Una nueva mañana había llegado a la ciudad de Magnolia, pero no cualquier mañana, hoy era el día en que el equipo de Gin se iba de excursión al lejano Minstrel para cumplir una misión que había escogido el rubiecito del grupo. Habían quedado en reunirse a tempranas horas afuera de la estación de la ciudad, ya que el tren hacia Minstrel partía realmente temprano y según Andrés era mejor tomar ese tren para poder llegar al atardecer.
Aunque seamos sinceros ¿Enserio el pelinegro creía que su novia y los otros dos tontos se levantarían temprano? Bueno, no estaba de más tenerles algo de fe, pero estos ya tenían antecedentes que no eran muy buenos que digamos. El solo recordar como la última vez que debían tomar un tren para ir a una misión y que Eugeo se demoró dos horas en llegar, además que estaba medio desnudo y con evidente marcas de que tuvo una “pelea” como él dijo, le hacía enojar y plantearse el ya no ser “el cerebro” del equipo.
Como era de esperarse, el pobre Andrés se quedó esperando por 15 minutos a que se aparecieran los dos tontos de su equipo y su novia, hasta que al fin los vio llegar lo más rápido que podían. La curiosidad invadió al usuario de explosiones al ver que tenían varias bolsas consigo.
-Sentimos la demora- Dijeron los tres enseñando las bolsas que contenían comida, en su mayoría panes.
-¿Por qué no me sorprende que se atrasaran por comida…?- El oji morado no estaba de buenas porque lo hicieron esperar, como de costumbre.
-Vamos, no te molestes- Hikari saco uno de los panecillos y se lo ofreció al contrario. –No te molestes ¿Si?-
-De acuerdo- El pelinegro acepto el panecillo con algo de vergüenza. La estrategia de su novia funcionó, nuevamente.
-Bueno ¿Qué estamos esperando? Vayamos a abordar el tren- El rubio parecía emocionado, como de costumbre.
-Veamos, considerando que nos demoramos en ir a la tienda, diría que nos quedan…- Justo antes que el peli plata terminara su oración, fueron alertados por un anuncio.
-¡Ultima llamada para abordar el tren 2205 con destino a Minstrel! ¡El tren sale en 5 minutos!- Se oyó por todo el lugar.
Sin perder tiempo, los cuatro chicos fueron rumbo al lugar donde abordarían el transporte que los llevaría directo a su destino. El viaje seria jodidamente largo, así que tenían mucho que esperar para poder llegar al lejano Minstrel y poder cumplir la misión que escogió Eugeo.
Por alguna extraña razón, Gin tenía un raro presentimiento sobre la misión. “Una criatura que devora personas no suena fácil” era el pensamiento que no se iba de su cabeza, pero muy aparte de contra qué clase de criatura se iban a enfrentar, aquel mal presentimiento le comenzaba a preocupar.
Tras esperar el tiempo que se pidió y una vez tomaron sus ubicaciones en el tren, el equipo de cuatro se dirigió hacia su destino, ansiosos de poder conocer un lugar totalmente diferente a lo que estaban acostumbrados.
***
La mañana estaba totalmente normal en la ciudad, por no decir que todo estaba jodidamente aburrido como era de costumbre. Claro, podríamos considerar “poco habitual” ver a la gente caminar de un lado a otro como de costumbre, algunos charlando, otros viendo las tiendas y demás… Sí, todo estaba jodidamente aburrido.
Dejando las cosas en la ciudad, en el gremio todo se encontraba como de era de esperarse: un caos. Se preguntaran ¿Ahora qué demonios estaba pasando? La respuesta es sencilla: Una persecución por una misión.
-¡Yo la vi primero!- Luka perseguía a los pobres Jack y Alex debido a que estos últimos tenían bajo su poder una misión que la peli rosa también quería.
-¡Si, pero nosotros la tomamos antes!- El mago celestial y el peli naranja corrían por sus vidas, ya que obviamente esa mujer los iba a masacrar para cuando los alcanzara.
El resto de adultos veían todo entretenidos, por alguna razón esto era tan hilarante que sería un buen programa. Algo así como un gato persiguiendo a un ratón era perfecto para ejemplificar este momento.
-¿Cuánto a que la rosita los atrapa?- Jet y Droy casi reían al ver como de la nada la maga de runas saco un mazo realmente grande y casi golpea a los dos pobres chicos.
