En la fría nieve de la montaña se encontraban dos magas caminando para llegar a una misión en un pueblo en las montañas alejado de la sociedad, el pueblo era atacado desde hace unas semanas por Vulcan de montaña, todo iba tranquilo en el viaje y cuando llegaron al pueblo pelearon con los vulcan que justo en ese momento estaban destrozando el pueblo.
-Por favor AYUDENNOS – Gritaba desesperadas una personas cuando vieron a las dos magas, Erza invoco una de sus espadas igual que Lu para empezar a repartir golpes a todos los Vulcan que había en el lugar. Después de terminar de repartir golpes a todos ellos dejándolos totalmente desmayados e inconscientes, los aldeanos las recibieron con agradecimientos a las dos chicas.
-Muchas gracias… ustedes son magas de Fairy tail ¿No es así?- pregunto el anciano que parecía ser el alcalde del pueblo.
-Si lo somos, vinimos por la misión pero creo que ya la hicimos- dijo mirando hacia los vulcan desmayados.
-Sí creo que sí… entonces ¿Ya les doy la recompensa? – pregunto el anciano de pelo canoso, ojos crises y rostro avejentado.
-No aun no, primero llevaremos a los vulcan lejos del pueblo – dijo la peli-roja para después ir con Lu a llevar a los vulcan.
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Mientras las dos chicas llevaban a los vulcan fuera del pueblo se pusieron a hablar.
-Gracias por venir conmigo Erza – dijo la peli-negra que estaba roja.
-No importa, igual no había nada que hacer en el gremio – dijo Erza
Mientras seguían el camino los vulcans se empezaron a despertar y a atacar a las dos magas de Re-equipaje. Uno de ellos ataco primero a la oji-lila quien trataba de evitar a la criatura, pero los movimientos para esquivar los ataques del vulcan eran muy torpes. No como los de Erza ella se movía rápido, terminado rápido con ellos sin usar su magia.
-No volverán nunca por este lugar – dijo Erza con un aura amenazante para que los vulcans hicieran caso y estos sin dudar escaparon aterrorizados por la Titania. En un momento se dio vuelta para ver a Lu que estaba muy roja y parecía temblar mucho – ¿Estas bien? – pregunto hacia la peli-negra, pero en ese momento Lu se desmayó.
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Lu empezaba a abrir los ojos encontrándose en un cuarto que no era el de ella, sino que estaba en una cabaña de madera. La pelinegra sintió algo húmedo en su frente, y pasando su mano por ese lugar sintió lo que parecía ser un trapo frio.
Justo en ese momento la puerta se abrió, dejando ver a el dueño de la cabaña y a Erza.
-Lu, menos mal que despertaste. Me tenías preocupada- dijo la pelirroja un poco más calmada al ver que la joven había despertado.
-¿Dónde estamos?- pregunto Lu al momento que empezó a toser levemente.
-Están en una cabaña, señorita. Su amiga la trajo hasta aquí ya que usted tenía una fuerte fiebre y no podían ir muy lejos, oportunamente mi casa estaba cerca y cuando salí a recolectar leña me las encontré- Concluyo el hombre mientras depositaba un plato de sopa caliente en la mesilla al lado de la cama.
-Muchas gracias por su hospitalidad- dijo Erza sentándose en una silla al lado de la cama en la que descansaba Lu.
-No hay de qué. Iré a recolectar un poco más de leña y de paso algunas hierbas para su fiebre- Dijo el señor saliendo de la habitación, dejando a las 2 chicas solas.
-¿Cómo te sientes Lu?- pregunto la pelirroja
-Sin energías…- dijo la oji lila algo avergonzada.
-Bueno, será mejor que comas algo o te sentirás peor-
Lu se levantó retirando el paño frio de su frente y se dispuso a tomar el plato de sopa que le había dejado el dueño de la cabaña, pero nunca espero que Erza se le adelantara y tomara el plato.
-No te levantes si necesitas algo me lo pides a mí – Lu sentí su cara arder y esta vez no por estar enferma, -Porque no me dijiste que te sentías mal – pregunto la peli-roja con una expresión seria.
-Y…yo no q…quería preocuparla – dijo Lu apenado por tener que confesar eso.
-En que momento te empezaste a sentir mal – dijo Erza aun con seriedad en sus preguntas.
