Después del combate que tuvieron contra el misterioso sujeto de cuernos, Fran se encontraba curando las heridas en las piernas de Gin usando un poco de algodón y una mezcla de hierbas medicinales que se había encargado de hacer. Debía decir que aplicarla era sencillo, pero…
-¡Ay!- Grito por el picor que sentía por el contacto que hacia la medicina con la herida.
-Deja de quejarte- El rubio no se creía que durante todo el rato el contrario se quejara de que la medicina le causaba o bien ardor o quien sabe qué cosa.
-Como tú no estás usando esa cosa, es fácil decirlo- Para el de iris azul, esta “tortura” no tenía cuando acabar.
-Disculpa, pero me he puesto esta mezcla para desinfectar mis heridas como tú. La única cosa es que yo no me quejo como doncella- Claro, ese comentario no le gusto al más bajo.
-¡¿Cómo me llamaste?!- Ahora Gin estaba rojo pero de la furia.
-¿Eres también sordo?- Definitivamente el de iris verde disfrutaba sacar de quicio al pobre peli plata.
Como era de esperarse el usuario del Silver Make se quejó por el sobrenombre que le puso el moreno, el cual solo ignoro la rabieta y prosiguió en lo suyo. Era divertido tener alguien con quien divertirse de esa forma, pero sabía que la diversión no duraría mucho.
Tarde o temprano Gin se iría, pero al menos podría disfrutar el tiempo suficiente de su compañía hasta que el chico se sintiera rehabilitado.
***
Mientras tanto, volviendo al bosque, cierto grupito huía por sus vidas siendo perseguidos por dos gigantescos pajarracos. Graciosamente intentaron atacarlos repetidas veces, pero esas cosas esquivaban el ataque con tanta elegancia que parecía que se estaban burlando de ellos.
-¡¿Por qué carajo nos siguen persiguiendo?!- Jack corría todo lo que podía, dado a que esos pajarracos no le daban tiempo ni para invocar sus espíritus celestiales.
-¡No sé, pero parecen se divierten!- Al pobre Alex casi le arrancaban la cola y las orejas de no ser porque lograba salvarse a duras penas.
-¡TODO ES SU CULPA, DUO DE IDIOTAS!- Obviamente Andrés estaba cabreado. Si esos dos no hubieran pateado esa roca, no habrían llamado la atención de esas cosas.
-Por primera vez no tengo la culpa de nada- Pancho agradecía de no ser quien la cagara esta vez. Las cosas iban extrañamente bien para su persona, exceptuando este momento, claro.
Lo que el grupito no sabía, era que en realidad eran parte del juego de dos traviesos mocosos que se las estaban pasando muy chulo persiguiéndolos por el bosque. Quien diría que encontrarían victimas a las que atormentar honestamente, ya que tenían ganas de no hacer absolutamente nada y observar en la lejanía como el resto se encargaba de esos sujetos.
-¡Que idiotas!- Fue lo que paso por la mente de los gemelos mientras seguían haciendo su pequeña imitación de “rapaces feroces sedientos de sangre”.
***
El combate dio inicio con un rápido choque entre el Bramido del dios de fuego y el Rugido del dragón de fuego que se tornaba cada vez más agresivo conforme ambos magos intentaban tomar ventaja del otro.
Tras agotarse el choque de poderes, rápidamente el rubio pasó a una estrategia más agresiva usando sus Puños del dios de fuego para golpear al castaño, lamentablemente el chico las esquivaba como podía hasta que logro patear a Zancrow para alejarlo lo suficiente.
-¿Cuál es tu problema?- Si algo tenía que pensar el de iris jade, era que ese sujeto estaba mal de la cabeza.
