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Encargos por MissCherryM

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Notas del capitulo:

Por ser descendiente del oráculo de Delfos conocía su futuro y el de los santos, mas jamás imagino la misión que debería llevar a cabo; dar vida era la misión.

 -Entonces aceptas traer al mundo a los futuros miembros de la orden dorada- sentencio finalmente el Rey de los cielos – la próxima generación de santos de oro- 

 

ALARTS: OC´s, demasiados y YAOI.

PAREJAS: Camus&Milo, Shaka&Mu, Dita&DM, Aioros&Shura, y otras eventualmente.

DISCLAIMER: Los personajes de Saint Seiya no me pertenecen, solo la trama de esta historia.

CAPITULO 1: Asuntos.

No sabía cuantos siglos habían pasado desde que su flor de hielo había desaparecido de su inmortal vida; era curioso que solo entre dioses se podían matar. Pero lo más le dolía es que el hombre que más amaba había permitido que los incompetentes de sus hermanos acabaran, junto a él con la vida de su propia hija.

                A Deméter le dolía saber que su hija, había muerto por culpa de los tres grandes: Zeus, el padre, Poseidón, la sardina y el peor de todo el pedófilo de Hades, aquel que oso raptar a su hija y peor aún darle de comer frutas del inframundo y enamorarla. Lavar su pequeño cerebro para así hacer que ella se quedara con él. – Desgraciado- escupió Deméter con cólera mientras sin querer marchitaba un rosal que estaba su lado.

-Han pasado siglos y sigo sin encontrar tu cosmos- menciono derramando algunas lágrimas necesito encontrar una cantidad de cosmos necesarias como en aquella ocasión en que fuiste concebida mi niña – la poderosa diosa miro a las estrellas; y debían coincidir en escorpio y acuario como el día hacia eras que habían concebido a Perséfone. Seria coincidencia que ese mismo día unos jóvenes Antares y Ganimedes se juraran amor eterno, mismo que ella profesara al rey del olimpo.

A Hera no le importaban ya las constantes infidelidades de Zeus, en si su matrimonio no era por amor, era imposición de Rea, pues al ser ella la diosa del matrimonio y la familia era la consorte ideal para Zeus. Pero ella sabía que Zeus amaba a su hermana Deméter, la diosa de la agricultura y la fertilidad, mas por lo segundo debía ser la indicada. Dolió ver que su hermana sufría debido a la pérdida de su hija. Hera también sufría en silencia que hubiera muerto Perséfone, amaba a esa niña, es más la consideraba su hija; de todos los hijos de Zeus, la pequeña era la única interesada en acercarse a ella.

                Atena la miraba siempre con desprecio y Artemisa la ignoraba campalmente, Apolo le hablaba con respeto más con secreto la odiaba y lo expresaba, Dionisio no cruzaba palabras más que lo estrictamente necesario, y bueno Hermes era harina de otro costal, mientras mas lejos mejor. Por su parte sus propios hijos de su carne no eran cercanos a ella; Hefestos encerrado en su taller y Ares enfrascado en quitarle el título a Atena, por ser antes de la llegada de Perséfone la favorita de Zeus. Pero Perséfone era diferente, desde dominara la creación de flores llegaba su recinto a leer con ella, a cuidar de sus pavorreales y jugar con ellos, a llenarla de flores relajantes y hacer flores con hielo para refrescarla en ocasiones. La niña había sido diplomática desde un principio, se había ganado el corazón de todos los dioses, pero se había ganado el amor de madre de la diosa Hera.

-Deméter- la llamo – si sigues así este año las tierras sufrirán – soltó sin premura.

- Hera – menciono la mujer, si bien eran hermanas ambas lucían diferente. Deméter tenía el cabello largo llegando casi a los pies, de color morado suave y poderosos ojos azules con destellos verdes, tez nívea y facciones suaves. Facciones que contrariaban las duras, pero al mismo tiempo suaves facciones de Hera, las furias de Hera endurecían sus facciones, Hera con cabellos morados oscuros y siempre recogidos, dueña de ojos azules miraba con dolor a su hermana. - creo que debo de mejor perder la esperanza, ella no es como Atena que se auto flagelo la reencarnación en un cuerpo humano –

-La vamos a encontrar – camino su hermana, para poder tomar sus manos – mira que mi corazón me dice que pronto las estrellas de acuario y escorpio brillaran, sus descendientes se aman como Ganimedes y Antares – el primer nombre lo dijo con desprecio.

- No lo creo – dijo finalmente, - sabes me gustaría darles un regalo a esos dos

-Si – dijo sorprendida - ¿Cuál sería? - miro a Deméter, pero cuando esta iba hablar entro Afrodita.

-Deméter, mira lo que te he traído – llegó la diosa con una maseta con tulipanes holandeses.

-Oh Afro, no debías hacerlo – le contesto recibiéndola, pero las flores no duraron mucho tiempo erguidas, el aura de dolor de la diosa las hizo que se doblaran – pero en mi estado actual todas las flores se marchitan, así como mi corazón-

- hay hermana, quisiera tener el poder de revivir para traer a nuestra niña de regreso – dijo con una mirada tiste la tercera mujer – extraño peinarle sus cabellos o vestirla, era mi mejor modelo – menciono eso para tratar de animarla.

