La pelea contra Dranzzer, el maestro y líder de los magos oscuros que capturaron a las magas de Fairy Tail había dado inicio. Los oponentes del jefe eran Nanatsu y Zele, por otro lado estaban Gray y Gin intentado rescatar a Hikari y Andrés de la extraña barrera que los tenían atrapados.
-Adelante mocosos, muéstrenme de que están hechos- Dijo el azabache lanzando rayos carmesí contra ambos magos.
Tanto el albino como el peli purpura esquivaron los rayos de forma ágil y precisa.
-Toma esto anciano, Kōri no kami berō (Bramido del dios del hielo)- Zele lanzo su aliento gélido pero fue repelido por los ataques eléctricos del mayor.
-Me toca, Suiryū no Hokou (Rugido del Dragón de agua)- Nanatsu ataco con su rugido de agua pero esta vez fue interceptado por una barrera de piedra.
-Me subestiman pequeños renacuajos, me he enfrentado a muchos adversarios como para no saber cómo defenderme de vuestros ataques- Comento el oji rojo viendo el asombro del albino y el peli purpura. –Supongo que es mi turno-
De forma instantánea Dranzzer invoco pilares de piedra filosos que emergieron del suelo para atacar a los magos de Fairy Tail. Zele y Nanatsu esquivaron algunos pero uno de los picos hirió al God Slayer del hielo en su brazo.
-Rayos, dolió- Dijo el albino viendo su brazo sangrar un poco.
-¿Aun puedes pelear?- Pregunto el Dragón Slayer de agua.
-Claro que puedo, esto no es nada-
De forma rápida Zele fue rodeado de un aura blanca y de forma sorpresiva el corte que había recibido desapareció.
-¿Una técnica de curación?- Soltó al aire Nanatsu.
-Aisu chiyu-shin (Curación del Dios del hielo), es de mucha utilidad- Menciono el albino mientras se volvía a poner en guardia.
-Tsk, ya decía yo que no eran simples renacuajos. Pero esta vez va enserio-
Dranzzer volvió a invocar sus pilares de piedra pero esta vez los magos de Fairy Tail esquivaron el ataque con agilidad y lograron acercarse al mayor. Una oleada de puños y patadas por parte de Nanatsu y Zele hizo que Dranzzer comenzara a defenderse usando su cetro y eludiendo los golpes.
En una brecha, Nanatsu aprovecho para atacar al oji rojo con una de sus técnicas.
-Suiryū no Yokugeki (Alas del Dragón de agua)- En los brazos del peli purpura se formaron dos olas y estas atacaron de forma brusca al mayor logrando desconcentrarlo. –Zele es tu turno-
-Voy, Aisudansu no kami (Danza del Dios del hielo)- El albino creo un remolino de viento gélido pero con fragmentos de hielo en él. Este impacto directo en el azabache y logro atraparlo mientras le proporcionaba daño.
Tanto Nanatsu como Zele observaban como el mayor parecía haberse quedado inmóvil en la técnica helada, pero su alegría desapareció cuando de la nada un fragmento de hielo salió disparado contra el peli purpura.
Todo fue rápido y de la nada, el pedazo filudo de hielo se había clavado en el pecho del Dragón Slayer. Todos los espectadores vieron asombrados tal acción mientras la técnica de hielo de Zele se disipaba dejando ver al azabache con un rostro de notoria satisfacción, sin embargo esta desapareció al ver como el peli purpura se sacaba el fragmento de hielo como si nada.
-Lo había olvidado por completo, puedes hacer que tu cuerpo se vuelva agua…- Comento el albino soltando un leve suspiro al ver que su compañero no había resultado herido seriamente.
-Fue un una suerte reaccionar rápido- Fue lo simple que dijo el Dragón Slayer del agua tirando el fragmento de hielo.
-Parece que tendré que usar otro método de ataque- Pensó para sus interiores el mayor mientras alistaba su cetro para atacar nuevamente.
Esta vez Dranzzer lanzo un poderoso rayo al cielo y de un momento a otro varias nubes negras comenzaron a formarse, dándoles mala espina a los magos de Fairy Tail.
-Prueben esquivar esto mocosos-
De forma veloz, varios rayos cayeron del cielo con dirección a Nanatsu y Zele. Ambos jóvenes esquivaban los ataques eléctricos pero de un momento a otro se descuidaron y terminaron siendo impactados por uno de los rayos, quedando seriamente heridos en el piso, especialmente Nanatsu.
-Aunque intentara esquivar mi ataque tarde o temprano se cansarían- Comento con burla el mayor viendo a Gray y Gin, quienes parecía ya estaban logrando romper la barrera. –Ahora es vuestro turno- El oji rojo volvió a canalizar sus rayos al cielo y esta vez se formó una gran nube eléctrica que comenzaba a desprender su electricidad.
-Ya no falta mucho, la barrera se está agrietando más- Dijo Gray al ver como el escudo mágico comenzaba a mostrar más grietas.
-No podemos detenernos Gray-san, ya casi rescataremos a Hikari- Soltó Gin esperanzado de poder liberar a su amiga de las garras del maestro oscuro.
De un momento a otro, ambos magos Make fueron sorprendidos por la nube de tormenta encima de ellos.
-Admiro el esfuerzo que pusieron, pero el jueguito de los héroes se acaba ahora-
Dranzzer golpeo el suelo con su cetro y de forma inmediata la nube libero un poderoso trueno que se dirigía al pelinegro y al peli plata. Ambos magos al ver que estaban a punto de recibir el ataque solo atinaron a prepararse para el impacto pero de forma inesperada una barrera de hielo logro interceptar el trueno y protegerlos.
-G-Gray-san ¿Usted creo el escudo?- Pregunto aliviado el oji azul al mayor.