-¿Mi problema?...-Eso no le gusto en lo absoluto al rubio. -¡¿MI PROBLEMA?! ¡¡ESE MALDITO DE DRAGNEEL ES MI PUTO PROBLEMA!!-
Sin pensarlo, el rubio uso su furia para ejecutar el Dios de fuego Kagutsuchi, creando una poderosa andanada de fuego que se dirigía rápidamente hacia Yoshi. Este decidió detenerla usando su Llama brillante del dragón de fuego, pero el ataque de Zancrow termino sobrepasando el suyo.
-Me vas a decir ahora mismo que maldita relación tienes con ese bastardo, de lo contrario…-
Zancrow uso su Nube del dios de fuego, tras lo cual Yoshito intento algo y decidió comerse el ataque de fuego. Lamentablemente fue mala idea ya que termino herido y no pudo recuperar parte de su energía.
Fue en eso que recordó que antes había visto durante un combate amistoso entre Nanatsu y Ren, que este último podía devorar también los ataques del contrario, pero extrañamente el peli morado no podía. Había cometido un error.
-Jajajaja, el mismo error que cometió ese idiota- Dijo con burla volviendo a usar el dios del fuego Kagutsuchi.
Yoshi pensó rápido y decidió protegerse con su Barrera del dragón de fuego, logrando interceptar las furiosas llamas negras como pudo. Por supuesto, Zancrow se cabreo aún más y siguió atacando a diestra y siniestra con todo lo que tenía, causando destrucción a su alrededor cegado parcialmente por la ira.
Por supuesto, el rubio vio algo curioso, el niñato ese no le estaba atacando y solo se protegía como podía de sus ataques. Así que decidió la perfecta oportunidad al ver toda la estela de tierra que se había generado por su bravuconada. Era obviamente un truco sucio, pero vamos ¿Debía importarle? Para nada, en la guerra todo se vale.
El de iris rojas volvió a lanzar su Nube del dios de fuego, haciendo que Yoshito se defendiera usando su barrera de fuego. Claro que esto fue una mofa ya que rápidamente se ubicó frente al mocoso ese y lanzo tierra a los ojos del castaño, logrando cegarlo y de esa forma tenerlo totalmente indefenso.
Casi al instante le dio un fuerte puñetazo en el rostro al menor y posteriormente lo pateo en la quijada, provocando que este cayera adolorido en el suelo. Por supuesto la cosa no se detuvo ahí, ya que rápidamente el oji rojo lo tomo del cabello y lo azoto contra el suelo para posteriormente patearlo y provocar que se estrellara contra un árbol.
-No sé qué maldita relación tengas con ese bastardo de Dragneel, pero cuando vea lo que he hice contigo, más vale que se prepare porque él será el siguiente-
Yoshito se levantó como pudo, sintiendo como algo recorría su rostro. Supo de inmediato que se trataba de sangre, dado a que esta escurría bastante rápido y dudaba que se tratara de sudor.
Rápidamente Zancrow volvió a usar sus puños del dios de fuego para atacar al de iris de jade, logrando acertarle múltiples golpes que estaban dejando gravemente herido al joven DS. La crueldad con la que atacaba el rubio era anormal, casi parecía que quería acabar con la vida del chico por la simple razón de que conocía a Natsu, era como si se tratara de una obsesión enfermiza.
-Patético debilucho- Finalmente dijo pateándole lo más fuerte que podía, provocando que se estrellara contra otro árbol y terminara rendido en el suelo.
El pobre Yoshi estaba totalmente herido y aun no podía abrir los ojos debido a la tierra y ahora la sangre que también escurría. Peor aún, los moretones en su rostro y cuerpo solo amplificaban el dolor y terror que sentía contra ese sujeto, además que no poder abrir los ojos le dificultaba saber la situación actual.
Por el contrario, Zancrow se estaba deleitando con el dolor que impartía en ese mocoso. Primero acabaría con él, luego sería ese gato asqueroso de color azul, y así hasta que finalmente alcanzará a su verdadera presa y la acabara como el pedazo de basura que era. Pero por el momento, debía acabar con lo que empezó, así que se acercó lentamente hasta donde estaba ese chiquillo para poder finalizarlo y así enfocarse en su siguiente víctima.
