El resto del día había sido fascinante y aunque para los demás no había nada distinto al resto de la semana, para el famoso Jung DaeHyun, sí.
Durante la sesión de fotos su sonrisa deslumbraba cada toma, haciendo que la chica que sostenía la cámara se sintiera un poco abrumada.
La hora de la cena no fue distinta a otras, la única diferencia que su manager pudo notar, fue el insistente tecleo en el celular del menor, dando a conocer que estaba mensajeando con alguien.
-Es de mala educación tener el celular sobre la mesa- El joven adulto quiso arrebatar el artefacto de los delgados dedos de DaeHyun, pero este fue más rápido y lo apartó guardándolo en su pantalón.
-Es de mala educación querer mirar el celular de los demás-
-¿Con quién hablas?- DaeHyun rodó la mirada y el manager Kang sonrió con diversión y travesía.
-No te importa-
-¡Grosero! Esa no es manera de hablarme- El hombre se cruzó de brazos, obviamente indignado.
-Ah, lo siento. No te importa, hyung- Kang bufó
-Jamás volveré a ayudarte en nada. Olvídate de tu cupido personal- El joven Jung soltó una carcajada y luego negó a la par que llevaba un trozo de pizza a su boca
-Estaba hablando con YoungJae- El nombre fue pronunciado con tanta adoración, que el otro hombre presente casi se ahoga con su propia saliva; DaeHyun había cambiado tanto en sólo un par de semanas.
-Esto comienza a asustarme ¿Sabes? Tú… actuando así- suspiró- Creí que sería bueno pero verte sonreír a cada momento es frustrante y me recuerda lo infeliz que yo soy- Una fuerte carcajada llenó el lugar, haciendo que todos los presentes se giraran a mirarlos, afortunadamente DaeHyun iba bien cubierto.
-Le diré a tu prometida-
-Le diré a YoungJae que tienes novia- La forma en que DaeHyun casi se atraganta fue épica.
Oh…. Eso…
Algo en la cabeza del peli plateado hizo click, recordándole que existía una chica a la cual hace más de un mes que no le recibía las llamadas.
-No, no, no ¡No! Cállate. No te atrevas nunca a decirle eso- Su rostro estaba tan lleno de pánico que Kang soltó una baja carcajada –Además ella y yo ya no somos nada… o sea, hace mucho que ni la llamo- trató de excusarse, sacando nuevamente su celular para responder los mensajes.
-¿Se lo dijiste a ella? Dae, en una relación tienes que…- fue callado por completo por la mano del menor que se colocaba frente a su rostro, indicándole que guardara silencio.
-Ni siquiera estábamos en una relación de verdad. Le dije que era mi novia para que dejara que me acostara con ella cada vez que lo necesitara… es todo. Creo que no es tan idiota como para creer que lo dije en serio- un nuevo suspiro por parte del manager y DaeHyun supo que tal vez, se estaba metiendo en muchos problemas a largo plazo.
- Te doy dos días máximo para que ella averigüe donde estás ahora que ya te instalaste y venga a armarte una escena…-El cantante rodó la mirada y volvió la atención a su móvil- DaeHyun- Tomó el celular que se alzaba frente al menor para que le pusiera total atención. El mencionado frunció el ceño pero aun así le miró, esperando a que hablara.
-¿Qué?-
-Si YoungJae se entera de esto… vas a estar en muchos problemas ¿Quieres recuperarlo? Pues déjame decirte que esta no es la forma. Al menos atiende una de sus llamadas y dile que ya no quieres nada con ella- Jung miró un punto fijo en la pizza que tenía frente a él, tornándose pensativo- O habla con YoungJae la próxima vez que se vean y dile lo que está pasando. Es mejor eso a que dejar que se entere por su propia cuenta-
-Yo ni siquiera sé… cuando volveré a verlo-
-¿Prometes que apenas lo veas arreglaras este asunto?- Los ojos de DaeHyun y los de Kang se mantuvieron en contacto durante un par de segundos, los cuales al menor parecieron días enteros.
-Okay… pero seguro eso será dentro de un buen tiempo, al menos que me lo tope casualmente por la calle- Kang rió.
