-Alibaba-
-Ya solo quedan dos días para que salga de vacaciones. Me muero por estar con Aladdin-sonríe torpemente-como ayer, que por fin pude besarlo, ¡nuestro primer beso! Ah~ de solo recordarlo me pongo nervioso otra vez, quisiera estar todo el tiempo con él, pero lo bueno de todo esto es que aunque no vivamos juntos puedo verle cada mañana. Y hablando de eso...¡Voy de una vez a saludarlo!
Sale de su casa como ya es costumbre cada mañana, observa de un lado a otro y no logra ver al pequeño panadero.
-Que raro, normalmente está aquí a esta hora...¿habrá tomado un día de descanso? Bueno, sería lo más natural ¿verdad? El trabaja mucho y lo merece-suspira-me sentiré un poco vacío, pero espero que disfrutes el día Aladdin. Aunque se me hace raro que no me haya dicho ayer-sonríe-bueno, a lo mejor y se le olvidó, después de todo pasaron muchas cosas.
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Ya en el colegio el rubio toma asiento y suspira.
-¿Y ahora tú? ¿Por qué esa fea cara?
-Ah, Judal...buen día-suspira-estoy un poco triste, hoy no vi a Aladdin.
-Ha de ser por eso.
-¿De que hablas?
-El enano cada año suele descansar este día.
-¿Sabes por qué?
-¡Alibaba-chan!
-Kougyoku, buen día.
-¡Los saludos después!
-¿Eh?
-Cuando venía de camino para acá escuché a unas señoras hablando, bueno, en resumen. ¡Tienes que ir a ver a Aladdin ya! Hoy es el aniversario luctuoso de su abuela, dicen que este día nunca lo ven salir de casa, seguro está mal.
-¡Gracias!
-¡Me tengo que ir! Ya casi empiezan las clases. ¡Anda corre!
La joven sale del lugar tan rápido como entró y Alibaba imita la acción, pero él no contó con la misma suerte que ella.
-¿A dónde vas?-pregunta el profesor Kouen que recién llegaba al aula.
-Eh...yo...¡tengo dolor de estómago!
-¿Ah?
-Es verdad, y si se queda nos envenenará a todos con sus gases-agrega un burlón Judal.
Kouen suelta a reír y les mira con una cara de "¿no tienen un mejor pretexto?" Alibaba se sintió aún más nervioso, intentó ocultarlo, pero no es bueno lidiando con situaciones como esta.
-Anda, vete.
-¡¿De verdad?!
-Parece que no te duele tanto ¿eh?
-¡No, si me duele! ¡Gracias profesor!-sale corriendo a toda velocidad.
...
(-¡Soy un torpe! ¡Nunca me preocupé por saber más de ti! Cuando me dijiste que tus padres fallecieron jamás pregunté con quién vivías. ¿Estas solo? Aladdin~ por favor...que estes bien).
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-Sinbad-
-Iré a ver como esta Aladdin, me preocupa que cada año en esta fecha se enferme de depresión. Quiero ayudarle, pero ¿cómo le haces para que un niño supere la muerte?-suspira-Hace tiempo lo llevé con un psicólogo, pero resultó ser todo un charlatán y en vez de ayudar empeoró el problema, por eso no quiero obligarlo a que vea a otro y vuelva a revivir aquel horrible momento. Dicen que el tiempo lo cura todo, pero ¿cuánto tiempo más tardará? Su corazón ya ha sufrido bastante, no quiero que sufra más.
Sale de su casa, y se encuentra con el rubio corriendo.
-¡Alibaba!
-¡¿Sinbad?!-para su camino y se acerca al mayor.
-¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en clases?
-Si, pero estoy preocupado por Aladdin, vine a verlo, salí del colegio diciendo que tenía dolor de estómago y Judal me ayudó haciéndome segunda.
-Ya veo, entonces ten-le extiende unas llaves-son de la casa de Aladdin, el seguramente esta dormido.
-¿Esta bien que me las des?
-Si, el haría lo mismo. Así que, anda ve a verlo.
-¡Muchas gracias!-se despide y sigue su camino.
-Espero que funcione que vea a alguien más, cuídalo mucho Alibaba.
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-Aladdin-
Recostado en su cama con fiebre.
-Baba...se que debería de haber superado el que ya no estes conmigo, pero aún me duele...¿soy un niño malo?
-¡Eso no!
-¿Eh?-se levanta un poco para ver de donde proviene la voz-¿Alibaba-kun? ¿Es...mi imaginación?
-No, realmente estoy aquí.
-¿Cómo?
-Me encontré con Sinbad en el camino y me dió las llaves de tu casa. Me dijo que te cuidara mucho. (Gracias por dejarme estar con él).
-Es verdad, el tiene un duplicado-sonríe apagado.
-Aladdin...-se acerca a la cama del menor y se recuesta a un lado de él para acariciar delicadamente su cabeza-eres un buen chico, el mejor de todos, nunca lo dudes ¿si?
-Alibaba...kun-suelta en llanto y se aferra al mayor en un desesperado abrazo-Baba no puede descansar por mi culpa. Yo...
-Claro que no, ella descansa, te cuida y ve por ti desde el cielo. (¡Como el beso de ayer~!) Además cada quién vive el duelo a su manera. No te obligues a olvidarla, vive y recuérdala con cariño-besa su mejilla-todo a tu ritmo.
-Si...
