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Crónicas de un ángel caido por Lucky13

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Notas del capitulo:

Holaaaaa, siento haber tardad un poquito más en actualizar, pero seguro que compensa ^^

Gracias antes que nada por sus hermosos reviews a nina; eriskyryu; naru; Dulce; Daniela; sukisasunaru50Saya x369; Yui; monica minando; MaruUchiha; Aliciamimi2Totora Uchihagirlutenagotentruncks55

Gracias de verdad por tanto reviews, me hacen muy feliz :D

Espero que sea de su agrado...

Capítulo 3: Hermano, demonio o pervertido.

Nos miramos de forma sorprendida. Ni Kushina ni yo sabemos qué hablar primero. Mi madre se va a casar, ese hombre le ha pedido matrimonio.

Hemos vuelto a casa en silencio, se nos ha quitado el apetito. Cuando llegamos me siento en el sillón, mientras ella deja caer su bolso encima de una silla de madera.

Casarte es un paso muy grande.- He dado el primer paso al hablar. Ella me mira de reojo.- Además, no llevan mucho tiempo saliendo.

Pensé que eras muy joven para que salieras con alguien.- Genial, ya me está intentando cambiar de tema. Y no soy pequeño para tener novio, tengo 19 otoños. Inclusive, es raro que no haya tenido novio antes. La miro y ella suelta una risa de diversión. – Está bien, yo ya salía con chicos a tu edad…

No, no aguantaría escuchar fiestas locas de mi madre, ni mucho menos escucharla hablar de hombres.

Volvamos al tema…- Le digo entrecerrando los ojos.

El ambiente era perfecto y, simplemente, me propuso matrimonio.- M explica tan tranquila, mientras se sienta a mi lado y mira el suelo con la mirada perdida. Parece que lo está recordando.

Porque se haya declarado no es para volverte loca.- Bufo, necesito conocerlo, ¿Y si es un pervertido de la peor calaña? ¿Y si la está obligando y mi madre no me lo puede decir como estoy yo con ese teme?- Ni si quiera lo conozco, necesito conocerlo y hacerme a la idea.

Él siempre ha querido conocerte.- Me dice con una enorme sonrisa, y detrás de esos ojos grises veo como planea algo. Lo sé.- Quería venir hoy pero surgió un imprevisto.- Típica excusa.- En unos días, irá a verte a la universidad.

¿A mi universidad? ¿Para qué? Esto es muy raro.

¿Por qué a la uni?- Le pregunto totalmente extrañado.

Entonces ella se lanza a abrazarme, y yo la recibo encantado. Un olor a nardos inunda mi nariz. Me encanta mi madre, la quiero tanto, que me aterra que cualquiera le haga daño.

Se me olvido decirte que él es el Director general de todos los centros universitarios de la ciudad.- Me lo ha dicho tan rápido y tan flojo que me ha costado la misma vida entenderla, pero cuando consigo hacerlo mi rostro empalidece.- Antes estuvo aquí y se dejó la cartera, pero me ha dicho que su hijo va a venir a recogerla.- ¿Su hijo? No sabía que el director tenía un hijo…

Un momento, siento que se me olvida algo. Algo importante.

¿Tendré que ser simpático con él?- Le pregunto rodando los ojos mientras me separo de ella.

Por supuesto, Naruto.- Su mirada da miedo al decir eso.- No he preguntado, ¡¿Con quién estás saliendo tú?!

Su voz suena indignada y cabreada por haberle omitido ese dato.

De pronto, el sonido del timbre suena. Mi madre pega un salto y corre hacia la cocina, parece que va a hacer café. Encima tendré que charlar con él. Con gestos me manda a abrir la puerta.

El timbre suena de nuevo.

Menudo idiota e impaciente debe ser el hijo del director.

Camino tranquilo hacia la puerta, viendo al padre me imaginaré como es el hijo.