-C…cuando llegamos a la montaña e…el cambio de clima me hizo sentir mal – dijo totalmente mal la peli-negra.
-Me hubieras avisado y nos…- mientras Erza hablaba Lu decidió interrumpirla.
-NO… s…si lo hubiera dicho nos harías regresar y no quería arruinar la misión – dijo Lu defendiéndose.
-Eso sería mejor para no arriesgarte a ti, me preocupaste mucho cuando te desmayaste – dijo Erza con una expresión totalmente dolida. Mientras Lu no podía creer que Erza se haya preocupado por ella.
-Voy a salir un rato, si necesitas algo llámame mientras tomate la sopa y cuando termines descansa – dijo Erza mientras se paraba y salía de la habitación.
Lu se quedó muy pensativa mientras tomaba la sopa que le había dejado el dueño de la cabaña, pensó mucho en que era cierto no debía arriesgar su salud así pero ella realmente quería hacer esa misión con su amor platónico Erza.
***
Después de un rato, Lu se durmió tras haber acabado la sopa, mientras que en la sala Erza se mantenía pensativa o mejor dicho, esperaba que la pelinegra le llamara.
-De seguro se habrá dormido- la pelirroja se levantó de su asiento y se dispuso a ir a la habitación de en la que reposaba la joven. Pero en ese momento la puerta de la casa se abrió, lo cual significaba que el dueño había vuelto.
-Siento la demora, me costó mucho recoger estas- dijo el hombre mientras le mostraba a Erza unas plantas verdosas y secas, que para sorpresa de la pelirroja eran muy largas.
-¿Qué son esas plantas?- pregunto curiosa la Titania.
-Vera señorita, estas plantas son conocidas como Tiadoroppumeido, sus facultades son excelentes para aliviar cualquier tipo de malestar. Entre más viejas, mejores facultades curativas tendrán- finalizo el adulto, dirigiéndose a la cocina con las susodichas hierbas.
-Déjeme ayudarlo- dijo la pelirroja al dueño.
-Es muy amable de tu parte-
Así ambas presencias entraron a la cocina y empezaron a preparar las plantas para usarlas como medicina para curar la fiebre de Lu. El mayor le explico a Erza que primero debían hervir las plantas para liberarlas de alguna impureza que pudiera permanecer en ellas, luego de que estuvieran limpias las molerían hasta que terminaran en una pasta verdosa. Finalmente la pondrían en algo sencillo como un té o podrían dárselo directamente en una cuchara, y si deseaba podía mezclarla con alguna otra hierba curativa para aumentar su efectividad.
-Veo que esa planta es muy versátil- dijo Erza mientras veía como el hombre disolvía la pasta en una taza de té para la pelinegra que aun dormía en la habitación.
-Sí, es muy útil, pero tiene una ligera desventaja- soltó el adulto.
-¿Y cuál es esa?- dijo curiosa la pelirroja.
-Resulta que tiene un sabor amargo, pero se puede neutralizar con algunas otras hierbas. Desgraciadamente no encontré ninguna para mezclarla con la Tiadoroppumeido-
-Ya hizo mucho por nosotras, no quiero abusar de su hospitalidad- exclamo la Titania tomando la taza de té y dándole un sorbo para probar su sabor. –Pues no sabe tan mal-
-Parece que entre más viejas son las plantas, también hace que el sabor amargo se desvanezca- el adulto se rascaba curioso la barbilla ante tal conclusión.
-Bueno, iré a darle la medicina- Erza salió de la cocina y fue rumbo a la habitación donde la joven de ojos lila dormía aun.
Al entrar la vio aun durmiendo de manera placida, Erza noto que la temperatura de Lu había bajado notoriamente, esto le saco un suspiro de alivio y se dispuso a dejar el té en la mesita de al lado y acto seguido, movió ligeramente a la pelinegra para que despertara.
-Despierta Lu toma tu té – decía la peli-roja mientras movía a Lu.
-Ummm – pero Lu parecía querer seguir durmiendo, en un momento entre sueños sonrió, Erza pensó que estaba soñando algo muy lindo para ella pero se lo tenía que cortar, si no se tomaría frio el té y eso no le haría bien. Así que la peli-roja trataba de despertar la aunque Lu no quisiera –Erza… - fue lo que pronuncio Lu, Titania solo pensó que se estaba despertando – Te quiero Erza… Te Amo –
Al escuchar eso, la pelirroja quedo algo impresionada pero no demostró ninguna flaqueza ante lo dicho, ella también quería a Lu… como una compañera. Sin más, la Titania movió a la pelinegra, logrando despertarla.