En la apuesta se metieron Macao, Wakaba, Alzack, Bisca e incluso la pequeña Asuka, siendo los dos primeros los que decían que Luka no lograría atraparlos, mientras el resto apostaba a que si los capturarían.
Todo el asunto estaba tan entretenido en el lugar, hasta que un visitante llego al gremio.
-Buenas-
El visitante era nada más y nada menos que Eve Tearm, lo cual hizo que rápidamente Alex se distrajera y fuera directo hacia él, dejando al pobre Jack solo contra el monstruo.
-¡Traidor!- Pensó con frustración el castaño con toques blancos, no fijándose que había una cáscara de banana frente a él.
El pobre heterocromatico termino resbalándose y cayendo, siendo esta la perfecta oportunidad para que la chica oji azul se abalanzara sobre él y comenzara a golpearlo al estilo caricaturesco. Como era de esperarse, el grupo de apostadores comenzaba a cobrar la recompensa.
Dejando de lado la matanza, un tierno zorrito llego a donde estaba el rubio de Pegasus.
-Hola, no sabía que vendrías de visita- Si algo de por si era obvio, era que cuando el peli naranja estaba feliz, su colita se movía como si de un perro se tratara.
-Bueno iba de pasada y quería saber si ¿No te importaría acompañarme a una misión?- Propuso el usuario de nieve rascándose la mejilla algo avergonzado.
Esto provoco que Alex se sonrojara ligeramente y sintiera como un flechazo directo en su corazón, aquella acción realizada por Eve debería ser un pecado, o al menos eso pensaba el zorrito con vergüenza.
-¡S-Si! No hay problema, j-justo iba a ir a una pero otra persona la tomo-
-Entiendo, bueno ¿Vamos?-
-¡C-Claro! Digo, vamos-
Así ambos se fueron a la “misión”, olvidando el usuario de electricidad que abandono a su amigo a merced de la loca de Luka. Graciosamente, el pobre Jack estaba en el piso inconsciente y con bastantes moretones mientras su “homicida” se limpiaba las manos.
Se puso a ver la misión y de un momento a otro pensó “Esto sería más divertido si no estuviera sola…”
-Jo, me gustaría ir con Zele pero se fue con Gray-san a quien sabe dónde. Y ahora ¿Qué hago?- La chica ahora se arrepentía de lo que había hecho. Aunque la recompensa era buena ¿De qué servía si no disponías de alguien con quien compartirla y disfrutarla?
La chica suspiro y se acercó dónde estaba Jack, el cual se levantaba sacudiendo sus ropas y sobándose la cabeza por el mazazo que le dio la peli rosa.
-Ten, ya no la quiero-
-¿Enserio…?- El chico tenía ganas de gritarle, pero no quería otro mazazo.
-Sí, ya se me quitaron los ánimos- La chica le entrego la misión al contrario y decidió irse a casa para jugar con su mascota o bien darse una ducha. Realmente le aburría no tener a su amiguito de cabellos blancos cerca para pasar el rato.
-¡Genial! Alex mira, tenemos la…- En ese momento vio que su amigo… ya no estaba. –Puto traidor…- Pensó con malicia y resentimiento, decidiéndose a ir a la misión solito.
No era como que al mago celestial le molestara que su mejor amigo saliera en una “salida de amigos” con Eve, sólo que algunas veces podría llegar a sentirse… algo dejado de lado.
“Tal vez Lucy quiera ir conmigo, si es que no se fue a una misión con su equipo” pensó algo optimista dirigiéndose al departamento que compartía con la rubia.
***
Por otra parte, en casa de Kaien, este se encontraba aun durmiendo plácidamente abrazado a la almohada. Ayer había regresado a casa algo tarde de una misión que había realizado con su adorado novio de cabellera rubia, y lo único que tenía en mente en ese momento era encontrar su cama y tumbarse por una semana sin interrupciones.
Por supuesto, esto no iba a ocurrir debido a cierta minina de pelaje rosa que esperaba el mejor momento para despertar a su querido dueño de su tan largo sueño. Tenía un gorrito de cocina en su cabeza y un delantal bastante gracioso a la medida, al parecer era hora del desayuno.