De pronto, como un recuerdo olvidado llega a mi mente. Es el rostro de Hinata que me mira contrariada, mientras me habla de Sasuke. Sasuke es el hijo del director.

El director que está saliendo con mi madre.

No puede ser, ttebayo…- Musito, y corro hacia la puerta. Si mi teoría es correcta, él debe estar tras la puerta.

Abro la puerta de forma rápida. Y ahí está él, apoyado en el marco de la puerta, con cara de aburrimiento. Seguramente por haber tenido que esperar.

Sus ojos negros se hincan en los míos al momento. Sonríe de forma ladina. No sé qué hacer ni decir, tengo a mi enemigo en mi propia casa.

Alguien toca mi hombro. Kushina se asoma y se tira encima de él a darle un beso en la mejilla. Imagen que me repugna. No me gusta ver que mi madre se lleve bien con él.

Naruto, cariño, él es, el hijo de mi prometido, Sasuke Uchiha.- Me presenta pensando que no nos conocemos. Si supiera la verdad.- En verdad, si lo piensan bien…- No, que no diga lo que Sasuke y yo pensamos. Siempre mi madre tiene un comentario fuera de lugar. Me parezco mucho a ella en eso.- Podrían llegar a ser hermanos.

Los hermanos no extorsionan, ni son esclavos unos de otros, ni se pegan, ni acosan, ni… Ni todo lo que Sasuke y yo hemos hecho, y haremos.

Gusto en conocerte entonces, hermano mayor.- Abro la boca, Sasuke está actuando como si no nos conociéramos. Y, ¿Qué es eso de hermano mayor?

¡Si esto es un sueño, por favor despiértenme!

Parece una verdadera pesadilla.

Asiento, lentamente. Mi madre me mira extrañada por mi comportamiento. Lo invita a pasar y le pide que se siente en un sillón, mientras le pide que se tape con la manta de la mesa camilla.

Yo voy a la cocina por los cafés y las pastas, como mi madre me ordena y vuelvo. Ver a ese pelo de cacatúa en mi casa se me hace muy violento. Le cargo mucho el café, al menos se llevará un sabor amargo de esto.

Sasuke estoy muy feliz que te hayas tomado tan bien mi matrimonio con tu padre.- Llevo en una bandeja todo, y cuando llego están hablando eso. Sasuke le sonríe pero no dice nada al respecto, es un chico de pocas palabras. Mejor.- Eres muy guapo, ¿Verdad Naruto?

¿Qué? Mi madre no me puede poner en este aprieto. Sasuke me mira y puedo ver que se está aguantando la risa. Maldito teme.

He visto chicos más guapos.- Bufo poniéndole el café delante de mala manera.

La mirada represiva de mi madre se hunde en mí como una taladradora. Sé lo que pasa ahora por su cabeza, ya está pensando que no puedo aceptarlo por ser el hijo de su prometido que sustituirá a mi padre, y bla… Siempre piensa esas absurdeces.

Yo sólo quiero que sea feliz.

Naruto…- Murmura, parece muy cabreada, y puede que esté rompiendo un momento importante para ella pero…

A la mierda el orgullo. Su felicidad es más importante.

Me río con falsedad.

Era broma.- Me río seco, pero no lo afirmo. Antes muerto que darlo un cumplido a este teme.

Pues tú eres muy hermoso, hermano mayor.- De nuevo esa palabra. Mi madre se ríe por el cumplido completamente feliz.

Sasuke bebe de su café, lo miro con una mini sonrisa, seguro que escupe el café o algo. Pero en vez de eso, da un sorbo más largo mientras me sonríe de medio lado.

Puto amargado, ¿Cómo no razone que a los amargados le gusta lo amargo?

Mi madre comenzó a hacerle un breve interrogatorio, supongo que el típico. Le pregunto sobre la universidad, y sus notas. Y para mi no grata sorpresa, es un chico de matrícula de honor. En cambio, yo soy más bien de un aprobado justo. Otra razón para odiarlo.