Claro que, cuando escucho como Zancrow se acercaba, el pánico se hizo presa de Yoshito y sin pensarlo ataco usando su Rugido de fuego, lo que no le dio tiempo a Zancrow de reaccionar y termino herido por el mismo para su sorpresa.
-¡Mocoso de mierda!- Grito molesto corriendo hasta él y pateándolo nuevamente, pero esta vez con su pie envuelto en las llamas negras para poder causarle más daño al renacuajo ese.
Ahora si el castaño estaba indefenso y casi fuera de combate, ya no habría oportunidad de que se salvara. El rubio de cabellera salvaje llego hasta él y le tomo del cuello para alzarlo, comenzándole a estrangular lo más fuerte y lentamente posible para deleitarse con la muerte de ese problemático enclenque.
-Una vez que acabe contigo, estoy seguro que tu cadáver ira a ese gremio estúpido a las finales. Cuando ese bastardo de Dragneel vea lo que te hice, ¡Espero esté preparado porque él acabara igual o mucho peor!-
Aun con sus últimas fuerzas, el DS intento hacer que el de iris rojas le soltara, pero estaba perdiendo la consciencia al mismo tiempo que sabía que probablemente su camino acabaría aquí. Ya nadie estaba cerca para salvarle, no había logrado estar a la altura del GS de fuego, y ahora sería enviado al más allá para reunirse con su familia. Era doloroso pensarlo, pero no se arrepentía, había puesto todos sus ases en la mesa, y había logrado obtener grandes cosas con el tiempo.
Zancrow rodeo su mano con las llamas negras, preparado para dar el golpe final.
-¡Despídete!- Dijo con cinismo listo para acabar con ese niñato.
Cuando parecía que el menor sería fríamente asesinado por el God Slayer de fuego, una roca gigante se interpuso entre ambos mientras otra de igual tamaño termino golpeando rápidamente al rubio y mandándolo a volar lejos, lo suficiente para alejarlo del maltratado DS de fuego.
Antes de perder la consciencia, Yoshi pudo observar una figura que se le acercaba veloz y lo tomaba, ¿Acaso Natsu le había venido a salvar? ¿O se trataba de alguno de sus amigos? Sintió un aroma extrañamente familiar antes de perder la consciencia, pero no logro descifrarlo cuando quedo rendido ante el cansancio.
Una vez Zancrow reacciono, se llevó un mal trago al ver que su presa había huido de alguna forma. Rápidamente despojo su furia usando el Dios del fuego Kagutsuchi a su alrededor, pero cuando vio quien se acercaba hacia su persona, una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro.
-¡Con que fuiste tú quien le salvo!- Las llamas negras se intensificaron alrededor del ex miembro de Gremiore.
Frente a su persona, estaba ese malnacido, aunque no entendía porque estaba cubierto totalmente de negro. No importaba, lo iba a aniquilar de todas maneras.
-¡VAMOS, BASURA! ¡TE VOY A ACABAR AQUÍ MISMO!- Al fin su venganza había llegado. -¡¡Te mostraré cuan superior soy a ti, Dragneel!!- Grito con todas sus ganas abalanzándose contra el “peli rosa” del gremio de las hadas.
***
No muy lejos de ahí, aquella misteriosa figura se estaba acercando rápidamente a la zona donde podía sentir una gran concentración de poder mágico. Se había tomado su tiempo en llegar, pero no había duda que lo que pasaba en ese bosque, era obra de esos sujetos.
-Lo que sea que esté pasando, es hora de ponerle fin- Dijo con decisión acelerando el paso lo más rápido que pudo.
No sabía exactamente cuántos eran los que estaban en esa zona, ni si estaban trabajando juntos o peleando entre ellos. No importaba, lo que sea que estaban haciendo, era hora de ponerle un alto.