-Bien, dicho eso, voy a bajarte la fiebre.
-No te preocupes.
-Esta bien, de verdad quiero hacerlo-saca de su mochila una bolsa de plástico, la abre y saca un pañuelo, se dirige al baño y lo moja lo suficiente para acomodarlo en la frente de su novio.
-Se siente bien.
-Te lo voy a dejar un momento, y en un rato regreso a ver como sigues-sonríe-Ahora voy a prepararte algo para que comas, seguro ni haz desayunado.
-Gracias-sonríe más enérgico y el rubio le regresa el gesto.
-¿Puedo usar tu cocina?
-Adelante.
Alibaba sale de la habitación.
-Entonces si estaba solo...¡Ah! ¡Es verdad! ¡Vine aquí con las manos vacías! Pero que torpe soy-abre la puerta y corre a comprar los ingredientes.
...
Quince minutos después regresa con bolsas repletas de comida y una más pequeña con medicamentos.
-¡Bien! Hice récord, voy a ver como está Aladdin antes de ponerme a cocinar-sube las escaleras y entra en silencio a la habitación del menor-esta dormido, se ve tan lindo-sonríe y se acerca lentamente a él-descansa amor, te prepararé algo rico de comer (espero)-deposita un dulce beso en sus labios-te amo-toma el pañuelo y revisa su temperatura-ya está bajando la fiebre, entonces mejor se lo retiro. (¡Ahora si a cocinar!)
Sale de la habitación intentando no despertar al pequeño.
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-Se siente tan bien esta convivencia, es como si viviéramos juntos...
-¿Alibaba-kun?
-¡Aladdin! ¿Qué haces de pie?-se acerca preocupado al panadero-¿ya te sientes mejor?
-Si-sonríe.
-Me alegro. En un minuto esta la comida, si gustas puedes tomar asiento.
-¿No quieres que te ayude?
-Creo que si por favor, necesito recargarme de energía.
-¡Claro! ¿Qué necesitas?
-Esto-deposita otro beso en sus labios y le sonríe dulcemente-¡bien! Estoy mejor ahora.
-¿Y si te enfermas?
-Pues tendré que quedarme contigo hasta que mejore...o mejor toda la vida.
-Eso fue muy dulce-lo abraza-Alibaba-kun, te amo.
-Aladdin~ yo...
De pronto tocan la puerta.
-¿Esperas a alguien?
-No.
-Iré a ver.
El mayor se dirige a la puerta y observa al herrero por el picaporte.
-¡Es Sinbad!-abre la puerta.
-Hola chicos.
-¡Sinbad-ojisan!
-Hola Aladdin ¿te sientes mejor?
-¡Si! Alibaba-kun me cuidó muy bien.
-¿De verdad? Que bien, gracias.
-No, al contrario. Gracias a ti por prestarme tus llaves y disculpa por regresarlas hasta ahora.
-Descuida, todo esta bien-acaricia la cabeza de ambos chicos.
-¿Ojisan quieres quedarte a comer?
-¿No hay problema?
-¡Para nada!-contestan al unísono y todos ríen.
-De acuerdo, acepto su invitación, muchas gracias.
...
Los tres tomaron asiento alrededor de la mesa y disfrutan de una deliciosa comida preparada por el joven hasta que el pequeño comenzó a sentir un poco de sueño y Alibaba lo llevó a lavarse los dientes para posteriormente acompañarlo a su habitación.
-Duerme bien.
-Gracias...
El rubio sale de la habitación solo después de haberse asegurado que Aladdin dormía para acompañar a Sinbad que se quedó en la sala.
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-Disculpa-te deje solo.
-Descuida, de cualquier forma tenemos el mismo propósito.
-Gracias...por todo-le mira fijamente-venías a verlo cuando nos cruzamos en el camino ¿verdad?
-¿Por qué la pregunta?-sonríe.
-Siento que me vi egoísta al querer acapararlo.
-No fué así, yo decidí hacerme a un lado.
-Pero...
-Quería que pasara este día diferente y estoy seguro que contigo se siente mejor. Bien...me tengo que ir, si necesitan algo no duden en pedirlo.
-Si, gracias.
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-Kougyoku-
-Seguro Alibaba-chan no tuvo oportunidad de hablar con su madre. Iré a su casa para avisarle que esta con Aladdin y tardará un poco, así ninguno de los dos se preocupara. Por eso, asegúrate de cuidarlo bien.
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-¿Necesitas algo Aladdin?
-Ehm...si no es mucha molestia me gustaría que me leyeras un libro, por favor.
-No es molestia-sonríe-¿alguno en especial?
-¡Este!
-Muy bien-observa de reojo al pequeño y le mira nervioso-¿sucede algo?
-Yo...-se sonroja-quiero que me abraces mientras lo lees.
-¡¿Eh?! Ah...si, claro.
El rubio se mete entre las sábanas y se coloca detrás del panadero para que éste quedara entre sus piernas y juntos pudieran taparse.
-Gracias.
-Es un placer-besa su mejilla y comienza con la lectura. Poco a poco Aladdin comienza a cabecear hasta caer dormido-creo que a mi también me dió un poco de sueño-bosteza y deja el libro sobre el escritorio que se encontraba a un lado de ahí, abraza al menor y ambos quedan completamente dormidos olvidándose de todo lo demás. En ese momento lo único que desean es estar juntos en los brazos de Morfeo.