Mi madre le ha preguntado sobre temas triviales, y él le responde siempre de forma correcta y educada.

¿Y tienes pareja?- Le pregunta tan descarada como siempre.

No, la verdad es que nunca me he enamorado.- Miro al suelo incómodo al notar su mirada sobre mí. Sé que lo dice por lo que le dije la última vez que nos vimos.

Oh, pues mejor. Yo seré la única mujer de tu vida.- De nuevo, mi madre dice frases raras. Los dos la miramos sin entender.- Cuidaré de ti como si fueras Naruto, para mí ya eres mi propio hijo.

Prefiero ponerme los cascos, con la música más rockera que tenga, y subir el volumen de la música y quedarme totalmente sordo. Prefiero eso a tener que seguir escuchando las estupideces que mi madre está diciendo.

Sasuke no es su hijo, ni lo va a ser.

Me conmueve…- Dice el muy falso. Le debería de crecer la nariz de pinocho.

Toda la siguiente charla fue entre ellos, yo no hable. Aunque mejor dicho casi parecía un monólogo, mi madre es demasiado habladora, y Sasuke demasiado silencioso.

Cuando se iba a marchar, mi madre lo despidió con otro beso en la mejilla y un abrazo. Yo le hice un gesto grosero con mi dedo corazón cuando mi madre no miraba.

Necesito llamar a Sai e Hinata y contarles todo lo que ha ocurrido. Mi vida es bastante trágica.

 

Sigo sin creerme todo lo que me pasó ayer, mientras Sai e Hinata maldicen a Sasuke.  Hinata está de pie, mientras nosotros estamos sentados en las escaleras cercanas a nuestra clase, donde usualmente no transcurre nadie.

¿Cómo es posible semejante coincidencia?- Pregunta Hinata, y para eso ni si quiera yo tengo respuesta.

El destino quiere joderme la vida.

Ese maldito diablo, tuvo que invocar un hechizo o algo, ttebayo.- Digo serio, las risas de ambos se escuchan de golpe. Yo lo decía en serio, sé que Sasuke quiere enviarme al infierno.

Naruto, no te rindas.- Intenta animarme Sai, pero no es lo suyo.

Piensa en tu ángel, de cabellos rojos.- Dice Hinata de pronto.

¡Es cierto! He pensado tanto en mi problema con Sasuke que apenas me he parado a pensar que soy pareja de Gaara, el capitán del equipo de baloncesto.

Tiene razón mi amiga, creo que lo mejor es buscarlo. Me despido de mis amigos y corro por el edificio en su búsqueda. No tarde mucho en localizarlo.

Camiseta blanca, cazadora marrón, pantalones rasgados… Y ese tatuaje de su frente que no pasa desapercibido.  Está muy guapo hoy. Me quedo mirándolo, ahora es cuando en las películas se gira a mirarme.

Mírame, Gaara.

Y lo hace, se gira de repente y me mira desde lejos. Su sonrisa se me contagia. Qué bueno que todavía te tenga en mi triste vida.

Un amigo suyo le toca el hombro y empieza a hablarle. Él despega esos hermosos ojos aguamarina de mí.

 

 

Las clases han pasado volando, al menos la del primer turno. Escribo en mi ordenador portátil sentado en un banco del parque central. Estoy muy feliz aunque no haya podido hablar con Gaara, quizás vaya a visitarlo al gimnasio y lo vea entrenar después.

Veo que tengo todos los apuntes casi al día, por lo que guardo mi ordenador portátil y me bebo los últimos sorbos de mi café para luego tirarlo a la basura.

Decido ir hacia el gimnasio para verlo.

Cuando ya casi voy llegando, una moto se para delante de mí haciendo que dejara de caminar, casi grito del susto. Y es que no es normal que una moto se monte por el acerado de una forma tan rauda y tan controlada.

La moto roja llama mi atención desmesuradamente, más que nada porque por poco me atropella. Encima de ella, como no, mi querido hermano menor, espero que se note mi ironía.