***
Yoshito estaba recuperando la consciencia lentamente, aunque aún sentía el cuerpo adolorido por todos los golpes que le había dado ese sujeto de apariencia salvaje. Cuando el menor abrió los ojos con cuidado, pudo notar quien estaba frente suyo. Pensó que se trataba de Natsu o quizás de alguno de sus compañeros de equipo, pero aquella figura era un poco más alta que el peli rosa, y no olía como él…
Fue en ese momento que, al sentir la esencia de aquella persona, un escalofrió recorrió su espalda al instante. Era jodidamente conocida para su persona pero… No, su mente debía estar jugándole una mala pasada.
Abrió sus ojos por completo y su visión le permitió ver con más claridad quien era esa persona, quedándose con una expresión de sorpresa notoria al igual que su cuerpo se paralizo al verle. Inmediatamente sus ojos se humedecieron al mismo tiempo que su cuerpo comenzó a temblar.
No era posible ¿Verdad?
¿¿Era una ilusión verdad??
Le vio ahí morir ¡¿VERDAD?!
-Ha pasado un largo tiempo, hermanito- Dijo aquella silueta feliz de ver que el chico había reaccionado, y le había reconocido.
*Flashback*
La aldea se estaba quemando al mismo tiempo que varios pobladores huían como podían de aquellos saqueadores. Estos no mostraban piedad con hombres o mujeres, pero lo peor era que atrapaban a los niños usando redes y luego encerrándolos en jaulas. Las razones de aquello no eran claras, pero nadie debía entrometerse en su camino o terminarían con un hacha en la cabeza o enterrada en el cuerpo.
Dos niños, uno de 13 y otro de 5, escapaban rápidamente de su pequeña casa que ahora yacía en llamas. Por órdenes de sus padres, el mayor se había llevado a su hermano pequeño lo más lejos que podían antes que los capturaran.
Llegaron hasta un cobertizo para esconderse, estando el más pequeño totalmente aterrado y al borde del llanto por la situación.
-Tranquilo, saldremos de aquí, te lo prometo- El hermano mayor también estaba asustado, pero debía ser fuerte por ambos. No iba a permitir que los atraparan, sus padres no querían eso.
-Tengo miedo…- El pequeño se aferraba a su hermano mayor, había visto mientras corrían como mataban a algunas personas y se llevaban a varios de los niños del poblado, así como a algunos de sus amigos.
-Nii-chan está contigo, no voy a permitir que nadie nos atrape- El mayor estaba decidido, usaría todo lo que tenía para defender a su hermano pequeño y a su persona.
Fue en ese momento que su escondite no fue seguro, ya que termino este en una fuerte explosión que pudo haberlos lastimado de no ser porque el hermano mayor uso sus habilidades mágicas de tierra para protegerlos a ambos.
Al ver que no podrían estar a salvo por mucho tiempo, al mayor de ambos niños se le ocurrió solo una forma de que pudieran salvarse de esa situación apocalíptica: Separarse.
-Yoshi, escúchame atentamente, a la cuenta de tres correrás lo más rápido que puedas y te pondrás a salvo en el bosque ¿Entendido?- Esa idea era arriesgada, estaba poniendo en peligro a su hermano pequeño, pero sabía que tenía que correr el riesgo si quería protegerle.
-Pero… Nii-chan…- El pequeño se asustó por la idea, no quería separarse de su hermano. Era la única familia que le quedaba a estas alturas, ya que seguramente su padre y su madre estarían igual que los otros pobladores.
-Escúchame, yo los voy a entretener y luego me reuniré contigo ¿Bien? No te preocupes por mí, puedo defenderme-
Antes de poder separase, el mayor abrazo al pequeño y se prepararon para ejecutar el plan. Cuando llego el momento, el hermano mayor golpeo el suelo con ambas manos tras lo cual varias rocas emergieron y golpearon a dos de los merodeadores que habían en el local.
