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Oportunidad (Johnlock -Kidlock-) por fannigram24

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– Solo no hagas ruido. ¿Entendiste? 

John asintió frenéticamente.  

Estaban en la parte trasera de la jefatura. Sherlock apostaba a que por esa puerta saldría un oficial estresado en menos de cinco minutos. John se mostró sorprendido al ver como la puerta trasera se abría y dejaba ver a un oficial con cara de pocos amigos, se alejó de la puerta y del bolsillo de su pantalón sacó un cigarro, con ayuda de un encendedor empezó a fumar.  

Había dejado la puerta entreabierta y le daba la espalda mientras que se ocupaba únicamente de fumar.  Tenía la vista pérdida.  Su postura demostraba frustración y cansancio.  

Sherlock sonrió triunfal, la puerta estaba abierta y solo faltaba entrar sin que se dieran cuenta. John desconcertado voltio a ver a Sherlock,  parecía como si esto fuera a lo que dedicaba en sus tiempos libres.  No cabe duda de que no conocía ni un poco a su nuevo hermano. 

El miedo y la inseguridad estaban ahí,  solo que ahora era más leve, con el joven de ojos azules se sentía seguro. Bajo la vista. Pensó en cómo hace un tiempo estaba completamente solo con sus padres,  y ahora estaba ahí en una verdadera aventura con sus hermano mayor. Sonrió, muy en el fondo se sentía feliz.  Aunque era muy pequeño,  le gustaba eso,  le gustaba aventurarse sin importar qué consecuencias traería.  Pero claro,  siempre estaba su instinto responsable y temeroso que le atacaba por segundos.  Era muy fácil de convencer,  y más si se trataba de algo tan emocionante. Es más que evidente que nunca había salido en busca de un asesino,  incluso nunca nada relacionado con algo tan real como lo era eso.  

– Sherlock… – susurró a la vez que volteaba en la dirección  de tu hermano,  pero él ya no estaba ahí. Busco con la vista a él joven de rizos . Se alarmó. Dirigió su vista a él oficial y alcanzó a ver como los rizos de Sherlock desaparecían mientras que entraba por la puerta abierta.  John abrió enormemente los ojos.  Sherlock lo había dejado ahí solo.  

El policía no se había dado cuenta de la presencia de los dos pequeños.  Ni siquiera noto que uno de ellos ya se había adentrado a la jefatura por unos de sus descuidos.  

John con un poco de nervios siguió a su hermano,  no quería estar solo ahí afuera. Con paso lento y temeroso curso la puerta,  pero ya no había rastros de Sherlock. 

 

 

Con sigilo logró adentrarse a la habitación de archivos. Tenía muy poco tiempo ante de que a alguien se le ocurriera entra en la habitación. Cada tantos segundos volteaba a ver a la puerta esperando que esta no se abriera. Buscaba en los casos recientes,  había muchos, pero la yo ría eran de robos a tiendas…  cosas sin importancia. 

Bingo

“Andrew Jhoanson”

Se leía el nombre de la víctima. Una diminuta sonrisa apareció y tomó entre sus manos el caso lo ojeo,  ocupaba llevárselo. Eran solo unas hojas.

Sherlock recorrió con la vista el lugar y encontró a su salvadora, la fotocopiadora.  Hoy era su día de suerte.  Se acercó,  y se sacó copias a las hojas.  Espera unos segundos  tomó las copias y dejo las originales en su lugar.  Lo había hecho. Se guardó las hojas dentro de su camisa, y la fajo para que las hojas no se resbalaran. 

Al girarse miró como la puerta era abierta. 

Demonios

Se escondió detrás de una archivera. Se asomo solo un poco y miró con un  uniformado buscaba entre los archivos.  El hombre pareció encontrar lo que buscaba y salió de la habitación.  Sherlock empezó a respirar con normalidad.  Sin duda su día de suerte. 

Al asegurarse  que el pasillo estaba libre salió , camino y al doblar en el pasillo choco con alguien,  por andar pensando en el caso. 

Aturdido,  volteo a ver con quien había tropezado. 

John era jalado del hombro por un oficial. Sherlock dejó salir una maldicion.  Se había olvidado del pequeño Watson. El oficial se acercó a Sherlock. 

– ¿Otro? ¿Cuántos hay aquí?....  Más importante,  ¿Qué hacías ahí dentro? 

– Me he perdido. 

Segunda mentira en el dia. 

– ¿Conoces a este niño? 

John pensó solo por un segundo en la posibilidad de que Sherlock negará el conocerlo. 

– Sí, es mi hermano. 

En la mente de John se escuchaba bien el dicir; “El es mi hermano”.  Le encantaba decirla,  y escucharla de los labios de Sherlock se escuchaba mucho mejor. 

– Muy bien,  ahora dime ¿cuáles eran sus asuntos aquí? – preguntó todavía sin creer completamente en las palabras del niño. 

– Salimos de casa,  pero nos desviamos.  Y un buen hombre nos trajo aquí,  para que ustedes nos ayudarán a regresar a casa. Lamento el inconveniente.  Es que estaba perdido, y no sabía dónde estaba mi hermano. 

Tercera mentira. 

El oficial suavizó el agarre en John,  ahora que sabía que no eran unos delincuentes y que solo buscaban ayuda,  los llevó a la estancia.  