Hermano mayor.- Maldito teme siempre actuando de esta manera.

¡¿Estás realmente loco?!- Le grito, pero su semblante serio no cambia.

¿Tan malo es ser mi hermano?- Me pregunta de pronto, sin venir al caso. No puedo llegar a entender que se esconde detrás de esos ojos negros, ¿Qué demonios piensas, Sasuke? No le contesto, más bien porque él sabe bien lo malo que es.- Tranquilo, no tienes que ser mi hermano.- No entiendo que quiere decirme, pero la gente que pasa a nuestro alrededor no deja de mirarnos. Parece que todos conocen a Sasuke.- Dile a tu madre que no se case con mi padre, y así no tendremos nada que ver el uno con el otro, dobe.

No lo haré, ttebayo.- Le digo simplemente encogiéndome de hombros. Cualquiera lo entiende, ayer le decía a mi madre que le encanta su matrimonio con mi padre, y ahora esto.

¿Por qué no?- Noto como aprieta sus puños, los guantes de cuero negro que lleva se tensan.

Aunque te odie, teme, no diré nada.-No puedo traicionarla.

No así. Puedo aguantar todo lo que él me diga, pero no estropearé la felicidad de mi madre. Después de lo de Minato, Kushina se merece ser feliz. Él suelta una risilla orgullosa.

Ya se me ocurrirán otras ideas para vencerte.- No me dejaré dominar, que sé que es lo que él desea. Se ha equivocado de doncel.

No me importa.- Miento, en verdad temo lo que a esa cabeza se le puede ocurrir. Pero sé defenderme, así tenga que golpearlo de nuevo.

¿Por qué lo haces?- Me pregunta de golpe, lo miro sin entender.- Personas, como yo, no sienten simpatía por nadie.

No me importa, mientras mi madre sea feliz…- Así tenga que aguantarlo toda mi vida.- Valdrá la pena, Sasuke.

Rodeo la moto sin decir nada más y sigo mi camino hacia el gimnasio. Pensé que Sasuke me diría algo, pero sólo se quedó ahí. Observándome.

 

Gaara no estaba en el gimnasio, y por mi charla ocasional con Sasuke, mi tiempo de descanso se me pasó deprisa. Y de nuevo, dieron comienzo mis clases. Durante las clases lamente que hoy no tuviese clases con Gaara para poder observarlo o dibujarlo, algo que me encanta.

Estuve vagueando un poco en las clases, se me hicieron demasiado tediosas. Al salir me fui directamente a casa sin ver a Gaara, ni a Sasuke gracias a los dioses.

Hinata se quedó en la biblioteca, reunión de frikis por lo que me dijo. Mientras que Sai se fue al club de arte, donde es el líder.

 

Al día siguiente, estoy apoyado en la taquilla de Gaara. Hoy no se me va a escapar como ayer. Me he puesto unos pantalones marrones y un chaleco beige. Mis cabellos está hoy alborotados de una forma sexy. Hoy será el día de mi beso.

Muevo mis pies al ritmo de una canción que tengo metida en la cabeza.

De pronto lo veo, con una sudadera blanca. Viene cargado de libros, se me queda mirando mientras se acerca.

Buenos días, Naruto.- Me quedo medio embobado, su sonrisa es tan bonita. Le sonreí ampliamente.

Lavé tu pañuelo.- Le digo, aunque ahora que lo pienso quizás tuve que saludarlo primero. Pero no me corrijo, no quiero parecer alguien inseguro.- Gracias, ttebayo.

Le extiendo el pañuelo para que lo coja. Él lo mira y luego mira la pila de libros que carga con ambas manos.

No necesitabas devolverlo tan pronto.- Me dice riéndose.- Pero no hace falta que me agradezcas, no hice nada.

Esto fue lo que me llamó la atención de Gaara, su humildad.

Claro que sí, déjame ayudarte.- Digo lanzándome a por los libros, no quiero que me vea como un inútil.

