Regresando a las actividades del festival, Hisui se encontraba charlando con Lucy y Yukino sobre algo que le había ocurrido antes que comenzaran los juegos mágicos. También estaban presentes Gray, Juvia (La cual estaba molestando al primero, como de costumbre), Wendy, Happy y Charle.
-Entonces princesa ¿Tres de sus llaves celestiales desaparecieron sin más?- La rubia estaba sorprendida tras lo dicho por la princesa de todo el reino.
-Sí, aunque intente contactar con mis otros espíritus para saber que paso con ellos, no han podido contactarlos. Estoy segura que estaban en mi habitación como siempre ¿Cómo pudieron desaparecer así como si nada?- La peli verde estaba bastante preocupada por sus compañeros.
-Seguro aparecerán tarde o temprano, princesa. No se preocupe- La menor de coletas intento darle ánimos a la princesa, lo cual funciono un poco.
-¿Y cuáles eran las llaves que perdió por casualidad?- Pregunta Gray un tanto hostigado por la cercanía que tenía cierta peli azul a su persona.
-Eran la constelación de la princesa, la de la hidra, y una de las más fuertes que tenía, la serpiente- La chica comenzó a detallar como eran sus espíritus, tras lo cual los presentes abrieron los ojos de golpe e incluso Lucy termino levantándose rápidamente de su asiento tras oírlo.
-¡Princesa Hisui! ¡Esas que acaba de describir, son los que atacaron la ciudad justo después de que pasaron su secuestro en el castillo!- La rubia estaba más que exaltada.
-N-No puede ser, ellos no atacarían a nadie de esa forma- La oji verde se puso pálida tras oír lo dicho por la maga celestial de Fairy Tail.
-Princesa, los otros gremios dijeron que la hidra y la princesa estaban acompañados de dos magos que participaron en los juegos mágicos. Es probable que ellos sean los responsables de que sus espíritus celestiales atacaran a la ciudad y a los magos también- Yukino detallo un poco más de lo ocurrido fuera de la pelea que se generó en los exteriores del palacio, es decir en la ciudad.
-Por otra parte, la serpiente apareció cuando llegamos al castillo. Nos estaba impidiendo el paso al interior y tuvimos que lidiar con ese espíritu. Sin embargo, no vimos que alguien de dicho gremio le manipulara- Juvia intervino para sorpresa del grupo, ya que parecía estar más ocupada aferrándose cual garrapata al brazo de su adorado Gray-sama.
-Ya veo, nunca he oído hablar de ese gremio Moon Song, pero fue extraño que sus nombres aparecieran súbitamente en la lista que mi padre hizo. Intentare averiguar un poco más a fondo para dar con su paradero, tengo que rescatar a mis compañeros sea como sea- La determinación de la peli verde era notoria.
-Si en caso necesita ayuda en eso, le aseguro que Fairy Tail la apoyara en la búsqueda de sus llaves- Agrego la oji marrón con determinación.
-Sabertooth también la ayudara en la búsqueda, princesa. Estoy segura que a Sting-sama, quiero decir el maestro, estará gustoso de ayudarle- Añadió la maga celestial de los tigres.
-Muchas gracias a todos, solo espero que se encuentren a salvo donde quiera que estén. Tengo un extraño presentimiento en mi interior-
Así el grupo continuo platicando temas más agradables para evitar que Hisui se sintiera mal, llegando incluso las tres magas celestiales, los exceeds y la DS del cielo a burlarse del pobre de Gray, quien parecía estar un tanto cansado de tener a Juvia bien apegada a su brazo y viendo una forma viable para escapar.
Fue en ese momento que el pelinegro vio al grupito conformado por Luka, Jack, Alex y Zele, los cuales se encontraban buscando algún otro juego en el cual participar. Irónicamente los tres chicos se encontraban siendo usados de mulas de carga por la peli rosa, la cual había ganado muchas cosas en todos los juegos que visitaron, pero los otros tres absolutamente nada.