Pixis se aclaró la garganta, se acercó sigilosamente donde dormitaba Kaien, dejo escapar una risita previa a su gran travesura y soltó:
-¡Kaien, Sting está usando zunga!-
Tan rápido como si se tratara de un terremoto, el pelinegro abrió los ojos y se lanzó de la cama para poder ver a su pareja en esa ropa de baño tan provocadora y pecaminosa… pero lo único que aprecio fue ver como su amiga gatuna reía por su travesura.
-¡¿Por qué hiciste eso, Pixis?!- El oji verde estaba todo rojo, tal vez por la cólera y vergüenza que recorrían su cuerpo en este momento.
-Era la única forma de despertarte. Ya es hora del desayuno y seguías durmiendo como una roca- Regaño ella apuntándole con su patita.
-No quiero comer, sigo cansado- El DS de hielo se volvió a acurrucar con su manta y se volvió a dormir.
-¡No seas holgazán!- Grito molesta la exceed intentando quitarle la maldita sábana.
Y así fue como la pobre Pixis trataba de sacar a Kaien de la cama misma madre harta de tener un hijo parasito en casa.
***
Regresando a Magnolia, en cierta casa, un rubio acababa de recibir una carta muy bonita la cual leía con un ligero sonrojo. Cuando finalizo de leerla, sin querer termino dándole un beso a la misma mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.
Fue en ese momento que se dispuso a guardar la carta en su pequeña caja donde guardaba el resto de mensajes que recibía de Zeref, pero ni bien giro se encontró con un par de ojos heterocromaticos viéndole atentamente.
-¿L-Llevas ahí mucho tiempo?- Pregunto pálido si es que el contrario había estado ahí, observando todo.
-Lo suficiente para darme cuenta de tu cursilería- El azabache comenzó a reírse por recordar el “romántico” beso que le dio su amigo de cabellera dorada a la carta esa que le escribió su novio manco.
-C-Cállate ¿Quieres?- Emrrys dio media vuelta para dejar el mensaje en su “baúl secreto”.
-Bueno, te iba a decir para ir comprar algunas cosas ya que la despensa se está acabando… Pero mejor te dejo besándote con tu novio- Ren se dispuso a ir a la cocina.
-¿Yoshito no ira contigo?- Al oji esmeralda se le hacía raro no ver al castaño acompañando al azabache a realizar las compras.
-Se fue con Natsu-san de misión… solitos…- Respondió tomando la bolsa de compras y dirigiéndose a la puerta.
-Jo… desde que está saliendo con Natsu-san, ¿No te sientes como dejado de lado?- Aunque no lo pareciera, el mago de plantas extrañaba al menor de la casa. No tenerlo por ahí era bastante raro.
-Un poco, pero como tengo un novio que si está en la ciudad…-
Al escuchar eso Emrrys le tiro una almohada a Ren, quien salió por la puerta rápidamente mientras se escuchaba la risa burlona del chico de machón albino. Esto si enojo bastante al rubio, realmente amaba a Zeref, pero que este solo viniera de vez en cuando a verle… sí que era difícil las relaciones a distancia…
***
El hermoso crepúsculo se habría paso por todo el lugar como de costumbre. Toda una larga travesía durante el día había valido la pena para los viajeros que llegaban a su destino.
Ahora mismo el equipo de Gin acababa de llegar a Minstrel, viendo la estación con total calma y bastante curiosidad. No había mucha diferencia con una estación cualquiera, salvo por el ambiente algo rustico y pueblerino.
-¡Este lugar mola!- Hikari y Eugeo, como de costumbre, veían todo emocionados, casi como si fueran un par de críos.
-Muy bien, ¡Vayamos donde nos pidieron la misión!- Pronuncio emocionado el rubio.
-¿Sabes en primer lugar donde es?- Andrés esperaba que al menos el oji azul hubiera leído la misión para saber dónde era la casa del cliente.
-He… No- El usuario de arena rio un poco, pero recibió un golpe por parte del oji morado.
-Por estas razones no quería venir tan lejos- El pelinegro se estaba cabreando.
-Ya cállense ustedes dos y leamos la dirección en la misión- Si, al fin la peli rosa del grupo mostraba algo de sentido común.
-Veamos…- Gin tenía la misión a mano, así que vio la dirección. –Dice que es en la casa del alcalde de la ciudad- Explica simple el peli plata guardando la misión en un lugar seguro.
-No perdamos tiempo entonces, vayamos a la casa del alcalde- Dice la única fémina del grupo.