El pequeño escapo rápidamente del lugar hasta el bosque pero…
-¡¿A dónde tan rápido?!-
Para mala suerte, un merodeador atrapo al castaño de los cabellos y lo alzo como trofeo. Al escuchar el grito del menor, rápidamente el hermano mayor vio que le habían atrapado.
-¡¡Suéltalo!!-Dijo golpeando el suelo y provocando que las rocas golpearan al sujeto y soltase a su hermano pequeño.
Lamentablemente, cuando el mayor iba a donde su hermanito, un sonido de disparo fue suficiente para acabar con toda esperanza, tanto suya como la del pequeño de iris jade.
El chico de 13 vio su pecho, notando como empezaba a desangrarse y llenarse del color carmesí distintivo de la sangre. Cayó de rodillas al mismo tiempo que dos hileras de sangre escapaban de su boca y sus ojos se aguaban al saber que su fin había llegado.
-¡Nii-chan!- Grito el pequeño acercándose hasta su hermano mayor, pero rápidamente fue atrapado con una red mágica por otro de los merodeadores.
-Ya tenemos suficientes- Grito el que parecía el líder. -¡Vámonos, el resto quédese y busquen si aún queda algo de valor!- Dicto tras lo cual la gran mayoría paso a retirarse mientras unos cuantos se quedaban a buscar algunas cosas de valor que lograron salvarse o bien rematar a algún superviviente de su ataque.
El hermano mayor veía con impotencia como se llevaban a su hermano pequeño. No pudo cumplir su palabra a sus padres, había fallado… miserablemente.
-Yoshi… Lo sien… to- Dijo finalmente cayendo al suelo y sintiendo su visión borrosa. –Papá… Mamá… perdónenme… No pude protegerle…-Lagrimas escaparon de sus ojos al mismo tiempo que cerraba sus parpados y la fría muerte le asechaba.
Por supuesto, mientras los saqueadores que se quedaron buscaban cosas que pudieran serles útiles entre los escombros del patético pueblucho, cuatro siluetas llegaron al lugar como si de lo más normal del mundo se tratara.
-Guau, sí que arrasaron con todo- Aquella chica de cabellos castaños lucia asombrada por lo que un grupo de barbaros y salvajes era capaz.
-¿Quién carajo son ustedes?- Dijo amenazante uno de los ladrones acercándose con su arma para intimidarles.
Por supuesto, la bravuconada no le duro mucho cuando fue degollado a mano limpia por la única chica presente de aquel grupo. Rápidamente los otros saqueadores salieron al ataque contra aquella mujer, la cual se aburría de acabarlos de una sola cortada de sus lindas uñas.
Uno de los saqueadores intento atacar al chico de ropajes negros que había llegado con esa chica, pero fue rápidamente empalado en la cabeza por una sombra afilada que emergió del cuerpo de aquel sujeto.
El mayor del grupo dio una ojeada a su alrededor, viendo nada más que muerte y destrucción. La barbarie de la humanidad eran cosas que entendía a la perfección, por esas razones odiaba a los mercenarios, asesinos, entre otros; grupos como esos debían ser masacrados por completo, o al menos eso pensaba el de cabellera azabache.
-Que paisaje tan horrible…- Dijo sin más al ver cuerpos incluso de mujeres cortados o bañados en sangre.
-Mataron a los adultos y se llevaron muchas cosas de valor. Sin duda fueron bandidos- La castaña limpiaba sus manos de la sangre de los merodeadores que se habían atrevido a querer ponerle un dedo encima.
-Parece que se llevaron a los niños ya que no hay ningún cuerpo de infante cerca…- Fue en eso que esos individuos alados vieron algo peculiar. -¡Por allá!-
Tanto oji roja como oji verde vieron lo que los angelitos señalaban, siendo esto un chico se desangraba en el suelo. Era raro que bandidos mataran a los niños, pero probablemente ese de ahí se había resistido, así que decidieron matarlo.