-Ella era una luz en el olimpo – Hera soltó su comentario mirando al horizonte, las ninfas a cargo de Deméter comenzaban a traerles té para que tomaran las diosas.

-Sabes he estado investigando a los dos amantes a los que quieres hacerles el regalo – dijo afrodita después de darle un sorbo su té - mira que realmente son apasionados para la edad que tienen

Hera se sorprendió por lo de la edad, pero cuando afrodita comenzó a decirle acerca de ellos ente dio a que se refería, era un amor puro y sincero. Y que se lo demostraban como si fueran amantes reencarnado.

-Lo sé; ellos siempre reencarnan para estar juntos- lo dijo Deméter con tristeza – les prometí a Ganimedes y Antares, que el cosmo de su criatura que no logro nacer formaría parte de un ser divino. -

- ¿a qué te refieres? – cuestiono Hera y Afrodita con la mirada.

- Ganimedes fue maldecido por Zeus de ser tan fértil como una mujer, y yo en un ataque de celos provocado por él- pauso y bebió té- le di la capacidad de concebir

Ambas mujeres miraron a la diosa de mirada triste – pero Ganimedes estaba débil ya no tenía la protección divina de Zeus, así que su bebé fruto del amor no podría sobrevivir, me dio tanta pena que decidí intervenir – pauso nuevamente y unas suaves lagrimas surcaron su rostro – tome el cosmo de ese bebé, la fuerza de escorpio y acuario y lo utiliza

Afrodita y Hera no daban pauta lo que estuchaban, Deméter las miro – Yo era incapaz de concebir a menor de usar la cosmoenergía de un ser nacido del amor que no pudiera subsistir en el organismo del receptor – dijo derramado lagrimas – nuestra abuela sabia de mi condición de la diosa de la fertilidad y si dejaba que Zeus se casara conmigo sabía que le daría varios hijos, así que me quitaron mi don y solo podría darles futilidad a las cosechas y a las mujeres, pero yo no podría tener hijos

Hera abrazo a su hermana, sabía lo que le había dolido perder al amor de su vida Zeus, Afrodita cónica la pureza del amor de Zeus a Deméter y este siendo reciproco le dolió en el alma la declaración – solo así pude concebir a mi niña, nuestra madre Rea me dijo que era necesario la cosmoenergia de una criatura inocente- soltó mas lagrimas gruesas – por eso le prometí a Antares y a Ganimedes que su bebé viviría en un dios, al nacer Perséfone se las presente y ello la amaron como también su propia hija, es más daban sus vidas por ella-

Era terrible esa historia, odiaban a los primeros titanes por generar tan Caos y dolor – mi niña era mi todo, y les falle a ambos cuando deje que la mataran- soltó en un lastimero grito para caer en un profundo llanto – por eso no puedo volver a traer, parte de mi promesa era permitirles renacer en nuevos cuerpos a Ganimedes y a Antares para que se amaran sin interferencia -

-Mi pobre hermana- menciono Hera corriendo a abrazarle – porque jamás nos dijiste eso

-Por miedo y vergüenza- dictamino la diosa – imagínate yo la diosa de la fertilidad, soy prácticamente estéril-

Las tres diosas no podían creer lo que habían comentado previo, decidieron continuar con su momento sin decir palabra alguna, no había vuelta atrás sus vidas se veían trazadas desde el inicio de la era mitológica.

 

En otro lugar, muy lejos del santuario, dos exiliados se encontraban en la frontera franco-española. Una hermosa mujer jugaba con su primer y hasta ese entonces único hijo, un hermoso niño de cabellos chocolates y ojos aceitunados. La mujer mira expectante al día en que se cumpliera su destino de darles vida los hijos de los santos que se amaban.

Hacían 5 años que habían decido huir del santuario, todas las aprendices del oráculo de Delfos conocían el terrible futuro, lleno de sangre y engaños, ella era la encargada de hablar con los tres últimos santos de las escaleras, el templo de Capricornio, Acuario y Piscis eran su jurisdicción en cuanto a decirles premoniciones a sus dueños. Los tres hombres la apreciaban más nunca pedía que les dijera sus futuros, preferían vivir el día a día. ella adoraba ver a los tres disfrutar de sus vidas y ser alegres; eran unos niños aun, los mayorcitos tenía 11 años y el más pequeño 7 años. Más que decirles sus futuros era ser su nana en alguna ocasión.

                Un día en el templo de acuario, Francine, peinaba los lacios cabellos de Camus, el joven dueño de la armadura de acuario.

-Fran- hablo el pequeño.

-Sí, mi niño- le respondió - ¿Cuál es tu duda? -

-Puedo preguntarte algo – le mujer asintió – pero sin que lo consultes a Delfos- eso la tomo por sorpresa, el recatado niño.