-¿Pero cómo llegaremos a la casa del alcalde? No conocemos donde es- Obviamente Eugeo tenía razón, pero…
-Ya le preguntaremos a la gente en el camino. Así que mueve tu afeminado trasero o te lo pateare- Andrés ya estaba perdiendo la paciencia.
Así el grupo empezó a preguntar a cada ciudadano que veían en el camino para saber cómo llegar a la casa del alcalde, logrando finalmente obtener la dirección correcta y partiendo a todo gas hacia el lugar. Sin que estos supieran, alguien los había espiado sin querer, ya que se encontraba observando todo desde un árbol.
-¿Magos…?- Soltó en un susurro cuando en eso llego a una conclusión lógica: Su amigo llamo demasiado la atención. -¡SATYR!- Pensó con rabia mientras sus cabellos se elevaban ligeramente e iba a buscar al idiota de su compañero.
***
Cerca de un árbol con tronco hueco, Satyr comía una manzana bastante jugosa y gorda que le estaba deleitando el paladar. Hasta que de la nada apareció su compañera desde los arbustos y sin advertir ni nada por el estilo, se abalanzo contra su persona.
-¡Te dije que no llamaras la atención, estúpido!- La pelinegra le jalaba del cuerno y del cachete al peli morado.
-¡Suéltame, maldita enferma!- El oji dorado jalo del cabello a la oji amarillo.
-¡AU! ¡Que me sueltes, cachudo hijo de…!-
Fue en ese momento que sin querer el escandalo termino atrayendo a algunos cazadores que iban por ahí. Estos al verlos inmediatamente se asustaron y huyeron, pero no contaban con que Succubus tenía un truco bajo la manga.
-¡Leech of life!- Dijo ella apuntando su mano por donde se iban los tres cazadores. De la misma salieron tres cosas parecidas a hilos que fueron rápidamente hacia los hombres, pegándose a los cuellos de los mismos.
De la nada los cazadores empezaron a brillar de verde, la luz extraña que emanaba paso a través de los hilos hasta las manos de la chica. No fue sorpresa para Satyr que luego el color de los cazadores se volviera pálido y los ojos perdieran toda señal de vida, esa técnica era mortal contra No-magos. Finalmente los hilos se soltaron de los cuellos, cayendo los cadáveres al piso de forma instantánea.
-Pobres, no quería hacer esto enserio- La pelinegra se acercó a los cadáveres y los pateo ligeramente para ver si es que seguían con vida. Obviamente no lo estaban.
-Tú y tus guarradas, luego dices el por qué no tienes novio- El peli morado comenzó a reírse, pero fue callado cuando una piedra le cayó directo en el rostro.
-Al menos no ando de gigoló con cualquier chico que me parezca bonito. Además ¿Qué clase de gigoló se termina cenando a su cliente?- Ataco la chica con bastante ira.
-Ese NO es asunto tuyo- Respondió también molesto el de cuernos.
-Claro que lo es, pedazo de idiota. Por si no lo sabes, tu tontería hizo que los habitantes llamaran magos para solucionar este problema-
-¿Magos?- Pregunto incrédulo el peli morado.
-Sí, lo que oíste. Ahora TÚ debes arreglarlo- Sentencio molesta la pelinegra
-¡¿Qué?! ¡¿Insinúas que yo tengo que…?!-
Fue en ese momento que la oji amarillo salto y termino sujetando de los cuernos al contrario nuevamente, comenzando a jalarlos hacia adelante.
-¡AGH, ME DUELE, MALDITA SEA!- El oji dorado intentaba que su maldita amiga le soltará o le arrancaría los cuernos
-Si no lo haces, se lo diré a la líder, y en el peor de los casos, puede que Warchief te corte los cuernos- Dijo ella soltándolos y mirando seriamente al contrario.
-Ugh… lo hare- Respondió adolorido. -Y tengo la forma perfecta de atraerlos…-
***
Ya la noche había llegado, tan tranquila y relajante que era la oportunidad perfecta para una cita romántica. En cierto cuarto de un motel rustico de otra ciudad lejana, un individuo se encontraba despertando del pequeño sueño que había tenido. Fue ahí que se dio cuenta de dos cositas: estaba desnudo y tenía algo abrazándole fuertemente. Giro la vista ligeramente, dándose cuenta que se trataba de su adorada pareja de cabellera rosa.