Por supuesto, el exhibicionista de hielo no perdió la oportunidad para librarse de su tan “adorada” acosadora y fingió que el grupito le llamaba para que los acompañe a algún juego. Así, tan rápido como pudo, el único chico del grupo fue directo a donde se encontraban la maga de runas y sus escla- amigos.
Por supuesto, ni bien el pelinegro estaba cerca del grupo, Luka “sin querer” advirtió de la presencia del mayor a su mejor amigo dándole un golpecito en el hombro y señalando de forma discreta al mago Ice Make. Claro, esto provoco que Zele se pusiera algo ansioso, provocando sin querer las risas discretas de cierto castaño con toques blancos y peli naranja.
-¿Divirtiéndose?- Gray intento sonar “normal” para no levantar sospechas que venía para librarse de un problema de cabellos azulados.
-Sí, y mucho justo ahora- El comentario de la peli rosa iba dirigido con algo de burla hacia su amigo. –Si desea ¿Por qué no viene con nosotros, Gray-san?- Sugiere “desinteresadamente” la oji azul viendo de reojo la expresión acusadora y avergonzada de su mejor amigo.
-Bueno ¿Por qué no? Claro, si no les incomoda- Dijo sin más el mago de hielo aceptando la “generosa” oferta impartida por la única chica del grupo.
-O créame, no nos molesta en lo absoluto, ¿Verdad, Zele?- La maga de runas volvió a hacer de las suyas, provocando que el GS de hielo solo aceptara con la cabeza sin más mientras usaba algunos peluches para cubrir su notoria vergüenza.
Esto no pasó desapercibido para Gray y para el otro par de esclavos, estos últimos reían por ver como el tan “frio” Zele pasaba a estar en una situación tan vulnerable por tener la presencia del mayor ahí cerca. Claro que, la represalia del albino fue que les dio una patada baja a ambos, provocando que se cayeran y que todos los peluches que llevaban consigo terminaran aplastándolos.
Esto obviamente causo la risa a montón de los presentes que pudieron presenciar la escena y de la maga de runas, pero lo que si sorprendió al chico oji azul es que su querido crush de cabellos negros también reirá ligeramente por la “inocente jugarreta” en contra del mago celestial y el mago eléctrico.
Esto sin querer hizo que Zele dibujara una sonrisa, ya que ver que fue el autor de dibujar una expresión feliz en el rostro de Gray era… extrañamente placentero para su persona. Claro, esto no quedo ajeno de la mejor amiga del chico de cabellos cual nieve, al parecer todo esto había resultado justo como lo había planeado… o eso pensaba ella.
Una vez termino el asunto de la risa, y también de haber ayudado al par de tontos a reincorporarse, el grupo ahora de cinco personas continuo su recorrido. Sin embargo, el mago Ice Make decidió darle una mano al GS de hielo con el bulto de muñecos que estaba llevando, lo cual el menor agradeció intentando no sonar… raro.
Fue así que pasaron el tiempo en algunos juegos, siendo uno de estos uno donde se tenía que lanzar una pelota para tumbar toda una torre de latas. Graciosa e irónicamente, Luka uso su fiel abanico para que una de las pelotas que había sido lanzada por Zele tuviera un impulso fuerte y terminara rebotando con fuerza contra el muro del local, terminando la pelota regresando y golpeando en la cabeza a los pobre Jack y Alex de forma cómica. Obviamente, esto causo nuevamente la risa de varios de los presentes.
Justo en ese momento, el equipo de Gin pasaba por ahí, y sin querer terminaron viendo a Gray pasar un tiempo con Zele y compañía, al parecer se el mayor se estaba divirtiendo muchísimo con ellos. Esto obviamente fue un duro golpe para el líder del grupo, el cual puso una mueca un tanto triste que sus compañeros notaron rápidamente, al parecer el albino estaba ganando terreno cada vez más rápido a comparación del peli plata.
Por supuesto, Hikari, Eugeo y Andrés decidieron llevarse a su amigo lejos para que pudiera despejar su mente y olvidar lo que vio, aunque esto último sería extremadamente difícil de hacer en estos momentos, pero no perdían nada intentándolo.