Los pelirrojos se acercaron rápidamente siendo seguidos por los otros dos, viendo algo sorprendente: Ese chico estaba aún con vida.
-Parece que este esta… moribundo- Ambos oji azules sentían pena por el pobre chico.
-¿Qué hacemos? ¿Lo rematamos?- Propuso la castaña, siendo vista por los gemelos con mirada mala.
-No, sería una pena. Démosle una chance de sobrevivir-
Aquel sujeto de ropajes negros saco un frasco con líquido verdoso y lo lanzo hacia el cuerpo del chico, creando una ligera nube verdosa alrededor del cuerpo. Tras unos segundos, vieron como la herida se cerraba rápidamente, lo cual no era una sorpresa considerando la habilidad del mayor del grupo.
-¿Estará bien?- Preguntaron ambos niños pelirrojos.
-Sí, vivirá, pero quizás haya efectos secundarios. Aun necesito mejorar estas pócimas- El pelinegro continuo su camino siendo seguido por los otros tres.
-Es raro ver algo de piedad en ti- La castaña estaba sorprendida, no había visto piedad en su mejor amigo desde… años-
-Hasta para mi es raro…- El de iris verdes en realidad quería ver si había logrado una mezcla exitosa, pero también en parte le dio algo de lástima el chiquillo.
-¿Qué hacemos ahora?- Ambos niños de iris azules preguntaron a la par.
-Bueno, estamos paseando para conocer este nuevo lugar, podríamos proseguir tranquilamente- Propuso el de cicatriz.
-Tenemos hambre- Se quejaron ambos mocosos frotando sus estómagos.
-Dejen de quejarse, ustedes vuelan- La de iris sangre regaño a esos dos por molestos.
Una vez se fueron, aquel chico logro reaccionar y abrió los ojos lentamente. Se levantó de donde estaba, viendo luego todo a su alrededor, pero…
-¿Dónde… estoy?- Se preguntó al ver todo el panorama totalmente destruido y horroroso.
El efecto secundario de la pócima le había borrado la memoria. No recordaba nada de quien era o porque estaba ahí, pero decidió caminar hacia otro lugar ya que estar ahí le daba miedo y quizás los que hicieron eso podrían regresar.
*Fin Flashback*
Al verlo, las lágrimas se formaron en los ojos jade, no podía creerlo, podría decirse que era otra persona pero en su corazón algo le decía que era él. El cabello castaño claro, los ojos de color azul, la esencia tan familiar… no había duda.
Por supuesto, al ver el silencio que se había formado, aquel sujeto de aproximadamente 23 quiso romper el momento de tensión.
-Sé que esto parece irreal, y claro que lo es pero…-
Las palabras sobraron cuando de la nada aquel castaño claro fue abrazado fuertemente por el joven DS. Pudo sentir la humedad impregnar sus ropajes rápidamente, supo que para su hermano pequeño, verlo vivo era algo que nunca se esperó.
Puso su mano en los cabellos castaños del más bajo, al mismo tiempo que sentía una satisfacción al ver que aquel pequeño miedoso se había llenado de valor. Había llegado justo a tiempo antes que ese monstruo matara a su hermano pequeño, aunque aún habían algunos misterios en relación a cómo diablos había llegado ahí justo en el momento preciso, que estaba haciendo durante todo el tiempo que perdió la memoria, y lo más importante, como la había recuperado.
Bueno, ahora no era tiempo de explicaciones, ya todo sería revelado cuando derrotaran a ese malnacido.
-Tú descansa por aquí cerca, me ocupare de ese sujeto-
El castaño claro busco entre sus ropas (Cabe resaltar que llevaba un manto marrón que le cubría toda su persona) y saco una especie de brebaje casi transparente a la vista.
-Bébelo, te hará sentir mejor- El oji azul estaba listo para irse contra ese sujeto, pero fue detenido por Yoshi quien le agarro del manto.
