La chica aparece como le dije a la salida, con mi refresco en mano. Por lo menos hay que reconocer que es eficiente y me ahorró eso de pasar comprandolo. No sé si sorprenderme o no acerca de como acertó con el sabor.
—¿Entonces si me vas ayudar? —¿Habla en serio o que mierda? No voy por la vida pidiendo refrescos a la gente por nada, y bueno. Quisiera pensar que esta chica no va por la vida regalandolos— ¿Fue una pregunta estupida?
—Ah, ¿te diste cuenta tu sola? Que bien...
—¡Deja de hablarme así! Yo- —Y con eso me voy alejando. Tengo mucho que hacer más tarde como para pasarme todo el dia en esto.
—Nos vamos
—¿A donde vamos?
—...
—¿Como vas a empezar?
—...
—¿Quieres que te enseñe las notas?
Oh, genial, una cafeteria abierta. Todo lo que necesitaba, de verdad. ¿Porque esta mujer no para de hablar nunca? ¿Y desde cuando soy el numero de emergencia o algo así? Eso de que me este jodiendo a mi en vez de a su hermana o a la Gnoll no lo entiendo.
Entramos al establecimiento sin decir nada, al menos eso creo ya ni pendiente estoy de todas las cosas que dice, y como del viajecito no se me acabo el refresco me compro unas papas.
—Disculpe. —la empleada es una muchacha de alrededor de veintiuno, cabello cafe claro y ojos mieles, muy linda— dames unas papas
—Pero... Joven, es una panaderia no vendemos papas fritas.
—Pues deme asadas
—¿Qué? Pero, no jodas pide algo que vendamos. —mierda, ¿cómo que no tienen papas?
—¿Porque no nos da unos panes dulces y ya esta? —¿ahora pide por mi? rayos, luego ya no voy a tener ni las llaves, me quitara el perro y las llaves.
La chica me dio los panes, que pague yo, con mi dinero, por que son mis panes. Que volví a pedir por que mis cosas las pido yo. Y nos fuimos a sentar a una mesa cualquiera cerca de la ventana.
—Okey, ahora si cuentame de tu vida.
—Ah, pues yo...
—¿Y tu color favorito?
—¿Que rayos te pasa?
—Creí que querias pasar el tiempo conmigo, ¿Por que sino me joderias tanto con cosas estupidas?
—Eres imbecil —yo soy yop— Por esa clase de cosas salgo solo con chicas —si supieras— Mira, si vas a hacer esto por lo menos hazlo seriamente. —ya escuchamos weon, seremos serios.
—Mira, si te estan acosando. Lo mejor es que le digas a tu hermana. —simple, le resolvi la vida. Y aun no es la una y veinte.
—No puedo decirle... —okey, solo hay que convencerla.
—¿Porqué?
—Si se lo digo se preocupara y le dira a mi madre.
—Pues mejor, ¿no? además, hace rato digiste que estabas en peligro de muerte o algo así. Si tanto te asusta ese chico, pues llama a la policia.
—Es que, tu no lo entiendes. Si le digo a mi hermana o la policia mi madre se enterará y se preocupara, y si le llega a pasar algo a ella yo no sé que haré.
—¿Porqué asumes que le puede pasar algo a tu madre? ¿Estamos hablando de un asesino en serie? mira que se pelear pero no es para arriesgarme el cuello por un refresco y la sonrisa de una niña cara de bebe que ni me importa.
—¿Qué? Bueno, no. Digo, ¡ASH! —"ash" es un argumento muy convincente, sí que sí— Mira... —oh, el tono de paciencia— Te pedí ayuda porque he escuchado cosas de ti, dicen que eres un delincuente que hace ciertas cosas por dinero —no soy prosti, no se alteren— dicen que golpeas a otros tipos en la calle y otras cosas así. El tipo que me sigue no es diferente.
—La Gnoll podría hacer el trabajo.
—¿Que? ¿Quien?
—La "amiguita" de tu hermana.
—Pues... No sin decirle a mi hermana, que le diria a mi madre, quien esta enferma del corazon. Yo... no quiero preocuparla, este tipo me ha mandado amenazas, si ella se da cuenta podria sufrir un ataque y su cuerpo no lo resistiría. —Hmm...
—Chama, eres algo paranoica. ¿Dices que el tipo es hermano de tu ex?
—Si, así es.
—¿Porque te busca? ¿Que quiere de ti? No será que, no sé. ¿Este enamorado de ti y estas confundida?
—¡¿Qué?! No, por supuesto que no —la chica empieza a sacar unos papeles y me los muestra— estas son amenazas, no cartas de un admirador secreto. —bueno, a decir verdad ese "sueño con tus ojos sin brillo" No es muy romantico o alentador.
Pero aun así esto no me llama la atención, ni siquiera creo que pueda pagar una golpiza, aunque podria asustarlo un poco, o golpearlo gratis solo para salir de esta. Empiezo a tomarme mi refresco a tragos cortos, pensando en que es lo correpto, como persona egoista que soy.
—Oye —le digo— ¿a todo esto, quien rayos es tu ex?
Ella se acerca un poco y susurra su nombre
y yo me espanto
—¡Jajajaja! ¿Porqué no me dijiste antes que hablabamos del hermano de Alex Cordoba? —el maldito hijo del puto traficante más temido de la ciudad, ya puedo sentir mis piernas rotas y mi cuerpo sin sangre- ¡¿Qué no vez que pueden mandar a matarme?! —ok, tranquilos no tengo bipolaridad, ese tono de aungustia repentina es de miedo. Del autentico. Y nuestra conversación a susurros gritados podria empezar a llamar la atención.
¡¿Qué mierda hacemos cerca de la ventana?!
—Ya calmate, ¿Quien es el paranoico ahora?
—¿Paranoico? ¡Estamos hablando de traficantes! —¡Ja! la cara de sircunstancias de esta chica es epica, mira que esos ojos castaños saben dar expresión— Oh, ¿no lo sabías? Pues es hora de que te vayas enterando.
Que hacer, que hacer, que hacer. No, en serio. ¿Que mierda hago con mi vida? Yo solo era una imbecil carterista hija de un mendigo pobre hombre de negocio muerto.
—Bueno... yo no lo sabía. Si quieres, puedes no ayudarme, eres libre de hacer lo que quieras...
Bueno, pero tampoco es para tanto, esta situación es de lo más interesante, mira que estar en la mira del hijo de un traficante es de lo más genial del mundo. Se vive una vez en la vida, así que YOLO, debería lanzarme a ver que rayos con esto.
—Sabes... —le hablo antes de que sigua haciendose ideas, mira que la cara de angustia que puso es epica tambien. Si a esta chica le pasa algo, su madre podría morir. Es algo de lo que estar al pendiente. —Me interesa.
—¿Como dices?
—Voy a hacerme cargo.