La primera mirada conscientemente dirigida luego de tanto tiempo se sintió más familiar de lo que ambos creyeron.
YoungJae estaba hermoso y fresco pero al mismo tiempo era como si su cuerpo irradiara calidez; esa calidez que DaeHyun tanto había necesitado en todo ese tiempo de soledad. Por su parte, el cuerpo del peliplateado susurraba con desesperación al menor que le apretara, que le sintiera para percatarse de que todo eso no era un sueño.
-¿A dónde se fueron tus cachetes?- La notoriamente nerviosa voz de DaeHyun le hizo temblar, más sin embargo solo una risa ligeramente alterada escapó de sus labios; una risita que sinceramente hubiese querido enterrar desde un principio.
-Calla y pasa- Se hizo a un lado, dejándolo entrar a la habitación y disimulando el temblor en sus piernas avanzó hasta la cama para sentarse. DaeHyun sólo tuvo que dar un par de pasos para sentarse en la silla más cercana, la del escritorio, de hecho.
-Linda decoración… cambiaste prácticamente todo- Sus ojos se pasearon por cada pared, notando el cambio de color e incluso, la falta de posters que antes el menor tenía. –Uhm… ¿Dónde está?- Cuestionó haciendo que YoungJae ladeara la cabeza con confusión.
Oh, eso.
-¿El poster? Debajo de la cama… junto con una caja llena de otras cosas- Se encogió de hombros tratando de restarle importancia al tema; no le gustaba admitir abiertamente que todas las cosas que le recordaban a DaeHyun estaban ocultas para no ser vistas nunca más.
-Tuve que hacer mucho para que me dieran ese poster de one piece. No puedes simplemente tenerlo arrumbado- DaeHyun fingió indignación y negó un par de veces antes de suspirar. -¿Por qué lo quitaste? …- la pregunta salió de la nada y fue tarde cuando el peliplateado se dio cuenta de que tal vez no había sido buena idea preguntar.
-No sé. Tal vez me traía recuerdos que obviamente no quería recordar-
DaeHyun no tenía idea de si YoungJae se daba cuenta del veneno en sus palabras, pero para estar seguro, tanteó un poco más de terreno.
-¿Soy un mal recuerdo?- cuestionó tranquilamente, intentando incluso sonreír. La expresión de YoungJae se relajó, pero mantuvo el ceño fruncido.
-Uno doloroso-
Ambos se quedaron callados sin saber realmente que decir; DaeHyun comenzaba a cuestionarse el porque estaba en ese lugar. Todo era distinto, la habitación, la casa, incluso YoungJae se sentía diferente de cierto modo. Más maduro tal vez, pero no menos hiriente; el chico bonito no había aprendido a tener tacto en todos esos años, aunque quizás, la verdad era solamente que DaeHyun estaba tomando todo demasiado a pecho.
-YoungJae…- La voz ahogada del cantante hizo que el menor se tensara. Estaba consciente de que probablemente su respuesta anterior había removido sentimientos negativos en ambos. –Yo…-
-¿Cómo es que mi madre te dejó entrar?- Cuestionó de la nada, interrumpiendo lo que fuera que DaeHyun iba a proferir. –Es confuso… luego de todo lo que pasó ¿Por qué querría que tú y yo habláramos?- DaeHyun suspiró.
-Ella a diferencia de mis padres, parece estar arrepentida.- La verdad, él ya le había dado vueltas al asunto- Mira, ni siquiera sé con exactitud por qué he venido-
-También iba preguntar eso- … “¿Aún me quieres?” era lo que en realidad deseaba preguntar, pero el hacerlo sería admitir que tal vez él aún sentía algo por el mayor y no planeaba destrozarse de esa manera a sí mismo; al menos no ahora.
Ese último pensamiento le hizo tragar en seco.
-Es más fácil sincerarnos ahora. Ya no somos unos niños ¿Cierto?- DaeHyun se inclinó un poco más sobre su asiento e intentó sonreír; ya no más de evadir el tema. –YoungJae, quiero saber si soy el único que siente que lo nuestro sigue- Los ojos de ambos se encontraron y el mencionado ladeó el rostro, sintiendo su corazón acelerándose con cada segundo que pasaba.