– Chicos,  quédense aquí.  No se preocupen, en unos minutos regresare y les pediré sus datos. Ya regreso. 

– Me dejaste. 

– ¿Perdón? 

No entendía las palabras de John. 

– Me dejaste ahí afuera.  

Sherlock lo contesto,  volteo a ver a todos lados y agarro de la mano a él pequeño John y lo sacó de la jefatura.  Se lanzó a correr y el rubio intentaba seguirle el paso. 

– ¿Qué haces? 

– Regresamos a casa.  

 

 

Al llegar su madre estaba ahí,  su rostro mostraba preocupación,  miedo y estrés. Al ver los entrar fue a abrazarlos. Para después alejarse y alzando la voz les dijo;

– ¡¿Dónde estaban?!  ¡estaba preocupado por ustedes! – Soltó, a John se le rompió el corazón y no sabia que decir. No le gustaba mentirle a su madre. Pero Sherlock no lo veía de la misma forma. 

– Discúlpeme,  señora Watson. Queríamos explorar el lugar,  solo fuimos de aventura.  No nos alejamos de aquí.  

Mentira nnumero cuatro.  John Seguía contando las veces en las que su hermano soltaba mentira como si fuera normal.  Aunque tenía que aceptar que si decían la verdad les regañarian más. 

– Sherlock,  yo no te di permiso de salir. Le pudo haber pasado algo.  Henry me llamó al ver que ustedes no estaban en casa,  salió a buscarlos. – su voz demostraba preocupación. Sus facciones mostraban enojo.  Estaba molesta. – ¿en qué estaban pensando? 

– No volverá a pasar. – soltó Sherlock,  sabiendo que no era cierto. 

– Más les vale,  porque  los dos están castigados.  Suban a sus habitaciones se no quiero que salgan hasta que sea la hora de la cena,  si los escucho hablar no habrá cena para ninguno de los dos. 

John caminó en dirección a sus habitaciones, Sherlock iba a su lado. 

– Mentir es malo. – susurró. 

– John, todos mienten. 

 

 

Sherlock sin darse cuenta poco a poco iba acabando con la inocencia de John. No le importaba eso en lo absoluto,  si no lo hacía él alguien más lo haría.  Por el momento sólo pensaba en el hecho de que tenía toda la información. Mañana por la mañana buscaría la manera resolver el caso. Entró a su habitación. 

La primera hoja decía;

Reporte de la víctima

Muerte: Desconocido. 

Nombre: Andrew Jhoanson. 

Edad de la víctima: 36

Fecha de nacimiento: 31 de Mayo de 1979.

Nacionalidad: Británica. 

 

Características:

*Altura; 1.85

*Color de ojos; Marrones. 

*Color de cabello; Negro. 

*Piel; Bronceada. 

 

Familia Y amigos

*Esposa; Amber Jhoanson. 

*Hijos; Amy Jhoanson. 

*Padres; Thomas Jhoanson. Tessa Jhoanson. 

*Hermanos; Ray Jhoanson. 

*Amigos, conocidos; Louis 

 

Profesión: Profesor de primaria. 

 

Sherlock siguió leyendo.  Ocupaba más información,  hablar con sus familiares. 

 

 

John por su parte se sentía triste. Miró como Sherlock se alejaba de él. Bajo la vista y abrió la puerta de tu habitación,  se aseguró de cerrar la puerta después de entrar.  Hace mucho tiempo que su madre no le regañaba. 

No le gustaba verla así.  

No le gustaba que se molestara con el. 

Su padre de seguro se decepcionaria de él. Si evitarlo una lágrima salió de sus ojos.  Después de esa,  le siguieron más. Estaba llorando,  se sentía una mala persona.

Esta no sería la última vez que llorará,... Por seguir los pasos de Sherlock. 

 

 

Ella llamó a su esposo,  le explico lo que los chicos había dicho. Henry se sintió aliviado. 

Al llegar a casa fue a la habitación de John, entró sin tocar la puerta y lo abrazo.  Cuidando de no despertarlo. El pequeño Watson ya estaba dormido. El mayor de dio un beso en la frente y salió de la habitación. Entró a la de Sherlock, le revolvió suavemente los cabellos rizados. Solo que Sherlock solo fingía dormir. Antes de salir dejo un beso en su frente. Sherlock se sintió bien,  extrañamente bien. Dejó los papeles debajo de la cama y se durmió. 

 

 

 

¿Qué era lo que le esperaba a la nueva familia Watson?  

Y más importante, ¿Dónde estaba Mycroft Holmes? 

 

 

 

Más cercas de lo que Sherlock imaginaba. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Wa,  gracias por seguir leyendo.  Pensé que ya nadie leía el fic.  Hoy les traje un pequeño capítulo,  solo para no hacerles esperar tanto. Esta vez si en el siguiente se pondrá mejor,  Mycroft Holmes en acción. 

Espero que les haya gustado,  este capítulo  fue solo un intermedio. Si le gusto dejen un comentario,  si no...  Pues igual comenten me que fue no que no les gusto y lo editare.

Tambiénn quería mencionar que  hay una personita, ar1,  me esta ayudando con los casos.  Así que el caso de "Andrew Jhoanson"  es de su propiedad. ¡gracias, Sherly!

Agradezco que pasen a leer. 

Nos leemos pronto. 


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