El pequeño caballero la miro con sus profundos ojos azules, se sonrojo suavemente y comenzó a hablarle en francés, puesto que ella al ser mitad francesa por parte de su padre, conocía la lengua a la perfección. Camus miro decidido y le comenzó su relato – creo que quiero a Milo – esto gano una sonrisa en ella-

-Oui, se les ve que se quieren mucho como amigos – dicto ella

-No, lo quiero más que aun simple amigo – dijo el niño, recibiendo una hermosa sonrisa de ella y un tenue abrazo.

 – Lo se mi niño, su amor es muy puro- ella respondió el abrazo – ustedes están destinado a amarse desde la eternidad-.

-Enserio- respondió en un deje de alegría el pequeño.

-Oui- respondió ella – mira, las estrellas de Acuario y Escorpio han estado entrelazadas desde la era del mito- el niño enfoco sus ojos a ella – Escorpios tiene su poder por descender de Antares, el gran escorpión azul, y Acuario el suyo por ser descendientes de Ganimedes, el copero de los dioses-

-entonces Milo y yo estamos destinados a querernos – comento el pequeño.

-Así es mi pequeño, no tenas miedo a amarse- le dijo con amor maternal aquella joven de 15 años que cuidaba aun pequeño – algún día hasta recibirán un hermoso regalo, pero no puedo decirte más-

-Déjalo así, por mi está bien- respondió y le abrazo. Camus era un niño frio ante muchos, pero ante su nana Frances o fran y su único amor Milo, mostraba su calidez.

Francine siguió cuidándolo, velando por el bienestar de sus pequeños. Pero cuando vio lo que el destino reparaba para con el santuario, decidió junto a su ahora esposo Arion, un joven no mayor que ella, puesto que le llevaba dos años se escaparían.

Se despidió de los más grandes diciéndoles que debía ir a otro lugar a mejorar su habilidad de sus premoniciones, pero a su pequeño Camus con lágrimas en los ojos se despidió y le dijo la verdad.

-Mi niño me tengo que ir, perdóname, pero se acercan tiempos difíciles y si me quedo no podrá cumplir mi verdadera misión en este mundo- le dijo al niño que lloraba con el alma; hacia poco la nueva Atena había regresado al mundo era el tiempo en el que ella debía desaparecer del Santuario. -Mi niño ama con todo tu corazón a tu verdadero amor, Milo te ama; yo misma he sentido y eso que su amor será grande y eterno-

-Frances, te prometo que siempre lo amare – dijo en total tristeza.

-Mira mi niño, sus estrellas siempre se han amado- le sonrió – los últimos fueron Kardia y Dégel; ustedes regresan siempre cuando una guerra santa se presentará – el niño le miro – sí, mi pequeño ustedes lucharan en la guerra santa, pero también sé que, aunque enfrentes a la muerte ustedes regresaran.

-Au Renoir- se despidieron ambos.

Al iré miro por última vez el templo de acuario, estaba muy triste por sabía que no volvería a ver a ese niño, es más él era como su hijo y le amaba como una madre. Deseaba que anda de esto apsara y poder darle el regalo que Zeus menciono Deméter les daría a esos dos niños. También omitió decirle el hecho de tal ves hubiera la posibilidad de que este mismo pudiera concebir, pero esa habilidad jamás había servido de mucho. Pues Deméter si bien lo había maldecido junto con Zeus, ella le había hecho que cada producto no logra nacer, impidiendo así la felicidad; pero la mismísima diosa se arrepintió de sus actos. Y había hecho algo mejor, Antares y Ganimedes habían conocido también a su pequeña, puesto que el frio cosmos de Presuponer era gracias a que como copero de los dioses él debía de tener los vinos a una temperatura ideal.

debían seguir su camino, pero ella sabía que su niño sería fuerte y valiente, había visto todo su destino hasta su muere, coso que hirió a su corazón saber que él tendría tan fatídico final a manos de su propio alumno, al cual vería como su hijo, hijo que crearía jamás tener. Su pequeño Camus viviría un amor digno de volverle una novela romántica, más las tragedias como las obras de Shakespeare repercutían, el Santuario no era más un lugar seguro.

Era de noche, tras dormir a su hijo Kaled, que decidió mirara a las estrellas, observo el brillo de escorpio y de acuario, sus encargados estaban juntos amándose. Lo podía sentir claro, que sí. Ella conocía todo el futuro de su niño, además sabía que sus otros dos niños también habían tenido grandes amores, puesto que su pequeño Shura lloraba en silencio la perdida de Aiorios, que en algunas ocasiones bajaba a visitarle. El esparto del arquero amaba demasiado al pequeño niño que entrenaba y cuidada, quien bajo el signo de capricornio era el más leal a Atena. Su pequeña Afrodita era vanidosos, pero de dulce corazón, era amado por un sádico al parecer de ella, pero el amor de Cáncer por Piscis, sin duda era tan ardiente como el de Ganimedes y Antares.

Era paciente, y sabía que ese día sería diferente.

Notas finales:

Muchas gracias a todos los que se han tomado el tiempo de leer, mis pequeñas palabras. Les estoy increíblemente agradecida, muchas gracias nuevamente. Próximamente intentare actualizarles.


Además quiero agradecer a las dos bellas personas que me dejaron reviews, espero y este nuevo capítulo les guste:



  • LiNiS02

  • Leo no cassiopeia


 


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