-Se verán mañana mismo, eso tenlo por seguro-
…
-¿Ya no has visto a DaeHyun?- La voz de su madre hizo que YoungJae se tensara momentáneamente. Mantuvo la mirada en su portátil y negó un par de veces.
Habían pasado aproximadamente dos semanas desde su encuentro para nada casual y ahora YoungJae comenzaba a tener sus dudas respecto a si DaeHyun volvería a contactar con él por cualquier otro medio que no fuera mensajes de texto.
-Los dos estamos ocupados- Dijo sin más, ya que la mujer parecía estar esperando que hablara.
-Cambiando un poco de tema… ¿Cuándo es la boda de YongNam?-
-Un mes-
-¿Llevarás a alguien?- La repentina pregunta logró que YoungJae dejara en paz la edición de sus fotos y llevara la mirada hacia su progenitora.
-Tú… estás rara- se retiró las gafas y la mujer sólo comenzó a reír.
-¿Rara? No, sólo me gustaría que salieras más… tal vez no te vendría mal conseguir un novio, tener un par de citas, revivir un amor pasado- eso último fue dicho con un poco menos de volumen, como si la frase quisiera pasar desapercibida, casi como un mensaje subliminal. –Te la pasas encerrado todo el día si es que no estás trabajando y…-
-Mamá- El menor la interrumpió, mirándole directamente sin saber con exactitud que decir -¿Por qué dejaste pasar a DaeHyun la otra vez?- la duda que había estado carcomiendo sus entrañas al fin salía a la luz, logrando sacar una sonrisa realmente sincera de los labios de su madre.
-Porque no quiero cometer el mismo error… si él viene a ti, YoungJae, si él viene y quiere recuperar la felicidad que perdió… - suspiró- yo no soy quien para detenerlo- Avanzó hasta donde su confundido pero emocionado hijo estaba, mirándole con los ojos bien abiertos y posibles lágrimas en ellos –Y tampoco soy quién para obligarte a nada. De ahora en adelante, YoungJae, tú te encargarás de decidir qué es lo mejor para ti- la cálida mano en la mejilla del chico se sintió tan bien que cerró los ojos para no llorar.
Tenía a la mejor madre de todo el maldito mundo entero… tal vez era demasiado tímido para decirlo, pero la amaba y ahora sabía que ella lo amaba también.
…
-B-Bang….- La cálida voz de JunHong era tan adictiva que Bang YongGuk succionó más fuerte sólo para escucharlo otra vez. Se sintió satisfecho entre cada ruidito emitido por su pareja, quien ahora se retorcía mientras el mayor se encargaba de llevarlo al mismísimo cielo sólo con su lengua y labios.
-¿Qué ocurre, bebé?- Pronunció una vez que soltó la erección adversa, poniendo total atención en el rostro sonrojado de su novio. Se deslizó hacia arriba, manteniendo una de sus manos atendiendo el hinchado pene del menor al mismo tiempo que un camino de besos desde su pecho hasta su cuello era marcado. JunHong se estremeció, entrecerrando los ojos sólo para darse el lujo de seguir viendo el perfecto rostro de YongGuk; joder, excitado y completamente desnudo se veía tan guapo.
-Ya no soy un bebé- se defendió formando un puchero, lo cual sólo aumentó el deseo del mayor.
-¿Ya no? ¿Eres todo un hombre? –Bromeó, apretando la erección contraria, haciendo que un chillido saliera de sus labios –Eso no sonó muy varonil que digamos-
-Sólo soy tu bebé- Admitió más sonrojado que antes, y entonces JunHong tuvo que maldecir el tono claro de su piel. –Bang…- gimió de nuevo, moviendo su pelvis al ritmo de la mano contraria –Si vas a hacer algo hazlo ya-
-¿Me estás dando órdenes? … que mal educado- La voz de YongGuk era capaz de hacer temblar a cualquiera. Tan profunda y sensual que seguramente un montón de gente soñaba con tenerlo ahí, dispuesto a todo; el simple pensamiento de aquello logró instalar en JunHong una rabia inmensa.
Nadie se metía con su hombre, ni siquiera en sueños.
-Lo estoy haciendo- habló firmemente, aunque aun temblando debido a las atenciones del mayor. YongGuk supo identificar esos ojos llenos de ira, después de todo, los ataques repentinos de celos eran comunes desde que se había vuelto medianamente famoso.