Intento levantarse, pero sintió con vergüenza como… la cosa del mayor estaba en su entrepierna, y aunque no estuviera erecto ni nada por el estilo, sí que era jodidamente vergonzoso tener eso en aquel lugar. Para empeorar las cosas, Natsu despertó de su sueño debido al movimiento que hizo.
-¿Qué ocurre? ¿Tienes hambre?- El peli rosa no entendía mientras abrazaba el cuerpo desnudo de su pequeño.
-N-No es nada- Su rostro enrojeció mientras solo se resignaba a quedarse ahí. Aunque en realidad no había problema ya que la misión había finalizado y el tren para regresar a Magnolia salía por la mañana.
-Entonces volvamos a dormir, aunque si quieres podemos continuar con lo de hace unas horas…- Sugirió el oji verde susurrándole al oído al contrario.
-N-No, estoy… un poco cansado- Soltó avergonzado el castaño.
-Tranquilo, no haría nada que te incomodara- El DS de fuego apego más al menor a su lado y le dio un tierno beso en la nuca.
Yoshi se resignó a quedarse ahí por un momento pero sin querer terminó quedándose dormido tiernamente siendo abrazado por el peli rosa. Pero sin que el castaño supiera, Natsu estaba aún despierto, con un pensamiento incomodo en su mente debido a lo que escucho justo antes...
(Flashback)
Natsu se había despertado un momento debido a que le había entrado un poco de frio y no quería que él y su pequeño durmiente (el cual estaba en su regazo) terminaran resfriados. Tomo la manta y la jalo un poco más ya que se habían cubierto solo una parte, pero en eso escucho al castaño hablar en sueños.
-Nii-chan…- Dijo vagamente poniendo una expresión triste en su rostro. –No te vayas… Nii-chan…-
-¿Sigue teniendo esos sueños, he?- El peli rosa abrazo fuerte al contrario. –Nii-chan está aquí, contigo- La mano del mayor acaricio suavemente los cabellos achocolatados, buscando que su niño encontrara consuelo al menos en sus sueños.
(Fin flashback)
-¿Cómo puedo hacer para que sus pesadillas acaben?- Pensó para si el mayor cerrando sus ojos mientras seguía apegado a su pequeño.
***
En la casa del propietario de la ciudad, el equipo Gin se encontraba recibiendo información detallada sobre la criatura que atacaba la ciudad. Habían llegado a la casa del cliente hace unos minutos, felizmente que se habían dado prisa y preguntado a todo aquel que se cruzaba por su camino.
-Como les decía, es un monstruo que aparece en las noches en la ciudad. Ya ha capturado alrededor de 5 chicos de nuestro pueblo…- Decía con pena el adulto sentado en el sofá.
-¿Tantos…?- Hikari parecía aterrada.
-Lo raro es que solo han sido chicos, no ha habido ninguna chica secuestrada durante estos accidentes- Añadió el alcalde mirando seriamente a los presentes.
-¿Un monstruo que come solo chicos?- Eugeo parecía asqueado.
-Apuesto a que a Pancho le gustaría uno así- Soltó Andrés intentado calmar la tensión del lugar.
-No empieces con esos chistes horribles- Al parecer a la peli rosa no le gustó mucho el chiste.
-De cualquier forma, le aseguramos que ese monstruo se ira esta noche, alcalde- Gin lucia animado y decidido a acabar con esa alimaña que atormentaba la ciudad. Esto inspiro a sus amigos sin querer.
-Se los agradezco mucho…- El mayor hizo una reverencia en señal de respeto a los chicos.
Lo que ellos no sabían, es que alguien los estaba escuchando gracias a un murciélago que estaba presente. El animalito luego salió del lugar sin ser visto y fue rumbo donde su dueña, la cual estaba en un claro cerca del recinto, junto a su amigo el idiota.
-¡Te dije que no llamaras la atención, pedazo de idiota!- Succubus agradeció al animalito y este se desvaneció rápidamente.
-SI, SI, ¡Es mi culpa!- Satyr se estaba hartando de tanto regaño.
-Yo no pienso meterme en problemas por esto. Recuerda que es TU culpa y debes solucionarlo cuanto antes- Demando la pelinegra.
-¡Bien! No necesito tu ayuda. Solo necesito el disfraz perfecto…- Dijo siniestramente maquinando su plan.
Problemas se acercan contra nuestros protagonistas…
¿Que planean esta vez los enemigos?