Shion por una puerta lateral… abrió la puerta pesadamente cuando se encontró con el caballero de Andrómeda mirando desde la ventana de su habitación…
-¿todo bien Shun?- preguntó curioso Shion al ver al peliverde en sus aposentos
-¡Dioses!- gritó el peliverde al escuchar la voz del patriarca Shion detrás suyo
-tranquilo Shun, es que me extrañó verte en mi alcoba, por eso pregunté ¿todo bien?- repitió Shion con amable sonrisa al sonrojado peliverde que le miraba sin despegar la vista de los movimientos de Shion, esa actitud tímida del caballero de Andrómeda estaba llamando mucho la atención de Shion, no podía negarlo, se acercó lentamente al chico, una vez estando suficientemente cerca de Shun miró hacia la ventana percibiendo como la respiración del peliverde se había agitado ligeramente…
-ssi Shion, todo bien, disculpa que haya entrado a tu habitación así, no volverá a suceder- dijo apenado Shun mientras se alejaba lentamente del Patriarca.
-no te preocupes Shun, no hay ningún problema de que hayas estado aquí, si se te ofrece cualquier cosa estoy para servirte sin importar la hora ¿estamos?- ofreció amablemente Shion retomando la amable actitud que había sorprendido al joven caballero.
-gracias gran Patriarca, así lo haré, con su permiso- continuó caminando rumbo a la puerta cuando escuchó de nuevo la voz de Shion…
-llámame Shion ¿quieres? Eso de “Gran Patriarca” déjalo para los soldados- insistió amablemente Shion al joven peliverde quien sonrojado asintió rápidamente con la cabeza y sonriente abandonó la alcoba del Patriarca dejándolo a éste muy satisfecho…
Dohko salió rápidamente del templo principal para dirigirse al octavo templo, cuyo guardián, Milo de Escorpión era de los más sociables y que mejor organizaban reuniones en el santuario… entró al templo buscando a su guardián con la mirada sin hallar nada aún… quería organizar todo lo más pronto posible no fuera a regresarse su “diosita” antes de lo que había prometido, se había llevado consigo a Seiya lo cual ya era mal presagio porque siempre le ocurrían toda clase de accidentes al Pegaso y Saori terminaba cancelando todos sus planes…
-¡¡¡MILO!!! ¿DÓNDE ESTÁS?- gritó desesperado Dohko, las ideas recurrentes del posible regreso de Saori lo ponían muy nervioso, no quería perderse una fiesta de esa magnitud en el templo principal… bebidas, botanas, música… -¡¡¡MILO!!!- gritó nuevamente dando vueltas al centro del templo…
-¿qué ocurre Dohko? ¿Volviste a generar un incendio en tu templo?- rió Milo descendiendo las escaleras para encontrarse con un tenso caballero de Libra, actitud que lo estaba poniendo tenso también -¿Dohko?-
-Shion quiere que planeemos una fiesta antes que regrese la diosa Athena, este viernes para disfrutar unas vacaciones y divertirnos- dijo finalmente Dohko recuperando la compostura, provocando que Milo se sentara negando con la cabeza en repetidas ocasiones…
-¿para esto viniste a mi templo con esta actitud estúpida? ¡Pensé que estaban atacando el santuario!- dijo el escorpión molesto por la tensa actitud de Dohko y su repentino cambio de conducta…
-bueno, bueno, ya, das a planearla o ¿lo hago solo?- dijo Dohko sentándose al lado de Milo quien lo miraba incrédulo…
-¿una fiesta? ¿El viernes? Te ayudaré pues… ¿dónde será esta fiesta?- preguntó Milo levantándose para dirigirse a la cocina de su templo y beber agua… Dohko lo seguía de cerca para poder explicar unos cuantos detalles al guardián del templo de Escorpión…
-verás, la fiesta será en el templo principal, Shion insistió que fuese allí por lo que habrá todo servicio a nuestra disposición, debemos recordar que no podemos llevar porquerías allí, además que Shion aborrece esa clase de fiestas baratas- explico Dohko sentándose en un banquillo cerca de la mesa…
-de acuerdo, será una fiesta inolvidable para todos… pero necesitaremos la ayuda de algunos, por ejemplo me gustaría que de la comida se encargara Camus, tiene un gusto exquisito para los platillos, Aldebarán de la música, Afrodita y Mu quizás de organización de mesas y esas cosas…- Milo bebió el agua rápidamente y mirando fijamente a Dohko le dijo: -será genial, yo hablaré con Camus y Afrodita, tú ve con Aldebarán y Mu- salió corriendo de la cocina para subir al decimoprimer templo e informar a Camus lo que pasaría y que necesitaba de su cooperación… mientras Dohko salió lentamente del templo de Escorpión para hacer lo mismo con Mu y Aldebarán…