No hace falta, son muy pesados.- Intenta escudarse pero, me da igual, voy a ayudarlo.

Cuando voy a cogerlos, él se echa para atrás, pero aun así cojo varios que se me resbalan de las manos y se me caen al suelo.

Lo siento, los recogeré enseguida.- Bien Naruto, apúntate un punto en tu contra. Avergonzado me agacho para recogerlos deprisa.

No hay problema, ya los recojo yo.- Me contesta Gaara agachándose junto a mí.

Cuando voy a coger el primer libro, nuestras manos chocan. Levanto el rostro deprisa y es cuando me doy cuenta de que nos encontramos a centímetros. Sus ojos se clavan en mis labios, ¿Me va a besar?

Su rostro poco a poco se acerca al mío, yo cierro con fuerza los ojos, mientras siento como los colores suben a mis mejillas. Gaara aproxima  su mano a mi pelo y me empuja para acercarme más a él.

De pronto, una tos incómoda hace que nos alejemos. No tengo suerte. Abro los ojos y busco al perteneciente de dicha tos.

Y ahí está él, con sus collares de cadenas y su vestimenta oscura. Me levanto deprisa y me pongo frente a él. Pero este teme no me mira, tiene sus ojos clavados en Gaara, el cual le devuelve la mirada.

Tu clase está en otro edificio, ttebayo.- Lo regaño.- ¿A qué vienes?

¿Es un amigo tuyo, Naruto?- Me pregunta Gaara levantándose y poniéndose a mi lado.

No, él es…- ¿Mi hermano? ¿Mi demonio? O, ¿Mi pervertido acosador?- Mi hermano pequeño, ttebayo.

¿Lo soy?- Pregunta ya tornando su mirada llena diversión hacia mí.

¡Cállate mejor, teme!- Le medio grito, Gaara pasa uno de sus brazos por mis hombros, lo que hace que me calme de inmediato. Este pasea sus ojos entre Sasuke y yo, y aunque no lo entiendo al momento, luego recapacito. Está buscando en qué nos parecemos.- Gaara, verás, mi madre se va a volver a casar, y él es el hijo de ese hombre.

Ya veo, gusto en conocerte.- Gaara le extiende la mano, espero que Sasuke sepa comportarse, al menos en su presencia. Lo miro con ojos inquisidores.- Soy Sabaku No Gaara.

Pero no se la devuelve. Simplemente le sonríe de forma arrogante.  Gaara retira la mano, y ya no sonríe.

He oído que eres bueno en baloncesto, responsable y popular…- Todo eso es cierto, y todo el mundo lo sabe.

Exageran.- Lo interrumpe, por favor Gaara no caigas.

Lo está manipulando, ya no me creo nada de lo que diga por esa boca de serpiente que tiene.

Mi hermanito me dijo todo eso.- ¿Qué? La mirada de Gaara se centra en mí, noto un afecto y alegría en ellos. Me aprieta un poco para sí, y me besa suavemente la cabeza.- Realmente te admiro, ¿Puedo jugar al baloncesto contigo alguna vez?

Sasuke solo se admira a su mismo, es una trampa. Gaara dile que no.

No hay problema, cuando quieras.- El pobre intenta ser amable al ser mi supuesto hermano.- Mientras a más gente le guste jugar, mucho mejor.

Grandioso, entonces.-Sasuke extiende su puño en señal de amistad. Gaara choca su puño con el suyo. Ayer mi madre, hoy mi novio, ¿Y mañana qué será?- Te veo después de la última clase.

Antes de irse, clava su mirada oscura en mí. Tengo que actuar como su hermano, por lo que le saco la lengua. Él me alborota el cabello, mi cabello que tanto me costó peinar.

Lo odio.

Veo como camina alejándose de nosotros. Gaara quita su brazo de mis hombros.

Tu hermano es muy interesante.- Dice con una sonrisilla, yo la verdad es que lo encuentro todo un misterio para mi.- Tal vez no sea mala idea ser su amigo.