***
Ambos integrantes de los tigres llegaron tranquilamente al hotel donde se hospedaban, pero corrían el riesgo de ser descubiertos si alguno de los integrantes de su gremio se le ocurría regresar. Bueno, para algo estaba el seguro de la puerta, además que todos los integrantes del gremio estarían disfrutando de todas las actividades del festival y, seguramente, algunos terminarían ebrios debido a los cocteles y brebajes que la parejita vio que vendían en diversos puestos alrededor de su pequeño recorrido de regreso al hotel.
Una vez en la habitación, obviamente con la puerta bien asegurada para evitar molestias (Para Sting obviamente resultaría molesto que alguien les interrumpiera), tanto el rubio como el pelinegro de coleta estaban sentados en la cama del cuarto del maestro (Obviamente era una habitación solo para uno)… bueno, se podría decir que en sus mentes se preguntaban “¿Y ahora qué?” ya que… lo siguiente que podría suceder podría ser lo más tierno del mundo o lo más ridículo y vergonzoso que llegara a suceder.
Bueno, al menos Sting se tomó la molestia de aprender un poco lo de cómo tratar a su pareja antes de poder tomar el siguiente nivel. Felizmente le sirvió algo el libro que Yukino y Minerva le dieron “desinteresadamente” la otra vez.
Fue en ese momento que, para sorpresa del rubio, el pelinegro tomo su mano. El mayor admiro el tono carmín de las mejillas contrarias y la débil mirada vergonzosa que poseía el contrario. Por alguna razón su mente comenzaba a perderse y dejaba de pensar claramente; lo mismo iba para el oji verde, por alguna razón… algo le impulsaba de dejar que sus acciones expresaran lo que sentía en estos momentos. Quizás era ese “instinto” que tenían los dragones, aquel que le explico su madre adoptiva antes de desaparecer misteriosamente.
Bueno, si las cosas habían llegado a este punto, era mejor no darles vueltas al asunto y dejar que las cosas fluyeran. Total, esto era la prueba de que ambos “dragones” se aceptaban mutuamente.
Ambos labios se conectaron nuevamente en un beso que fue tomando ligeramente más intensidad, al mismo tiempo que las manos del maestro de los tigres entraban en las ropas del contrario. El cuerpo de Kaien se estremecía cada vez que sentía las manos cálidas del contrario pasear libremente por su espalda, su mente se nublaba por la combinación de sensaciones que en este momento experimentaba.
No tardo mucho tiempo para que las ropas de ambos fueran retiradas y terminaran en el piso, continuando con aquel beso lujurioso que estaba enloqueciendo tanto al DS de hielo como al DS de la luz. No fue mucho tiempo para que ambos terminaran separándose por algo de oxígeno, al mismo tiempo que sentían un cosquilleo dentro de ambos.
Sting se quedó viendo detenidamente a su ahora pareja. Ver a Kaien con el cabello suelto sin la coleta era bastante hermoso para su persona, quizás debería prohibirle soltarse el cabello a partir de ahora. Tomo el rostro del contrario y deposito un casto beso el cual luego fue pasando por el cuello, pectorales no tan formados y botones rosados del oji verde. El rubio tuvo una tentativa y giro el cuerpo del contrario, empezando a depositar besos en la espalda de Kaien, este último jadeaba por aquel acto tan extraño pero estimulante, pero sobretodo vergonzoso.
El oji azul comenzó a bajar hasta llegar a las nalgas del contrario, fue ahí que sin querer dio una mordida a estas, provocando que Kaien se sobresaltara y tuviera en cuenta que lo siguiente que iba a hacer a Sting… era ir a ese pequeño lugar estrecho un tanto sucio.
-T-T-T-Tiempo fuera- Grito asustado el pelinegro alejándose cobardemente.
-¿Qué ocurre?- Pregunto el mayor algo decepcionado ya que… bueno, la cosa seria ya iba a comenzar y no estaba en sus planes esperar.