-Te estás portando muy mal- Se alejó, sólo para poder tomarlo de la cintura y obligarle a girarse. El menor sonrió, feliz por saber que al fin obtendría lo que deseaba, pero en cuanto lo único que recibió fueron dos fuertes nalgadas, supo que las cosas iban hacia otro lado; YongGuk planeaba torturarlo. Gimió sintiendo su erección vibrar debido a la excitación, giró el rostro y se mordió los labios, humedeciéndolos para deleite del mayor el cual se agachó y no tuvo ningún problema en morder el suave trasero de su adorable novio antes de palmearlo una vez más.
-YongGuk- Chilló alzando el trasero, casi suplicando silenciosamente que le penetrara de una vez
-De verdad estás muy irrespetuoso- una nueva nalgada y Jun supo que era lo que el mayor quería.
-Hyung… hyung, por favor-
-¿Qué, precioso? ¿Qué quieres? –Esta vez en lugar de palmear las ya rojas nalgas de su pareja, las acarició, tomándose especial atención en rozar con su pulgar la línea que separaba ambas.
-Que la metas- Habló temblando debido a la ansiedad. Joder, lo necesitaba tanto. -¡Por favor! Te quiero dentro- YongGuk se consideraba un hombre fuerte, difícil de convencer, duro de carácter…
Pero JunHong le podía, le podía demasiado y eso no le molestaba en lo más mínimo.
Dejó a su miembro enterrarse hasta lo más profundo de su pareja, quién apenas sintió sus nalgas ser abiertas lanzó un grito de puro placer. Los movimientos no se hicieron esperar y el ruido de la cama fue tanto, que ambos sabían que los vecinos estaban más que enterados de lo que ahí pasaba.
Lástima que les importaba una mierda.
…
-¿Sesión de fotos? … - YoungJae miró su celular algo incrédulo y luego cerró la conversación para ir directo a la de su primo favorito.
Se quedó parado frente a la puerta de su habitación y luego de lanzar un suspiro, se decidió a teclear.
“¿Sabías que seré tu fotógrafo mañana?”
Cerró la conversación y que suponía, el mayor no respondería de inmediato; estaba consciente de que tenía cosas que hacer y de hecho, a veces tardaba horas en responder sus mensajes.
Esta vez, se equivocó.
“¿Qué? ¿DE VERDAD? ¡Esto es obra de Kang!”
La sonrisa en los labios del cachetón no se hizo esperar y sin más tecleó una respuesta mientras se sentaba en su cama.
“Si, mi jefe acaba de decírmelo… ¿Kang? ¿Por qué lo dices?”
“Dijo que iba a encargarse de que nos viéramos. No creí que contactaría con tu agencia”
“Seguramente mi madre le dijo donde trabajo. Como sea… seguro tendré que hacer maravillas con tus fotos. Me costará tanto hacer que luzcas bien”
YoungJae casi suspiró al imaginar el puchero que DaeHyun haría al leer eso.
“Claro y tú eres muy guapo ¿No?”
Soltó una carcajada y luego negó.
“Pues claro. Soy hermoso”
“Deberías enviarme una foto. Si eres tan hermoso, entonces ahora debes lucir impecable”
“No, ya vete a dormir”
“Oblígame”
Se mordió el labio inferior, tecleando rápidamente una respuesta; sabía que si tardaba iba a arrepentirse. Cerró rápidamente la conversación y apagó el WiFi, tirándose a la cama para cubrirse con las mantas hasta la cabeza.
“Entre más rápido duermas, más rápido vas a verme... por eso, voy a dormir ya, chocolate. Buenas noches”
“Dios, quiero besarte. Buenas noches, bebé. Iré a soñar contigo. Mañana no te me escapas”
…
DaeHyun suspiró; el mensaje no había llegado y eso le desanimaba un poco. A pesar de eso, sabía que en la mañana, Jae lo vería y su sonrojo sería aún más grande que el que tenía ahora.
Porque si, estaba seguro de que su precioso cachetón ahora estaba debajo de las mantas, apretando los ojos y tratando de dormir con un lindo sonrojo en sus mejillas.