Eso sí que no lo pienso permitir.

 

 

El descanso de nuevo lo voy a tener alborotado. Voy al parque central y me dirijo a la parte de los macarras. Intento encontrar esa melena azabache con la mirada. Pero no lo veo, mientras busco escucho una serie de piropos de todas las índoles.

Solamente sigo recto, a lo lejos veo una cabellera albina y una peli naranja. Es Juugo y Suigetsu que charlan animadamente, mientras Sasuke está tumbado  en el césped con un libro cubriéndole el rostro.

Al llegar ambos me miran con la boca abierta, no es habitual ver a donceles por estos lares. No me paro hasta estar al lado de Sasuke.

¿Qué tramas, maldito teme?- Le pregunto con rabia.

Me agacho y le quito el libro de su rostro. Sasuke arruga el ceño y encoge los ojos por la reciente luz. Suspirando se acomoda sentado.

¿De qué hablas, dobe? No sé a qué te refieres.- Mentira tras mentira salen de su boca. Es un experto en esto de las mentiras.- Sólo quiero jugar al baloncesto, ¿Qué tiene eso de raro?

Antes de contestar, alguien se mete en la conversación.

Naruto…- Suigetsu me mira como si estuviese viendo a un fantasma.- ¿Cómo es que sigues con vida?

Tú lo estás, ¿Por qué yo no lo estaría?- Le medio grito, mira que la tontería.

Pero le pegaste a Sasuke.- Bufa Juugo, la imagen de mi mano en su rostro se me repite a veces como un disco rayado.- Normalmente, 2 ó 3 de tus huesos estarían fracturados.

Pero cuando se necesita tomar venganza, Sasuke la devuelve al doble.- Ríe Suigetsu como un loco maniático.

Entonces se está acercando a Gaara para vengarse de mí. Sasuke se pone en pie, para luego sacudirse el pantalón.

Suigetsu y Juugo, os veo después de clase allí.- Dice de forma autoritaria.

Ambos asienten.

Sasuke se aleja de mí sin decirme nada más. Y al final lo que recibo equivale a lo que hago. Si yo le pegue, él va a vengarse con Gaara. Debo evitarlo a toda costa, ttebayo.

 

Llevo todo lo restante de día intentando convencer a Gaara de que se echara atrás, pero no he podido hacerle cambiar de opinión. Nunca me he sentido cómodo en el gimnasio y hoy menos.

Será un partido 3 a 3. Gaara está ya vestido con la ropa deportiva, sus músculos se transparentan por la camiseta. Casi siento como todos los colores suben a mi rostro cada vez que me mira.

Al rato salen Suigetsu y Juugo, casi me provocan una carcajada. A uno le queda muy grande y al otro muy pequeño, respectivamente.

Luego sale Sasuke con ese pelo de cacatúa. Muchas chicas le gritan cosas que ni si quiera puedo escuchar con claridad. No sé cómo tanta gente se ha enterado del partido. Aunque claro no es usual que el principal del grupo de los rebeldes se enfrente con alguien como Gaara, uno de los principales de los populares.

Gaara le sonríe con amabilidad. Sasuke permanece serio, impasible.

¿Van a jugar o a pelear?- Pregunta Sai de forma irónica. Ni él, ni Hinata querían perderse tal encuentro.

El sonido del pitido del árbitro corta cualquier charla inoportuna.

Sasuke y Gaara saltan para golpear el balón, ambos intentan cogerlo de una forma desesperada. Gaara la coge y la lleva a su terreno, en un segundo mete la bola. Yo grito animándolo. Pero pronto el equipo de Sasuke también se hace con el balón.

Todo el transcurso del partido fue así, Gaara metía una y Sasuke otra. Además Juugo y Suigetsu son temibles, ambos opacan a los compañeros de Gaara no dejándolos jugar. Por un momento temo que Gaara pueda salir lastimado. Los placajes del equipo de Sasuke son demoledores.