-E-Este lugar…- Kaien señalo con notoria vergüenza “aquel lugar”. –C-Creo que debería limpiarlo apropiadamente-
De inmediato el pelinegro se levantó de la cama y fue rumbo al baño para poder darse una ducha. Aparte de limpiar aquella zona, también estaba realmente avergonzado por la idea que tenía su ahora pareja y maestro respecto a querer… mejor no recordarlo o su cara iba a explotar de tanto calor.
Rápidamente se encerró en el baño y fue directo a la ducha para poder estar listo para el rubio. Abrió las perillas del agua fría y caliente para que pudiera salir a una temperatura ideal, tomo el jabón que había disponible y comenzó a limpiarse a consciencia, teniendo cuidado de no olvidar ninguna parte de su cuerpo.
Sin embargo, el usuario de hielo estaba tan ocupado en lo suyo que no se dio cuenta cuando alguien ingreso al baño también. Aquella persona se acercó cautelosamente al oji verde, y una vez que estuvo a unos pasos del contrario, este rodeo con sus brazos a Kaien, provocando que este se alarmara y terminara tirando el jabón al piso.
-¿Te asuste?- Sting pregunto de forma cómica, provocando que su pareja enrojeciera y le mirara con algo de reproche. -¿Qué te parece si te ayudo?- Propuso susurrando con tono pícaro.
-N-No, puedo hacerlo por mi mis…- Kaien no pudo continuar cuando sintió como las manos del contrario recorrían su cuerpo y este besaba su cuello.
Las manos del rubio llegaron hasta el miembro del pelinegro, comenzando a frotar la zona suavemente y creando un poco de espuma debido al jabón que se encontraba en la zona. Sting aprovecho un poco de dicho material y dirigió su mano izquierda a la retaguardia contraria. Esperaba hacerlo adecuadamente para que Kaien no sintiera ningún dolor, aunque sabía que de todas maneras terminaría doliendo de todas formas.
Con sumo cuidado el oji azul comenzó introduciendo uno de sus dedos en la entrada del oji verde, este último soltó un pequeño chillido al mismo tiempo que sus piernas comenzaron a temblar debido a la intromisión. Sting comenzó a mover lentamente el digito procurando ser cuidadoso y no causarle ningún dolor serio al contrario, aun así debía admitir que Kaien se veía lindo y tentador cuando se resistía a dejar salir su voz.
Un segundo dedo ingreso a la entrada del DS de hielo, si ya con uno estaba teniendo problemas para aguantar la excitación, este segundo estaba causando estragos en la sensibilidad y estabilidad que poseía el oji verde. Vamos, nunca espero que dos dedos ajenos ingresaran en su trasero y le hicieran sentir algo tan placentero pero ligeramente doloroso, eso era del demonio.
Sting se dio cuenta que ya era suficiente, así que retiro sus dedos y paso a reemplazarlos por su miembro, comenzando a introducirlo lentamente al mismo tiempo que Kaien sentía la cosa caliente abrirse camino en su interior. Obviamente el falo del rubio era distinto a los dedos, era mucho más grande y necesitaba ocupar más espacio.
Una vez que la gran cosa del oji azul entrar por completo, espero un poco para poder empezar a moverse, pero siendo honesto con su persona y con la cosa como estaba, la mínima palabra que dijera Kaien le volvería completamente loco. Bueno, decir que se volvería loco era un poco brusco, pero no podía culparse por aquello, la sensación caliente del interior del pelinegro era jodidamente estimulante para su persona.
Claro, la paciencia no duro mucho cuando sin querer a Kaien se le escaparon unas palabritas que provocaron el descontrol de Sting…
-Es… enorme… me tiembla todo…-
Si, el autocontrol del rubio paso al olvido y se dejó llevar por sus instintos, embistiendo más rápido al pobre pelinegro, quien dejaba escapar varios sonidos obscenos cada vez que sentía el miembro del mayor entrar y salir de aquel lugar. Las manos del oji verde trataban de sujetarse de las paredes, pero la humedad provocaba que se resbalaran y poco a poco la estabilidad de su cuerpo fuera desapareciendo por el placer del acto carnal.