-¿Seguir? … ¿Cómo?-
-Lo que quiero decir es que… creo que sigo enamorado de ti- rápido, al punto y tan tranquilo (aparentemente) como cuando se preguntaba la hora. YoungJae creyó ahogarse con su saliva debido a la aclaración adversa y sin poder evitarlo, su corazón latió incluso más fuerte que antes.
-¿Crees? – Negó un par de veces, tratando de ocultar el sonrojo que para su desgracia el nervioso DaeHyun ya había notado. –A estas alturas no puedes creer algo así. – Murmuró más bien para sí mismo –Es decir…- intentó hablar más fuerte, mirando a cualquier otro lado que no fuera el lugar en que Dae estaba. –Si vienes a mí y me preguntas si aún siento algo por ti, estoy muy seguro de la respuesta. Tuve muchos años para pensarlo ¿Acaso no lo analizaste ni una sola vez? –
-No sé si hablas conmigo o contigo mismo- Dijo riendo por lo bajo; esa actitud contraria era algo que siempre le había fascinado… estaba feliz de que algo de la esencia del antiguo Jae siguiera ahí. -¿Entonces?-
-¿Entonces qué? – DaeHyun rodó la mirada
-Dijiste que tú si podías dar una respuesta segura ¿Aún sientes algo por mí?- Yoo YoungJae estaba seguro que nunca en su vida se había sentido tan presionado. Apretó los labios para no gritar debido a lo desesperado que estaba y luego suspiró mientras jugaba con sus dedos –Vamos, Jae. Sé que es difícil pero esto es lo que necesito para…- el ruido de un celular sonando descolocó a DaeHyun, el cual molesto tomó el aparato, dispuesto a colgar sin importar quien fuese.
Joder, ella de nuevo.
-¿Por qué no respondes? –
-Esto es más importante- YoungJae estaba a punto de decir que estaba bien cuando nuevamente el tono de llamada le alertó.
-No deja de llamar, puede que sea en verdad importante-
-No, te digo que está bien. Sólo es una persona molesta- El mayor lanzó un bufido, rascando su nuca para intentar calmarse.
-Pero, Dae…-
-¡Dije que no!- Tomó el molesto aparato apagándolo de una vez y luego lo lanzó a la cama del menor –Sólo intentas evadir mi pregunta… basta ya- Se inclinó lo suficiente para estar a la altura del rostro adverso y tomó sus mejillas con tanta fuerza que logró paralizar al menor –Jae, no dejes de mirarme- Ordenó sin despegar su mirada de la ajena y YoungJae sintió que podía ahogarse en esos preciosos ojos color avellana. –No dejes de mirarme porque no sé cuánto tiempo más podré soportar vivir sin saber si tus ojos siguen puestos sin mí- las palabras salieron tan rápidas y tan desesperadas. El menor trató de desviar los ojos pero DaeHyun fue más rápido, acercándole tanto como para que sus frentes se tocaran- Sólo di si me amas aún-
-¿Qué hay de ti?- Cuestionó tembloroso
-Sabes la respuesta-
-La sabría de no ser que siempre fuiste muy confuso… vienes a decirme que no sabes si aún me amas y luego haces esto- sus ojos se estrecharon y con sus dos manos trató de apartar las del mayor –no esperes que sepa que es lo que estás pensando-
-Mírame- Le tomó con más firmeza, apartando ambas manos del menor –mírame y lo sabrás-
-¿Te crees que esta es una especie de drama?- Esta vez sí pudo alejar al otro de un empujón, colocándose de pie también.
-Yo no soy el confuso ¿Tienes idea de cuantas veces me hiciste dudar de que me amaras antes?-
-¿De qué mierda hablas? ¿Recriminando cosas del pasado?- YoungJae enarcó una ceja, cruzando ambos brazos después –No me hagas reír-
-No tengo intenciones de darte risa- el de cabello oscuro rodó la mirada -¿Y ahora qué dije?-
-Dime, DaeHyun ¿Viniste acá para pelear? ¿Vas a decirme que mi padre nos abandonó por mi culpa?- Aquella afirmación le dio escalofríos
Así que… YoungJae lo recordaba.
-No- Negó firmemente, haciendo que el otro enarcara una ceja –vine a verte, a aclarar mi cabeza y a descifrar de una vez por todas si tiene caso que me esté aguantando- Los brazos de Jae lentamente fueron cayendo a sus costados, confuso.