El de iris jade no sabía que decir, el shock del momento parecía haberle bloqueado el habla. No quería que su hermano mayor tuviera la misma suerte que él al enfrentarse a ese rubio, no quería perderle otra vez.
El mayor interpreto rápidamente el silencio como preocupación, ya le era fácil reconocer el silencio del menor desde pequeños. Se dio media vuelta y abrazo al contrario para luego separarse a los pocos minutos.
-Voy a estar bien, esta vez no pasara lo mismo-
Rápidamente el castaño claro fue arduo hasta donde se debía encontrar ese sujeto. No iba a permitir que ese bastardo se saliera con la suya tan fácilmente.
***
Regresando, Zancrow se encontraba totalmente agotado tras realizar su Dios del fuego Kagutsuchi por décima vez contra el bastardo de “Natsu”. Sabía que el desgraciado era resistente, pero nunca se esperó que fuera tan problemático como aquella vez que se enfrentaron en Tenrou.
Afortunadamente, le había derrotado con ese último ataque, ya que ahora el peli rosa estaba tumbado en el suelo totalmente chamuscado. Sin embargo, el rubio se llevó un horrible chasco cuando vio que la figura de ese bastardo se desvaneció frente a sus ojos. Había gastado toda su energía peleando contra esa cosa, ¡¿Y ahora resultaba no era más que una vil ilusión?!
Por supuesto, el oji rojo no tardo en estallar de la ira, lanzando bramidos de llamas negras a todo el lugar a su alrededor. Fue en ese momento que vio una figura acercarse, notando que era alguien parecido a ese enano que había derrotado, pero con el cabello más claro, los ojos de diferente color.
-¿Y tú quién carajo eres?- Pregunto de la forma más borde y enojada posible.
-Solo el hermano del chico que atacaste…- La mirada furiosa del castaño claro no era de chiste.
-¿Y qué? ¿Vienes para cobrar venganza por lo que le hice a ese renacuajo?- El GS estaba siendo burlón, aun tenia energía para masacrar a ese papanatas frente suyo.
-Más que eso, lo que le hiciste a mi hermanito te lo haré mucho, mucho peor- El oji azul trono sus nudillos, le iba a romper cada hueso a ese cretino para que sintiera el verdadero terror.
***
Hikari y Luka se habían separado del resto tras ser perseguidas por unas criaturas sombrías que se vieron en la obligación de eliminar. Aunque a la primera la idea no era de su agrado, la mayor de ambos le hizo ver que no eran animales, sino como ilusiones o invocaciones hechas de pura energía negativa.
Justo cuando ambas iban a continuar su camino, fueron atacadas por una andanada de fuego que, de no ser por la rápida reacción de Luka, ambas hubieran terminado con serias quemaduras.
Fue ahí que vieron la figura de una chica de cabellos albinos lacios, ojos verdes ligeramente intensos, orejas en punta. Llevaba un vestido negro con acabado en una falda muy parecía a una escolar, además de un manto rojo que le servía para cubrirse la espalda y el resto. Por último, estaba un cetro con un cristal carmesí en la punta.
-Pero miren que sorpresa, parece que valdrá la pena haber caminado sin rumbo por esta tonta neblina- Dijo ella totalmente relajada ya que esas dos crédulas no parecían ser una amenaza.
-¿Lo sientes, Hikari?-Luka estaba algo inquieta, algo le decía que esa tipa era extrañamente fuerte.
-Sí, es peligrosa- La menor de ambas peli rosas se preparó para lo peor.
-Me gustaría que Zancrow se encargara de ustedes, pero no me vendría mal algo de ejercicio-
Tras esto, alrededor de la albina se generó un aura rojiza intensa mientras el viento soplaba fuertemente en la zona. Ambas magas de Fairy estaban listas, sin saberlo, ante uno de los retos más difíciles de sus vidas.
El fuego en el campo de batalla trae consigo destrucción…
¿Podrán nuestras héroes estar a la altura?