Sting noto esto y se detuvo inmediatamente, saco su miembro con cuidado de no herir a su pareja y le giro por completo. Tomo de las caderas al contrario y lo alzo, quedando ambos frente a frente.
-Sujétate, no te sueltes de ninguna forma o te podrías lastimar ¿Bien?-
-B-Bien-
El pelinegro rodeo sus piernas en la espalda del rubio y sus manos se sujetaron de los hombros del mayor. Sting volvió a insertar su falo dentro de Kaien, el cual soltó un quejido ligero al volver a sentir ese trozo de carne ingresar en sus entrañas. Las embestidas no se hicieron esperar, pero esta vez los labios de ambos dragones se unieron nuevamente mientras el ritmo de las caderas del mayor iba en aumento.
Una de las estocadas dio directo en el punto sensible del DS de hielo, provocando que este se estremeciera y se aferrara más fuerte al cuerpo del DS de luz.
-¿Te duele?- La voz del rubio era de preocupación. A pesar de que estaba ligeramente cegado por el placer, el bienestar del contrario era algo importante.
-N-No, pero… se siente increíble…- La delicada voz temblorosa del pelinegro era música para los oídos del mayor, quien no dudo en volver a besar a su pareja y continuar en lo suyo.
Las estocadas eran cada vez más frenéticas, sintiendo ambos el clímax acercarse cada vez más rápido. Sting no perdió el tiempo y casi de inmediato mordió a Kaien en el cuello, provocando que el menor chillara por aquel acto y terminara viniéndose entre ambos pechos. Casi de inmediato el rubio también termino corriéndose en el interior del oji verde.
La línea un tanto curvada de color blanco dibujada entre ambos pechos y la misma secreción blanquecina escapando ligeramente del interior del pelinegro era la señal del fin del acto. Oficialmente ambos dragones habían sellado su relación y sus sentimientos mutuos.
Sting volvió a besar los labios del contrario ligeramente, pasando a sacar su miembro con cuidado del interior de Kaien y notando con curiosidad como su semen salía lentamente de la entrada del menor.
-N-N-No lo mires, es v-vergonzoso- Demando con vergüenza el usuario de hielo.
-¿Pero qué tiene de malo? Ahora eres mi pareja, por lo tanto puedo ver todo lo que quiera- Comento con algo de burla el DS de luz.
-D-De cualquier forma, mejor tomemos una ducha caliente y…-
Para mala suerte del pelinegro, debido a que sus piernas estaban aún entumecidas por la reciente actividad, casi termina resbalándose y cayendo estrepitosamente. Afortunadamente Sting logro atraparlo antes que se diera de lleno en el piso.
-Supongo que puedo bañarte para que no te sobre esfuerces, pero a cambio luego te tocara bañarme a mí cuando regresemos ¿Vale?- Sugirió el maestro de Sabertooth con tono amable y una sonrisa digna de un niño.
-Creo que puedo hacer eso por mí… novio- Kaien aún no se acostumbraba mucho a esa palabra, pero al menos tenía el gusto de saber que sus sentimientos eran correspondidos por el contrario.
Fue así que Sting termino bañando con cuidado a su pareja, asegurándose de dejarle limpiecito y sin dejar ninguna área sucia. Posteriormente este paso a bañarse también, pero le sorprendió que Kaien le pidiera que si podía ayudarle en bañarse, lo cual el rubio no desaprovecho y acepto el gesto con total gusto.
Una vez listos, ambos se secaron con un la toalla y salieron del baño. Sting saco un conjunto de piyama para Kaien de uno de los armarios de su habitación de alojamiento, el cual consistía en un set color azul cielo con rayas verticales blancas muy finas y un estampado del hotel donde se hospedaban. Por su parte, el rubio solo se puso una playera holgada color blanco y unos bóxer negros para poder dormir más plácidamente.