Suena el silbato dando inicio al tiempo de descanso. Veo como Gaara se acerca a Sasuke jadeando.

¿Qué no dijimos que era amistoso?- Gaara parece irritado, siente como si estuviera siendo estafado.- ¿Por qué te lo tomas tan en serio?

Sólo tengo una meta…- De pronto esos ojos oscuros se enfocan en mí. Gaara le sigue la mirada. Me siento nervioso al ver esas dos miradas puestas en mí a la vez. No sé qué hacer ni que decir, se me corta hasta la respiración.- Voy a ganar.

Yo también.- Le responde seguro de sí mismo.

Miro como vuelve a empezar el partido, yo no paro de gritar animando a Gaara, pero por mucho que grite, Sasuke es más bueno.

Quedan unos segundo para acabar el partido, Gaara tira a la canasta. El silencio se hace en todo el lugar. Nadie despega la mirada de la pelota.

La pelota anaranjada choca contra el aro de la canasta y…

Cae al suelo.

Mi sonrisa se borra. Sasuke ha ganado. Ese maldito teme ha humillado al capitán del equipo de baloncesto delante de todo el mundo. Suigetsu y Juugo se abrazan riéndose. Nadie les aplaude, y yo no sería quien lo haría.

Perdí.-Gaara se deja caer cansado al suelo, parece derrotado y cansado.- Eres muy bueno, Sasuke…- Bajo de las gradas y me acerco a ellos, seguido de Hinata y Sai.- ¿Quieres unirte al equipo? Puedo hacerte el jugador principal.

¿Qué? No, no sería bueno. Sasuke y Gaara en el mismo equipo… Serían imbatibles pero aun así, sería desastroso para mí. Sasuke sonríe de medio lado de forma orgullosa y prepotente.

Lo hago con una condición…- Dicta mientras me apunta con su dedo índice.- Sólo si él es el encargado del equipo.

¿Yo, ttebayo?- Pregunto extrañado, así que este teme me quiere ver como su esclavo personal en la cancha, pues la lleva claro.

Pues la verdad es que necesitamos un encargado.- Refuta de pronto todos mis pensamientos Gaara.- El último renuncio y no tenemos quién lo reemplace.- Me mira con un interés y con una sonrisa. Por favor Gaara no me lo pidas…- Si puedes ocupar el puesto sería genial, Naruto.

Yo…- No quiero hacerlo, pero Gaara parece tan ilusionado que no sé cómo explicarle que no quiero estar cerca de ese teme.

Es un trabajo duro, no te obligaré.- Mi corazón latió con fuerza, es demasiado bueno. Pensándolo bien, tendré que aguantar al idiota de Sasuke, pero estaré más unido a Gaara.

No hay problema, ttebayo.- Digo levanto mi pulgar en señal de afirmación. Él ríe levemente.

Pues genial, hermano mayor.- El sarcasmo casi se puede palpar, Sasuke me sonríe de una forma que me da escalofríos.

Casi me da la impresión que está  planeando algo. Algo verdaderamente malo.

Notas finales:

¿Qué tal? Este capítulo no contaba con mucho acercamiento de Sasuke y Naruto pero poco a poco todo sabe mejor, y veran ^^

Mis preguntitas:

1. ¿Qué os parecio la reunión entre Sasuke, Naruto y Kushina?

2. ¿qué piensan que busca Sasuke? (Por jugar contra gaara y pedir que naruto sea el encargado.)

3. ¿Cuál piensan que sería la mejor venganza de Sasuke?

Bueno son pocas preguntas, que por cierto, a partir del próximo capítulo no solo narrará Naruto, también lo haran otros personajes.

Os adelanto dos cositas:

1. Fugaku por fin va a aparecer.

2. ¡Habrá beso! ¿Quién? Eso ya no lo digo xD

Hasta muy pronto queridos y queridas lectoras.


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