-Yo no la cree ¿Pero aparte de mí…?-
Tanto Gray como Gin vieron como Zele se había levantado a pesar de estar herido a lo que tanto ellos como Dranzzer mostraron asombro, pero el oji rojo estaba muy molesto al ver que ese mocoso de cabello blanco había arruinado su objetivo.
-Z-Zele ¿Q-Que es eso que te rodea?- Pregunto a duras penas Nanatsu al ver como el albino era rodeado por una energía color blanco brillante y de un momento a otro desapareció.
El momento de asombro paso rápido a uno de pánico al ver como el God Slayer fue cruelmente acribillado por un trueno carmesí lanzado por el maestro oscuro. El cuerpo de Zele cayó totalmente debilitado al suelo bajo la atenta mirada de los magos de Fairy Tail.
-Supongo que es uno menos- Comento con burla el mayor viendo ahora a Gray y Gin nuevamente. –Ahora es vuestro turno- El azabache estaba a punto de lanza otro ataque eléctrico pero de la nada un ataque de agua hizo que este retrocediera.
Tanto el pelinegro como el peli plata vieron que el causante de ese ataque había sido Nanatsu, este parecía ya no estar lastimado a pesar de haber recibido el ataque eléctrico del oji rojo.
-Lo había olvidado, la técnica de curación de Nanatsu: Hīringuu~ōtādoragon (Curación del Dragón del agua)- Soltó Gin con asombro al ver como el Dragón Slayer del agua se acercaba veloz al maestro oscuro y comenzaba a golpearlo.
-Es impresionante, nunca espere ver un Dragón Slayer con técnicas de curación como Wendy o el aprendiz de Natsu- Menciono Gray sacando una leve sonrisa. –Ya casi logramos romper la barrera Gin, no podemos rendirnos- Soltó el mago Ice Make mientras aumentaba la potencia de su ataque contra la barrera.
-¡Sí!- El mago Silver Make también aumento más fuerza a su ataque. –Hikari, ya casi vamos por ti- Pensó para sus interiores el joven peli plata.
Nanatsu continuaba con su ataque a Dranzzer acertando varios golpes contra el mayor sin que este pudiera lograr si quiera moverse.
-¿Pero qué mierda…?- Soltaba con ira el oji rojo logrando separarse del peli purpura e invocando de nuevo sus pilares de piedra.
-Suiryū no Hokou- El Dragón Slayer lanzo su rugido contra los pilares y los destruyo sin muchas dificultades.
-¡Maldita sea, que insectos tan persistentes!- Dranzzer enfureció y esta vez lanzo una serie de rayos contra el peli purpura, pero este parecía estar preparándose para algo.
Todo esto era visto por Gray y Gin, ambos parecían preocupados por el joven Dragón Slayer pero por su expresión sabían que este planeaba algo.
-Tengo un motivo ahora por el cual seguir adelante, y tú interfieres en mi camino- Comento el peli purpura con una mirada afilada.
En ese momento el ataque eléctrico del oji rojo se desvió y termino dirigido a los arboles fuera de la guarida. Un fuerte viento comenzó a soplar y todos vieron que alrededor de Nanatsu se formaron cuatro remolinos de agua que se la nada se elevaron al cielo y estos de un momento a otro se unieron y crearon un fuerte torrente de agua.
-Prueba el poder de un Dragón Slayer: ¡Metsuryū Ougi: Sūpāsaikuron no kami nepuchūn! (Arte Secreto del Dragón Slayer: Gran Ciclón del Dios Neptuno)-
El fuerte ataque de agua fue con dirección a Dranzzer. Este invoco sus pilares de piedra para defenderse pero fue en vano ya que estos fueron destruidos al instante y el ataque de Nanatsu impacto de lleno al mayor provocando que gritara del dolor y fuera atrapado en el vórtice de agua.
-¡Lo logro!- Dijo emocionado Gin al ver la fuerza de la técnica.
-Increíble, esa técnica podría estar a la altura de las de Erza o Laxus- Pensó Gray al ver como no habia rastro del azabache al que se enfrentaba el Dragón Slayer.
El remolino se desintegro y dejo notar al oji rojo el cual fue elevado por la técnica y acto seguido este se estampo contra el piso, aparentemente derrotado. Nanatsu cayo de rodillas debido al agotamiento, realmente usar esa técnica le consumía mucha de su magia.
Pero eso no era la única cosa positiva, finalmente Gin y Gray lograron romper la barrera que tenía prisioneros a Hikari y Andrés. Ambos chicos entraron rápido y vieron a ambos muchachos completamente pálidos.
-No te preocupes Hikari, ya vinimos a rescatarte- Dijo el peli plata aliviado de ver a su amiga de nuevo.
No tenemos mucho tiempo, me da muy mala espina esta cosa- Explico Gray señalando a la estatua de la doncella.
Ambos magos liberaron a la peli rosa y al pelinegro pero cuando estaban a punto de tomarlos en brazos estos se desvanecieron al instante. Tanto Gray como Gin vieron como tanto Andrés como Hikari pasaron a ser dos esferas de energía color rosa y purpura respectivamente y para el horror de ambos magos Make, la estatua absorbía a ambas esferas y de la nada la esfera que esta portaba desprendía un brillo violeta fuerte.
Todos fueron testigos de cómo la estatua comenzaba a desquebrajarse y de un momento a otro los ojos de la figura de piedra se abrieron de golpe para que un fuerte resplandor dejara a todos los presentes cegados momentáneamente.
Se podía escuchar una voz de una mujer mientras aquel brillo se manifestaba.
-Libre… ¡Al fin libre!-
Lo inevitable acaba de ocurrir…
El ritual fue un éxito…