Una vez vestidos, el rubio se tumbó en la cama de forma infantil y paso a acurrucarse con la manta. Kaien se acercó curioso al ver la forma tan graciosa en la que estaba enroscado el mayor, pero la mano del mismo salió debajo de la manta y jalo al pobre chico, tumbándolo en la cama y provocando una risa infantil por parte del rubio.
-¿Qué es tan gracioso?- Kaien lucia algo confundido por el comportamiento del contrario.
-Pues es lindo hacerte avergonzar, pero ahora que estamos saliendo hay algunas cosas que quisiera dejar en claro- La voz de Sting pasó a una más seria al decir esto último.
-¿Qué cosas?- Por alguna razón el pelinegro se puso algo ansioso.
-Bueno, ahora cuando vayas a visitar a tus amigos tendrás que regresar antes del anochecer o te iré a buscar y lo vas a lamentar. Lo siguiente, si te atreves a coquetear con otro que no sea yo, te lo voy a hacer tantas veces que terminaras embarazado ¿He sido claro?- Al momento de decir eso, el rubio paso a darle un golpecito en la frente al contrario.
-¡N-Ni que fuera un cualquiera para coquetear con otros! ¡Y no es posible que un hombre quede embarazado!- El oji verde se indignó por esa última condición, provocando que el mayor riera por la reacción.
-Solo es una broma, tontito- El oji azul se acercó y beso la mejilla del chico. –Mejor durmamos de una vez, ya mañana tenemos que irnos de regreso-
Tras lo dicho, Kaien se acostó y se arropo con la manta, siendo luego abrazado por la espalda por Sting. Este le dio un beso de buenas noches a su pareja, quedando tras un rato ambos dormidos cómodamente en la habitación del maestro.
***
Regresando a las afueras del reino, tanto Natsu como Yoshito se encontraban regresando a la ciudad. El primero tenía agarrado firmemente al contrario de la mano, caminando tranquilamente de regreso a la ciudad. Aunque claro, esto se vería medianamente normal si tan solo el menor de ambos no tuviera la cara tan roja como el cabello de Erza y su mente fuera un caos en este preciso momento.
¿Cuál era la razón de esto? Fácil: después de que terminaran separándose tras aquel beso inesperado, Natsu le dijo a Yoshi que debían regresar a la ciudad, ya que había algo que debían hacer para poder establecer su vínculo como pareja, una tradición importante que realizaban los dragones, o eso le había contado Igneel a Natsu tiempo atrás.
Por supuesto, el peli rosa le dijo al contrario lo que iban a hacer, lo cual causo un horrible bochorno, vergüenza, y sobre todo miedo en el chico de cabellos castaños. Claro ¿Quién no se pondría miedoso de saber que iba a tener su primera…? bueno ya saben. Especialmente si la ibas a tener con la persona que amas.
El oji jade miro a su mentor, notando como la expresión del oji verde era bastante neutral. Por un momento pensó que quizás Natsu solo lo estaba diciendo de broma, pero recordó un poco de lo que les platico Nanatsu y Filia… y bueno, sus mejillas volvieron a arder de solo pensar en una futura escena bastante pervertida, algunas que solo se presentaban en algunos de sus extraños sueños morbosos.
Estuvieron todo el camino en silencio hasta que llegaron a la ciudad. Rápidamente fueron con dirección al hotel sin soltarse las manos, obviamente no había ningún problema de que los vieran ya que las personas estaban ocupadas en los juegos o bien bastante ebrios debido a las bebidas alcohólicas que vendían en diferentes puestos.
Sin ser vistos o levantar sospechas, ambos llegaron al hotel y fueron directo a la habitación donde se quedaba el peli rosa con Gray, Happy y otros miembros más. El mayor sabía que ellos no regresarían de la celebración, tendría la privacidad necesaria para entablar el vínculo.
Una vez ingresaron, el DS de fuego cerró la puerta con seguro (También se había asegurado de trabar la puerta) y paso a ver al menor. El ambiente era extraño para el más bajo y mucho más para el oji verde, pero si habían llegado a este punto, dar vuelta atrás ya no era una condición aceptable.
Dos almas han sido enlazadas…
Pero otras aún tienen la prueba por delante…