-¿Aguantar qué?-
Lo siguiente que sintió fue como el borde de su camiseta era tirado fuertemente hacia adelante. Se equilibró tomando los hombros de DaeHyun pero jamás se esperó que sus labios fuesen asaltados de esa manera.
No tardó ni dos segundos en cerrar los ojos y corresponderle, pegando su cuerpo a la par que el mayor rodeaba su cintura.
El beso fue descontrolado, tanto que YoungJae creía que ambos iban a lastimarse en cualquier momento; a pesar de eso no se detuvo y muy por el contrario chupó y lamió parte de los labios adversos tanto como las propias ansias de DaeHyun se lo permitían; tenía que admitir el hecho de que estaba feliz debido a que acababa de darse cuenta de que no necesitaba mucha práctica para seguir un beso tan caliente.
-¿Alguna vez nos besamos así antes? – Cuestionó el de cabello claro, manteniendo el contacto con los labios del menor aunque esta vez en un beso más tranquilo.
-Shhh, estás matando el momento… y ahora que recuerdo- Se separó de él, relamiendo sus ahora hinchados y húmedos labios al mismo tiempo que su rostro se tornaba tan rojo como un tomate; sí, DaeHyun recordaba esa expresión, YoungJae estaba emocionado, avergonzado y… posiblemente excitado. –Yo estaba molesto contigo-
-Ni siquiera recuerdas por qué- el más alto soltó una risita divertida y trató de envolver nuevamente sus brazos alrededor de la cintura de YoungJae mientras este forcejeaba.
-Claro que lo recuerdo, suelta, aún tenemos cosas que hablar… ¡No me beses de nuevo!- Ambas manos del pelinegro se estamparon en los labios del mayor, haciendo que soltara una carcajada ahogada.
-¿Hbflar pfara qué?- YoungJae se alejó ya que apenas y había podido distinguir sus palabras. Manteniendo el ceño fruncido miró al piso a la par que arreglaba su ropa. -¿Hablar para qué?-
-¿Cómo que para qué?- Le miró furioso –Hace un par de minutos estábamos discutiendo algo muy importante-
-¿De verdad crees que hace más falta hablar? Bien, hablemos pero acércate que tengo que darte mi respuesta al oído- El menor se sonrojó de nueva cuenta y no hizo más que avanzar con suma precaución; sus labios aún picaban. –Anda, no te voy a comer- “no ahora”, pensó.
-¿Qué es?...-
-Si no te acercas más no te lo diré- Suspiró, decidiéndose a acercarse lo suficiente para casi pegar su oído a la boca del mayor. –Buen chico- La voz tan cercana de DaeHyun le hizo estremecer; a pesar de ello se mantuvo tranquilo, mirando a la nada. –Te extrañé, acabo de besarte y quiero hacerlo de nuevo ¿Eso qué significa para ti?-
-.. ¿Debe significar algo?-
-No seas idiota, YoungJae- Ambos hablaban bajo -¿Qué esperas de mi realmente? Me amas… o al menos aún te atraigo-
-Necesitas tener un ego demasiado grande para decir eso. La fama se te ha subido a la cabeza. No todos los chicos y chicas van a estar locos por ti sólo por…- Nuevamente un beso cayó sobre los labios de YoungJae haciendo que sus ojos se cerraran y correspondiera casi sin poder evitarlo. Enredó con temor sus dedos en las hebras del cabello contrario y un par de segundos después, la puerta recibió unos cuantos toques.
-DaeHyun, juro que no quiero interrumpir pero sabes lo que era el trato… te he estado llamando para que bajes pero tu celular parece apagado. Debemos irnos, tienes trabajo- Lentamente se detuvo, dejando un último beso sobre su frente.
YoungJae tenía la mirada perdida en el rostro sonriente de DaeHyun. Sus mejillas se mantenían rojas y las ganas de un nuevo beso estaban escritas en toda la expresión de su cara.
-Si quieres seguir hablando, sólo llámame. Lamento que mi visita sea corta esta vez, soy un hombre ocupado… Jae, te amo.- Acarició rápidamente su mejilla y tan rápido como había vuelto, se había marchado…
Se marchó dejando esta vez una creciente emoción en el pecho del joven Yoo YoungJae, quien ahora sonreía sin siquiera darse cuenta y tocaba su labio inferior con la punta de su lengua.