-Que sucede, Erza…- Dijo perezosa, sobándose los ojos.
-Tu medicina, debes beberla- Fue lo que dijo la pelirroja poniendo la taza de té en la mesa de al lado.
-Gracias- Lu cogió el té y cuando se dispuso a beberla… - ¡Puajj! Sabe horrible- la pelinegra puso de nuevo el té en la mesita de al lado.
-Debes beberla o no te sanaras- Erza estaba empezando a enojarse por ver la terquedad de la chica.
-¡Ni loca! Sabe mal y no quiero eso-
-Entonces no me dejas opción-
Erza tomo el té y lo bebió, para luego abrir la boca de la pelinegra y darle de beber la medicina boca a boca, La peli-negra se sorprendió por eso pero cedió y abrió la boca así se tragó todo el té mientras Erza se separaba de ella dejándola aun sorprendida.
-Porque hiciste eso Erza– pregunto Lu aun sorprendida nerviosa y con las mejillas rojas.
-Porque si no, no te tomarías el té – Dijo Erza con un tono algo burlona, -Dime te sientes mejor ahora – pregunto como si nada.
-S… si me siento mejor – respondió aun nerviosa.
-Bueno cuando estés en condiciones de salir volveremos al gremio… Bueno iré a ver si hay algo de comer seguro tienes hambre ¿no?- la oji-lila asistió con la cabeza dejando el claro que tenía hambre el té le había hecho tener hambre – Bueno en un rato vuelvo – la pelirroja salió de la habitación en busca de algo de comer, al salir se encontró con el dueño de la cabaña preparando algo de comer.
-Pensé que deberían tener hambre, la cena estará en un rato – dijo el dueño preparando la comida.
-Gracias, ¿Hay algo en lo que le pueda ayudar?- Pregunto Erza al dueño.
-Sí, ¿Podrías terminar de pelar las verduras?-
-No hay problema- Contesto la maga re-equipaje
***
Al día siguiente Lu ya se sentía mejor y Erza le dijo que ya podían regresar a casa.
-Muchas gracias por su hospitalidad- Agradecieron ambas chicas al hombre.
-No hay de que jovencitas, espero que vuelvan sanas y salvas a casa- Dijo el señor para luego despedirse de ambas e ingresar a su vivienda.
***
Las magas subieron al carruaje que las llevaría de regreso a Magnolia, pero había un poco de nerviosismo por parte de la joven pelinegra, quien durante todo el viaje tenía en mente que había pensado Erza para obligarle a tomar la medicina de esa forma. Aunque ella no podía negar que estaba muy feliz por ese detalle.
Así, mientras ambas magas regresaban a casa de forma tranquila, una cosa espantosa había pasado en la cabaña del hombre que les dio hospedaje.
La cabaña estaba destruida y el cadáver del pobre señor estaba tirado en el suelo y un charco carmesí le rodeaba. A unos pasos de él, dos siluetas observaban el cuerpo inerte.
-Tsk, por lo visto se nos escaparon- Menciono una voz femenina.
-Da igual, esta vejete no sabía nada. Ni siquiera valió la pena en matarlo- Una voz masculina fue la que hablo y acto seguido pateo el cadáver lejos de su vista.
-Bueno, al menos sabemos que nuestro espía si tenía razón, ellas estuvieron aquí- Dijo la mujer disponiéndose a irse.
-¿Ya nos vamos?- pregunto el muchacho ansioso por no estar ni un segundo más en esa pocilga.
-Así es. El maestro dijo que si en caso no lográbamos capturarlas aquí, tendríamos que tomar medidas más divertidas- hablo la mujer con una ligera burla.
-¿A qué te refieres?- pregunto el chico.
-Pronto lo sabrás. De paso, ya ha sido asignada la primera que capturaremos-
-¿Es alguna de esas que estuvieron aquí?-
-No, es una presa más débil según la información. Vámonos- Comento la mujer para luego ambas siluetas se retiraran entre los densos bosques dejando una muestra de lo que son capaces.
El gremio de las hadas está a en la mira de estos asesinos.
¿Qué será lo que pretenden?