Después de ver a Naruto en el centro comercial, con una chica que muy seguramente era Sakura, no le quedaron muchas ganas de seguir recorriendo el lugar con sus amigos.
Aprovecho un descuido y se les escabullo.
Sin embargo mientras caminaba rumbo a su casa, no pudo evitar pensar en porque se habia ido del centro comercial.
Los últimos días por extraño que le pareciera habia extrañado la presencia del rubio. Entonces porque se habia ido del centro comercial sin saludarlo. No entendía porque habia hecho aquello.
Caminaba de tienda en tienda junto a Sakura, no muy emocionado. Sabía que tenía que ser sincero con la chica y decirle que solo la veía como una amiga. Aunque no quería lastimarla ni perder su amistad.
Presentía que perdería su amistad con ella, si la rechazaba, cosa que no quería.
En cuanto llego al apartamento de su padre se encontró con el sitio vacío. No lo pensó mucho y después de ir por una botella de agua se dejó caer en el sillón más grande.
Cambiaba de canal en canal no muy interesado en lo que veía, hasta que una larga y pelirroja cabellera llamo su atención.
No era muy dado a ver la televisión y menos aún a ver doramas. Pero la actriz que estaba en pantalla le daba curiosidad. Sabía que Itachi y su Padre veían de vez en cuando el dorama donde salía la guapa pelirroja.
Y él no podia dejar de pensar que aquella actriz le recordaba mucho a Naruto.
El tiempo paso sin que se diera cuenta y cuando fue consiente de este su padre estaba entrando al departamento.
—Sasuke, he traído comida árabe para la cena— dijo Fugaku con una ligera sonrisa al ver a su hijo en la sala y no encerrado en su habitación.
—Qué tipo de comida árabe compraste— soltó Sasuke sin mucho interés, cambiándole a la televisión de canal.
—Falafel y humus.
—No me gustan esos platillos— dijo Sasuke a la par en que apagaba la tele y se levantaba del sillón para ir a su cuarto.
—Pero antes te encantaban, hasta compre la salsa de tomate y tahini que tanto te gusta.
—Me gustaba, tiene siete años que ya no me gusta.
—Pero Itachi está por llegar, creía que hoy podíamos cenar en familia.
—Tal vez en otra ocasión— dijo casi en un susurro Sasuke y se marchó a su habitación.
Por la madrugada un fuerte retortijón lo hizo despertar. Se habia ido a dormir sin cenar y su estómago se lo estaba recordando.
Así que se levantó de la cama y camino hacia la cocina a servirse un poco de la comida que habia comprado su padre.
Encontrando en esta a Itachi el cual lo esperaba con un plato lleno de falafel y al lado la salsa de tomate y tahini que tanto le gustaba.
—Imaginaba que vendrías por estas horas— dijo Itachi extendiendo el plato, para que su hermano lo tomara.
Pero Sasuke no dijo nada y solo tomo el plato.
—Se está esforzando, porque no le das una oportunidad.
—Aun no estoy listo— dijo a la par que tomaba la salsa y regresaba a su cuarto.